embolia, émbolo, tromboembolismo, embolización, embolismo
Embolia como término médico
Antes que nada, es necesario aclarar que no todas las embolias causan infarto, pues los émbolos a veces no tienen el tamaño suficiente, o bien se estacionan o alojan en lugares no tan delicados o críticos como para causar infarto, sino sólo producen cierto entumecimiento o dolor en el sitio afectado. Cuando se produce un infarto no causado por embolia, entonces se debe a un trombo (coágulo) que permanece en el lugar donde se formó y bloquea el flujo sanguíneo.
Tratándose de patología cardiovascular, el término “embolia” significa literalmente: “la súbita oclusión o taponamiento de un vaso sanguíneo causado por un trombo (coágulo sanguíneo), o también por algún material extraño transportado por la sangre. Dicho de otra forma, un trombo se forma en un vaso sanguíneo (vena o arteria), pero al desprenderse, se transforma en un émbolo que es llevado por el flujo de sangre y que luego impide la circulación sanguínea en un vaso menor”. Los síntomas varían con el tipo de émbolo, el grado de oclusión que produce, la naturaleza, localización y tamaño del vaso ocluido. Lo más relevante en una embolia pulmonar es la aparición de un dolor súbito e intenso en el pecho y una dificultad respiratoria, que pone al paciente muy inquieto. La causa de la muerte fue una embolia pulmonar fulminante.
Un émbolo en una vena profunda de la pierna
Cuando se forma un coágulo sanguíneo o émbolo en una vena profunda de una pierna, el viaje a través del torrente sanguíneo comienza en la vena femoral, sigue por la iliaca externa hacia la cava inferior, de ahí sigue y penetra al corazón por la aurícula derecha, pasa al ventrículo y sale por la arteria pulmonar hasta que se aloja en algún sitio del pulmón, cuando dicho coágulo ya no cabe debido a la estrechez de ese vaso. Pero también puede haber coágulos (émbolos) que se forman en la parte superior del brazo, y que pueden desprenderse y llegar a los pulmones, formando una embolia pulmonar peligrosa y potencialmente letal.
La embolia es altamente peligrosa, ya que el émbolo puede obstruir arterias en órganos de extrema importancia, por ejemplo, cerebro, corazón o pulmones, o también hígado, riñones, intestino, etc. Se trata entonces de una verdadera emergencia médica. La embolia cerebral causó hemiplejía y el paciente no puede mover el lado derecho de su cuerpo.

Embolismo pulmonar en un pulmón humano. Autor https://www.scientificanimations.com. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:3D_Medical_Animation_still_shot_Pulmonary_Embolism.jpg
Algunos émbolos no son coágulos sanguíneos
Un émbolo (también en patología cardiovascular) es, la mayoría de las veces, “un coágulo o trombo (θρόμβος, thrombo) que se ha desprendido del sitio de su formación”; pero a veces también, un émbolo puede ser una burbuja de aire (por maniobras quirúrgicas); fragmentos de calcio; trozos de algún tumor; células cancerosas; triquinas; líquido amniótico en los vasos de la parturienta durante el trabajo de parto o al desprenderse la placenta; una masa purulenta o de bacilos que se desprenden del sitio de infección, al que también se llama embolismo séptico; médula o grasa ósea de algún hueso grande fracturado, colesterol mezclado con plaquetas, etc.
Tromboembolismo
En medicina se usa el término “tromboembolismo venoso» (TEV, que consiste primero de una trombosis venosa profunda o TVP, más una embolia pulmonar o EP. Es decir, TEV = TVP + EP) cuando en una vena se forma un coágulo o trombo. Sucede casi siempre en una vena profunda en una pierna, muslo o en la pelvis; aunque también, como acabo de mencionarlo, puede ocurrir en los brazos, sobre todo cuando se tiene una vía central endovenosa grande en una vena. Cuando se desprende el coágulo (trombo), pasa a llamarse émbolo —literalmente, según su significado griego, “algo que es lanzado o arrojado”—, hasta que llega a un vaso de menor calibre, por donde ya no puede pasar y se inserta como tapón e impide el riego sanguíneo.
