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diccionario, glosario

Definiciónes

Un diccionario es «un repertorio en forma de libro o en soporte electrónico, en el que se recogen, según un orden determinado, las palabras o expresiones de una o más lenguas, o de una materia concreta, acompañadas de su definición, equivalencia o explicación (DLE 2020).

Un glosario es una relación ordenada de términos que pertenecen a un texto, autor o tema determinado, acompañada de una explicación o definición. Por ejemplo, glosario de botánica, química, virología, física, biología, meteorología, paleontología, sismología, matemáticas, genética, astronomía.

Se pueden citar como sinónimos de diccionario: léxico, lexicón, glosario, vocabulario, enciclopedia, diccionario enciclopédico.

File:Latin dictionary.jpg
Diccionario de latín, en una sala de lectura de la biblioteca Universidad de Graz, Austria. Foto tomada por el Dr Marcus Gossler el 15 de diciembre de 2005. y copiada de https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Latin_dictionary.jpg

Etimología de glosario y diccionario

Glosario

En el latín de la Antigüedad no existía la palabra dictiōnārium, que fue adoptada a finales de la Edad Media. En su lugar se usaba la palabra glossārĭum (atestiguada desde el siglo II d. C., en la obra del gramático romano Aulo Gelio, 125-180 d. C.) que significaba ‘la explicación de las palabras raras o viejas’, de glossa, ‘nombre o palabra poco usada que necesita interpretación’.

Glossa (en latín) procede del griego antiguo γλῶσσᾰ (glôssa), con los significados de: a) en anatomía, ‘la lengua’, como parte del cuerpo y el órgano del habla, por ejemplo, en las palabras ‘glositis’ e ‘hipogloso’; pero también b) ‘un lenguaje o dialecto’, c)cualquier palabra extranjera o vieja que necesita explicaciónd) ‘cualquier cosa en forma de lengua’: una lengua de tierra, la lengua de un zapato.

Diccionario

La palabra diccionario proviene del latín medieval dictiōnārium, literalmente, ‘colección de voces’, ‘un libro con un listado de palabras’. Término formado por:

1- El vocablo dictiō, onis en latín clásico, que significa ‘acción de decir, expresar, pronunciar’, ‘elocución’ o ‘forma de hablar para expresar conceptos’, ‘retórica’, ‘testimonio’, y que en latín tardío (siglos II-VI) significó ‘palabra’.

Dictiō procede de dictus, participio pasado del verbo dico, dicere (forma arcaica deico), que literalmente significa ‘mostrar’, ‘atestiguar’, ‘señalar en palabras’, ‘decir’, ‘expresar’, como en: bene dicta (bellas palabras). En referencia a la lengua o sistema de comunicación verbal, adquiere el significado de ‘hacer saber’, ‘indicar mediante la palabra’.

2- El sufijo latino -arium, que indica ‘cierto lugar’, como en las palabras santuario, campanario y acuario. También puede denotar ‘relación’, por ejemplo, en dictiōnārium, lo relacionado (-arium) con las palabras (dictiō, onis). El sufijo -arium es el neutro singular de -arius.

Nexos indoeuropeos

Estos términos tienen relación con la raíz indoeuropea *deik- ‘mostrar, indicar, pronunciar con solemnidad’ (Pokorny *deik̑‑ p. 188), vinculada además con palabras como apodíctico, bendecir, dedo, dígito, dicción, indiciado, jurisdicción, paradigma, predicar, dedicar, diccionario, veredicto, etc.

Acuñación del término

El filólogo y maestro universitario medieval inglés Juan de Garlandia (¿1190-1270?), latinizado como Johannes de Garlandia, fue el que primero usó la palabra dictionarius (cambiando el sufijo -arium por -arius) hacia 1220 (¡Hace unos 800 años!), para dar nombre a un vocabulario latino, para que lo usaran sus alumnos de la Universidad de París. Garlandia era un epíteto que recibió este personaje, debido a que vivía en una calle parisina con ese nombre.

En el siglo XIV, Pierre Bersuire (1290-1362), enciclopedista y traductor francés, utilizó la palabra dictiōnārium, como nombre de una enciclopedia alfabética de la Vulgata o la versión latina de la Biblia, escrita por San Jerónimo en el siglo IV d. C. La voz dictiōnārium adquirió plenamente el significado de ‘libro de palabras por orden alfabético’, en el siglo XV.

