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desierto, desertar, desertor

definiciones de desierto, desertor, desertar

Desierto (sustantivo y adjetivo)

Un desierto es una región seca, infértil, inhóspita, arenosa (solamente el 20% de las áreas desérticas están cubiertas de arena) o pedregosa. Con fauna muy escasa, sin árboles y a menudo con arbustos y hierbas dispersas. También se consideran desiertos gélidos o polares a la Antártida y a la región del Polo Norte, que por su frío extremo, escasa precipitación y sin árboles.

Cualquier lugar deshabitado o vacío de gente. El estadio de fútbol quedó desierto.

Referido a una subasta, licitación o concurso, que ha quedado sin adjudicar o sin ganador.

Predicar o clamar en el desierto es una locución que quiere decir: Intentar sin resultados, convencer a alguien que no tiene la disposición de ánimo para considerar o atender razones. Decirle que deje las drogas es predicar en el desierto.

Desertar (verbo) 

Desertar es abandonar o desentenderse de una causa o un ideal. Cuando un soldado renuncia, abandona y desiste de su bandera y huye de sus servicios, sin intención de regresar.

Desertor (adjetivo y sustantivo masculino y femenino)

Desertor es el que deserta, el que renuncia a un ideal u obligación. El que desampara a su bandera.

Etimología de “desierto”

“Desierto” proviene del latín eclesiástico e imperial dēsertum (soledad, desierto, sin nada), el acusativo neutro del adjetivo dēsertus (desierto, abandonado, solitario, yermo, no cultivado, salvaje, desaprovechado), que es el participio pasado del verbo dēsĕro, desedĕre (abandonar, descuidar, desentenderse)  

El verbo desedĕre a su vez está formado por el componente de- (en origen preposición de ablativo) que indica ‘desasir’, ‘desligar’, ‘separar’, ‘salir de alguna condición o lugar en el que se permaneció por cierto tiempo’. En el caso de dēsĕro, desedĕre, de- nos da la idea de ‘inversión’ de ‘deshacer’ algo, porque el otro componente es el verbo sĕro, serĕre que significa ‘trenzar’, ‘entrelazar’, ‘juntar’, ‘conectar’, ‘atar’, ‘pegar’. 

Por lo tanto, desedĕre (de- + sedĕre) es “despegarse o desligarse (de-) de algo que a uno lo mantenía ‘ligado’, ‘junto’, ‘unido’ (sĕrere). Y dēsērtus es el participio (adjetivo) o forma impersonal del verbo, que indica la condición resultante, es decir, “permanecer desamparado, solo, abandonado, desligado”.

Visto así, el sentido original del término es “desligarse”, “desunirse”, por lo tanto, desertar y desertor son términos más próximos al más prístino significado de dēsertus (abandonado, solo, desamparado). 

desertor-desertar

Desertor (adjetivo y sustantivo) procede del latín clásico dēsertŏr, oris (el que abandona o se desentiende), de dēsĕro, desedĕre ya citado. Y desertar (verbo) del bajo latín (medieval) desertāre. El o la que abandona era dēsertrix, icis (documentado en Tertuliano, siglos II-III d. C.).

dēsertum (soledad, desierto, sin nada)

Dēsertum (soledad, desierto, sin nada) fue término que Virgilio (siglo I a. C.) y Plinio el Viejo (siglo I d. C.) utilizaron ya con el sentido de soledad, desierto, donde nada hay, sólo desolación. Los lugares tan inhóspitos se ganaron ese nombre, porque en general, la gente los abandona (desedĕre) por las dificultades para sobrevivir. Virgilio escribió Libyae deserta “los desiertos de Libia». Libia fue ocupada de manera sucesiva por egipcios, griegos, cartagineses, romanos, árabes y turcos.

También encontramos este término numerosas veces en la Biblia Vulgata de San Jerónimo, siglos IV-V d. C. Recordemos que el escenario en el que se desarrollan las narraciones bíblicas son desiertos.

Éxodo 3:18 …”iremos ahora camino de tres días por el desierto”…

Números 1:1 “…habló Jehová a Moisés en el desierto de Sinaí”…

Lucas 3:4 …”voz del que clama en el desierto”…

Isaías 52:9 …”soledades de Jerusalén…”

COMENTARIOS FINALES

Desde el punto de vista geográfico, biológico y ecológico, un desierto es cualquier área, que por su aridez o frío extremo, se considera con escasa potencialidad para ser habitable por organismos (plantas, animales, microorganismos) y los humanos. Suele aplicarse el término para dos tipos de ambiente: 1) áreas con clima árido (por lo general se considera con menos de 250 mm de lluvia al año, o sea, 250 litros por metro cuadrado de terreno), con vegetación muy escasa o dispersa o sin ella y una ausencia de ríos que fluyen todo el año. 2) las tierras o regiones geográficas que están en el Polo Norte, incluida Groenlandia, y el Polo Sur o Antártica, ya que el frío extremo no permite el desarrollo de vegetación

La Antártica es un auténtico desierto polar, el más grande y frío, con uno de los climas más secos del planeta. Nunca se producen relámpagos. Solamente pequeñas plantas y unas cuantas especies de insectos pueden sobrevivir en esta enorme congeladora, por supuesto, más fría que las regiones árticas, donde las temperaturas más bajas registradas rondan los —70°C. 

Numeralia

El área de la Tierra es de unos 510 millones de km², de la cual, el 29,1% (148,9 millones de km ²) es tierra firme y el 70,9 % (unos 361,7 millones de km ²) es agua (océano). 

Utilizando el km² como unidad de superficie, de los casi 150 millones de tierra firme, alrededor del 34% (unos 51 millones) está ocupada por desiertos. Los áridos cubren más o menos el 18% y los fríos el 12% de tierra firme. Esto significa que los primeros ocupan un área de unos 27 millones y los segundos (polares) alrededor de 18 millones.

Los desiertos secos o áridos más importantes y su área aproximada en millones de km²son:

Sahara en el norte de África (9,07); Australiano al centro y oeste de Australia (2,7); Gran Desierto de Arabia, en la Península Arábiga (2,40); Gobi en Mongolia (1,295). Otros: Turkestán, Norte América, Patagonia, Kalahari, Thar, Atacama, Iraní, Mojave al suroeste de Estados Unidos, etc

Los dos grandes desiertos gélidos son la Antártica con 14,2 y el Ártico con 13,9 millones de  km². El concepto de “desierto polar” es relativamente nuevo, como producto de las exploraciones efectuadas en los siglos recientes, pero en la antigüedad sólo se refería a los desiertos áridos.

El bioma del desierto

Los biólogos y ecólogos consideran al desierto como un bioma (los ecosistemas terrestres mayores que cubren grandes regiones de la Tierra, como la sabana, el bosque tropical, la tundra), que recibe menos de 250 mm anuales de lluvia (aunque en la mayoría, llueven menos de 100 mm, y el más seco es el de Atacama, Chile, con una media menor a ¡5 mm de lluvia anual!), con temperaturas variables. Algunos tienen unos 60 °C durante el día y frío durante la noche. En cambio, otros desiertos, como los que se localizan en el centro de Asia, son relativamente fríos, especialmente por las noches, cuando las temperaturas son congelantes.

Los desiertos más secos, como en el centro de Australia y en África, tienen muy poca o nada de vida vegetal. Otros están poblados con arbustos y cactus, con fauna diversa como serpientes, lagartijas, tortugas, insectos, escorpiones, camellos en Arabia y en desiertos asiáticos; el zorro del desierto o feneco (Vulpes zerda Zimmerman, 1780) del Sahara, roedores, etc. Aquí puedes leer cosas muy interesantes sobre los desiertos (National Geographic Online).

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 21 de diciembre de 2023.

Categoría: ciencia, varios

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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