Condiciones que incrementan el riesgo de embolias
Cabe señalar que las personas que se someten a una cirugía mayor, que tienen alguna lesión importante, o padecen alguna infección o inflamación considerable, tienen mayor riesgo de desarrollar un tromboembolismo venoso (TEV), ya que pueden formarse coágulos (trombos) en venas lesionadas por procedimientos quirúrgicos o alguna otra lesión. También propicia el TEV la inmovilidad en el postoperatorio, los viajes largos en los que las personas permanecen mucho tiempo sentadas en aeropuertos y aviones es una historia común entre los pacientes que llegan a urgencias con uno o más coágulos en las piernas, o peor aún, evidencia de que un coágulo se ha desprendido y ha viajado a través del torrente sanguíneo para alojarse en los pulmones, una afección grave llamada embolia pulmonar.
Significados de “émbolo” en áreas no médicas
En mecánica, un émbolo es una pieza que se mueve alternadamente (de un lado al otro) dentro del cuerpo de una bomba o del cilindro de una máquina para enrarecer o comprimir un fluido o recibir de él movimiento. También se llama pistón, como en los motores de combustión interna. Otro excelente ejemplo es el émbolo de una jeringa. También la bomba manual para aplicar insecticida o la que se usa para inflar neumáticos. Aquí puedes encontrar más información sobre los pistones. También se llama pistón o émbolo a la pieza móvil de algunos instrumentos musicales que controla el paso del aire. La trompeta tiene pistones.
Origen de los término émbolo y embolia
Aunque el término “embolia” es muy antiguo, el significado médico del vocablo, refiriéndose al taponamiento u obstrucción de un vaso sanguíneo, aparece en francés y en alemán embolie entre 1845-1856 (Larousse 2012), en inglés en 1859.
Émbolo
La palabra émbolo viene del latín clásico embŏlus, que el arquitecto romano Vitruvio (siglo I a. C.) usó para referirse al pistón de una bomba. También se usaron términos latinos como: embŏlismus con el significado de “intercalación” o el agregado de ciertos días para ajustar, por ejemplo, el año Lunar con el año Solar, que más abajo voy a explicar con más detalles. También embŏlĭum (del griego ἐμβόλιον embólion) era “un tipo de pantomima interpretada por mujeres como un intermedio de una obra principal; embŏlĭāĭa era la actriz de intermedios; embŏlĭmæus, día que se agrega a febrero en los años bisiestos según el escritor y gramático latino Macrobio que floreció en las primeras décadas del siglo V d. C. Las fechas de su nacimiento y muerte no son bien conocidas.
Embolia
La palabra embolia está formada por el término griego ἔμβολος (embolos) más el sufijo de cualidad -iā (-ia), es decir, “embolia” es la cualidad o condición de tener un émbolo (trombo o coágulo sanguíneo que se ha desprendido y transportado por la sangre) y ha causado una obstrucción venosa o arterial. El sufijo -ia, -ía es muy común en términos médicos, por ejemplo, agonía, anemia, anestesia, arritmia, blefarorrafia, bulimia, distocia, endodoncia, epidemia, idiocia, miopía, misoginia, ortodoncia, pandemia, polifagia. Al menos unos 350 neologismos médicos llevan este componente.
Embŏlus es un término latino tomado del griego antiguo
Todas las palabras citadas fueron tomadas por los romanos del antiguo griego (ἔμβολος), y se refieren a la idea de “algo que se inserta o introduce en o entre algo”, del mismo modo que una embolia en la que un émbolo (coágulo o trombo que se ha desprendido del lugar en el que se formó) se aloja o inserta en un vaso arterial distante y funciona como un tapón, que causa un infarto o isquemia; de igual manera que una pantomima (embŏlĭum) o farsa que se introduce en el espacio de tiempo entre dos actos de una obra.
Embŏlus en latín deriva del griego antiguo ἔμβολος
Embŏlus fue tomado del griego antiguo ἔμβολος émbolos o ἔμβολον embolon que literalmente significa “intercalado o insertado entre otras cosas”. En la antigüedad griega tenía varios connotaciones no médicas:
- Cualquier cosa con punta que facilita su introducción, como una clavija, una estaca, una cuña, un tapón.
- Heródoto escribió τῆς χώρης ἔμβολον (tes chóres embolon), “una lengua de tierra”, tal vez como una franja estrecha de terreno que se introduce en el mar.
- Un pico de bronce de una nave de guerra o ariete que se encajaba en un barco enemigo.
- Un injerto, porque consiste en introducir el injerto (del latín insertus, “introducido”, “insertado”) en la planta a injertar.
Los términos ἔμβολος y ἐμβολή provienen del verbo ἐμβάλλειν = embállein, “arrojar”, “lanzar”
El término ἔμβολος (en el caso de las embolias, “embolos” puede traducirse como “tapón”) proviene de ἐμβολή embolé “acción de arrojar algo”; de “corregir una fractura o dislocación de un brazo o una pierna”, etc.; a su vez del verbo ἐμβάλλω, ἐμβάλλειν (embállo, embállein) que significa “arrojar o tirar dentro o contra de algo”, “colocar”, “introducir”, ya documentado en la Ilíada de Homero (c. siglo VIII a. C.). También “insertar”, “lanzar”, “invadir” porque los invasores se introducen en territorio ajeno; “intercalar un mes para igualar el mes Lunar al mes Solar”, etc. Se trata de un verbo que tiene muchas connotaciones, que podemos encontrar también en escritores griegos como Platón, Sófocles, Tucídides, Demóstenes, Aristófanes, Heródoto, Hipócrates, Plutarco. Bueno, sólo por citar algunos.
Estructura del verbo ἐμβάλλειν
El verbo ἐμβάλλω, ἐμβάλλειν (embállo, embállein) se forma del prefijo en- del griego ἐνδο- (endo-), que significa “dentro” como en la palabras endocardio, endocarpio, endometrio y endotelio; más βάλλω, βάλλειν (bállein), un verbo homérico que significa “lanzar”, “arrojar”.
Relación indoeuropea
Estas palabras se asocian al la la raíz indoeuropea *gwelə–, de la raíz *gu̯elHi̯1– (‘arrojar’, ‘lanzar’, ‘penetrar’); con una gran familia de vocablos de uso actual, como los recién citados y además: abulia, bala, belonefobia (fobia a las jeringas y agujas), bólido, ‘problema’, colémbolo (unos insectos primitivos), Diablo, emblema, palabra, parábola, hipérbole, hipérbola, metabolismo, ecbólico, símbolo, ballet, etc.
También son comunes los términos médicos:
- Embolia cerebral.
- E. coronaria que obstruye alguna arteria coronaria.
- E. linfática que ocluye un vaso linfático.
- E. pulmonar. La obstrucción de una de las ramas de la arteria pulmonar por un émbolo, a menudo asociada a un infarto pulmonar.
- Placa de Hollenhorst
Una placa de Hollenhorst es un émbolo de colesterol en los pequeños vasos de la retina puede ser diagnosticada por un oftalmólogo. Dichos émbolos revelan la existencia de placas ateroscleróticas en las arterias carótidas o en la aorta. El nombre de estas placas anaranjadas es en honor al médico estadounidense Robert W. Hollenhorst (1913 –2008) y colaboradores que descubrieron esta lesión en 1958.
EMBOLISMO, EMBOLIZACIÓN
Embolismo y embolización en medicina
Si consultamos la palabra “embolismo” en el Diccionario de la Lengua Española (DLE) podemos ver que dice:
“Del latín tardío embolismus, y este del gr. ἐμβολισμός embolismós ‘mes intercalar’ (entiéndase interpuesto o añadido)”. Sustantivo masculino. “Añadidura de ciertos días para igualar el año de una especie con el de otra, como el lunar y el civil con los solares”. También “confusión, enredo o dificultad en un negocio” (porque algo, “un émbolo” se ha interpuesto en un proceso y ocasiona enredijo); “mezcla y confusión de muchas cosas”. Con sentido coloquial, “embuste, chisme”, ya que algo se ha entreverado y genera infundios, mentiras, engaños..
La palabra “embolismo” se forma con el término émbolo, “tapón”, “algo que se inserta o que se añade”, más el sufijo griego -ισμος (-ismos) que en este caso da la idea de “proceso”, “desarrollo”.
Como puede verse, no se le da a “embolismo” ningún sentido médico. Sin embargo, en cualquier diccionario anglosajón sí aparece “embolism” y dice: “De ἐν- (-en) que significa “en”, “dentro” más el verbo βάλλειν (bállein) “arrojar” y lo define: “Obstrucción brusca de un vaso, especialmente de una arteria por un cuerpo (trombo, coágulo, burbuja de aire, células cancerosas…) arrastrado por la corriente sanguínea”.
