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cara

Acepciones de la palabra cara

  1. La cara es la parte frontal o delantera de la cabeza, que en los humanos se extiende desde la parte superior de la frente (y de oreja a oreja), al mentón o barbilla e incluye la boca, nariz, mejillas y ojos.
  2. La superficie más prominente o significativa de cualquier objeto.
  3. Parte delantera o anterior de la cabeza de muchos animales (cara de caballo, vaca, perro, gato, chimpancé, gorila).
  4. Una superficie frontal, superior o externa.
  5. El frente de alguna cosa que tiene dos o más lados.
  6. La superficie expuesta de una roca.
  7. Cualquiera de las superficies planas que limitan un sólido geométrico (las caras de un prisma).
  8. En relación con nuestra Luna, es muy común distinguir la cara visible y la cara oculta o la superficie que nunca podemos verle. Es un error decir «la cara oscura de la luna», porque durante una lunación (29 días, 12 horas, 44 minutos y 2,78 segundos), ambas caras son iluminadas, pero en sentido inverso; es decir, durante el novilunio (luna nueva), la cara visible por nosotros está totalmente oscura, en cambio, la oculta se encuentra totalmente iluminada. Sucediendo lo contrario en los plenilunios (luna llena), cuando la cara visible está bellamente luminosa, y la oculta en tinieblas.

Etimología de la palabra cara

El sustantivo femenino cara proviene del latín vulgar (porque es término no documentado en los grandes escritores romanos de la antigüedad) căra (diccionario Gaffiot p. 264), con el significado de “cara”, “rostro”; préstamo del griego antiguo κάρᾱ = kára, κἀρη = káre.

Sin embargo, căra es voz que podemos encontrarla en algunos glosarios latinos donde se incluyen términos no registrados en las obras clásicas de la antigüedad. Así mismo, căra es palabra que se atestigua durante todo el período medieval (hacia los siglos V- XV).

Registro del término griego κάρᾱ en escritos de la antigüedad

El viejo término griego κάρᾱ se utilizó en forma poética en lugar de κεϕαλή = kephalé (cabeza), por ejemplo, “la cabeza de un caballo”. El dramaturgo griego Esquilo (525-456 a. C.) escribió: περί πόδα περί κάρα (perí póda perí kára), “de pies a cabeza”. Sófocles (496-406 a. C.) parece haber sido el escritor que usó el término con un sentido de “rostro”, “semblante”, “cara”. Pocas veces, como en Hesíodo (circa siglos VII-VI a. C.), se usó esta palabra para designar la parte más alta de cualquier cosa, como de una montaña, o lo alto de un árbol (Sófocles) y el borde de una copa, etc. (véase este enlace).

Relación indoeuropea de căra y κάρᾱ

Căra y κάρᾱ son palabras vinculadas a la raíz indoeuropea*k̂er-, *k̂erǝ- que se asocia a términos relacionados con ‘cabeza’ y ‘cuerno’. En latín, cerebrum (cerebro) cervix (cerviz, cuello), cerebellum (cabecita, de donde la palabra cerebelo, un diminutivo de cerebro), cervus (ciervo). En griego, κάρος = káros (torpor, sueño pesado), καρόω = karóo (dormir con pesadez, sentir pesada la cabeza). Śiras, śirans, en sánscrito; en gótico, hvaireni; jarni en antiguo nórdico; hirni, en antiguo alto alemán. Todos estos vocablos con el significado de “cabeza” o “la parte superior del cuerpo”.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 2 de junio de 2021.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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