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misa

Concepto

Misa es, en la religión católica, “celebración en la que el sacerdote renueva en el altar el sacrificio del cuerpo y de la sangre de Cristo bajo las especies de pan y vino”. (DLE 2020).

Dicho de otra manera: “una secuencia de plegarias o deprecaciones y ceremonias, que constituyen un sacrificio conmemorativo del cuerpo y sangre de Cristo, bajo las apariencias o especies de pan y vino”. O también: “el rito público cristiano de la eucaristía o transustanciación*», es decir, la conversión del pan y del vino en el cuerpo y sangre de Cristo”.

*La transustanciación es la acción y el efecto de transustanciar (término procedente del latín medieval transubstantiare), que significa «convertir una sustancia en otra». El pan se transforma en el cuerpo de Cristo, y el vino, en su sangre. Esta acción está fundamentada en varios pasajes bíblicos, entre otros:

Primera carta de San Pablo a los Corintios 11: 23-25: «Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed, esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí…»

La misa, instituida por Cristo

Los estudiosos del cristianismo aseguran que la misa fue —sin duda— instituida por Jesús durante la Última Cena con sus apóstoles, citando el pasaje de San Lucas 22:19-21 “Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama”. De cualquier manera, la misa es la celebración más excelsa de la Iglesia Católica. 

Etimología y manera de anunciar el final o despedida de una asamblea o reunión (misa)

El término misa deriva del latín vulgar messa*, que quiere decir ‘misa’, ‘despido al final del servicio religioso’.

Cuando el sacerdote pronuncia al final la fórmula: “ite, missa est”, es decir, ‘marchad (o id), la asamblea ha sido disuelta’, o ‘idos, es la despedida’; también —aunque no de forma textual— ‘marchaos, ha sido enviada la oblación al Señor’.

Oblación (del latín oblatio, -onis), significa ‘ofrenda. Id es la forma imperativa del verbo ir, plural de la segunda persona. Nótese que la palabra ‘misa’ proviene de una frase predeterminada que el sacerdote pronuncia al final de dicha celebración o ceremonia.

Origen de *messa

*Messa proviene a su vez del sustantivo en latín tardío cristiano (siglos III-VI d. C.) missa (Gaffiot p. 983): ‘despedida’; es el femenino de missus = ‘enviado’, con el significado de: ‘ve, retírate’, ‘el que ha sido despedido’, participio pasado del verbo mitto, mittere, ‘ordenar a alguien que se vaya o que se marche’, ‘enviar lejos’, ‘despedir’, ‘dejar ir’, ‘disolver o despedir un grupo’, ‘devolver’, ‘mandar de vuelta’, ‘ir’, ‘abandonar’, ‘terminación después de un oficio’ (los oficios son las funciones de la iglesia). Missa, en latín tardío corresponde a missio, missionis, (derivado también de mitto en latín clásico, siglos I a. C.-I d. C.), que significa ‘liberación, como de un prisionero’, ‘permiso’, ‘interrupción’, ‘cesación’, ‘acción de arrojar’.

Una puntualización

El latín clásico era el usado sobre todo en escritos literarios, el acmé o el punto culminante de la literatura latina (siglos I a. C.-I d. C.). Mientras que el latín tardío, entre los siglo III-VI d. C., coincidió con la decadencia y ruina del Imperio romano de Occidente, bajo el asedio de los pueblos bárbaros que venían del norte del Danubio, como los godos, los alanos de la región irania, los suevos, los vándalos de la región germánica, etc.

Algunos derivados de mittere

De mittere derivan: el verbo missĭcŭlo, missiculare (enviar con frecuencia); el adjetivo missĭlis (arrojadizo, dardo, arma arrojadiza, como una flecha o lanza); missĭle (cualquier arma arrojadiza, de donde procede la palabra misil… así que la palabra ‘misa’ está relacionada con los modernos misiles de guerra), missorium (plato para servir a la mesa). No se ha encontrado una relación indoeuropea muy evidente para todos estos términos.

Synaxis

Antes del siglo IV, la misa se llamabasynaxis o también ‘fracción o división del pan o cena’. Synaxis era un término del latín tardío, tomado a su vez del griego tardío, procedente del griego antiguo synágein o sunágein (συνάγειν) que significa ‘congregar’, ‘reunir’, de donde proviene la palabra sinagoga o ‘el edificio donde los judíos se congregan para sus cultos religiosos’. Synaxis era entonces ‘una asamblea o reunión para la adoración. Especialmente en la iglesia antigua, para los servicios litúrgicos. También ‘una sección de la liturgia divina en la Iglesia Ortodoxa Oriental’. 

Missa, un término del latín tardío

La palabra missa se remonta al último cuarto del siglo IV d. C. —entre los años 375-400—, en cartas o epístola de San Ambrosio (340-397), en las que refiere el santo sacrificio de la misa, a partir del ofertorio o ‘parte de la misa, en la cual, antes de consagrar (en el catolicismo, pronunciar en la misa las palabras que realizan o hacen la transustanciación), el sacerdote ofrece a Dios la hostia y el vino del cáliz.  Al principio tenía el sentido de ‘servicio religioso’, siendo aplicable, por ejemplo, a los maitines o rezos antes de despuntar el alba.

Asimismo, missa es vocablo que aparece en el Codex Theodosianus (Código Teodosiano), publicado en enero de 439. Una compilación de leyes sobre el Imperio romano bajo el gobierno de los emperadores cristianos a partir del año 312. Obra que tiene ese nombre por ser una encomienda del emperador Teodosio II (401-450) del Imperio romano de Oriente.

A finales del siglo VII (entre los años 650-700 d. C.), la missa tomó el sentido definitivo de “enviar o despedir a los fieles al final”. Por eso, y con cierta dosis de ironía, cuando acudimos a misa, vamos para que el sacerdote termine por echarnos del templo, que nos diga ‘váyanse’, ‘esta reunión ya terminó’.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 19 de julio de 2020.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

2 Comentarios

    • Muchas gracias Félix por tu mensaje tan alentador. Confío en que no será la última vez que visites mi sitio. Hay casi 600 artículos. Un abrazo a la distancia.

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