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hueso, osamenta

Hueso, osamenta definiciones

“Hueso” es un término anatómico e histológico que designa a cada una de las piezas duras, constituidas de tejido óseo y que forman el endoesqueleto (esqueleto interno) de la gran mayoría de los vertebrados adultos, porque hay vertebrados, como los mixínidos (Subfilo Vertebrata) y los tiburones, que tienen esqueleto, pero es cartilaginoso. 

En botánica, “hueso” es la parte interna y lignificada (el endocarpio endurecido) de algunos frutos como el ciruelo y el durazno, que contienen dentro la almendra o semilla. A estos frutos se les llama drupas, del latín drupa o druppa (del griego δρύππα drýppa con igual significado), que era el nombre que los romanos daban a la aceituna u oliva.

“Osamenta” es el conjunto de huesos que forman el esqueleto óseo humano o de cualquier vertebrado. Esta palabra viene del latín eclesiástico ossamentum, del bajo latín ossum (hueso). Término que lleva la terminación -menta, del latín -mentum y que forma sustantivos femeninos que llevan la idea de pluralidad. Por ejemplo: vestimenta, cornamenta, herramienta (conjunto de utensilios para ejecutar un trabajo), impedimenta (el equipo o los pertrechos que lleva la tropa y que impide la ejecución de ciertas maniobras), elemento (conjunto de componentes, letras, fundamentos, sustancias, etc.), omento.

ossamentum, osamenta, ¿Lo “profundo de un ser humano”?

“Osamenta”, ossamenta, ossum se usó hace siglos para denominar a “lo profundo de un ser humano”, pero no en el sentido espiritual o sentimental, sino referido a los 206 huesos que todos tenemos y que están escondidos en la profundidad de nuestro cuerpo, ya que los músculos y la piel se encargan de esconder el esqueleto o nuestra osamenta. 

Así que cuando vemos a una persona o nos miramos en el espejo bien peinados y acicalados, con algo de imaginación, podemos crear la imagen de un simple esqueleto, que se esconde debajo de la epidermis… Cuando vean una hermosa mujer o un caballero muy guapo, no dejen de recordar que es simplemente un esqueleto disimulado, escondido, encubierto ¡Claro que los huesos son piezas vitales para nuestra existencia! Son órganos maravillosos.

El sufijo -menta, -mentum 

El sufijo latino -menta, plural neutro de -mentum también indica ‘lo que resulta o se produce al realizar una acción’, ‘medio de’, ‘estado’. Existen en latín muchas palabras con este sufijo: coronamentum (flores y hojas  apropiada para hacer una corona), elementum (de elementa, las letras del alfabeto, los fundamentos de una ciencia); illectamentum (seducción, de illectare, ‘seducir’), instrumentum (herramienta para trabajar, del verbo instruere). En español también abundan las palabras terminadas en -mento: alimento, emolumento, ornamento, complemento, “monumento” y otras.

Origen de la palabra “hueso”

El término “hueso” viene de ossum, variante vulgar del latín os, ossis (hueso) y derivados como: ossa (huesos); el adjetivo osseus (relacionado con los huesos, de donde deriva el vocablo “óseo”).  Ossum también significó “la parte más interna del tallo y las ramas de los árboles”, lo que ahora en botánica se conoce como duramen del latín dūrāmĕn “endurecimiento”; que es biológicamente inactivo y de color más oscuro que la albura, la capa blanquecina más externa, con funciones de conducción y reserva.. 

Ossifragus era para los Romanos el águila quebrantahuesos, que Linneo bautizó como Gypaetus* barbatus L. 1758. Una especie de buitre llamado así porque recoge huesos, los deja caer desde lo alto para que se quiebren y luego se come los fragmentos óseos. En ossifragus está la unión de ossi- + -fragus, del verbo frango, frangere (hacer pedazos, quebrar).

*Gypaetos en latín científico viene del griego γυπάετος de γύπ (gýp) un ‘buitre’ más ἀετός (aetós) ‘águila’, es decir, un ave que tiene rasgos de buitre y de águila.

De ossum a hueso

Como la palabra hueso es muy distinta del latín vulgar ossum, entonces se trata de una voz patrimonial, o sea, que el castellano, con el paso de los siglos cambió la ‘o’ por el diptongo ‘ue’ y luego se añadió la ‘h’ por un proceso lingüístico cuyos detalles por ahora no voy a explicar. Algo semejante pasó con términos como: puente de pontis, el genitivo de pons “puente”; huevo de ovum, etc.

