varios
Dejar un comentario

Halloween, noche 31 de octubre. Boo

¿Qué es el Halloween?

El Halloween es la celebración de la noche del 31 de octubre, y aunque no es de carácter religioso, se hace la víspera del día de Todos los Santos (the eve of All Saints’ Day*, All hallows’ Eve, All Hallow e’en, también Hallowe’en en inglés, como también se llama y que se traduce como “la noche antes del día de Todos los Santos”). El Halloween tiene sus más remotos orígenes en el pueblo celta que vivió en Escocia e Irlanda hace unos 4000 años.

Ya en tiempos recientes, se realizaba originalmente en Estados Unidos, Canadá y la Islas Británicas, pero durante el siglo XX se ha extendido a muchos otros lugares. En esta festividad, los niños visten disfraces y van de puerta en puerta solicitando golosinas y a menudo amenazando con pequeñas bromas; con la clásica expresión ¡trick-or-treat! (‘regalo o truco’). La palabra halloween está documentada en Escocia hacia los años 1700s, probablemente en 1724 como el nombre de una canción o tonada.

La palabra ‘Halloween’ es una contracción de All Hallow Even o All Hallow E’en: “el atardecer anterior al Día de Todos los Santos”, “el último día de octubre”; “el último día del antiguo calendario Celta” el “Old Year’s Night”, o sea, “la noche del Año Viejo”, “la noche dedicada a las brujas” “una noche de brujas”. *Allhallows o Allhallowmas es una forma anticuada de All Saints’ Day (el Día o fiesta de Todos los Santos el 1 de noviembre).

Ambos términos, Allhallows Eve and Halloween se documentan desde los años 1550s. Aunque la palabra fue popularizada por un poema con el mismo nombre del escocés Robert Burns (poeta y cancionero que nació el 25 de enero 1759 y murió el 21 de julio de 1796), hijo de un granjero humilde.

Componentes lingüísticos de All Hallow Even

1- All es un adjetivo que significa ‘todo’, ‘toda’, ‘todos’, ‘todas’, como en las expresiones: all the year (todo el año), all of us (todos nosotros) y all that (y todo lo demás). Proviene del inglés medieval (entre 1100-1500) al o all, del antiguo inglés (hablado en Inglaterra entre los años 600-1100) eal o eall, con igual significado. Relacionado con la raíz indoeuropea *al-no-s de *al-, *ol- en Pokorny p. 24 (con el significado de ‘más allá’, ‘que excede’), que también dio en latín ultra (‘más allá’, ‘más lejos’, como en las palabras ‘ultravioleta’ y ‘ultramicroscópico’).

2- Hallow (verbo que existe desde el siglo XII) significa ‘reverenciar’, ‘santificar’, ‘consagrar’. Deriva del inglés medieval halowen,  a su vez del inglés antiguo hālgian (usado con el sentido del verbo latino sānctificāre, ‘santificar’), de hālig, ‘santo’, holy en inglés como Holy Bible (Santa Biblia), Holy City (Ciudad Santa), Holy Ghost (Espíritu Santo), Holy Week (Semana Santa), Holy Family (Sagrada Familia), holy day (día reservado especialmente para observancias religiosas), holiday (día que no se trabaja, día marcado por la suspensión general del trabajo para la conmemoración de un evento; vacación, especialmente en inglés británico); de donde tomó su nombre una reconocida cadena de hoteles.

3- Eve, variante de even, un sustantivo que significa ‘la tarde’, ‘el anochecer’, ‘cuando el día fenece’, ‘el día previo al siguiente, que será un día especial’; ‘periodo que antecede inmediatamente a un evento’, como the eve independence, ‘el día anterior a la independencia’. Even (anochecer) se relaciona con evening (la tarde, el atardecer, las primeras horas de la noche). Estos términos derivan del antiguo inglés ǣfen (atardecer), relacionado con el viejo término aband en antiguo alto germano (anterior al siglo XII), que significa ‘la tarde’. 

Halloween, de All Hallow Even

Debemos ser muy cuidadosos y no confundir el Eve, even recién citado con el adjetivo even que significa ‘igual’, ‘parejo’, ‘llano’, ‘liso’, ‘número par’, ‘uniforme’, ‘equilibrado’).

Por lo tanto, Halloween, de All Hallow Even, literalmente significa “la tarde o noche anterior (even) al día que se consagra o se reverencia (hallow) a todos (all) los santos”. Se perdió el elemento ‘all’, se conservó ‘hallow’ y ‘even’ se transformó en ‘een’.

Historia de la celebración

Las raíces del Halloween se remontan a la cultura celta. Los celtas eran un antiguo pueblo del centro y el occidente de Europa, cuya lengua indoeuropea dio origen a lenguajes como el irlandés, escocés, manés (hablado en la isla de Man), galés, córnico, bretón y galo.

