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parálisis, paralítico, paresia

Definiciones de parálisis, paralítico, paresia

Parálisis 

Parálisis es la pérdida temporal o permanente, parcial o completa del movimiento —especialmente voluntario—  y/o la sensibilidad de una o varias partes del cuerpo, como resultado de algún daño en el sistema nervioso o en algunas funciones musculares. Puede ser causada por una diversidad de problemas, tales como traumatismos, intoxicación, daño cerebral por accidentes cerebrovasculares, etc. Las parálisis se clasifican según sus causas, el tono muscular, distribución o parte del cuerpo afectada.

Fuera de la medicina, “parálisis” es la parada o detención de cualquier actividad, proceso o funcionamiento. Parálisis institucional, parálisis política. Se paralizó el tráfico por las marchas de protesta. 

Paralítico

Paralítico (adjetivo): “que padece de parálisis”. Este término viene del latín clásico y tardío părălytĭcus “paralítico” documentado en escritos de Plinio el Viejo (siglo I d. C.) y en Mateo 4:24 de la Biblia Vulgata. A su vez del griego antiguo παραλυτικός (paralytikós). En Mateo 4:24 de la Biblia Vulgata también aparece el vocablo părălytĭcus: «Y su fama se extendió por toda Siria, y le trajeron a todos los que tenían dolencias: los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, y los endemoniados, y los lunáticos y los paralíticos, y los sanó».

Paresia 

Paresia, paresis o demencia paralítica es “la pérdida parcial de la contracción muscular”, “una parálisis incompleta”. Una enfermedad mental orgánica, con síntomas y signos somáticos de parálisis focal, de evolución crónica y progresiva. También puede ser por daño cerebral debido a sífilis en el sistema nervioso central, con meningitis e inestabilidad mental y emocional. El diccionario español de Domínguez (año 1853) dice que paresia es “una especie de parálisis imperfecta que solo priva de la facultad de moverse”.

Paresia viene del francés parésie, y este del gr. πάρεσις (páresis): ‘acción de soltar’, ‘debilitamiento’, ‘parálisis’’ o ‘reducción de la fuerza’ (desde Hipócrates), a su vez de παριέναι (pariénai), ‘dejar caer al lado’, ‘relajar’, ‘debilitar’. De παρά = pará, “a un lado” y ἱέναι = iénai “poner en movimiento”

Origen del término “parálisis” 

“Parálisis”es una palabra que procede de la antigüedad grecorromana, que originalmente designaba a un debilitamiento o parálisis de un lado del cuerpo (lo que en esencia significa el componente griego para-). Pero con el paso del tiempo, ya en la edad moderna, comenzó a aplicarse a otros órganos o partes del cuerpo que se inmovilizan o bloquean. Al final de este escrito enlisto algunos ejemplos.

El sustantivo “parálisis” procede del latín clásico părălysis que ya Plinio en el siglo I así nombraba a la “parálisis o debilitamiento de un lado o costado del cuerpo”, lo que ahora, en el lenguaje médico, llaman también hemiplejía, del latín tardío hēmiplēgia, y este del griego medieval o bizantino ἡμιπληγία (hēmiplēgíā) derivado ἡμιπληξία (hēmiplēxíā), “un tipo de parálisis que afecta a un lado del cuerpo”, citado por Teofrasto, siglos IV-III a. C. En realidad, se registran casi una veintena de variantes de este mismo término durante la Edad Media: paralesia, paralisia, paralasia, parlesia, etc

Părălysis es un término que el latín tomó del griego antiguo

La palabra latina părălysis deriva del griego antiguo παράλυσις, parálusis o parálysis (desde Teofrasto y luego también Galeno) que significa “inutilización de los nervios de los miembros de un lado que se paralizan”, del verbo παραλύω, παραλύειν, paralúo, paralúein, cuyos principales significados son: aflojar, relajar, soltar, desconectar, así como deshabilitar, debilitar, dejar discapacitado, precisamente el sentido que contiene este término. De manera que esencialmente se ha mantenido el mismo significado hasta nuestros días, nada más que ahora sabemos mucho más de las causas y manejo de esta afección.

Componentes del término παράλυσις (parálysis)

En el vocablo παράλυσις encontramos tres componentes: παρα-, (para-), λῠ́σῐς (lúsis o lýsis) del verbo λύω (lúō) más el sufijo -σις (-sis). 

1- El prefijo παρα-, (para-) de la preposición παρά = pará, que significa “al lado de”, “a lo largo de”, pero en este caso lleva el significado de “anormal”, “equivocado”, “más allá de”, “fuera de”,  asociada a la raíz indoeuropea *per-2 (alrededor, encima, contra), también vinculada, por ejemplo a: peri-, pro-, pros en griego; per- en latín; fra-, fair en gótico; pari- (alrededor) en sánscrito; for en inglés, etc.

Con παρά existen numerosos vocablos de la antigüedad griega, por ejemplo: παραβλητός (parabletós), “comparable”; παραβοηθέω (parabethéo), “venir en ayuda de” y παράνομος (paránomos, de νόμος “ley”, “costumbre” ) es una “acción contraria a la ley y las costumbres”. Muchas  palabras de uso actual llevan este elemento: parábola, paradigma, paralelo, parámetro, paralelogramo, parálisis, paramecio, paramédico, paranoia, paranormal, paramilitar, parasicología, parasimpático, paratifoidea.

2- λῠ́σῐς (lúsis o lýsis) que significa “suelto”, “libre”, “flojo”, del verbo λύω (lúō) con el significado de “desatar”, “aflojar”, “soltar”, “liberar”, “cortar”, “destruir”, “anular”. Término relacionado con el verbo latino luo, luere que significa “absolver, exonerar”; así como  luēs “plaga, pestilencia, epidemia”, como lues carceris (Séneca) “el aire inficionado o contaminado de la cárcel”; también lues morum (Plinio) “corrupción de costumbres”. Ambas voces vinculadas a la raíz indoeuropea *leu- (separar, dividir, soltar, aflojar. Pokorny *leu- 281). Palabras como absoluto, absolver, catálisis, citólisis, diálisis, electrolítico, hemólisis, hemolítico, lisis, lisogénico, lisocefalina, lisosoma, loess, etc., también se asocian a esta raíz.

3- El sufijo -σις (-sis) y su genitivo -σεως o -σῐος (-seos, -sios), que agregado a raíces verbales forma sustantivos de acción, resultado o proceso, como en los términos: amebiasis, anamnesis, ascaridiasis, catarsis, crisis, metástasis, oxiuriasis, psicosis y muchos más.

Paralysi medere (Plinio el Viejo)

Paralysi medere (Plinio), “curar la parálisis”, del verbo mĕdĕor, medērī, “curar”, “tratar una enfermedad”, «tratar una cuestión con mucho raciocinio y cuidado», “dar medicinas”, “cuidar”. De donde la palabra mēdĭcus (médico).

Los romanos tenían otra forma de nombrar a la părălysis   

Aulo Cornelio Celso (25 a. C.-50 d. C.) escribió membrum debilitatut

El enciclopedista romano y quizá médico Celso (siglos I a. C.-I d. C., en su obra De Medicina libro 2, capítulo 4, escribió: ex quo casu quamvis vita redditur, tamen id fere membrum debilitatut que se traduce: “de cuyo caso, aunque se restablece la vida, casi se debilita el miembro”. De la frase debilitas membrum o “miembro debilitado”. A su vez de membrum, membrorum (parte del cuerpo o de un todo), más debilitas (debilidad o falta de vigor), como en la expresión debilitas animi o “cobardía”.

Algunos tipos de parálisis en medicina

  • Parálisis histérica: la aparente pérdida de movimiento que puede simular cualquier forma de p. 
  • P. de Pott, que afecta la parte inferior del cuerpo debido a tuberculosis del cordón espinal. 
  • Íleo paralítico, que también se llama íleo o paresia intestinal, es la falta de contracciones intestinales, que ocasiona la obstrucción del intestino y un cólico intestinal violento. Deriva del latín īleus, a su vez del griego εἰλεός = eileós, ἰλεός = iléos, ‘una grave y dolorosa enfermedad de los intestinos’, ‘un íleo’ (desde Hipócrates), de ειλεῖν = eileîn, ‘retorcerse’, ‘enrollarse, ‘apretujarse’ (Hipócrates), en latín, ileus volvulus. Del latín volvo, volvere, ‘dar vueltas’, lanzar un objeto haciendo que de vueltas’.
  • P. bulbar: causada por cambios en los centros motores del tallo cerebral.
  • P. de Bell o facial, en la que un lado o toda la cara pueden verse afectados. En este caso, el paciente no puede cerrar los labios o se le dificulta hablar. Se debe a una lesión del nervio facial o VII par craneal.
  • P. general o paresia (ya citada arriba). Pérdida progresiva de las facultades mentales, que usualmente conduce a la demencia y a la muerte.
  • P. de Volkmann o contractura de Volkmann. Degeneración, contractura, fibrosis y atrofia de un músculo por daño en el suministro de sangre, usualmente afecta una mano

También se llama parálisis isquémica, puesto que la isquemia es la deficiencia en el flujo de sangre a cierta parte del cuerpo (en este caso a un músculo) debido a la obstrucción arterial. Del latín científico (siglo XIX) ischaemia, del verbo griego ἴσχω, ἴσχειν (ischein) “detener”, “dificultar” más -αιμία (-aimía), de αἷμα, αἷματος haima, haimatos “sangre”, como en las palabras hematoma y hematopoyesis.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 4 de septiembre de 2024.

paranoia, paranoico, paranoide

¿Qué es la paranoia?

  • En psicología y psiquiatría, la paranoia es un trastorno mental que se fija en una idea o en cierto orden de ideas. Este término se refiere a pacientes que muestran delirios de persecución o excesivas sospechas persistentes, así como fantasías extravagantes e incoherencias. Estos delirios pueden centrarse en cuestiones como: asuntos bancarios o de grandes negocios, situación laboral, infidelidad del cónyuge, ser perseguido por autoridades policíacas. Cuando la paranoia es severa, puede indicar un estado de psicosis. De hecho, alrededor del 70% de personas con psicosis desarrollan paranoia, pero hay gente con paranoia sin tener psicosis.
  • Paranoico (adjetivo) es la condición de padecer paranoia o lo perteneciente a la paranoia. En la palabra “paranoico”, a “paranoia” se le agrega el sufijo que -ico que forma adjetivos, como en anémico,  biótico, narcótico, raquítico, sifilítico y analítico. Del griego ικός, ική (ikós, iké).
  • Paranoide (adjetivo documentado en inglés paranoid en 1904)) significa “que tiene las cualidades o rasgos paranoicos, pero leves o atenuados”. El delirio paranoide es un síndrome atenuado de la paranoia, en el que el sujeto muestra egocentrismo, manía persecutoria (creerse objeto de mala o malas voluntades), desconfianza y acometividad. “Paranoide” se compone de “paranoia” más el sufijo “-oide”, del griego -ειδής = eidés: “que tiene la forma o el aspecto de”, como en las palabras: antropoide, androide, romboide, geoide, cuboide, ovoide, asteroide, planetoide y muchas más.

Origen de la palabra “paranoia”

“Paranoia” es un término que ya existía desde la antigüedad griega, al menos desde el siglo VI a. C., con el significado de “locura”, pero permaneció sin uso al menos unos 2000 años, puesto que hasta la segunda mitad del siglo XVIII reaparece en latín científico como paranoia, tomado del antiguo griego παράνοια = paránoia con el significado de “locura”, “desequilibrio mental”, “demencia”, “trastorno del juicio”. Vocablo que se registra en las tragedias griegas, con autores como Esquilo y Eurípides. También se documenta en Platón y Aristóteles. Hipócrates de Cos decía que paránoia era “un delirio producido por la fiebre”.

Asimismo, παράνοιᾰ (paránoia) procede de παράνοος = paránoos que significa “enloquecido”, “turbado”, “demente”, palabra formada por:

1- El prefijo παρα-, (para-) de la preposición παρά = pará, que significa “al lado de”, “a lo largo de”, pero en este caso lleva el significado de “anormal”, “equivocado”, “más allá de”, “fuera de”,  asociada a la raíz indoeuropea *per-2 (alrededor, encima, contra), también vinculada, por ejemplo a: peri-, pro-, pros en griego; per- en latín; fra-, fair en gótico; pari- (alrededor) en sánscrito; for en inglés, etc.

Con παρά existen numerosos vocablos de la antigüedad griega, por ejemplo: παραβλητός (parabletós), “comparable”; παραβοηθέω (parabethéo), “venir en ayuda de” y παράνομος (paránomos, de νόμος “ley”, “costumbre” ) es una “acción contraria a la ley y las costumbres”. Muchas  palabras de uso actual llevan este elemento: parábola, paradigma, paralelo, parámetro, paralelogramo, parálisis, paramecio, paramédico, paranormal, paramilitar, parasicología, parasimpático, paratifoidea.

2- νόος (nóos), νοῦς (nous). Desde los tiempos de Homero: “mente”, “intelecto”, “la razón”, “el corazón” como órgano sensible a las emociones, y en términos coloquiales, “sentido común”;   ἐκ παντὸς  νόου ek pantós noou: “con toda su mente y corazón” (Heródoto). El término νοότης (noótes) significa “la intelectualidad”. 

3- El sufijo griego -ίᾱ (-íā) formador de sustantivos que indica cualidad y que podemos encontrar en muchas palabras antiguas y nuevas. Por ejemplo: agonía, anemia, bulimia, distocia, hipocondría, misoginia, etc.

Paranoia literalmente significa «contra la razón»

Por lo tanto, “paranoia es la cualidad o condición (-ίᾱ = –íā) de tener la mente (νόος = nóos) fuera de lo normal (παρά = pará)”. Literalmente entonces, paranoia significa “contra la razón”, cuya característica fundamental es el delirio. La gama de reacciones paranoicas va desde formas neuróticas de tendencia paranoide hasta un trastorno de personalidad paranoide y manifestaciones psicóticas graves. La “personalidad paranoide neurótica” se caracteriza por una excesiva sensibilidad a la elusión, especial inseguridad y desconfianza. Con la propensión a interpretar las críticas como hostiles o despreciativas. El paranoico siente que lo siguen y configura su “teoría de la conspiración”.

Sobre las causas de la paranoia, hay muchas y resulta inapropiado explicarlas en este espacio, pero, por ejemplo, el uso de ciertas drogas como las anfetaminas, metanfetaminas, el cannabis y otras, suele ocasionar una paranoia que incapacita al enfermo y le impide tener relaciones sociales saludables ¡Todo se vuelve un desastre, sencillamente resulta catastrófico!   

La antigua palabra griega παράνοιᾰ (paránoia) es retomada en alemán y latín científico durante la segunda mitad del siglo XVIII

Uno de los primeros antecedentes sobre la concepción moderna de la paranoia, fue la obra The Anatomy of Melancholy (Anatomía de la Melancolía) del erudito británico Robert Burton (1577-1640), donde hace un análisis de esta perturbación mental a la luz del conocimiento renacentista.

El término «paranoia» resurgió primero en Francia, en Pathologia Methodica (1759), de François Boissier de Sauvages, botánico y médico francés, amigo de Linneo y estudioso de la nosología o clasificación de las enfermedades, y posteriormente en Academicae Praelectiones (1772), de Rudolf August Vogel (1724-1774), médico alemán, profesor de medicina en Gotinga. (Dr Thomas A. Ban. https://web.archive.org/web/20211119215617/https://inhn.org/archives/ban-collection/paranoia.html).

También recomiendo este artículo en línea de Nichola J. Raihani y Vaughan Bell. Diciembre 2018.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 31 de agosto de 2024.

América, Américo Vespucio

América

El nombre propio América se aplica a toda la masa continental e islas adyacentes, que se localizan en el hemisferio occidental y que limita al occidente con el océano Pacífico, al oriente con el océano Atlántico, y se extiende desde el océano Ártico al norte, hasta la Antártida en el sur. América es también la forma abreviada de United States of America o Estados Unidos de América. Norteamérica (North America en inglés) se considera un continente del hemisferio occidental con un área aproximada de 23 956 826 km2 que comprende Canadá, Groenlandia, Estados Unidos y México. 

Más al sur se localiza Centroamérica o el continente Centroamericano, desde la frontera de México con Guatemala y Belice hasta el golfo de Darién que limita con Colombia, donde comienza Sudamérica o continente Sudamericano, hasta el archipiélago Tierra del Fuego, con las islas Wollaston, Chile, al norte de Cabo de Hornos, donde se unen el Atlántico y el Pacífico. Aunque el punto más austral está en el islote Águila a 53° 32’ 15’’ latitud sur. 

Toda América, desde Alaska hasta Cabo de Hornos, comprende unos 42 549 000 km2 (8,34% de la superficie terrestre) con 35 países y casi 1100 millones de habitantes.

United States of America (USA)

«United States of America» (Estados Unidos de América), es el nombre oficial de Estados Unidos. Se usó por vez primera en enero de 1776, cuando recién comenzaba la Guerra de Independencia (American Revolutionary War) de ese país, que duró desde 1775 hasta 1783.

Los vikingos llegaron a América en el siglo X

Debe señalarse que el nombre de América data del año 1507, acuñado por el cartógrafo alemán Martin Waldseemüller, en honor del navegante italiano Américo Vespucio. Sin embargo, hay evidencias históricas de que los vikingos, piratas escandinavos que asolaron las costas de Europa entre los siglos VIII-X, llegaron durante esa misma época (finales del s. X) a tierras americanas nórdicas, como Groenlandia, Terranova, Península del Labrador, Newfouland (Vinland), tal vez también Massachusetts, Maine, etc. Pero sólo eran asentamientos de escasa duración, ya que las hostilidades con los nativos y el rigor del clima, no permitieron el establecimiento permanente.

Tuvieron que transcurrir unos 500 años para que los europeos se interesaran de nuevo por América, con la llegada de Cristóbal Colón (12 de octubre de 1492) —quien, aunque algo discutible—, por cierto murió (año 1506) creyendo que había llegado al oriente de Asia. Precisamente el mérito de Américo Vespucio fue haber reconocido que estas tierras o Mundus Novus —Nuevo Mundo— eran un continente distinto de Asia.