Embolización
La embolización es un procedimiento utilizado para obstruir vasos sanguíneos, con el empleo de diversos tipos de partículas, por ejemplo, microesferas de gelatina. El propósito de esta técnica es controlar hemorragias, o detener el flujo de sangre a ciertos tumores o zonas de tejido anómalas. Es una técnica útil en casos como tumores malignos de hígado, cáncer de riñón, fibromas de matriz, aneurismas, etc.
OTROS USOS DEL TÉRMINO EMBOLISMO
Si revisamos un diccionario inglés, como el Webster ‘s New Universal Dictionary. Edición impresa del año 2003, en la página 635 dice:
Embolism (en inglés):
- Patología. Oclusión de un vaso sanguíneo por un émbolo.
- Intercalación, como de un día en un año.
- El período de tiempo intercalado.
- En la eucaristía, el rezo siguiente (para librarnos del mal) a la petición final del Padre Nuestro.
Embolismos ha tenido usos desde la antigüedad en cuestiones de ajustes de calendarios (uso astronómico), en retórica, ritos religiosos, etc.
La palabra embolismo viene del latín tardío y medieval embŏlismus (Niermeyer 371) o Intercalatio que literalmente significa inserción, intercalación, incrustación (del mismo modo que en patología un émbolo se inserta o incrusta en un vaso sanguíneo), a su vez del griego tardío *ἐμβολισμός (embolismós) y este del griego antiguo ἐμβόλιμος (embólimos), que ya desde Heródoto (485-423 a. C.) significa “mes intercalado” para ajustar el año Lunar al Solar. Y un siglo después Aristóteles (384-322 a. C.) usa el término para denominar a los “versos intercalados”. En tiempos de la cristiandad, embŏlismus también se usó para referirse a un agregado o inserción (de ahí su nombre) a la petición final de unos rezos para librarnos del mal.
Los términos *ἐμβολισμός (embolismós), ἐμβόλιμος (embólimos) derivan del verbo griego bo ἐμβάλλειν (embállein) “arrojar”, “lanzar” ya explicado arriba.
El año embolismal
Año Embolismal o Intercalar es el año que se compone de 13 Lunaciones (total 384 días), añadiendo una sobre las 12 que contiene el año puramente lunar (de 354 días o 12 lunaciones de 29,5 días cada una), para ajustar los años Lunares a los Solares (RAE 1734).
¿Por qué agregar días al calendario lunar?
Primero que nada vamos a ver (traducido al español) lo que dice el New Standard Dictionary of the English Language. Año 1923. Edición impresa. Página 810:
Embolism (embolismo): “Intercalación de días, meses o años para el ajuste del calendario; como el embolismo de los griegos de tres meses intercalares cada ciclo de 8 años”…
Obviamente para los antiguos era más fácil de observar o registrar las fases lunares que los ciclos anuales del Sol, marcados por los 365,25 días que tarda la Tierra en darle una vuelta completa al Sol.
Revolución sideral y sinódica de la Luna
La Luna completa su órbita sideral en torno a la Tierra cada 27 días, 7 horas y 43 segundos, pero como nuestro planeta también tiene sus movimientos, entonces la revolución sinódica (conjunción de astros) de la Luna toma 29 d 12 h 44 m 2,8 segundos, para fines prácticos 29,5 días. Lo que se llama “lunación”, o sea, de un novilunio (luna nueva) o plenilunio (luna llena) a otro. Si multiplicamos 29,5 por 12 (lunaciones) nos da un total de 354 días, “el año lunar”.
Los griegos de la antigüedad usaban el año Lunar de 354 días, pero para ajustarlo al año Solar de 12 meses que dura 365,256 días, tenían que intercalar o agregar tres meses lunares a cada ciclo de 8 años al cual ellos llamaban ἐμβόλιμος μὴν (embólimos mén, o sea, “mes embolimado o intercalado”)
Es decir, en cada 12 lunaciones o año Lunar hay un retraso de 11,25 días con respecto al año Solar, que, si lo multiplicamos por 8 (años) nos da justo 90 días, aproximadamente tres meses del calendario solar. Lo que hace que la intercalación empareje los tiempos.
De hecho, el agregar un día a febrero cada cuatro años o cada año bisiesto, es un caso de embolismo para igualar los años civiles a los solares. Nada más que nuestro Diccionario de la Lengua Española ya no incluye este significado, pero, por ejemplo, el Diccionario de Covarrubias de 1611 sí lo mencionaba como tal.
Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 23 de agosto de 2025.