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catástrofe, una gran destrucción

Significados de la palabra catástrofe

Catástrofe es un sustantivo femenino que significa:

  • Hecho o suceso que ocasiona una gran destrucción, devastación o daño. Un final desastroso que trae ruina y desolación. Un intenso sismo, un tsunami, una gran erupción volcánica son eventos catastróficos.
  • Cualquier calamidad grande y repentina que acarrea desgracia e infortunio. El huracán fue una catástrofe que dejó en la desgracia a miles de hogares.
  • Un súbito desastre de grandes proporciones, muy notable y fatal.
  • En matemáticas, cambio brusco de estado de un sistema dinámico, provocado por una mínima alteración de uno de sus parámetros (DLE).  
  • Una persona o cosa que defrauda totalmente las expectativas que provocaba; ser un fiasco, un fracaso. La final del fútbol fue toda una catástrofe. 
  • Final, remate de una obra dramática, especialmente de una tragedia, que lleva al fin de la trama. El desenlace.
  • En geología, un súbito y violento cambio en las características de la Tierra. Como la doctrina del catastrofismo según la cual, los cambios biológicos y de la corteza terrestre, han sucedido en el pasado por eventos repentinos y violentos (más que cambios graduales), causados por fuerzas físicas descomunales y no de forma gradual. Doctrina asociada con el naturalista francés Georges Cuvier (1769-1832). 
  • En astronomía, un evento natural violento, usualmente destructivo, como la explosión de una supernova.

A veces se usa en medicina para dar nombre a la muerte inesperada e inexplicable de un paciente, antes, durante o después de una cirugía. Durante la cirugía todo marchaba bien, pero inesperadamente se presentó un catastrófico paro cardiorrespiratorio que terminó con su vida.

Sinónimos: cataclismo, desastre, destrucción, hecatombe, siniestro.

Etimología del vocablo catástrofe

Catástrofe tiene una etimología que hace alusión a algo que inesperadamente cambia de manera radical la vida o las condiciones de existencia. Esta palabra es de origen griego, de donde pasó al latín y luego al español. En la antigüedad no tenía el significado que hoy es predominante, sino que se aplicaba con el sentido de giro, vuelta, a veces con carácter súbito o inesperado. Con el paso de los siglos, comenzó a utilizarse en sentido figurado con la connotación de algo desastroso y cataclísmico. Por eso ahora una catástrofe se asocia muchas veces con algo que inesperadamente llega sembrando desolación y ruina, como un terremoto, que la verdad nos toma por sorpresa y puede dar un vuelco o giro a nuestras vidas… si sobrevivimos.

Catástrofe procede del latín posclásico cătastrŏpha, palabra que usó el escritor romano del siglo I d. C. Petronio para denominar, en el teatro, a la parte final de la obra, el desenlace o desenredo de la fábula, o sea, el término de la acción, con un final feliz o infeliz. También, ‘lance o suceso dramático, un desenlace’. 

Gaffiot, página 274 dice de cătastrŏpha: “la vuelta o giro de la fortuna”: Petronio 54; “peripecia en el teatro”; “un cambio repentino debido a un accidente imprevisto que altera el estado de las cosas”, según Aelius Donatus (siglo IV d. C.), gramático latino, de quien se dice, fue profesor de San Jerónimo.

Cătastrŏpha deriva de καταστροφή

Cătastrŏpha, cătastrŏphe deriva a su vez del griego antiguo καταστροφή* (katastrophḗ), del verbo καταστρέφειν (katastréphein) que significa ‘abatir’, ‘arruinar’, ‘destruir’, ‘derrumbar’, ‘trastornar’, ‘dar una vuelta o giro completo’. Término formado por: a) el prefijo κατά = katá (contra, hacia abajo, como en las palabras ‘catabolismo’, ‘catarata’ y ‘cataclismo’), más b) στροφή, strophḗ (originalmente, ‘acción y efecto de torcer, virar o dar vuelta’); de στρέφειν, stréphein (‘girar’, ‘virar’, ‘doblar’, ‘torcer’), de donde proceden palabras como: estrofa y apóstrofe, así como palabras emparentadas como estreptococo, anástrofe, estrepsíptero (Strepsiptera, literalmente ‘con las alas torcidas’, orden de insectos con unas 600 especies vivientes). También relacionado con el nombre de las bacterias estreptococo (Streptococcus).

*Καταστροφή (katastrophḗ) significó en la antigüedad griega: un vuelco o giro brusco y completo; un vuelco o final súbito; el evento que marca el fin de una vida; en los dramas, la catástrofe o el giro repentino de la trama de una obra. 

Relaciones indoeuropeas

La vieja raíz IE *streb(h)- (dar vueltas, enrollar), en Pokorny 1. *(s)ter-, se vincula con las palabras arriba citadas, y ahora existen términos derivados, por ejemplo: estrabismo, estróbilo, estreptococo, estreptomicina, estrofa, apóstrofe, estroboscopio y otros. 

Catástrofes planetarias a través de los tiempos geológicos

Pese a que me encantaría entrar en el fascinante tema de las extinciones masivas que han sucedida a lo largo de las eras geológicas, sólo me queda despedir estas notas con la traducción que hice a un interesante artículo de National Geographic que pueden leer aquí.

“Más del 99% de los organismos que han vivido en la Tierra se han extinguido. A medida que las nuevas especies evolucionan para adaptarse a nichos ecológicos siempre cambiantes, las especies más antiguas desaparecen. Pero el ritmo de extinción no es ni mucho menos constante. En los últimos 500 millones de años, entre el 75% y el 90% de las especies de la Tierra han desaparecido en un abrir y cerrar de ojos en catástrofes que llamamos extinciones masivas. Aunque las extinciones masivas son acontecimientos mortales, abren el planeta a la aparición de nuevas formas de vida. La extinción masiva más estudiada, que marcó el límite entre el Cretácico y el Paleógeno, Era Cenozoica, hace unos 66 millones de años, acabó con los dinosaurios no aviares y dio paso a la rápida diversificación y evolución de mamíferos y aves”. https://www.nationalgeographic.com/science/article/mass-extinction. Autor: BYMICHAEL GRESHKO ANDNATIONAL GEOGRAPHIC STAFF.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 1 de noviembre de 2021.

Categoría: ciencia, cultismos

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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