América es el único continente con el nombre de una persona que en realidad existió

América es el único continente cuyo nombre proviene de un personaje de carne y hueso, que en verdad vivió. Porque Asia y Europa son nombres que se remontan a la mitología griega, África es nombre latino que deriva de Afri, Afer, Afra, como llamaban los romanos a cierto pueblo del norte de África, de lo que poco o nada se sabe. Antártica, del latín antarctĭcus es un derivado del griego ἀνταρκτικός (antarktikós), “antártico o austral”, literalmente, “opuesto a la región de La Gran Osa” (vése la entrada “ártico, antártico”). Por último, Oceanía procede del antiguo griego ᾨκεανός = Okeanós, “un gran río que rodea a la Tierra”, según pensaban los griegos de la antigüedad”, aplicado al continente desde la primera mitad del siglo XIX. 

El nombre personal “Américo” tiene un origen germánico

Américo Vespucio en portugés y español, en italiano Amerigo Vespucci (c. 1451-1512), en latín Americus Vespucius, navegante, cartógrafo y explorador florentino. Amerigo es un nombre de la Italia medieval derivado de Emmerich, un apellido y nombre masculino del medievo de origen germánico que significa «el que domina en el hogar». Del nombre del alto alemán antiguo (siglos VIII-XII) Haimrich, que resulta de la fusión de a) irmin: “grande”, “grandioso” o amal: “bravo”, “vigoroso” y b) rich: “gobernante”, “rey”, de manera que simboliza el poder y la autoridad sobre sus gobernados, al estilo de los reinos feudales..

Por el origen germánico de Amerigo, Américo, los estadounidenses —creo— se aferran tanto en autodenominarse “american”, es decir, “americano, el poderoso”, según su significado germano. Tampoco olvidemos que el inglés es una lengua de origen germano occidental.

Vespucio

Vespucio, Vespucci en italiano, del latín Vespasianus, un cognomen de la antigua Roma que destacaba ciertos rasgos físicos o actividades de una persona. Tal vez Vespasianus deriva de vespĕr, vespĕris: “la tarde”, “el véspero, el héspero” o la “estrella de la tarde”, “el lucero de los atardeceres, el planeta Venus”, “el occidente”. 

O a lo mejor de vespa, “avispa”. Ernout-Meillet (página 728) se inclinan más por vespa (avispa) y dicen que probablemente sea un término de origen etrusco, y citan los nombres propios Vespa y Vespăsĭus (abuelo materno de Vespăsĭānus según Gaffiot 1666). Vespillo fue también el nombre de una familia de la gens Lŭcrētĭus.

Vespăsĭa era la esposa del emperador Titus Flavius Sabinus Vespăsĭānus (9-79 d. C.), hijo de Vespasia Polla. Después de ocupar diversos cargos públicos y participar como militar, fue emperador romano entre los años 69/70-79. Fundador de la dinastía Flavia. Así que Vespucio, Vespucci es un apellido que viene de la Roma Antigua.

De cómo se originó el nombre “América” 

“América”, como nombre del continente, fue dado  por el cartógrafo germano Martín Waldseemüller (¿1470?-1519) en su Universalis Cosmographia (Cosmografía Universal), un gran mapamundi de las tierras hasta entonces conocidas, acompañado del libro Cosmographiae Introductio (Introducción a la Cosmografía), primera edición publicada en latín, en 1507, donde originalmente así llama a Sudamérica —ya que Américo Vespucio no visitó América del Norte—, y justifica las razones para darle ese nombre.

Waldseemüller escribió:

“Ahora bien, verdaderamente estas partes [Europa, África, Asia] han sido exploradas más ampliamente, y otra cuarta parte ha sido descubierta por Américo Vespucio… y no veo por qué alguien debería prohibir con razón nombrarla Amerige —tierra de Americus o América—, por así decirlo, en honor a su descubridor Americus, un hombre de genio agudo, ya que tanto Europa como Asia han recibido sus nombres de mujeres (Europa y Asia son personajes de la mitología griega). Su posición y los modales y costumbres de su gente pueden aprenderse claramente de los dos viajes de Americus que siguieron”. 

Sin embargo, Waldseemüller reconoció más tarde la primacía del descubrimiento de Colón —al que conocía e incluso se dice que le ayudó a organizar su tercer viaje— y eliminó el nombre «América» ​​de sus mapas. Sin embargo, para entonces ya era demasiado tarde ¡El nombre del continente ya se había entronizado!

Sobre el número de viajes al Nuevo Mundo hechos por Vespucio, hay dudas históricas, pero parece que hay cuatro razonablemente bien documentados, en los años: 1497, 1499, 1501, 1503. Muchos historiadores dicen que en verdad sólo los primeros dos sucedieron.

Universalis Cosmographia (1507), el mapamundi de Waldseemüller, el primero en describir América como separada de Asia. En el recuadro inferior izquierdo puede leerse “America” y a un lado el escrito donde menciona a Américo Vespucio. Fuente: 

https://www.loc.gov/resource/g3200.ct000725

Sebastión Münster

Sebastián Münster* (1488-1552) fue el primer cartógrafo que produjo mapas separados y  grabados en madera de los cuatro continentes conocidos en aquel tiempo. El mapa, «Novae Insulae, XVII Nova Tabula«, se publicó originalmente en la edición de Münster de la Geographia de Ptolomeo (Basilea, 1540) y en la obra maestra de Münster, Cosmographia Universa en 1544. (University of Virginia Library).

*El alemán Sebastian Münster fue un cartógrafo, cosmógrafo y profesor de teología, hebreo y después matemáticas . Su labor transformó la enseñanza de la geografía en la Europa del siglo XVI.

Conclusión

«El mapamundi de Martin Waldseemüller de 1507 fue el primero en mostrar un hemisferio occidental apartado con el Pacífico como océano independiente. El mapa surgió en los inicios del siglo XVI, para mostrar y actualizar los nuevos conocimientos geográficos dimanados de las exploraciones portuguesas y españolas de finales del siglo XV y principios del XVI. Waldseemüller se basó en datos reunidos durante los viajes de Américo Vespucio al Nuevo Mundo de 1501-02. En reconocimiento de la comprensión de Vespucio de que se había descubierto un nuevo continente. Es por eso que denominó a las nuevas tierras como «América». Al exponer la masa continental americana recién descubierta, se logró un gran avance en el conocimiento, ya que se superó el concepto de los europeos de un mundo dividido sólo en tres partes, Europa, Asia y África, las únicas tierras que se conocían durante la Antigüedad y el Medievo (tomado de https://www.loc.gov/resource/g3200.ct000725C/.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 28 de agosto de 2024.

Variz, várice o varice, varicoso

¿Qué es la variz, várice o varice?

Variz (sustantivo femenino) es la dilatación irregular y permanente de un vaso sanguíneo o linfático, especialmente una vena, por acumulación o estasis sanguínea, que ya dilatada y retorcida se llama vena varicosa. Además de constituir un problema estético, las várices pueden complicarse y causar úlceras en la piel, insuficiencia venosa y a veces coágulos sanguíneos, hemorragias, inflamación o edema de las piernas, que es donde más aparecen.

En zoología, los conchólogos llaman varix a una rugosidad prominente en las espirales de varias conchas (Filo Mollusca L. 1758), que a veces forma proyecciones en forma de espinas.   

Varicoso (adjetivo) es: a) lo relacionado con la várice; b) tener várices una persona; c) refiriéndose al vaso sanguíneo, estar anormalmente dilatado.

variz, varice, várice

En España se utiliza el singular variz* (palabra aguda pero sin tilde como en las voces feliz y cicatriz) y el plural varices**, palabra llana sin acento ortográfico o tilde porque termina en ‘s’.  En cambio, en América usualmente se opta por la forma várice y su plural várices, que llevan acento ortográfico. El término latino original es vărix y en la antigüedad se podía usar en femenino y masculino. En cambio en el castellano moderno, “variz” es un cultismo que se utiliza sólo en género femenino, es decir, “la variz”, “las varices o várices”..

*Variz es voz aguda, con acento en la última sílaba pero sin tilde, debido a que sólo llevan tilde las palabras terminadas en ‘n’, ‘s’ o vocal, por ejemplo: campeón, botón, autobús, marqués, Perú.

**Varices es una palabra llana porque lleva el acento prosódico en la penúltima sílaba, pero no lleva tilde (´) porque termina -s, como sucede también con voces terminadas en -n o en vocal. Así que según esta regla ortográfica, ‘varices’, ‘canon’, ‘bronquitis’, ‘orden’, ‘patria’ y ‘padre’, son llanas sin tilde. 

Venas varicosas en la pierna. Las válvulas venosas se debilitan y provocan estasis o estancamiento de la sangre que va al corazón y las venas se inflaman y se vuelven tortuosas. Autor Jmarchn, modified from Varicose veins.jpg of National Heart Lung and Blood Institute (NIH). https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Varicose_veins-en.svg 

ETIMOLOGÍA DE VARIZ, VARICE, VARICOSO

Variz, varice

En francés (varice) se documenta en 1314, en La Chirurgie, un manuscrito en latín del anatomista, cirujano y profesor Henri de Mondeville (¿1260-1320?). Cita la palabra dos veces en la página 22. En el siglo XIV no se permitían las disecciones de cadáveres humanos, sin embargo, en 1315 realizó la primera no autorizada en la Universidad de Montpellier. 