El festival celta

El festival celta de Samhain (en irlandés antiguo Samain, etimológicamente, ‘el fin del verano’), es el origen de la actual celebración del Halloween. Los celtas vivieron hace más de 2000 años en el actual Reino Unido, Irlanda y el norte de Francia. Su año nuevo empezaba el 1 de noviembre, organizando el Samhain que comenzaba la tarde-noche del 31 de octubre; lo que marcaba el inicio de la estación fría, la oscuridad (los días se acortan mucho) y el decaimiento o languidez de la vegetación, que ellos asociaban con la muerte humana.

Samhain – Oimelc – Beltaine – Lugnasad

Aunque debe decirse que el Samhain no era la única celebración del año. Había otras (siguen aún vigentes), también relacionadas con las estaciones del año, por ejemplo: a) Oimelc o Imbolc el 1 de febrero, a la mitad del invierno, coincide con el Día de la Candelaria cristiano; b) Beltaine o Beltane, una fiesta de primavera celebrada el 1 de mayo, que marcaba el inicio del verano para llevar el ganado al campo; c); Lugnasad o Lughnasadh, el 1 de agosto, durante el corazón del verano, para celebrar el comienzo de la maduración de las cosechas. Estas celebraciones siguen vivas en nuestro tiempo. Sólo que el Halloween (Samhain) se ha extendido casi a todo el mundo.

Si analizamos bien la distribución de las festividades, podemos constatar que se realizaban cada tres meses: febrero-mayo-agosto-noviembre. Y es que en aquellas latitudes europeas, las estaciones están bien definidas.

Los celtas creían que durante el Samhain se permitía a las almas de los muertos retornar a su casa terrenal por esa noche (creencia parecida al de día de muertos en México), pues todas las puertas del otro mundo se abrían y los espíritus maravillosos salían desde las colinas huecas, donde sus cuerpos fueron sepultados.

Día de Todos los Santos

El origen del Día de Todos los Santos en el cristianismo no ha sido determinado con precisión. Se sabe que fue instituido por el papa Bonifacio IV (¿550-615?) en el siglo VII y determinó como fecha de celebración el 13 de mayo. Al siglo siguiente, el papa Gregorio III (nacido en Siria en fecha no conocida) decidió pasarlo al 1 de noviembre, lo que hizo que coincidiera con el festival celta del Samhain.

Esta fecha también se relacionaba con el retorno de los rebaños de los pastizales (por la llegada de los días fríos y cortos) y la renovación de leyes y cargos en la comunidad. De manera que la festividad del otoño recién llegado tomaba significados siniestros con fantasmas, brujas, trasgos (espíritus fantásticos), gatos negros y toda clase de demonios que vagaban por los alrededores. Era el tiempo de apaciguar los poderes sobrenaturales que controlaban la naturaleza.

1 de noviembre

Se creía que el 1 de noviembre el mundo de los dioses se hacía visible ante los humanos. Era cuando los dioses les jugaban muchas bromas y engaños a los mortales. Se pensaba que sacrificios y propiciaciones de todo tipo eran imprescindibles y vitales, pues sin esto, no podían sobreponerse a los peligros de la estación invernal o contrarrestar la acción de las deidades.

Durante el festival de esa noche, previa al 1 de noviembre, los druidas (la clase sacerdotal e instruida entre los celtas), ordenaban a la gente encender sus chimeneas y hacían una gran fogata con ramas de roble, que la consideraban sagrada, donde quemaban además rastrojo, animales y probablemente humanos, como sacrificio. Los druidas fueron eliminados por los romanos durante el siglo I d. C., y sobrevivieron como poetas e historiadores.

La conquista romana

Los romanos iniciaron la conquista de los celtas a partir del año 43 d. C. y gobernaron buena parte del territorio británico por unos 400 años. Fue por ello que el festival de la muerte fue incorporado gradualmente a los rituales cristianos. En el siglo IX, una fiesta en honor de todos los santos (All Hallows) fue establecida el 1 de noviembre y en el siglo XII se determinó que el 2 de noviembre fuera el día de todas las almas (All Soul’s Day), después el Día de los Difuntos en Latinoamérica, para honrar las almas de los finados, particularmente para los que habían muerto el año anterior.

En Europa, durante los tiempos medievales y después, se creía que duendes, hadas y brujas (que a veces tomaban la forma de gatos) volaban la noche anterior al 1 de noviembre (All Hallows Eve) y se encendían piras para protegerse de estos espíritus. El Halloween fue además tiempo de juegos y rituales, incluyendo prácticas adivinatorias. A través de tales augurios, los jóvenes jugaban a determinar sus futuros  matrimoniales.