El término «diccionario» para denominar a «un diccionario»

  • El año 1706 aparece la palabra ‘diccionario’ en un diccionario inglés-español de John Srevents.
  • La Real Academia Española, en su diccionario de 1732 dice textualmente: Diccionario, «El libro que en forma de catálogo contiene, por orden Alphabético todas las dicciones (palabras) de una o más lenguas…»

Clases de diccionarios

En los diccionarios monolingües, las palabras son definidas y explicadas en la misma lengua, mientras que en los bilingües son traducidas a la otra lengua. Por ejemplo, home = ‘hogar’, en un diccionario inglés-español; hogar = ‘intérieur, foyer‘ en un diccionario español-francés. Los más modernos usualmente incluyen transcripciones fonéticas, sinónimos, deletreo, formas derivadas, etimologías, etc.

Sin embargo, un diccionario de una lengua viva, como el español, italiano, ruso, inglés, jamás será completo. Por ejemplo: palabras antiguas (arcaísmos) caen en desuso, pero nuevas son creadas, y continuamente suceden cambios en sus significados. En algunos se incluyen nombres de personajes de relevancia (Darwin, Einstein, Freud), nombres propios (Venus, Júpiter, Vesubio, Egipto, Nilo, Venezuela, Alaska), tecnicismos (úrsido, himenóptero, quiróptero, faringitis, enfisema).

Existen diccionarios para todas las ramas del saber:

Filosofía, religión, arquitectura, astronomía, medicina, botánica, zoología, citología, genética, farmacología, química, física, psiquiatría, psicología, micología, ficología, ecología, arqueología, entomología, anatomía, aracnología, latín, griego, etc.

¿Cuántos términos tiene una lengua?

Uno nunca puede saber cuántas palabras tiene un idioma, pues, hay miles de vocablos que no son de uso tan común, y cientos de miles de términos técnicos. He aquí algunos ejemplos:

Clathrinida, Cladoniaceae, Entomoconchacea, flavona, Mastigophora, Flabellifera, Lemnaceae, Caelifera, Cicadellidae, Coelopidae, neumoconiosis, laringocele, oogénesis, singamia, gametogénesis. Dejo al lector como tarea que al menos investigue sobre estos tecnicismos…

LOS PRIMEROS DICCIONARIOS

En el Medievo se utilizaban las glosas o notas explicativas en lenguaje vulgar, para facilitar la comprensión de textos latinos, naciendo así la lexicografía (en griego antiguo λεξικόν = lexikon significa ‘lo relativo a las palabras’) o técnica para elaborar diccionarios.

Después, las glosas se organizaron en glosarios, de donde surgieron los primeros diccionarios impresos, con el propósito de mejorar los conocimientos del latín, para interpretar o hacer textos en esa lengua. Así fue como aparecieron diccionarios en varios idiomas (multilingües), muy de moda en Europa durante los siglos XVI-XVII.

En aquella época, los eruditos y hombres de ciencia preferían escribir en latín, como ahora muchos eligen el inglés, lengua actual dominante en el mundo científico.

El primer diccionario de la lengua española

A finales del siglo XV se publican los primeros diccionarios en nuestro idioma:

En 1490 aparece el Universal vocabulario en latín y romance (El Uniuersale Compendium Vocabulorum) del historiador y lexicógrafo español Alfonso Fernández de Palencia (1423-1492), que fue superado por el Diccionario latino-español de Antonio de Nebrija (1444-1522), también el autor de la primera Gramática castellana o el Arte de la lengua castellana, publicados en 1492.

Verónica Juárez (24 de agosto de 2013) nos dice que «el primer diccionario aparecido en México (y de paso en la América Conquistada) fue el Vocabulario en lengua castellana y mexicana que Fray Alonso de Molina escribió entre 1555 y 1571, a partir de 1571 incluyó uno en español-náhuatl» (https://uvejota.com/articles/2377/origen-de-los-diccionarios/).

¿Cuántas palabras tiene la lengua castellana?

Según esta fuente, la UNESCO estima que nuestra lengua española cuenta con un acervo de unas 93 000 palabras.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 20 de julio de 2020.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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