Mondeville tomó el término del latín vărix, genitivo varĭcis y acusativo singular varicem —de donde viene el singular variz—, así como el acusativo plural varicēs, que dio nuestro plural varices  o várices.

Vărix significa “vena dilatada”

Vărix significa “vena dilatada”, “varice”, especialmente en la pierna, documentado en autores romanos como Cicerón, Plinio, Séneca, Quintilano y Celso, médico del siglo I d. C. Aunque se considera una etimología popular, vărix,  ĭcis, procede o al menos se relaciona con la palabra vărus (con ‘a’ breve) que significa “pústula”, “verruga”, “pequeño bulto sobre la piel” (Plinio el Viejo y Celso), en cierta forma, análoga a los bultos que se ven en una vena varicosa. De vărus también derivan los términos viruela y varicela. Véase la entrada “vacuna”.

No debe confundirse este vărus con vārus (que lleva ‘a’ larga) que significa “torcido hacia afuera”, “patizambo”, “encorvado”, “con las piernas torcidas”. Plinio el Viejo cita a un personaje femenino llamado Attia Variola, que vivió entre los siglos I-II d. C. Pero no sé si deriva de vario, variare (variar, diversificar ¿Usaría vestimenta variada?) de vărus (verruga, pústula ¿Tendría granos en la cara?) o de vārus (patizambo, con las piernas torcidas). Seguiré investigando… 

Varicoso 

Varicoso viene del latín vărĭcōsus, a, um: “varicoso”, “relacionado con la variz”, de vărix ya explicado. 

Estos términos se asocian a la raíz indoeuropea *u̯er-2 (cima, tierras altas, algo que sobresale. Pokorny página 1151

Várices, venas varicosas o varicosis

Las venas varicosas son una condición anormal común caracterizada por una o más venas tortuosas y dilatadas, que pueden darse en cualquier parte del cuerpo, pero son más comunes en las piernas y en el esófago. Más frecuentes en personas de entre 30 y 60 años de edad. 

Pueden deberse a defectos congénitos o adquiridos de las válvulas venosas o pliegues membranosos de la túnica íntima que evitan que la sangre de las venas se devuelva en su viaje al corazón. También pueden deberse a la congestión o el incremento en la presión intraluminal, por permanecer mucho tiempo de pie, vicios posturales, embarazo, obesidad o enfermedad crónica sistémica.

VÁRICES EN OTRAS PARTES DEL CUERPO

Aunque quizá sea la forma más común, o al menos la más evidente, las várices de las piernas no son las únicas que pueden padecer las personas. Enlisto las siguientes.

  • Hemorroides o almorranas. Son venas varicosas en la porción inferior del recto y del ano, causadas por la congestión de las venas del plexo hemorroidal. Pueden ser internas o internas.
  • Várices esofágicas. Venas tortuosas y prominentes en la porción terminal o inferior del esófago, debido a una hipertensión portal, casi siempre causada por una cirrosis hepática o a una hepatitis crónica. Estas venas pueden romperse y causar hemorragias con vómitos de sangre o hematemesis, que ponen en peligro la vida.
  • Várices sublinguales. Son várices benignas que se localizan debajo de la lengua, cuya causa no está bien determinada, pero se cree que puede deberse a la edad, el tabaquismo o la hipertensión (véase aquí).

Várices sublinguales. Imagen de Håkan Bergh et al.

Varicocele. Es la dilatación del plexo venoso pampiniforme (en forma de rizo o zarcillo) del cordón espermático, cuyas causas exactas se desconocen. El varicocele es una inflamación blanda que puede ser dolorosa, sobre todo estando de pie. Es más común en hombres de 15-25 años de edad (adolescentes y jóvenes) y afecta más en el cordón espermático izquierdo que en el derecho. Raramente requiere tratamiento, a no ser que persistan los síntomas. (Mosby’s Medical Dictionary. 2006. p. 1941. Edición impresa).


Plexo venoso normal y varicocele. Autor BruceBlaus. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Varicocele.png

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 25 de agosto de 2024.

Atlas, titán-dios, vértebra cervical, montaña Atlas, libro de mapas

Atlas tiene diversos significados:

A pesar de su semejanza, las palabras «atlas» y «atleta», aunque de origen griego, derivan de distintas raíces. Lése la entrada «atleta«.

1— En la mitología griega, Atlas es un dios-titán obligado por Zeus a cargar los cielos sobre sus hombros como castigo por hacerle la guerra, junto con otros titanes que fueron derrotados por los dioses olímpicos: Zeus, Hera, Poseidón, Ares, Hermes, Hefesto, Afrodita, Atenea y otros. Atlas —que simbolizaba la resistencia, el aguante— fue el padre de las Hespérides que guardaban las manzanas de oro. Este mito es tan antiguo que ya Homero (circa siglos IX-VIII a. C.) lo menciona en el poema épico Odisea (latín Odyssea, griego antiguo Ὀδύσσεια, Odysseia).

2 — En anatomía. La primera vértebra cervical (C1) o del cuello que se articula con el hueso occipital y carga —como Atlas al cielo y al mundo— con el peso de nuestra cabeza.

3 — Montañas Atlas. Un sistema montañoso que se extiende en el noroeste de África por unos 2400 km, a través de Marruecos, Argelia y Túnez. En Marruecos es donde están las cumbres más altas. Esta cordillera separa al desierto del Sahara del océano Atlántico y del mar Mediterráneo. El nombre de estas montañas también tuvo su origen en el mito de Atlas que más adelante explicaré.

4 — Atlas. Un libro de mapas o cartas, que puede incluir una región específica (Atlas de la República Mexicana, de África) o el mundo entero, y puede contener información temática sobre clima, geología, vegetación, fauna, población, etc. Así mismo, hay atlas de cosas tan diversas como: aves, flores de la región alpina, piedras preciosas, reptiles, escarabajos, etc.

Escultura de Atlas en un edificio de la calle Collins en Melbourne, Australia. Autor Biatch en.wikipedia. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Atlas_sculpture_on_collins_street_melbourne.jpg

ETIMOLOGÍA DE «ATLAS»

Atlas viene del latín clásico Atlās, (genitivo Atlantĭs): “Titán que tenía al cielo sobre sus espaldas” (Cicerón y Virgilio en la Eneida, siglo I a. C.). Poco después el poeta romano Ovidio (circa 43 a. C.-19 d. C.) llama Atlās al rey de Mauritania petrificado por Perseo según el relato mítico griego. Eso lo cuenta en su Metamorfosis (Metamorphoses del año 8 d. C.).

Atlās es una palabra latina tomada de la mitología griega

Atlās procede del griego homérico Ἄτλας, -αντος (Atlas, Atlantos), nombre además citado por Hesíodo, Esquilo, Heródoto, Apolodoro de Atenas, Higinio, Ovidio, Virgilio, Simónides, Licofrón y otros escritores de la antigüedad. Los principales sentidos con los que aparece Ἄτλας durante la antigüedad griega son:

A — Nombre de un titán-dios que soporta al cielo, considerado como miembro de una de las familias de dioses más antiguas, El titán que lideró la guerra contra Zeus y sus dioses olímpicos. Cuando fue derrotado, Zeus fue el que le impuso el castigo de aguantar por siempre el enorme peso del cielo con todo y sus astros sobre sus hombros y sus manos. 

B — Siglos después, Heródoto de Halicarnaso (siglo V a. C.), geógrafo e historiador, escribe sobre el Monte Atlas en África occidental, considerado como el pilar del cielo, según un mito más tardío que describe a Ἄτλας como rey de Mauritania, región que ahora no coincide con el actual país africano.

C — La primera vértebra del cuello (cervical), que se articula por arriba con el hueso occipital y sostiene el peso de la cabeza (de manera análoga al Atlas que soporta el peso del cielo). Ἄτλας con este sentido anatómico se encuentra en Julius Pollux 2, 132, un lexicógrafo y gramático que floreció a finales del siglo II d. C. En el siglo XVI los anatomistas del Renacimiento retoman el término con el mismo sentido.

El antiguo origen del término Ἄτλας

Se sabe con certeza que Atlas deriva del griego Ἄτλας. Sin embargo, algunos lingüistas opinan que Ἄτλας una palabra pre indoeuropea, originada de lo que llaman “el fondo léxico mediterráneo, que ya existía antes que los indoeuropeos llegaran a Grecia. Pero también se ha propuesto una relación con la raíz protoindoeuropea *tel-1, *telǝ-, *tlē(i)-, *tlā- Pokorny página 1060, con la idea de “soportar”, “cargar sobre sí”, “aguantar”, “sufrir”, que estaría también vinculada con términos como:

En latín, tolero, tolerare (tolerar, sufrir, aguantar); talentum (unidad de peso); tellūs (tierra, región, suelo). En griego antiguo, τᾰ́λαντον = tálanton, balanza, cierto impuesto que se pagaba;  ταλαίπωρος = talaípōros (angustiado, miserable), etc.