Vínculos indoeuropeos de ossum y sus derivados

Los lingüistas asocian la raíz indoeuropea *osth- (hueso) con el término latino os, su genitivo ossis y su variante vulgar ossum, ‘hueso de un vertebrado o de un fruto’, de donde derivan los términos ‘óseo’, ‘osamenta’, ‘osario’, deshuesar, huesudo, etc. Así como con el griego ἀστράλᾰγος (astrágalos); ὄστρεον (ostreon), ‘ostra’, porque es dura como los huesos; ὀστέον (osteon)*, ‘hueso’, de donde las palabras osteología y osteocito. En hitita ḫastāi- (hueso), ásthi- (hueso) en sánscrito, etc.

*Con el griego osteon (hueso) se han acuñado muchos términos médicos de uso muy común. Por ejemplo, no se dice huesología sino osteología al estudio de los huesos; ni huesomalacia, sino osteomalacia, al reblandecimiento de los huesos. Vocablos como, osteomielitis, osteogénesis, osteoporosis, osteoaneurisma, osteoartritis, osteoartropatía, osteoblastoma, osteocondritis, osteofibroma, osteografía, también se han acuñado con el componente griego ὀστέον.

ōs, ōris

En latín hay también otro sustantivo: ōs, genitivo ōris, que significa “boca”. En sentido figurado también “el órgano de la palabra”, “embocadura o entrada, como la de un río; «rostro«, «cara «; «fisonomía «, «semblante «, como expresión del rostro en un momento determinado. Con derivados como oscitari (bostezar, abrírsele a uno la boca); osculabundus (literalmente, “abundantes besos”, o “el que lo llena a uno de besos”); osculum (“boquita”, beso, ósculo); osculari (“besar”, dar besos). El término geométrico “osculatriz” viene de osculari, porque se refiere a curvas que se unen o se besan. 

Términos médicos con ossis, ossum

Con ossis, ossum también existen algunas palabras en el argot médico, pero mucho menos que con osteon. Sólo menciono las más comunes: óseo, osificación, oseína, oseointegración (también “osteointegración”, término odontológico), osículo (un hueso pequeño, en especial uno de los tres del oído), osiculectomía, osiculotomía, osificación, osiforme (que parece hueso).

Os (hueso) en la nomenclatura anatómica

Los anatomistas han creado una abundante terminología latina con Os para denominar (yo diría, con elegancia) a muchos huesos. A continuación sólo cito algunos ejemplos, pero dejo al lector la tarea de que investigue más sobre este tema. Nada más en el primer nombre anoto Os, después lo omito.

Os acetabuli: hueso del feto que forma la porción púbica del acetábulo.

Breve: hueso corto.

Capitatum: hueso grande. El tercer hueso de la segunda fila del carpo.

Centrale tarsi: h. Escafoide del pie.

Coccygis: El h. cóccix.

Epytimpanicum: h. fetal que luego se convierte en la porción escamosa del temporal.

Hyoideum: el hioides.

Incisivum: el intermaxilar.

Lacrimale: unguis o h. lagrimal.

Longum: hueso largo, como el húmero, fémur y cúbito.

Penis: estructura osificada del septum fibroso del pene en muchos animales, como el perro.

Suturarum: de las suturas craneales, también llamados wormianos por el profesor danés del siglo XVII Olaus Wormius.

INFORMACIÓN BIOLÓGICA ADICIONAL SOBRE LOS HUESOS

El tejido óseo es una forma especializada de tejido conectivo denso, cuya unidad estructural es el osteocito (célula ósea), embebida en una matriz (o elemento principal) de una sustancia intercelular calcificada (el 99% del calcio de nuestro cuerpo está en los huesos). Dicha matriz contiene fibras de colágeno y principalmente fosfato y carbonato de calcio.

El esqueleto humano posee 206 huesos

Los huesos son las unidades del esqueleto humano, que posee 206. Rodean y protegen ciertos órganos vitales, como el encéfalo (cerebro, cerebelo, tallo cerebral, meninges), el cordón espinal, los órganos torácicos (pulmones, corazón, pleuras), y sirven como punto de contacto o inserción de los músculos, funcionando como palancas y posibilitando el movimiento (caminar, correr, saltar, bailar, escribir, pintar, manufacturar).

Los huesos son además el lugar donde se forman todas las células sanguíneas y es el reservorio de calcio, un elemento vital en muchos procesos fisiológicos y metabólicos.

En el estado embrionario, los huesos craneales (frontal, occipital, temporales, esfenoides, etmoides) están hechos de tejido fibroso conectivo, que gradualmente se va osificando. El resto de los huesos, primero es cartílago hialino y gradualmente es reemplazado por la matriz ósea, a partir del tercer mes de la gestación humana. 

La materia viva de los huesos representa en realidad sólo alrededor del 3% del volumen óseo en un esqueleto humano.

Anatomía del hueso. imagen tomada de https://www.cancer.gov/espanol/publicaciones/diccionarios/diccionario-cancer/def/tejido-del-hueso. Instituto Nacional del Cáncer (NCI).

Hay cuatro tipos básicos de células óseas

  • Osteoblastos. Células de origen mesodérmico que se encuentran en la superficie externa y externa de cada hueso. Sirven para generar nueva matriz intercelular.
  • Osteoclastos. Son células gigantes multinucleadas También se encuentran en las superficies óseas, pero sirven para absorber sales de calcio y remover exceso de tejido óseo, por ejemplo en la reparación de fracturas.
  • Osteocitos. Células que se encuentran inmersas en la matriz ósea. Derivan de los osteoblastos; y por su actividad metabólica, son los que mantienen a cada hueso como una estructura viviente.
  • Células mesenquimatosas (el mesénquima es una red difusa de células que originan tejido conectivo, células sanguíneas, elementos linfáticos, etc.) indiferenciadas (células madre), que se encuentran principalmente en el periostio y dentro de espacios internos. De ellas se forman nuevos osteoblastos y osteoclastos.

En conclusión, cada hueso está formado por tejido conectivo denso, duro y algo flexible. Como cualquier órgano, puede doler (osteodinia u ostalgia), puede sangrar (osteorragia), inflamarse (osteítis), fracturarse (del latín frangere, ‘quebrar’), infectarse (osteomielitis), reblandecerse (osteomalacia), desarrollar tumores (osteoma), hacerse débil, poroso y perder densidad (osteoporosis), morirse o necrosarse (osteonecrosis), desarrollar cáncer (osteosarcoma, más común entre los 10-20 años de edad). Véase cómo predomina la raíz griega osteon.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 2 de marzo de 2024.

Categoría: ciencia

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

2 Comentarios

  1. Laura V. Medel dice

    Buenas noches. Muy interesante su artículo. ¿Hay bibliografía que pueda recomendarme para rastrear la etimología de ossum como antecedente de duramen? Me llama mucho la atención ese dato, pero no encuentro bibliografía que abunde más en ese punto.

    Saludos.

    • Hola Laura. Buena pregunta, pero creo que por mis pobres habilidades en redacción, a lo mejor se presta a interpretaciones erróneas. Vamos a ver.
      Ossum no es el origen o antecedente de duramen, pues son dos términos latinos con diferentes relaciones indoeuropeas, y en lo único que coinciden es que se refieren a cosas endurecidas: ossum un hueso naturalmente duro; duramen el leño oscuro de células muertas, también muy duras y más oscuras que la albura o la zona más externa y clara de un tallo leñoso.
      Duramen en latín clásico ya significaba «endurecimiento» y duramentum era como llamaban los romanos a los vástagos leñosos de la vid. Duramen es un término que los botánicos del renacimiento reintrodujeron al lenguaje científico. En cambio «hueso» es una palabra patrimonial (con cambios fonéticos que se fueron dando durante el uso vulgar del término, contrario a los cultismos que pasaron sin cambios del latín al español).
      Sufijo -amen, -men
      En el término «duramen» podemos distinguir dos elementos latinos compositivos: durus (duro), más el sufijo -amen, -men que en este caso indica abundancia o intensidad, es decir, el duramen es algo muy (-men) duro (durus). Del mismo modo que cerumen (cera, más -umen), cera abundante; certamen (de certo, certare, ‘combatir’, ‘rivalizar’ más -amen); albumen (de albus, ‘blanco’, ‘claro’ más -men), etc.
      Durus, durare (duro, endurecerse) tienen relación con la raíz indoeuropea *deru- (estar sólido o firme). En cambio, ossum (hueso), según los lingüistas, está asociada a la raíz IE *osth- (hueso).
      Te doy los enlaces al diccionario Gaffiot latín-francés, uno de los mejores que conozco:
      Para duramen https://www.prima-elementa.fr/Gaffiot/Gaffiot-0564.html y para ossum, os https://www.prima-elementa.fr/Gaffiot/Gaffiot-1094.html.

      Espero que estas explicaciones (no soy lingüista ¿eh?) medio esclarezca algo tu inquietud. Cualquier duda o comentario, puedes hacerlo y con gusto lo atenderé. Recibe un daludo desde el occidente de México. Y ojalá vuelvas a visitar mis notas.

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