ciencia, cultismos
Dejar un comentario

veneno, venenoso, del latín vĕnēnum

Definiciones

Veneno es cualquier sustancia que, introducida en un organismo (ser viviente), es capaz de producir graves alteraciones fisiológicas, o hasta la muerte.

En el lenguaje científico, “veneno es cualquier toxina secretada por glándulas especializadas de ciertas serpientes, insectos, arañas, etc., y que es introducida en el cuerpo de la víctima mediante mordedura o picadura asociada a colmillos, aguijones u otras estructuras punzantes o puntiagudas”. Usualmente es una secreción de un animal, que transmite a la presa para matarla o paralizarla. También existen muchas especies de plantas y hongos venenosos. Pero además:

A- Cosa que produce daño físico o moral (la sal en exceso es un veneno para los hipertensos. El alcoholismo y otras drogas envenenan la conciencia).

B- Un sentimiento negativo, por ejemplo, el rencor, el odio o la ira que alguien siente hacia algo o alguien (llegó y me ofendió arrojando todo el veneno que traía dentro).

Mientras que la palabra ‘venenoso’ es un adjetivo que significa «lo que contiene o incluye veneno». Término formado por la palabra ‘veneno’ + el sufijo adjetival ‘-oso’ (en inglés -ous), del latín -osus que indica abundancia (como en perezoso y miedoso); también, que se caracteriza por, que tiene ciertas propiedades. Entonces un animal venenoso es el que posee veneno, y una persona venenosa es la que gusta de sembrar la discordia o desavenencia, la que envenena por sus dichos o sus acciones.

Etimología del término ‘veneno’

La palabra veneno procede del latín vĕnēnum y tuvo connotaciones de ‘algo bueno’ y ‘algo malo’. Veamos.

De una manera general y en origen: 

1- Como algo bueno: a) ‘una medicina‘ (entonces un veneno, ‘vĕnēnum’ era algo que se tomaba con el fin de lograr la curación de alguna dolencia); b) una decocción de plantas mágicas, un brebaje, pócima, jugo (líquido de un fruto), un encanto, una seducción, una pócima mágica o bebida para atraer o recuperar el amor de una persona. Voz emparentada con Vĕnus, la diosa romana de la belleza, el amor, la gracia y la fertilidad y vĕnus, venĕris (belleza, amor, encanto, gracia, mujer muy bella).

2- Con un mal sentido: a) una ‘pócima que destruye la vida’, ponzoña, veneno (que daña). En sentido figurado, b) ‘una mala jugada’, una trastada, destrucción, mal, lo que daña el ánimo. 

También llegó a usarse el término vĕnēnum para referirse a ‘un material colorante’, en el poema épico Geórgicas (Georgica), publicado el año 29 a. C., escrito por el romano Virgilio (Publius Virgilius Maro, 70-19 a. C.). Y como “cierto material usado para embalsamar”, en otro poema llamado Farsalia (Pharsalia), de Lucano (M. Annaeus Lucanus, 39-65 d. C.), que trata de la guerra intestina entre Julio César y C. Pompeyo Magno.

El sufijo –num

En el vocablo vĕnēnum se encuentra el sufijo -num (-no en castellano) que hace sustantivos.

Veneno es palabra que se documenta en español desde finales del siglo XIII, que según los lingüistas, proviene del latín vulgar *venimen (un término no atestiguado, que debe haber sido una alteración del anterior vocablo vĕnēnum, recién explicado arriba), del que también se cree deriva veleno en italiano, veneno en portugués.

Vĕnēnum φάρμακον 

Vĕnēnum es palabra que equivale a φάρμακον (phármakon, término relacionado con las palabras fármaco y farmacia), que en griego antiguo significa “cualquier cosa, en especial líquida, que afecta poderosamente o cambia la condición del cuerpo, para sanar o para dañar”, desde escritos homéricos. Aunque prevaleció el significado de remedio que cura.

Raíz indoeuropea (IE)

La raíz indoeuropea *u̯en-1, *u̯enǝ- (amar, esforzarse por conseguir algo, esmerarse, anhelar) se relaciona con la voz vĕnēnum. Así como otras palabras latinas, por ejemplo: vĕnēfĭcus (un envenenador, un mago que produce venenos, que nos dio en español el término ya en desuso venéfico, ‘venenoso’, que no debe confundirse con el adjetivo ‘benéfico’); el verbo veneno, venerare (envenenar); veneficium (envenenamiento, maleficio, encantamiento); venia, ae (gracia, permiso, favor, como en la frase en español, ‘con la venia del Señor’); venātus (‘caza’, ‘animal de caza’) de donde deriva nuestra palabra ‘venado’; Vĕnus, vĕnus, venĕris ya mencionadas.

También se asocia con el arcaico verbo inglés ween (creer, imaginar, suponer), del antiguo inglés wenen. El nombre del elemento químico Vanadio, también pertenece a estae grupo de palabras, y proviene del antiguo nórdico Vanadīs o la diosa de la belleza escandinava Freyja, con los mismos atributos que la diosa Venus.

Datos adicionales

Las sustancias venenosas son producidas por muchas clases de animales, por ejemplo, serpientes, arañas, escorpiones, abejas, avispas, peces, moluscos marinos, etc. Lo utilizan para matar y digerir a sus presas. Son producidas en glándulas especializadas y son descargadas en la víctima por medio de piquetes o mordeduras.

Los venenos contienen diversas sustancias tóxicas que actúan para paralizar y matar, y difieren entre los animales que los producen. Algunos poseen sustancias que bloquean la transmisión de los impulsos nerviosos a las células musculares, causando insensibilidad y parálisis. Otras lentifican o paran el corazón. Algunos rompen las paredes de los vasos capilares, causando inflamación y hemorragia. Otros contienen toxinas que ocasionan coágulos sanguíneos, o al revés, tienen sustancias que impiden la coagulación.

File:StripedBarkScorpion.jpg
El escorpión rayado de la corteza, cuyo nombre biológico es Centruroides vittatus Say 1821. Ejemplo excelente de un animal venenoso. Puede apreciarse el telson al final de la cola, con el que inyecta su veneno. Vive en los estados centrales de Estados Unidos y los norteños de México. El género Centuroides, término formado por elementos griegos, significa literalmente «que tiene la cola en forma de espina o afilada»; y la especie vittatus es nombre que en latín significa «adornado con cintas», de vitta, «cinta sagrada o banda». Foto de Charles & Clint (noviembre de 2006). Fuente: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:StripedBarkScorpion.jpg

Los animales que producen venenos utilizan diferentes partes para inyectarlos a sus víctimas. Las serpientes tienen colmillos. Muchos tipos de peces usan espinas óseas afiladas. Abejas y avispas tienen aguijones al final del abdomen. Las arañas los inyectan con sus quelíceros. Los escorpiones y otros artrópodos usan un órgano al final del abdomen llamado telson para picar e inyectar veneno.

«… Los venenos son fluidos altamente concentrados que típicamente contienen decenas o cientos de poderosas enzimas, péptidos y otros compuestos orgánicos que incapacitan sustancias o reacciones químicas en la víctima, dañando funciones celulares en distintos órganos y sistemas. El veneno de ciertas serpientes, por ejemplo, posee sustancias que bloquean la agregación plaquetaria, causando hemorragias, y otras que evitan la liberación de acetilcolina en las terminaciones nerviosas (causando parálisis muscular). Muchas sustancias contenidas en los venenos están siendo investigadas para usos farmacéuticos» (Dictionary.com).

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 17 de septiembre de 2021.

Categoría: ciencia, cultismos

por

Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *