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pirata, piratería

Pirata

Originalmente, un pirata es “el que asalta y roba barcos”. “El que, sin tener autorización legal y mediante la violencia, toma por la fuerza o causa daños a embarcaciones ajenas en el mar. Específicamente, el que de manera habitual participa en tales ilícitos. O sea, navega por los mares para robar o saquear barcos mercantes, un corsario, un saqueador o bucanero” (Century Dictionary). 

En tiempos modernos, un pirata, en un sentido figurado, es asimismo el que se dedica a la piratería o piratea; es decir, comete actos ilegales en contra de la propiedad material o intelectual. Por ejemplo, editar obras sin permiso del autor, dedicarse al contrabando de productos. De manera que el significado inicial, o ‘el asalto en el mar‘, se extendió a actividades de pillaje en tierra firme.

Corsario, bucanero, filibustero

Corsario, bucanero y filibustero son términos sinónimos de pirata, pero de origen mucho más reciente. De estos me ocupo en otras entradas.

Piratería

En origen, piratería es la acción y efecto de robar en alta mar; también, llegar del mar y saquear o depredar poblaciones portuarias. Desde el siglo XX, con el desarrollo de la aviación comercial, se reconoce la piratería aérea o el secuestro de aviones.

En nuestro tiempo, la piratería es el uso comercial no autorizado ―o robo de la propiedad intelectual― de lo que inventa o produce otro, especialmente cuando se violan los derechos de autor (copyright). Pero además, fabricar productos falsificando marcas registradas (ropa, lencería, calzado, bolsos, teléfonos, grabaciones, refacciones, perfumes, medicamentos, videojuegos, libros, falsificación de documentos) para su comercialización ilegal.   

Etimología de ‘pirata’ y ‘piratería’

Pirata

Pirata deriva del latín clásico pīrāta, “pirata”, “ladrón de los mares”; término tomado del griego antiguo πειρατής (peiratés), literalmente, “pirata”, “el que asalta los barcos”. Un vocablo que podemos encontrar en escritos de los historiadores griegos Polibio (siglo II a. C.) y Estrabón (siglo I a. C.). Antes se empleaba la palabra λῃστής (lestés) con igual significado, documentado en obras del siglo V a. C., de Eurípides, Heródoto, Jenofonte, y Tucídides. La antiquísima palabra λῃστής equivale al sustantivo latino latron, ōnis, que significa ‘salteador’, ‘ladrón’, ‘bandido’, ‘pirata’, ‘asesino’. La piratería fue descrita por Homero en ciertos pasajes de la Ilíada y la Odisea.

Origen de πειρατής (peiratés)

El vocablo πειρατής proviene del verbo πειρᾱν, peirân (de ρειράω, ‘peiráo‘), ‘intentar’, ‘experimentar’, ‘arriesgarse’, ‘aventurarse’, ‘hacer un intento de atraco’, ‘asaltar una embarcación’, a su vez de πειρᾱ (peirá), ‘intento’, ‘prueba’, ‘asalto’, ‘latrocinio’.

La voz latina pīrātĭcus, a, um, del griego πειρατικός (peiratikós), dio origen a la palabra ‘piratería’  

Piratería deriva del latín medieval y renacentista piratia o pīrātia (poco frecuente), término formado de pīrāta (recién explicado) más el sufijo de pertenencia -ia. 

En latín clásico se usaba la palabra pīrātĭcus, a, um (femenino pīrātĭca), origen de ‘piratia’ (ahora piratería). Como en la expresión ‘piraticum bellum’ (Cicerón), ‘la guerra contra los piratas’. Pīrātĭcus es un derivado del griego antiguo πειρᾱτικός (peiratikós), ‘lo propio de la piratería’; también el nombre que el geógrafo Estrabón (siglo I d. C.) dio a las ‘bandas de piratas’. 

Origen indoeuropeo de estos términos

Estas palabras están relacionadas con la raíz indoeuropea *per-2 (probar, arriesgar, someterse a amenazas). Otras fuentes la tienen como *per-3. También asociada a palabras latinas como: experior, experiri (experimentar, probar, someter a prueba); peritus (de donde el término ‘perito’, que significa hábil, experto, experimentado); perite (adverbio que significa hábilmente); periclitare (poner a prueba, ensayar, arriesgar, tratar de ver); experimentum (ensayo, prueba) ¿Quién diría que ‘pirata’ es una palabra relacionada con ‘peligro’, ‘empírico, ‘experimento’, ‘perito’ y ‘pericia’?

COMENTARIOS ADICIONALES

Los piratas  han robado barcos y asaltado puertos desde tiempos muy antiguos. De seguro esta actividad se inició cuando las antiguas civilizaciones comenzaron el comercio marítimo, que se remonta al menos hace unos 3500 años. Con frecuencia los pueblos combinaban la piratería con el comercio.

La piratería en la Antigüedad mediterránea

Los piratas acosaban el comercio por mar de los fenicios y otros navegantes en el Antiguo Mediterráneo. Los fenicios practicaban la piratería del mismo modo que los antiguos griegos. El comercio en el mar Egeo siempre fue peligroso, hasta que Atenas se convirtió en una potencia naval y pudo despejar las vías marítimas. Durante la República y el Imperio romano, el Mediterráneo estaba infestado de piratas que sembraban el terror. Los piratas sicilianos, por ejemplo, retuvieron en el mar Egeo a Julio César en el año 75 a. C. para pedir dinero por su rescate. “El joven iba en camino a Rodas, donde iba a estudiar oratoria. Desde el principio, César se negó a comportarse como un cautivo. Cuando los piratas le dijeron que habían fijado su rescate en la suma de 20 talentos, se rio de ellos por no saber a quién habían capturado y sugirió que 50 talentos sería una cantidad más apropiada” (Encyclopaedia Britannica online).

“Una flotilla de 270 barcos bajo el mando del militar Pompeyo el Grande despejó de merodeadores el mar en el año 67 a. C. César Augusto (63 a. C.-14 d. C.) creó una fuerza naval que patrullaba las aguas y que mantuvo su eficacia por unos 250 años. Sin embargo, durante el siglo III la piratería resurgió de nuevo y fue ganando fuerza en la medida que el Imperio se desvanecía”.

La piratería en la Edad Media

“En el Medievo, los corsarios bereberes musulmanes del Norte de África, comenzaron a asaltar embarcaciones europeas. Estos corsarios, que para los europeos eran en realidad piratas, combinaban las guerras religiosas con el saqueo y el ataque a los esclavos. Combatientes feroces y hábiles estrategas navales exigían cuotas a gobernantes, entre otros, ingleses y franceses”.

File:A French Ship and Barbary Pirates (c 1615) by Aert Anthoniszoon.jpg
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:A_French_Ship_and_Barbary_Pirates_(c_1615)_by_Aert_Anthoniszoon.jpg Un barco francés atacado por piratas bereberes. Autor: Aert Anthonisz (1580-1620).

Ladrones del norte de Europa

“Entre los siglos VIII-X, los escandinavos fueron vagabundos y piratas muy activos. Los Vikingos (etimológicamente ‘los hombres de los fiordos’), se hacían a la mar con propósitos de piratería, bélicos y comerciales. Piratas bretones (de la región noroeste francesa), galeses e ingleses atracaban al comercio medieval en los mares Del Norte y Bálticos y en los ríos Rin y Elba”.

“Durante la segunda mitad del siglo XVI, bajo el gobierno de Elizabeth I (1533-1603), Inglaterra enfrentó la supremacía naval española. Los marineros (Sea Dogs, ‘Perros del Mar’), especialmente los corsarios Sir John Hawakins y Sir Francis Drake atacaron barcos españoles con el permiso de la reina, y el poderío naval español comenzó a debilitarse. En los siglos XVII-XVIII, Inglaterra, Francia y Holanda emplearon los llamados ‘bucaneros’, que eran piratas que atacaban las posesiones españolas en el área del Caribe. Estos piratas se encontraban en distintos rangos de legalidad, entre legítimos corsarios, que actuaban con la autorización de los gobiernos y auténticos piratas en franca ilegalidad”.

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Una flota de vikingos. Representación del siglo XII https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Wikinger.jpg

Piratas del Oriente

“Desde tiempos muy lejanos, varias clases de merodeadores asolaban los mares y costas de Asia. Los piratas de estas regiones eran muy numerosos, y grandes colonias de ellos vivían del despojo y de los esclavos. En el Golfo Pérsico fue notable la Costa de los Piratas, en lo que hoy se encuentran los Emiratos Árabes Unidos. Entre los pueblos del sur de Asia la piratería era rampante y el lucrativo comercio de las Indias Orientales también atrajo a piratas europeos…” y esta descripción puede seguir… ¡Hay tantas cosas que narrar!  

Tesoros de piratas enterrados

“Hay realmente muy poca evidencia que justifique los cuentos populares sobre tesoros ocultos de piratas. Muy escasos hallazgos han sido hechos verdaderamente”. Los botines eran rápidamente gastados por los piratas, que muy frecuentemente tenían fama de alcohólicos y despilfarradores.

Conclusión

“En casi todo el mundo la piratería en el mar ya no existe. Sólo en las aguas del sureste asiático hubo un resurgimiento a finales de los años 1970s, pero en general, esta actividad no representa un peligro por ahora. Aunque botes rápidos con armas automáticas han depredado sobre embarcaciones pesqueras, pequeños buques comerciales y ocasionalmente atacan grandes barcos”.

Invitación a la lectura

Los párrafos entrecomillados fueron una traducción del artículo “Pirate” de Ford A. Rockwell, en el Volumen 22 de la Encyclopedia Americana. 2002. Página 133-136. U. S. A. Edición impresa. 

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 15 de junio de 2022.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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