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Andrómeda, nebulosa

Definiciones

Andrómeda es una palabra de origen griego que tiene tres principales significados:

  • En mitología, Andrómeda era la hija de Casiopea, esposa del rey Cefeo de Etiopía. Esta hermosa princesa, fue salvada por Perseo de morir devorada por un horrible monstruo marino llamado Cetus. El nombre de estos seres imaginarios pasó a denominar cinco constelaciones. Las primeras cuatro (Andrómeda, Casiopea, Cefeo y Perseo), ubicadas en la región boreal, pero Cetus (la Ballena) se localiza en su mayor parte al sur del ecuador celeste. La constelación de Andrómeda está en el meridiano de cada lugar a las 9 de la noche cada 10 de noviembre.
  • En astronomía, es además el nombre de la única galaxia que se puede ver a simple vista, y que se encuentra precisamente hacia el centro de la constelación de Andrómeda.
  • En botánica, Andromeda L. es un género de plantas arbustivas de la familia Ericaceae, con especies nativas de Europa, Asia y el norte de América.

El nombre en la antigüedad

El antiguo nombre griego de Andrómeda era  Ἀνδρομέδα (Androméda) o Ἀνδρομέδη (Andromédē), citada por el historiador Heródoto (484-425 a. C.) como la esposa de Perseo. Pasó al latín como Andrŏmĕda, en la obra Metamorfosis 4, 671 del poeta romano Publio Ovidio Nason (43-17 a. C.), así como en De Natura Deorum (Sobre la Naturaleza de los Dioses, 2, 111), escrita en el año 46 a. C. por el romano Marco Tulio Cicerón. Uno de sus pasajes, tomado de Wikisource, dice:

Andromeda aufugiens aspectu maesta parentis. Que más o menos se traduce: «Andrómeda huyendo ante la triste visión de de su padre«.

Andromeda
Constelación Andrómeda. En su región central está representada en rojo la galaxia del mismo nombre. Puede apreciarse a la constelación de Perseo, su salvador y a Casiopea, su madre al norte. De IAU and Sky & Telescope magazine (Roger Sinnott & Rick Fienberg

Elementos compositivos de la palabra

La palabra  Ἀνδρομέδα está compuesta por los términos griegos ἀνδρός = andrós, el genitivo de ἀνήρ = anḗr, que significa ‘hombre’, también ‘esposo’; como en las palabras ‘androceo’, ‘androide’, ‘androgonio’, ‘androcito’, ‘andropausia’, ‘andrógeno’, etc. Más  μέδω = medō, verbo que significa ‘yo gobierno sobre’, ‘yo protejo’. Por lo tanto, Ἀνδρομέδα literalmente se interpreta como “la que gobierna o protege a un hombre”.

El mito

El mito de Andrómeda nos dice que Casiopea y Cefeo gobernaban Etiopía, que los griegos llamaban Αἰθιοπία (Aithiopía) o la ‘región habitada por gentes de rostro tostado o quemado’, ubicada al noreste de África frente al Mar Rojo, que Alejandro Magno llegó a dominar, pero que siglos antes Heródoto ya la mencionaba.

Pues bien, Casiopea comenzó a jactarse que ella era una mujer más hermosa que las Nereidas, 50 bellas y seductoras ninfas del mar, servidoras del dios griego Poseidón (Neptuno para los romanos), hijas de Nereus  y de Doris.

Entonces estas ninfas se quejaron con Poseidón de la vanidad y osadía de Casiopea al que le pidieron le diera una lección. Encolerizado, mandó al monstruo marino Cetus para que inundara y devastara las costas del reino. Cefeo, un gobernante acosado y de escasa valentía, consultó el oráculo de Amón (Ámmōn en griego antiguo, un dios egipcio adorado al menos desde el siglo XXI a. C.), quien le dijo que la única forma de pacificar a Cetus, era sacrificar a su hija Andrómeda, quien fue encadenada de una roca frente al mar, para expiar el pecado de su madre (que la veía con amargo arrepentimiento) y permitir que este horrible monstruo la devorara y así calmar la ira de Poseidón.

El rescate de Andrómeda

Pero cuando la princesa estaba encadenada en espera de tan terrible muerte, pasó por ahí Perseo, y viendo la frágil figura de la hermosa joven, se conmovió tanto, que no dudó en rescatarla justo a tiempo, de  manera que bajó en picada cabalgando sobre el caballo alado Pegaso (otros dicen que volaba ayudado de las sandalias alígeras del dios Hermes).

Perseo fue muy hábil para salvar a Andrómeda de su cruel final, al mostrarle la espantosa cabeza de Medusa (Μέδουσα en griego antiguo) a Cetus, el cual, como por arte de magia quedó petrificado. Perseo pidió antes  consentimiento a Cefeo para casarse con ella, así que después la tomó como esposa, y luego que murieron, fueron llevados al cielo por siempre. Μέδουσα fue antes asesinada por Perseo con la ayuda de Athena, y precisamente de su sangre nació Pegaso.

Debo advertir que, como en todos los mitos, existen algunas variantes sobre su descripción, por lo que el lector no debe sorprenderse, si en alguna otra fuente lee algunos detalles que no coinciden de manera rigurosa con la versión que acabo de narrar.

La Constelación

Andrómeda (o ‘La Mujer encadenada’, Mulier Catenata en latín), nombre favorito de muchos escritores clásicos (Hinckley Allen, 1899 p.p. 31-32) es más visible durante los anocheceres otoñales del hemisferio norte.

Esta es una de las 48 constelaciones que anotó el astrónomo griego Claudio Tolomeo (Ἀνδρομέδα, originalmente con 23 estrellas (pero actualmente se dice que pueden verse a simple vista 152) en el siglo II d. C., en su Almagesto, cuya primera edición fue impresa en Venecia el año 1515.

Esta constelación se localiza justo al sur de Casiopea, que a su vez se encuentra entre las constelaciones de Perseo y Cefeo; mientras que Pegaso se ubica al suroeste y en una de sus esquinas (la noreste) está la estrella Alfa Alpheratz (a 97 años luz de nosotros), que es la cabeza de Andrómeda. Alpheratz procede del árabe سرة الفرس o surrat al-faras (el ombligo del caballo), por la posición que ocupaba cuando se la consideraba parte de Pegaso. Un nombre árabe ya obsoleto era precisamente Sirrah, que procede de surrat (ombligo), evocando la obra de Ptolomeo.

Andrómeda tal y como apareció en El espejo de Urania o Una visión de los Cielos. Londres, 1825. Tomada de [[File:Sidney Hall – Urania’s Mirror – Gloria Frederici, Andromeda, and Triangula.jpg|Sidney Hall – Urania’s Mirror – Gloria Frederici, Andromeda, and Triangula.

La Galaxia

La galaxia (M31), ubicada a unos 2.500.000 (dos millones quinientos mil) años luz ―más o menos equivalentes a 27 trillones de km― de nuestra galaxia Vía Láctea, recibe el nombre de Andrómeda, visible como una alargada mancha borrosa blanquecina, es considerada como el objeto del cielo más lejano que los ojos humanos pueden ver sin telescopio, en noches oscuras y lugares alejados de la contaminación lumínica.

Es como un remolino de unos 200 mil millones de estrellas similar a la Vía Láctea. Su descubrimiento se atribuye al astrónomo persa al-Sufi o Abd Al-Raham (903-986), quien la describió en el año 961/964 como ‘una nube pequeña en la constelación de Andrómeda (se localiza en su región central), en su libro sobre las Estrellas Fijas. 650 años después, en 1612 fue redescubierta por el astrónomo alemán Simon Marius, quien afirmó que parecía la ‘luz de una vela vista a través de un cuerno’.

Galaxia Andrómeda (M 31), reconocida como nebulosa por el astrónomo francés Charles Messier (1730-1817) el 3 de agosto de 1764. M 31 significa Objeto Meisser 31. Por Evans Adam. 18 de septiembre de 2010.

Por varios siglos los astrónomos consideraban a esta galaxia como parte de la Vía Láctea, semejante a una nebulosa espiral, como muchas otras de nuestra galaxia, por eso el nombre erróneo de Nebulosa* de Andrómeda, como a veces es denominada. Pero en 1924 el astrónomo estadounidense Edwin Powel Hubble (1889-1953), concluyó que es una galaxia independiente, como ya lo habían sugerido otros estudiosos desde el siglo XVIII.

*Nebulosa

Una nebulosa (del latín nĕbŭla, ‘niebla’, ‘nube’, del griego antiguo νεφέλη ‘nephéle‘, «nube, niebla» es una nube de gas y/o polvo en el espacio interestelar.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 23 de agosto de 2022.

Categoría: ciencia

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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