Elementos componentes de Ἄτλας

En Ἄτλας se encuentra el prefijo copulativo (que une) ἁ- más el tema o raíz τλα- probablemente del indoeuropeo *tlē(i)-, *tlā- ya citado, como también en los términos τλητός (tletós, “paciente”, “que soporta el sufrimiento”) τλήμων (tlémon, “inalterable”, “que tolera adversidades”).  

Términos antiguos derivados de Ἄτλας  

Ἄτλαντες = Atlantes (plural). Las estatuas colosales de hombres que sirven como columnas para sostener el entablamento o las molduras que coronan un edificio (Vitruvio).

Ἀτλαντικός = Atlantikós, latín Atlanticus, español Atlántico: las columnas de Hércules; el Mar Atlántico. También “lo perteneciente al Monte Atlas en Libia, sobre el cual los cielos eran soportados”. Luego se aplicó al mar cercano a la costa occidental de África, y después a la gran masa oceánica que se encuentra entre Europa y África al este y América al occidente. Al mar Atlántico, Platón lo llama en el Timeo, Ἀτλαντικὸν πέλαγος = Atlantikon pélagos, y Aristóteles (o quizá un tal Posidonio de Apamea del siglo I a. C., apodado “El Atleta”) lo llama Ἀτλαντικὴ θάλασσα = Atlantike thalassa.

Los términos θάλασσα = Thálassa: mar, agua de mar y πέλαγος = pélagos: mar, el mar abierto, son sinónimos. 

Ἄτλαντίς, -ίδος = Atlantís, –ídos. Hija de Atlas (según Hesíodo). Mar del Atlas, Atlántico (Heródoto), una isla fabulosa que según se cuenta se encontraba muy lejos, en el oeste (el Timeo de Platón). 

Ἄτλαγενής = Atlagenés. Hijas de Atlas, de Ἄτλας + γένος (Atlas + génos, “descendencia”). Así llamaban a las Pléyades =  Πλειαδες (un asterismo) porque según una de las versiones del mito, son siete ninfas hijas de Atlas, que Zeus mandó al cielo —en la espalda de Tauro— para salvarlas del lujurioso Orión.

ATLAS, LA PRIMERA VÉRTEBRA CERVICAL QUE SOSTIENE A LA CABEZA Y GIRA ALREDEDOR DE LA SEGUNDA CERVICAL O AXIS

Como ya lo dije antes, la primera vértebra cervical (C1) recibió este nombre desde la antigüedad, por analogía al mito del titán Ἄτλας que carga al mundo sobre su espalda y manos. Por arriba se articula con el hueso occipital y por abajo con la segunda vértebra cervical (C2) que se llama axis, del griego ἄξων áxōn “eje”, porque tiene un proceso llamado odontoides (parecido a un diente) sobre el que gira la primera (atlas) y permite el giro, la extensión y la flexión de la cabeza. Atlas y axis son las únicas vértebras diferentes al resto por la función tan especial que desempeñan. La primera carece de cuerpo vertebral y la segunda presenta su característico proceso odontoides.

  La vértebra atlas vista desde arriba. Henry Gray (1918) Anatomy of the Human Body. Wikipedia.

EL MITO QUE DIO ORIGEN AL NOMBRE DE LOS MONTES ATLAS

No se crea que en la antigüedad llamaban los romanos Mauritania al actual país Mauritania que se encuentra al occidente de Mali en pleno Sahara, sino que reconocían la Mauritania Cesariensis que se encontraba en lo que ahora es el norte de Argelia y a M. Tingitana, ahora norte de Marruecos, en plena cordillera del Atlas, que precisamente tiene ese nombre, porque según tradiciones más tardías narradas por Ovidio en su Metamorfosis 4, 627…, el héroe Perseo (Περσευς, esposo de Andrómeda) llegó con el rey Atlas y le preguntó por un refugio dónde pasar la noche, pero fue rechazado, tras lo cual, utilizando la cabeza de Gorgona (Medusa), lo petrificó transformándolo en la montaña Atlas, sobre la cual reposa eternamente el cielo con todas sus estrellas.

Otras versiones dicen también que Atlas era un rey poderoso y conocedor del movimiento de los astros, y que fue el primero que enseñó astronomía a los hombres, como una herramienta para orientarse en los mares y programar sus labores agrícolas.

El relato inicial sobre Atlas —posterior al mito del titán Ἄτλας — sólo se refiere a una montaña, que se creía estaba sobre el último límite de la Tierra, en el noroeste de África, y el mar que lo rodeaba recibió el nombre de Atlántico o Ἄτλαντίς Θάλασσα = Atlantís Thálassa, que según Heródoto (c. siglo V a. C.) se encuentra más allá de las columnas de Hércules. Pero debe mencionarse que el primero que nombra al Atlántico es el poeta griego Estesícoro (c. siglo VI a. C.) y lo llama Ἀτλαντικῷ πελάγει o Atlantikôi pelágei.

Se muestra la localización geográfica de los Montes Atlas al norte-noroeste de África. Wikipedia.

ALGO MÁS SOBRE ATLAS COMO UNA COLECCIÓN DE MAPAS, CONSTELACIONES, AVES, REPTILES, ETC.

Se considera que el primer atlas moderno fue Theatrum orbis terrarum (1570) de Abraham Ortelius (1527-1598), un geógrafo, cosmógrafo y cartógrafo flamenco. Theatrum en latín significa “teatro”, pero en este caso se aplica en sentido de “el público”, “los espectadores”, porque todo el que lo desee puede ver los mapas, y orbis terrarum se traduce como “globo terráqueo”. Aunque debe aclararse que en aquellos siglos, solo la gente adinerada podía permitirse el lujo de tener un atlas.

Pero el término “atlas” aplicado a estas colecciones de mapas se lo debemos al cartógrafo también flamenco Gerhardus Mercator (1512-1594) quien llamó “Atlas” a su colección de mapas, porque puso la imagen del mítico Atlas soportando la Tierra en el frontispicio de la obra, casi seguro como queriendo decir que esos mapas cargan con todas las ilustraciones de las tierras conocidas. Desde entonces el atlas es sinónimo de libro de mapas. Mercator publicó sus primeros mapas en 1537, hace 487 años.

Según los historiadores, los primeros atlas impresos (publicados en 1477 en Bolonia, recién revolucionada la imprenta) fueron ediciones del texto de Claudio Ptolomeo, un astrónomo, matemático y geógrafo alejandrino del siglo II d. C., que trabajó hacia el año 150 elaborando 27 mapas. Pero para entonces no se aplicaba el nombre de Atlas a esas publicaciones. (Léase en este sitio)

Se diversifican las publicaciones a las que se las llama “Atlas”

Con el decurso (paso del tiempo), comenzaron a publicarse “Atlas” pero con otra temática distinta a los mapas geográficos y celestes. Ahora hay “Atlas” de muchas cosas: de anatomía, dermatología,  piedras preciosas, botánica, flores de bulbo, histórico de México, de la flora andina, plantas de la Medicina Tradicional de México, de hongos, de anfibios y reptiles, de carreteras, religiones del mundo, insectos, mariposas. En fin, casi de cualquier cosa.

Jessús Gerardo Treviño Rodríguez. 23 de agosto de 2024.

Atleta, atletismo, atlético, pentatlón, decatlón…

¿Qué es un atleta?

Un o una atleta es una persona que cumple las exigencias o requisitos —agilidad, fuerza, resistencia, disciplina— para participar en competencias deportivas: carreras, marcha, lanzamientos, saltos. En términos históricos, un atleta era un hombre que competía en los juegos de la antigüedad grecorromana.

Atletismo (sustantivo) es el conjunto de competencias o actividades (carrera, marcha, etc.) deportivas que realizan los atletas. Esta palabra se forma con ‘atleta’, más el sufijo -ismo (del latín ismus, y este del gr. -ισμός -ismós), que forma sustantivos que pueden significar ‘doctrina’ (socialismo, islamismo), ‘sistema’ (capitalismo), ‘escuela’ (manierismo del siglo XVI) o movimiento (romanticismo). Este sufijo se utiliza para dar nombre a diferentes deportes: alpinismo, atletismo, ciclismo, paracaidismo, pugilismo, senderismo.

Atlético (adjetivo). Lo relacionado con un atleta o a los juegos públicos en los que participa. Una persona con cuerpo fuerte y musculoso. Con el sufijo de pertenencia o relación -ico, del latín -icus.

Origen del término “atleta”

A pesar de su semejanza, las palabras «atleta» y «atlas», aunque de origen griego, derivan de distintas raíces. Lése la entrada «Atlas«.

La palabra “atleta” viene del latín clásico āthlēta (atestiguado en Cicerón) que significa “el que contiende en los juegos”, tomado del griego antiguo ἀθλετής (athletes), una contracción de ἀεθλητής (aethletes y su forma arcaica ἀθλητήρ) que significa “combatiente”, “competidor”; también “ejercitado”, “hábil”, “experto”, “avezado”. Asimismo se aplicó a los animales: ἀεθλητής ἴππος (aetletes hyppos) era un “caballo de carreras”. Ἀτθλητικός (athletikós, āthlētĭcus en latín) es lo relacionado con un atleta; ἄθλημα (athlema) significa “lucha”, “combate”; ἀθλονικία (athlonikía, en escritos del poeta lírico Píndaro del siglo V a. C.) es “la victoria en los juegos”. 

Los términos ἀεθλητής y ἀθλετής recién citados, derivan de ἄεθλος (aethlos, sólo usado por Homero) y su contracción o sinéresis ἆθλος (athlos) que significa “una competencia o combate, en la guerra o en los deportes”, “lucha”, “conflicto”, “el lugar del combate”, arena en latín; también “conflicto”, “pena”, “dolor”; así como concurso en los juegos Olímpicos, Píticos, Istmicos, etc. 

Algunas fuentes, como esta, dicen que ἀθλετής (athletes) proviene del verbo ἀθλέω (athléo), forma coloquial de αθλεύω (athleúo) que significa “yo contiendo en una batalla”, “participo en un combate peligroso”, “trabajo penosamente”, “soporto una pena o sufrimiento”. También “ser un atleta competidor por un premio” (en Simónides de Ceos del siglo VI a. C.). 

El premio que recibían los atletas

Pero la cuestión sobre los premios recibidos es discutible. Recordemos que ἆθλον, athlon significa “el premio de un competidor”, “recompensa”, sobre todo en cuestiones de guerra o en competencias celebradas en ciertos funerales.  

Y bueno, parece que la controversia es qué tipo de premio recibía el atleta. Según algunos historiadores, los premios en aquellos tiempos, a lo más eran guirnaldas que colocaban a los atletas en su frente, o a veces una ánfora o cántaro (que servía de trofeo) adornada con figuras alusivas al tipo de deporte del campeón, y que el atleta guardaba durante toda su vida como un objeto muy preciado, el que finalmente era depositado dentro de su féretro cuando moría.

La versión del Penn Museum

Pero según el Penn Museum,  “los atletas antiguos recibían regularmente premios por valor de importantes cantidades de dinero…”

“Nuestro primer intuito (vistazo) al atletismo griego organizado está en el libro 23 de la Ilíada (aquí puede leerse)  de Homero, donde Aquiles organiza juegos fúnebres para su amigo Patroklos, muerto durante la Guerra de Troya. En cada una de las ocho pruebas disputadas, se ofrecen premios materiales a cada competidor, entre ellos trípodes, calderos, metales preciosos, bueyes y mujeres esclavas”.

Y continúa diciendo: “Los premios materiales se entregaban por lo regular como recompensa en la mayoría de los lugares de festivales deportivos de todo el mundo griego. Durante los siglos VIII, VII y VI a. C., se establecieron docenas de eventos deportivos como parte de festivales religiosos para homenajear héroes, dioses o incluso batallas victoriosas”.

“Los atletas que ganaran en cualquiera de estos juegos panhelénicos podían tener asegurada una gran fortuna cuando regresaran a casa”.

“Según el autor romano Plutarco, un vencedor olímpico que fuera ciudadano de Atenas podía esperar recibir en el año 600 a. C., una recompensa en efectivo de 500 dracmas (una moneda griega de plata), una fortuna literal. Un vencedor ístmico recibiría 100 dracmas”

Prizes in Greek Athletics  es un escrito muy bien documentado de la profesora Sonia Sorell (fallecida en marzo de 2022), que trata sobre los premios que recibían los atletas de la antigüedad griega.

PENTATLÓN, TRIATLÓN, HEPTATLÓN, DECATLÓN

Pentatlón competición individual que consiste en cinco pruebas, del latín pentathlum (el conjunto de los cinco ejercicios gimnásticos) y este del griego antiguo πένταθλον  péntathlon de πεντε, pente ‘cinco’ más ἆθλον athlon ‘premio de un competidor’. 

Durante la antigüedad grecorromana, las cinco competencias eran lanzamiento de disco, carrera, salto, lucha y lanzamiento de jabalina. Al atleta que participaba en las cinco competencias lo llamaban πένταθλος péntathlos (pentathlus en latín) y en sentido metafórico: “el que intenta hacer todas las cosas”, un mil usos; también “el versado en cada rama de la filosofía”. 

En latín existía también el término quinquertĭum de quinque (cinco) más ars (habilidad adquirida, lo que se aprende y puede aplicarse), es decir los cinco ejercicios del pentatlón aprendidos.

Triatlón, hepattlón, decatlón

Triatlón. Competición con tres pruebas, usualmente natación, carrera a pie y ciclismo en carretera. Del griego tri- de τρεῑς (treis), ‘tres’ más ἆθλον (athlon) ya citado.

Heptatlón. Competencia que consta de siete pruebas. Del griego antiguo hepta- del ἑπτά (siete) y en latín septum, como en septiembre que en el antiguo calendario romano era el séptimo mes del año, más thlon.

Decatlón. Con diez pruebas en competencias de atletismo. Del griego δέκα, déka (diez), dĕcem en latín, de donde ‘diciembre’ que antiguamente era el décimo mes del año, más thlon.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 19 de agosto de 2024.

apnea, apnea del sueño, respiración de Cheyne-Stokes

¿Qué es la apnea?

Apnea —en medicina— es la cesación temporal de la respiración. Hay varios tipos de apnea: cardíaca (como en la respiración de Cheyne Stokes), de deglución (al tragar o deglutir), periódica del recién nacido, primaria, refleja, secundaria, del sueño y otras.

Origen del término apnea

Apnea es un término de origen griego y literalmente significa “falta o no (a-) respiración (-pnea). Pero vamos a los detalles.

“Apnea” no es un neologismo médico, puesto que ya existía desde los tiempos de Hipócrates de Cos (460-375 a. C.) aunque no exactamente con el significado actual, sino “falta de viento que puede producir problemas respiratorios”. Pero Galeno (siglo II d. C.) ya lo emplea al tratar de interpretar la apnea o sofocación histérica en mujeres infértiles o sin actividad sexual a través de observaciones clínicas y epidemiológicas (Christos Tsagkaris et al. 2022).

Los médicos renacentistas reintrodujeron el término a mediados del siglo XVI como apnoea en latín moderno, del antiguo griego ἄπνοια (apnoia) “calma”, “falta de viento” que puede producir estrés respiratorio, según Hipócrates y Aristóteles. En el siglo II d. C. Galeno, como acaba de mencionarse, ya señala que ἄπνοια es una “apnea histérica”.

Asimismo, la palabra ἄπνοια (apnoia) proviene de ἄπνοος, -ον (apnoos, -on) contracción de ἄπνους, -ουν (apnous, -oun) que significa “sin viento”, “poco aire”, “sin respiración”, sin vida”, “muerto”. Formado por:

A- ἀ-/ἀν (a-, an-), partícula privativa que indica carencia, como en ἄφυλλος áphyllos (carente de hojas), y numerosas palabras griegas antiguas, por ejemplo: acéfalo, agalactia, amorfo, anorexia, ápodo y muchas otras.

B- Más el verbo πνέω, πνεῑν (pnéo, pnéin) y su variante πνείω (pneio) usada en poesía, que en general significa: a) soplo del viento; b) respirar; c) exhalar algún olor; d) jadear o respirar profundamente los animales. Un término muy antiguo usado en los poemas homéricos, pero también documentado en escritos de Esquilo, Aristófanes, Demóstenes, Eurípides, Hesíodo, Platón, Sófocles, en los libros bíblicos de Hechos y Eclesiastés, etc.

Raíz indoeuropea *pneu-

La raíz indoeuropea *pneu- (respirar, voz onomatopéyica Pokorny 838) se vincula a la palabra apnea. Aquí y acá pueden leer más detalles sobre esta raíz PIE. Palabras como disnea, polipnea, bradipnea, ortopnea, eupnea, taquipnea, Dipnoi (peces pulmonados), neumático, neumococo, neumoencefalografía, neumoconiosis, neumotórax, neumonía, neumógrafo, neumonectomía, neumoperitonitis (peritonitis con acumulación de gas), neumomediastino, neumopatía (cualquier enfermedad pulmonar) y otras se relacionan con esta raíz PIE.

APNEA DEL SUEÑO

La apnea del sueño es un término que comenzó a utilizarse desde 1975. Se trata de una apnea recurrente que sucede durante el sueño, causada principalmente por la oclusión de las vías respiratorias superiores o alguna alteración de los centros respiratorios del tallo cerebral.

Es un desorden que afecta alrededor del 5-10% de la población mundial (unos 600 millones de personas) caracterizado por períodos en los cuales la respiración se detiene y la persona no puede contraer los músculos respiratorios o mantener el flujo del aire a través de la nariz y la boca. 

Para ser considerada como tal, la apnea del sueño debe durar al menos 10 segundos y ocurrir 30 o más veces en el período normal de sueño que dura entre 7-8 horas. Sin embargo, este criterio puede no ser aplicable a los ancianos en los que dichos períodos se incrementan. Cualquiera puede padecer este trastorno, desde los bebés hasta los ancianos

La falta de oxígeno activa un reflejo de supervivencia que nos despierta lo suficiente para reiniciar la respiración. Este reflejo nos mantiene vivos, pero interrumpe el ciclo de sueño. Eso no permite un sueño reparador y puede tener otros efectos, incluido el estrés en el corazón que puede significar un problema potencialmente mortal. 

Según el mecanismo que determina la apnea del sueño, suele clasificarse en tres categorías principales

1- Apnea obstructiva —la más común—  durante la cual se presenta el esfuerzo respiratorio, pero no es efectivo debido a la obstrucción o cierre de las vías superiores por donde pasa el aire. 

Factores de riesgo para padecer este tipo de apnea

  • A mayor edad mayor riesgo, al menos hasta los 60-70 años, pasado ese límite parece estabilizarse.
  • La apnea obstructiva del sueño (AOS) puede heredarse, por lo que tener familiares que la padecen o padecieron puede aumentar su riesgo.
  • El consumo de alcohol, fumar y usar sedantes o tranquilizantes incrementan la probabilidad.
  • El sobrepeso puede aumentar el riesgo de AOS, porque los depósitos de grasa en el cuello pueden ocluir las vías respiratorias superiores. Las personas con mayor circunferencia del cuello tienden a tener vías respiratorias menos amplias.
  • Los niveles hormonales pueden influir sobre la forma y tamaño de la cara, lengua y vías respiratorias. Las personas con bajos niveles de hormonas tiroideas o con niveles elevados de insulina o somatotropina, tienen mayor probabilidad de tener apnea obstructiva del sueño (AOS)
  • En cuanto al sexo, los hombres tienen entre 2-3 veces más probabilidades de padecer apnea del sueño que las mujeres. Pero a partir de los 50 años, la incidencia tiende a igualarse.

También se consideran factores de riesgo amígdalas grandes, hipertensión, diabetes, insuficiencia cardíaca o renal, congestión nasal, asma, etc.

Las causas de la apnea del sueño. La figura muestra cómo la lengua y el paladar blando pueden bloquear la vía respiratoria durante el sueño. https://www.nhlbi.nih.gov/es/salud/apnea-del-sueno/causas 

2- La apnea central del sueño es menos común, y consiste en una falta de actividad muscular respiratoria porque el cerebro falla en enviar señales a los músculos de la respiración. Este tipo de apnea es más frecuente en personas mayores de 60 años, que toman analgésicos opioides o que tienen padecimientos como insuficiencia cardíaca congestiva o fibrilación auricular.

3- La  apnea mixta inicia con falta de esfuerzo respiratorio, seguido por obstrucción de las vías aéreas superiores.

Posibles complicaciones de la apnea del sueño

Este problema hace más probable que la persona padezca: a) fatiga, somnolencia y bajo rendimiento en las actividades diarias, ya que se alteran los ciclos del sueño; b) hipertensión; c) diabetes tipo II; d) síndrome metabólico; e) probables complicaciones en caso de ser anestesiado; f) problemas hepáticos o renales; g) ataques cerebrales; h) falla cardíaca; i) depresión. Además puede causar  incomodidades a la persona que comparte el mismo lecho, al grado que a menudo decide cambiar de alcoba. 

 Respiración de Cheyne-Stokes, un caso muy peculiar de apnea

La respiración de Cheyne Stokes (CSR, Cheyne-Stokes Respiration) es un modelo de respiración excesivamente peculiar, caracterizado por períodos alternados de apnea y de respiraciones rápidas y profundas. El ciclo inicia con respiraciones lentas y superficiales, que gradualmente se hacen anormalmente rápidas y profundas, para luego hacerse de nuevo lentas y superficiales, seguidas por 10-20 o más segundos de apnea antes que se repita el ciclo, que puede durar de unos 45 a 120 segundos. 

La presencia de la respiración de Cheyne-Stokes ensombrece seriamente la supervivencia del enfermo, ya que aumenta el riesgo de muerte en los casos de insuficiencia cardíaca.

La CSR es una alteración complicada y no totalmente conocida del funcionamiento de los centros cerebrales respiratorios, causados por disfunción del diencéfalo o por lesiones hemisféricas bilaterales. Esto sucede en pacientes gravemente enfermos con diversos padecimientos, por ejemplo, insuficiencia cardíaca —la etiología más frecuente— con lentitud circulatoria,  inflamación o ataque cerebral, hiponatremia (bajo nivel de sodio en sangre), tumores o traumatismos cerebrales, encefalopatías metabólicas por tóxicos, bronconeumonía, envenenamiento por monóxido de carbono, estado de coma, etc.

En personas sanas, puede darse este tipo de respiración en casos de hiperventilación, exposición a lugares de gran altitud, en niños prematuros y en ancianos, o después de una sobredosis de narcóticos o drogas hipnóticas.

El término comenzó a ser muy conocido y usado en la Unión Soviética después de la muerte de Joseph Stalin en marzo de 1953, porque cuando estaba próximo a morir, presentó este tipo de respiración.

Anomalías respiratorias. En la parte de abajo la respiración de Cheyne-Stokes, donde claramente se muestra al centro el período de apnea. Autor Sav vas. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Breathing_abnormalities.svg

Las observaciones de Cheyne y Stokes dieron origen al nombre de este tipo de respiración

El nombre de esta alteración respiratoria tiene su origen en el siglo XIX, cuando John Cheyne (1777-1836) médico escosés y William Stokes (1804-1878) médico irlandés, coincidieron en describir este peculiar modelo de respiración en dos pacientes que al final murieron.

Cheyne observó a un enfermo de 60 años en 1818, de quien dijo “que durante 8-9 días, su respiración fue irregular. Cesaría durante un cuarto de minuto, luego se volvería perceptible, aunque muy bajo, después poco a poco se volvería agitada y rápida, y luego cesaría gradualmente de nuevo. Esta evolución en el estado de su respiración ocupó alrededor de un minuto, durante el cual hubo una treintena de actos de respiración”.

Treinta y seis años después (en 1854), Stokes describió lo mismo al atender a un enfermo con el corazón debilitado, en el que observó “la ocurrencia de una serie de inspiraciones, que aumentan hasta un máximo y luego disminuyen en fuerza y ​​duración, hasta establecer un estado de apnea aparente”. “En esta condición el paciente puede permanecer durante un tiempo tal, que haga creer a sus asistentes que está muerto, cuando de nuevo una inspiración débil, seguida de otra más decidida, marca el comienzo de una nueva serie de inspiraciones ascendentes y luego descendentes”. “Este signo sólo lo he visto durante unas semanas previas a su muerte” (J M S Pearse. Cheyne-Stokes respiration. U.K.

Lecturas sugeridas

  • Mosby’s Medical Dictionary. 2006. pp. 369-360,  1617-1621, 1728. USA. Edición impresa.
  • Yoshihisa A, Takeishi Y. Heart failure and sleep disordered breathing. Fukushima Journal of Medical Science. 2017 Aug;63(2):32-38. DOI: 10.5387/fms.2017-13. PMID: 28740027; PMCID: PMC5597521.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 16 de agosto de 2024.

Faraón, hormiga faraona, faraónico

Faraón se refería primero en Egipto a una gran casa, un palacio

Faraón es el título de los antiguos reyes de Egipto tomado como nombre propio. El nombre era originalmente referido al palacio, pero luego pasó a denominar al título o dignidad del gobernante, y después, por antonomasia, fue el nombre del rey desde el tiempo de Akhenaton, que reinó hacia los años 1352-1336 antes de Cristo, el décimo faraón de la dinastía XVIII del Imperio Nuevo.

Según los egiptólogos, el primer faraón fue Narmer, quien gobernó alrededor del 3100-3075 a. C. y el último, Ptolomeo XV (c. 47-30 a. C.) hijo de Cleopatra y Julio César a quien por eso llamaban Cesarión o “el pequeño César”. A los 17 años de edad fue asesinado en Alejandría por órdenes del emperador Augusto. Debe señalarse que la cronología sobre estos hechos es muy controversial, por lo que pueden encontrarse otras dataciones.

Etimología de “faraón”

El sustantivo “faraón” deriva del latín tardío bíblico Phărăo, genitivo Pharaōnis, del griego Φαραώ (pharaó), a su vez del hebreo par’ōh (פַּרְעֹה), y este del egipcio pr-ꜥꜣ o también pr-ʿōh que quiere decir “la gran casa”, de pr “casa” y ʿʾ “grande”. Por eso faraónico significa «grande», «gigantesco».

El término hebreo par’ōh está testimoniado en Génesis capítulo 47 versículo 1 de la Biblia hebrea. Mientras que en la Biblia Septuaginta (LXX, hacia los siglos III-II a. C.) griega aparece Φαραώ. Y Phărăo en la B. latina Vulgata de los siglos IV-V d. C. También los teólogos cristianos Tertuliano, Orígenes de Alejandría y San Ambrosio lo mencionan.

Las diez plagas de Egipto

Cuando la muerte de todos los primogénitos (primogénito es el hijo mayor de la familia) o la décima plaga que cayó sobre Egipto, el Faraón (Phărăo, -ōnis), desesperado y derrotado les ordenó a los hebreos tomar sus vacas y ovejas e irse (Éxodo 12:32). Triunfante y jubiloso, Moisés condujo a los judíos fuera de Egipto, pero como respuesta, el faraón quiso venadear o emboscar a los judíos muy cerca del mar Rojo. Entonces sucedió un gran milagro: Moisés extendió sus manos y se desató un fuerte viento del levante que ¡abrió un camino a través de las aguas! El pueblo y Moisés cruzaron, pero cuando el ejército del faraón intentó seguirlos, las aguas retornaron a su cauce ahogando a las tropas egipcias (Biblia Vulgata Génesis 12, 15).

La hormiga faraónica 

La hormiga faraónica es nativa de África, pero ha invadido todas las casas del mundo, cuyo nombre biológico es Monomorium pharaonis (L. 1758). La especie pharaonis tal vez deba su nombre en referencia a las diez plagas que Jehová mandó a Egipto ante la negativa de Pharaón de liberar a los hebreos esclavizados: ranas, piojos, pulgas, moscas, langostas, granizo, etc., según se narra en el libro veterotestamentario del Éxodo capítulos 7-12. 

Así como todo Egipto se vio invadido por moscas, pulgas, piojos, ranas y langostas, las casas de todo el mundo son invadidas por las hormigas faraónicas. Se cree que eso pensó Linneo cuando bautizó esta especie de hormigas.

Éxodo 7:16  Y dile: Jehová el Dios de los hebreos me ha enviado a ti, diciendo: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva en el desierto; y he aquí lo que hasta ahora no has querido oír.

Éxodo 8:21-22 Porque si no dejas ir a mi pueblo, he aquí yo enviaré sobre ti, sobre tus siervos, sobre tu pueblo y sobre tus casas toda clase de moscas; y las casas de los egipcios se llenarán de toda clase de moscas, y asimismo la tierra donde ellos estén. Y aquel día yo apartaré la tierra de Gosén, en la cual habita mi pueblo, para que ninguna clase de moscas haya en ella, a fin de que sepas que yo soy Jehová en medio de la tierra.

Faraónico pharaoh + -ico

En el siglo XIX comenzó a usarse el adjetivo “faraónico” con el significado de “viviendo con el esplendor de un faraón”; “una cosa o una obra enorme”, es decir, faraónica, grandiosa, que lleva  el sufijo -ico formador de adjetivos, como en: poético, público, mecánico, arcaico, etc

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 13 de agosto de 2024.

flora, las plantas propias de una región

Definición de «flora»

Flora es el conjunto de plantas de una región o época determinada. Por ejemplo: “flora de la región de los Tuxtlas, Veracruz, México” o “la flora del período Carbonífero estuvo formada por bosques abundantes en toda la Tierra”.

Aunque no pertenecen al reino vegetal, el conjunto de microorganismos (bacterias, hongos, algas, etc.) que viven en cierto órgano o medio, recibe también el nombre de flora o microflora. Microflora intestinal, vaginal, bucal, edáfica o la que habita en el suelo, de la rizosfera, oceánica.

Origen del término “flora”

La palabra “flora”, con el sentido biológico que ahora tiene, fue introducida y popularizada por el médico, taxónomo y naturalista sueco Carlos Linneo (Caroli Linæi, mayo de 1707-enero 1778), quien publicó FLORA LAPPONICA*. Amsterdam 1737, y después FLORA SVECICA (1745), Flora de Suecia.


*Laponia (L. finlandesa es el pueblo de Papá Noel) es una región histórica que se localiza al norte de Noruega, Suecia, Finlandia y el noroeste de Rusia. En inglés Lapland o tierra de los Lapp, un pueblo mongoloide que habita aquellas regiones heladas, donde las primeras nevadas se registran hacia finales de agosto.

Linneo también introdujo el vocablo “fauna” para denominar al conjunto de animales que habitan en una región determinada. Léase la entrada “fauna”.

¿De dónde sacó Linneo el nombre?

En la mitología romana, la diosa de las flores se llamaba Flōra y su nombre deriva del latín clásico flos, genitivo floris que significa “flor”, “el néctar de una flor”, “la parte más fina de las cosas o las personas”, “aceite de la mejor selección”, “el buqué del vino”, “la porción más apetitosa de una comida”, “la plenitud o flor de la juventud”, “el mejor tiempo de nuestra vida”. Asociado a la raíz indoeuropea *bhel³- (florecer). Pero invito al lector a que lea mi artículo “flor”, para una mejor comprensión del término.

El  mito romano de la diosa Flora

Flora era la diosa romana de las flores, la fertilidad, la vegetación y la primavera. Según cuentan las leyendas, Tito Tacio (murió hacia el 745 a. C., el rey sabino que gobernó con Rómulo) introdujo su culto en Roma; su templo estaba cerca del Circo Máximo o Circus Maximus.

Flora y Zephyros (1617), por Jan Brueghel el Viejo y Peter Paul Rubens. Schloss Mosigkau, Germany. Tomado de https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Jan_Brueghel_the_Elder_%26_Peter_Paul_Rubens_-_Flora_and_Zephyr,_1617.jpg 

Cuenta el mito que Flora era una cortesana —prostituta elegante— que con su actividad acumuló inmensas riquezas que luego repartió al populacho de Roma. Como agradecimiento, fue honrada con el festival Floralia, que se celebraba desde el año 238 a. C., entre el 28 de abril y el 1 de mayo, con un gran jolgorio y colmado de lascivia, aunque su adoración data de muchos años atrás, probablemente de origen etrusco o quién sabe. 

Con el transcurso de los años, Flora fue identificada con Χλωρις (Chloris o Khloris) una ninfa de la mitología griega diosa de las flores y esposa de Zephyros el dios del viento del oeste. El nombre de Chloris  viene de chlôros o khlôros = χλωρός, “brote verde”, la misma palabra que se tomó para acuñar el término “clorofila”.

Zephyros (Ζεφυρος, un hermoso joven alado) era uno de los cuatro dioses griegos estacionales del viento. Con Chloris engendró a la diosa Καρπω = Karpo de los frutos de la Tierra.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 12 de agosto de 2024.

flor, florear, florecer, definiciones

Flor

De una manera muy general, la flor es la estructura reproductiva característica de una planta angiosperma.

Etimología de flor, florecer y flora

La palabra “flor» viene del latín flōrem, el acusativo de flos y su genitivo floris. El erudito francés Du Cange (1610-1688) incluye muchos derivados (floralis, florarium, floreni, floretus, floria, etc.) de este término documentados durante le Edad Media en su obra Glossarium tomus tertius pp 553-555

De flore mulieris (menstrua mulierum) se refería en el Medievo a la menstruación de la mujer, casi seguro debido a que el sangrado menstrual representa el período fértil de la mujer, como representando a una planta en floración capaz de producir frutos y semillas.

Flos, floris y sus significados en la antigüedad

Realmente flos, floris ha mantenido su significado hasta ahora, ya que en latín clásico significa: “flor”, “el néctar de una flor”, “la parte más fina de las cosas o las personas”, “aceite de la mejor selección”, “el buqué del vino”, “la porción más apetitosa de una comida”, “la plenitud o flor de la juventud”, “el mejor tiempo de nuestra vida”, flore ætatis es “la flor de la edad”, cuando uno se siente pleno, fuerte, animoso; “discurso elocuente”, que persuade, deleita y conmueve. También “virginidad”, por eso desflorar es desvirgar (quitar la virginidad), desniñar (quitar la inocencia a una muchacha vírgen). 

Florear, florecer

De flos, floris derivan los verbos: a) flōrĕo, florēre, en latín clásico, “echar flores”. Ahora florear es “adornar con flores”, “piropear a una mujer”, “seleccionar lo mejor de algo” ; b) flōrēsco, florescēre, incoativo de florēre que significa “comenzar a echar flores una planta”, “florescer”, «florecer».  Tratándose de personas, “adquirir fama y renombre”, “distinguirse”, “prosperar”, como Platón en la primera mitad del siglo IV a. C., o Charles Darwin que floreció entre 1839 y 1872. El barroco español floreció en el siglo XVII. 

Por eso las plantas y las personas ilustres florecen pero no florean, aunque en el español de América se usan como sinónimos florear y florecer.

En latín clásico, floscŭlus es “la flor que acaba de abrir”; flōrĭgĕnus, “que produce flores”; Flōrēntrĭa “Florencia, ciudad de Toscana”; flōrĭlĕgus, “que recoge el jugo de las flores” como las abejas, de donde deriva el término «florilegio», una colección de los mejores fragmentos literarios, de floris más el verbo legere, «seleccionar», «recoger».

Nexos indoeuropeos de flos, floris

Flos, floris y todos los vocablos derivados se relacionan con la raíz indoeuropea *bhel³- (flor, florear, florecer). También asociada con los términos latinos: foliaceus (lo hecho con hojas), foliatura (distribución de las hojas de los árboles), folium (hoja de los árboles), cuyo plural neutro folia nos dió “hoja” y además el nombre colectivo “follaje”, mediante una evolución distinta. De folium también derivan «folio», “foliar”, “caducifolio” y “perennifolio”. 

En griego antiguo, φύλλον phyllon “hoja” de donde “clorofila”, “filotaxia”, y “catáfila”. El adjetivo  ἄφυλλος áphyllos (carente de hojas) es una palabra que se documenta desde la Ilíada de hace unos 2800 años.

Palabras como defoliante, exfoliante, folioso, foliáceo, flora, Flora, floral, florilegio, florígeno, floración, inflorescencia derivan del latín y también se vinculan con la misma raíz PIE.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 11 de agosto de 2024.