Un poco sobre los celtas

Los celtas fueron un pueblo muy antiguo que hablaba dialectos indoeuropeos. Desde los milenios III-II al siglo I a. C., se extendieron por gran parte de Europa. En posesión de armas de hierro y montados a caballo, sus tribus tenían sus límites entre las Islas Británicas y el norte de España, hasta lugares tan lejanos como Transilvania (en Rumanía), las costas del Mar Negro y Galacia en Anatolia. Fueron luego absorbidos en gran parte por el Imperio romano como bretones, galos, boyos y celtíberos. Los celtas sobreviven lingüísticamente en hablantes de Irlanda, las tierras altas de Escocia, la isla de Man, Gales y Bretaña.

En realidad ‘celta’, ‘céltico’ son términos de índole cultural, que hacen referencia a tradiciones seculares mantenidas a través de muchos años de historia común en la misma área. Precisamente una de tantas es el Halloween, cuyos orígenes nos remontan a ¡cientos de miles de días!

Los detalles de la antigua religión celta son inciertos, debido a que diversos documentos se han perdido y poco se escribió al respecto hasta el siglo VII d. C., pues este pueblo creía más en la memoria colectiva que en cosas escritas.  

HALLOWEEN EN ESTADOS UNIDOS

Muchos colonizadores llegaron a Norteamérica de Inglaterra y otras regiones celtas desde los inicios del siglo XVII llevando varias costumbres con ellos, pero debido a las estrictas creencias religiosas de otros colonos, las celebraciones del Halloween se volvieron populares hasta el siglo XIX, unos 200 años después, cuando gran número de inmigrantes de Irlanda y Escocia trajeron la tradición. No obstante, a mediados del siglo XX (durante los años 1900s), la costumbre del trick-or-treating fue perdiendo popularidad en las grandes ciudades, donde muchos vecinos no se conocían entre sí. Además, los accidentes de tráfico se volvieron un mayor problema en Halloween. Como resultado, las fiestas familiares (en casa) ganaron popularidad. Hoy muchas comunidades organizan fogatas, desfile de disfraces, danzas, comedias y otras formas de entretenimiento (Bain Carol, 1998)

Los niños, acompañados de un adulto, se visten con disfraces y van de puerta en puerta con su frase petitoria “trick or treat”, que se traduce como «truco o trato«, con el sentido de «me das dulces (treat) o te hago una broma (trick) que a lo mejor no te va a gustar». Recogen caramelos o centavos; aunque debe decirse que los propietarios inhóspitos o ausentes pueden ser castigados con trucos habitualmente suaves pero a veces destructivos. Me ha tocado presencialmente durante varios años en Colorado, Estados Unidos.

Una casa de Weatherly, Pennsylvania con la clásica decoración de Halloween. El color de las hojas de los árboles indica la estación autumnal. Autor: Smallbones. 6 de noviembre de 2016 (6 días después del Halloween). Imagen de https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Weatherly_PA_Halloween_house.jpg

La tradición de las calabazas en Norteamérica

Las calabazas con orificios que semejan un rostro humano, son una tradición que comenzó en las regiones británicas y que se ha asociado con el Halloween. Tiene sus orígenes en una muy vieja y curiosa leyenda irlandesa, que, como todo cuento que se transmite de generación en generación, tiene diversas variantes, pero en general, dice que:

Hace mucho, pero mucho tiempo, había un granjero astuto y tacaño llamado Stingy Jack, y un 31 de octubre por la noche (la noche de Halloween) fue el Diablo a buscarlo, con el firme propósito de llevarse su alma porque era  ladrón y tramposo. Pero Jack era muy listo, de modo que logró atraparlo con engaños, y le ofreció su liberación a cambio de que jamás lo molestara… y el Diablo accedió. Pasaron los años y finalmente la muerte sorprendió a Jack (como a todos, irremisiblemente nos tiene que suceder). Una vez liberada de su cuerpo inerte, su alma comenzó su peregrinaje, llegó a las puertas del cielo, pero fue rechazado; luego fue en busca del Diablo, mas tampoco lo quiso. 

Stingy Jack vaga por lóbregos senderos

Por eso fue condenado por el Diablo a vagar por los lóbregos senderos del purgatorio; pero antes de irse Jack, rechazado en el cielo y en el infierno, le solicitó al maligno algo con lo que pudiera alumbrar ese larguísimo peregrinar. Ante esa petición, le dio una ascua (brasa), y Jack tomó un nabo que llevaba consigo, le hizo un hueco y la introdujo para poder iluminarse. 

Con el transcurrir de los tiempos, la narración del vagar en el purgatorio, en algún momento se convirtió en vagar aquí en la Tierra por las noches irlandesas, con una brasa encendida en el interior de un nabo hueco, a manera de linterna para iluminar los caminos, generando la popular leyenda de un fantasma que transita los senderos de Irlanda, con su linterna.

Pero al llegar ese cuento a Norteamérica, en vez de nabos, se usaban calabazas gigantes, muy abundantes en esos lugares. Y desde entonces la tradición pervive a pesar del paso de los años. Por eso el famoso nombre de Jack 0’Lantern o la linterna de Jack, para denominar nabos huecos en Europa o calabazas huecas en Norteamérica.

Una calabaza de Halloween (Jack 0’Lantern o ‘Linterna de Jack’) típica de Estados Unidos, iluminada desde dentro por una vela. Foto de Man vyi el 31 de octubre de 2008. Imagen de
https://es.wikipedia.org/wiki/Jack-o%27-lantern#/media/Archivo:Balle-%C3%A0-leunettes_10.jpg

Algunas notas muy al estilo estadounidense

Halloween es una de las ocasiones más entrañables (y endiabladas) del año. ¡Halloween es esa noche especial del año en la que todos los espectros espeluznantes y los monstruos amenazantes salen a dar a todo el mundo un caso severo de heebie-jeebies (escalofríos y pelos de punta) y de comer una tonelada de caramelos! Sin embargo, Halloween no es sólo una gran noche para los sustos y los dulces, ya que también alberga un montón de palabras increíbles.

¡Trick or treat!

¡Truco o trato! Esta amenaza apenas disimulada, la dicen los niños con la esperanza de conseguir golosinas con la implicación de que van a gastar una broma (un truco, un ardid) a un propietario sin caramelos. Por supuesto, los niños disfrazados dicen esta frase incluso si no planean hacer una broma a nadie. Y esta frase también se refiere al acto de llevar un disfraz de Halloween mientras se va de puerta en puerta a pedir caramelos, lo que se llama «truco o trato».

El truco o trato tiene una historia interesante. Se especula que la actividad en sí se remonta a las antiguas costumbres celtas; pero se cree que el «truco o trato» moderno es una costumbre tomada de Inglaterra, Escocia e Irlanda. Se trata de disfrazarse y cantar una rima, hacer un truco de cartas o contar una historia a cambio de un dulce.

Hay quien ha localizado la primera referencia impresa del término «trick or treat» en 1927 en Canadá. Parece que la práctica no se impuso realmente en Estados Unidos hasta la década de 1930, donde no siempre fue bien vista, ya que la exigencia de una golosina enfadaba o desconcertaba a algunos adultos.

¡Boo!

Boo es una interjección inglesa que se usa desde el siglo XV y sirve para expresar desdén, desaprobación o para espantar. También se dice que es el sonido que hacen los fantasmas. Ya a principios del siglo XVIII, la palabra boo se definía en la prensa como una palabra utilizada «para asustar a los niños«. Más tarde, se convertiría en el sonido común que supuestamente hacen los fantasmas u otros espeluznantes hombres que van cargando un saco. Pero, ¿Por qué? Podría ser que boo se convirtiera en una palabra de miedo simplemente porque suena como debe ser. Boo tiene una combinación ideal de un sonido consonántico y vocálico que se unen para crear un sonido fuerte y estremecedor ¡Boo! El Diccionario de la Lengua Española no incluye esta expresión, pero al menos en México la utilizamos mucho con el mismo propósito ¿Nos llegaría de los Estados Unidos? Probablemente sí.

¡Jeepers creepers!

Si ves algo que te horroriza, puedes gritar !Jeepers! o !Jeepers creepers! para expresar sorpresa, asombro, terror, enfado o como un juramento ligero. Jeepers es un americanismo que comenzó a usarse desde 1927. Esta exclamación es en realidad una alteración del nombre Jesús. El más largo jeepers creepers, entonces, sería una alteración o eufemismo de Jesus Christ (Jesucristo). Información de Home / Slideshows / 13 Wicked Words For A Fun (And Fright) Filled Halloween

Fuentes consultadas:

  • Bain Carol. 1998. Halloween. The World Book Encyclopedia. Vol. 9. Pp 24-26. U. S. A.
  • Merriam Webster’s Encyclopedia of World Religions. 1999. Halloween. P. 408. U. S. A.
  • The New Columbia Encyclopedia. 1975. Pp. 489-490. U. S. A. (Un libro con 3052 páginas).
  • World Religions. 1997. Celtic Religions. P 17. U. S. A. 

Todas son ediciones impresas.  

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 10 de octubre de 2021.

Categoría: varios

por

Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *