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cantar, canción, canto, cantante

Definiciones

Cantar y palabras derivadas proceden directamente del latín.

A- Cantar, verbo intransitivo:

1- ‘Producir una persona con la voz sonidos melodiosos’. Le gusta cantar en el taller.

2- ‘Emitir un animal, especialmente un ave, sonidos generalmente melodiosos’. El ruiseñor les cantó a los habitantes de la Antigüedad europea.

3- ‘Interpretar con la voz una composición musical’. Te pedimos de favor que nos cantes una ranchera.

4- ‘Confesar algo generalmente bajo presión o amenaza’ (véase la entrada ‘chantaje’). ¡Canta de una vez dónde estuviste el martes a la media noche!

B- Canción, un sustantivo femenino:

1- ‘Composición, a veces en verso, a la que se le pone música para ser cantada’. El vocalista compone las canciones del grupo

2- ‘Alguna cosa que se dice con insistencia y que produce enfado’: Hace días que Martín viene con la misma canción: ¡estudia, estudia! Ya me enfadó.   

C- Canto es un sustantivo masculino que significa:

1-  ‘Hecho o efecto de cantar una persona’, es decir, ‘producir sonidos melodiosos con la voz, con o sin la formación de palabras’. La Odisea se compone de 24 cantos. 

2- Tratándose de animales, ‘la acción de cantar, produciendo sonidos característicos de cada especie, con frecuencia (no siempre) melodiosos’. 

El canto del cenzontle es hermoso y muy variado. 

Me gusta el canto de las ranas durante las noches del verano. 

Cada vez que paso por la cañada escucho complacido el canto de los grillos. 

El canto de los gallos de la medianoche a veces me pone triste.                              

3- ‘Arte de cantar’.

4- ‘Poema épico corto’.

5- ‘Composición poética musical de distinto género’. Canto épico, de gesta, fúnebre, triunfal, nupcial, guerrero, navideño, alabancero, plañidero, religioso.

D- Cantante 

1- Adjetivo, ‘que canta’.

2- Sustantivo, ‘persona que canta por profesión’. Pedro Infante fue un cantante y actor mexicano.      

E- Cantor, cantora. Adjetivo:

1- ‘Que canta, sobre todo si lo hace por oficio’. Al actor mexicano Jorge Negrete lo llamaban El Charro Cantor, por su excelente canto y sus ataviados trajes de charro.

2- ‘Ave que produce sonidos variados y melodiosos’; también se usa la palabra ‘canora’, del latín cănōrus, ‘canoro’, ‘sonoro’, ‘que tiene melodía’. Las aves canoras producen sonidos melodiosos y placenteros. 

Etimología de cantar, canción, canto, cantante, cantor

A- Cantar

Procede del latín clásico canto, cantāre (Gaffiot, 256), verbo que significa ‘cantar’, ‘tocar instrumentos’. También ‘ejecutar la flauta con arte’, ‘encantar por medio de magia’, ‘componer un poema’, ‘recitar’, ‘conmemorar’. Cantāre es el frecuentativo de căno, canere, que quiere decir ‘cantar’ (canere ad tibicinem, ‘cantar acompañado de la flauta’, Cicerón); ranae cecinēre querēlam (las ranas dejaron oír sus lastimeros gritos, Virgilio). Este verbo también se usó con el sentido de ‘profetizar’ o ‘vaticinar’, ‘celebrar’, ‘hechizar’; deducĕre canĕndo lūnam (‘hacer bajar a la luna con sus hechizos’, Ovidio). En ‘cantar’ encontramos la terminación de infinitivo -ar de verbos de la primera conjugación, como en ‘nadar’, ‘odiar’, ‘hablar’ y ‘buscar’. 

B- Canción

Deriva de cantĭo, cantiōnis (femenino), que quiere decir ‘canción’, ‘canto’, ‘encanto’, ‘gracia’, ‘encantamiento’; del verbo canere arriba citado. Con la terminación de sustantivos femeninos -io, -ión, que indica proceso, resultado, efecto, como en ‘reunión’ y ‘pasión’

C- Canto

Es un sustantivo que procede de cantŭs (participio pasivo de canere) que significa: ‘canto de los humanos y de las aves’, ‘el sonido de un instrumento’, ‘encantamiento’, ‘ceremonia mágica’, ‘verso’, ‘poesía’, ‘poema’, debido a que iban acompañadas de cantos. No debe confundirse con la palabra canthus o cantus (Gaffiot 256) que significa ‘llanta de metal de una rueda’, que el latín tomó del celta; de donde provienen los vocablos ‘acantilado’ y ‘cantil’.

D- Cantante

El que se dedica a cantar’ proviene del verbo cantāre, más el sufijo -ante del indoeuropeo -nt-, que funciona indicando ‘agente’, ‘que causa’, ‘el que ejecuta una acción’; terminación de adjetivos y sustantivos, latín -antem como en amantem (acusativo singular de amans, ‘tierno, afectuoso, amoroso’, de donde la palabra ‘amante’). Con el sufijo -ante existen numerosas palabras: ‘brillante, calmante, caminante, comediante, consonante, detergente, dibujante, suplente, laxante, dirigente, estudiante, informante y residente, rumiante’, etc.

E- Cantor

Proviene de cantor, cantōris, ‘poeta’, ‘cantor’, ‘el actor de la ópera, la comedia o  tragedia cantadas, de canto, cantāre. Con la terminación nominal -or, que indica ‘que realiza’, ‘que ejecuta’, como en las palabras ‘labrador’, ‘boxeador’, ‘impresor’, ‘inventor’,’ compositor’ y ‘pastor’.

Vínculos  indoeuropeos  

Todas estas palabras latinas están vinculadas a la raíz indoeuropea *kan- Pokorny p. 525 (cantar). Así como a los vocablos del griego antiguo: καναχή, ‘kanakhé’ (musicalidad, sonido); καναχίζω, ‘kanakhízo’ (nota musical, tono); ἠι-κανός, ei-kanós (un gallo, de seguro porque canta), etc. Esta raíz también se relaciona con los términos latinos: carmen (canto poético, poema, sonido, melodía, encantamiento, profesía. El nombre personal Carmen no tiene este origen. Oscen (ave cuyo canto se usaba para la adivinación, sobre todo, el cuervo). Hen ‘gallina’ en inglés (también hembra de otra ave, pava, gallinaza, tertulia sólo para mujeres, despedida de soltera) del inglés medieval hen(n), del germánico *han(e)nī con igual significado.

Información adicional

Sin meterme en detalles anatómicos y fisiológicos, sólo diré que la voz es el sonido hecho a través de la boca, especialmente por los seres humanos al hablar o cantar, emitidos por la vibración de las cuerdas vocales. En sentido figurado, cualquier sonido considerado como una producción vocal (la voz del mar, del viento, la imponente voz de la tormenta); cualquier cosa considerada como una voz proferida por la mente (la voz de la conciencia), etc. En un cantante, la voz funciona como un instrumento musical, cuya cualidad y volumen se rigen por los mismos principios acústicos que controlan la producción del tono en un instrumento de viento. El canto, así como las palabras son propios de todos los pueblos del mundo y, sin lugar a dudas, tiene orígenes prehistóricos.

Muy probablemente el habla y el canto iniciaron por un proceso de imitación de los sonidos procedentes de la naturaleza, como el de las olas del mar, el flujo del agua por ríos y arroyos, el canto de las aves y otros animales, el suave susurro del viento que se escurre entre el bosque, el rugir de los animales, los estrepitoso sonido de las tempestades, el imponente trueno de los relámpagos, el asombroso estruendo de un volcán en erupción, el sonido de los insectos al volar, los sonidos de nuestras propias entrañas, los ronquidos de una persona o un animal cuando duerme profundamente, y hasta los anhelosos estertores de un moribundo.

Los tres elementos requeridos para producir el tono del canto son: una fuente de aire (los pulmones), un instrumento de viento (las cuerdas vocales) y un espacio en el que el tono fundamental pueda ser reforzado (la garganta, la boca y las cavidades (senos) de la cara.

El interés del hombre en la voz y el canto

El interés del hombre en la voz y el canto se remonta muy lejos en el lejano pasado de la humanidad. De seguro desde antes, pero ya en los tiempos de Hipócrates (siglos V-IV a. C.) se sabía que el aire motivaba la voz y la acción de cantar. Aristóteles (siglo IV a. C.), en su Περὶ ἀκουστῶν, Peri akouston; latin De audibilibus (las cosas que oímos) especulaba sobre la voz (fonación) y sus variaciones en la calidad. Galeno (siglo II d. C.), considerado el padre de la laringología, describe los cartílagos y músculos principales de la laringe. Los romanos, que gustaban de la oratoria, se interesaban mucho en el cuidado de la voz, y Quintiliano (35-90 (d. C.) en su Institutio oratoria, volumen 12 sobre la enseñanza de la oratoria, su teoría y práctica, da muchas sugerencias para su cuidado.

En el Medievo, cuando la música estuvo seguramente bajo el control de la filosofía, el canto y cantar fue fundamental para la iglesia occidental, y particularmente la Schola Cantorum (probablemente fundada en el siglo IV) mantuvo viva a toda costa la técnica vocal, que sobrevivió en aquellos tiempos tumultuosos.   

Cada cultura primitiva que fue fuente de la música tenía características musicales distintivas que se relacionaban, en cierta medida, con sus respectivas lenguas. Los expertos reconocen que la lengua hablada de una cultura y su expresión musical se influyen mutuamente, pero la relación es muy compleja y no se comprende bien.

Comienzo de la música artística, posterior a la folclórica

Sumerios y egipcios

No se conoce cuándo ni dónde empezó la música artística, a diferencia de la música folclórica, pero hay evidencias de que las diversas culturas mesopotámicas que prosperaron entre el 3500 y el 500 a. C. ya reconocían a la música como un arte, y sus escritos mencionan tanto a los músicos profesionales como a la música litúrgica (relacionada a cultos religiosos). El Himno sumerio a la Creación es un canto datado antes del 800 a. C., es la música apuntada más antigua que se conserva.

La música  egipcia ya existía en el  milenio IV a. C., y ocupaba un lugar destacado en la vida social y religiosa del Imperio Antiguo. Los instrumentos egipcios cambiaron significativamente al alba del Nuevo Imperio, entre 1785-1554 a. C., dinastías 13-17, el llamado Segundo Periodo Intermedio, que dio luego lugar al Nuevo Imperio con sus dinastías 18-20 entre 1554-1075 a. C. El cambio, debido a la influencia extranjera, consistió en pasar de instrumentos de timbre delicado a otros más fuertes, y seguramente fue seguido por cambios similares en el tono del canto, ya que, con el tiempo, los timbres instrumentales de una cultura y el tono vocal siempre tienden a coincidir. Se tienen muchos dibujos que demuestran la existencia de grandes coros y orquestas en el Nuevo Imperio (siglos XVI-XI a. C.).

El canto en la antigüedad griega

La cultura griega tenía una música artística muy desarrollada que mostraba signos tanto de un origen  folclórico (tradicional y popular) como de cierta influencia egipcia. La poesía de Safo de Lesbos (c. 600 a. C.) y otras se cantaban con cierta frecuencia en los concursos, con melodías y ritmos basados en los metros (medidas de los versos) poéticos. El canto se asociaba a todas las formas de literatura y a la danza. La oda (composición lírica para ensalzar a algo o alguien), el ditirambo (homenaje coral a Baco y precursor de la tragedia) y el drama empleaban cantantes que se movían al ritmo de la música.

Hacia el año 500 a. C. ya se había descrito la ventriloquia (arte de modificar la voz para que parezca que viene de lejos, y que imita a otras personas…), y en el drama se utilizaban tanto coros como voces solistas. Los filósofos griegos concedían un gran valor a la música y a sus fines culturales. Desarrollaron la escala pitagórica (una escala diatónica de ocho tonos que el matemático griego Pitágoras creó reordenando los tonos que derivó de un círculo de quintas) y una complicada teoría de la música.

Los cantos judíos

Se conservan algunas melodías de la cultura judaica que pueden remontarse al año 500 a. C. Cantaban los Salmos de David y el Cantar de los Cantares, y se sabe de la presencia temprana de músicos profesionales. En el canto de los salmos utilizaban tanto el estilo responsorial (un solista respondido por la congregación) como el antifonal (libro de coro en el que se encuentran las antífonas del año). 

Tras la destrucción del Segundo Templo, en el año 70 d. C., la música judía pasó a ser exclusivamente vocal. La gran ventaja es que la voz humana es un instrumento fácilmente transportable, y el canto comunitario sirve para unir a sus participantes tanto en la forma como en los intereses o propósitos. Al igual que los egipcios, los cantantes judíos pueden haber compartido direcciones musicales y recordatorios con señales de mano para indicar los tonos (quironimia). La  entonación de textos sagrados con fórmulas melódicas antiguas, escritas con símbolos llamados teamim (acentos), era un formato musical importante. Los cantos de oración judíos, basados en líneas melódicas antiguas y a menudo muy ornamentadas, luego tendrían una influencia considerable en el canto llano (gregoriano) cristiano.

Los cantos romanos derivaron de los griegos

Lo poco que sabemos de la música romana muestra que derivó de los griegos, pero principalmente eran de carácter instrumental y militar. Sin embargo, Lucio Anneo Séneca (4 a. C.-64 d. C.) dejó escrito que una noche le molestaron los fuertes sonidos procedentes de un grupo de cantantes que practicaban ejercicios vocales.

Y llegó el cristianismo

El canto era una parte tan importante del culto cristiano primitivo que su ritual y su música se desarrollaron juntos y se hicieron casi inseparables. Se tomó prestada la música de otras religiones y de las melodías profanas (no sagradas) existentes y poco a poco se desarrolló una forma de canto litúrgico. Era un estilo basado en melodías sinuosas de rango limitado, expresadas en ritmos libres y no medidos. Se cantaban en solitario o al unísono por voces masculinas no acompañadas. Los diversos formatos de escala en los que se desarrollaron acabaron por refinarse en un complejo sistema teórico de los llamados modos eclesiásticos.

A medida que la iglesia cristiana se organizaba, intentaba suprimir el secularismo y los cantos profanos, a la vez que se promovía a sí misma y a su estilo musical elegido: el canto llano. Como resultado, quedan pocas pruebas de la actividad musical secular durante los primeros siglos de nuestra era, y podemos seguir más fácilmente la evolución del canto tal y como se refleja en el desarrollo de la música sacra, específicamente la de la Iglesia romana de habla latina.

1300 años de música sacra. La fundación de la primera Schola Cantorum.

En el siglo IV d. C., el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio romano y según la tradición,  el Papa Silvestre I (270-335) inauguró la primera schola cantorum, la escuela de canto papal medieval y coro asociado, usualmente formado por 20 o 30 muchachos u hombres, la antecesora del moderno Coro Sixtino. La Iglesia católica romana controlaría desde entonces el desarrollo de la música occidental durante los siguientes trece siglos, un periodo en el que la música pasó del simple canto al unísono al estilo coral polifónico altamente desarrollado de Palestrina (provincia de Roma).

Esta época estuvo marcada por un patrón recurrente, de aproximadamente tres siglos de duración, en el que el Papa reinante, preocupado por la pureza de la música de la iglesia, ordenaba la reducción estilística y ponía nuevas restricciones a la creatividad de quienes eran proclives a elaborar la música de la misa.

El papa Gregorio I

Hacia el año 600, el papa Gregorio I (540-604, de donde proviene “el canto gregoriano” ) fue quien reorganizó, consolidó y financió la Schola Cantorum. Sus reformas tipificaron el repertorio litúrgico y cambiaron el carácter del servicio cristiano, pasando de un éxtasis desenfrenado a una reverencia moderada. Hacia el año 800 d. C., el repertorio se amplió de nuevo con material de nueva creación llamado tropo (texto breve con música que, durante el Medievo, se agregaba al oficio litúrgico).

Se conservan manuscritos de canto llano o gregoriano desde el siglo IX, que fue también cuando se produjeron los primeros ejemplos conocidos de polifonía (conjunto de sonidos simultáneos formando un todo armónico) y comenzó el deterioro del canto (que continuó hasta el siglo XIII), ya que su simplicidad original fue borrada poco a poco por el uso continuo de cantantes especializados y la introducción de ornamentación y efectos virtuosos. Hacia el siglo X, la notación musical comenzó a sugerir el movimiento de los tonos mediante la colocación de símbolos por encima o por debajo de una línea horizontal, marcando el inició del progresivo desarrollo de los pentagramas de varias líneas.

Primera vez que se menciona Schola Cantorum

La primera mención escrita de la Schola Cantorum data del siglo VIII. El objetivo de la schola era enseñar tanto las técnicas de canto como el repertorio de canto llano, que entonces se aprendía por tradición oral. Bajo el gobierno del Papa Gregorio I, se dice que el curso de estudio duraba nueve años. En la estandarización gradual del canto eclesiástico occidental, los músicos de la schola fueron una influencia primordial. También se crearon Scholae Cantorum (escuelas de canto) en otros lugares, algunos de los cuales se convirtieron en importantes centros musicales (por ejemplo, Aix-la-Chapelle actualmente Aquisgrán, Alemania) bajo Carlomagno (747-814).

¡La práctica de la castración a la que se sometía a los niños para mantener su voz aguda!

La práctica de la castración de niños dedicados al canto comenzó a practicarse desde el siglo IV en el Imperio Romano de Oriente; desapareció durante el inicio del siglo XIII y resurgió en la iglesia occidental en el  XVI (como castrato, con la voz de niño pero con la potencia de un hombre adulto, tal y como se imaginaban era la que poseían los ángeles), cuando aumentó la complejidad de la música y los coros infantiles escaseaban. Hacia 1557 los castrados se usaron en celebraciones religiosas españolas. En 1562, un tal padre Soto, castrado de origen español, entró a la Capella Magna (ahora C. Sixtina, en honor al papa Sixto IV), quien la restauró en los años 1470s y que sirve de sede para elegir un nuevo papa cada vez que es necesario. 

Los castrados tenían una voz excelente

Los cantantes castrados, con una voz artificialmente alta, la combinación de una laringe de joven y el pecho y pulmones de un hombre adulto, eran excelentes para interpretar admirables proezas, por el simple hecho de la extirpación de los testículos durante su niñez, evitando el cambio natural de la voz que inicia en la pubertad. El aprendizaje mejoraba la flexibilidad de estas voces, mientras un pecho desproporcionadamente grande y una inusual laringe pequeña (por la castración), permite producir voz con muy poco aire, contribuyendo a un magnífico control de la respiración. Con tales cualidades vocales, ellos destacaban en el arte del canto.

Los testículos y el desarrollo de las cuerdas vocales

Los testículos regularmente descienden dentro del escroto entre los meses 2-3 de la gestación, cuando ya empiezan a segregar una considerable cantidad de testosterona (la hormona responsable de los caracteres masculinos), que es la más abundante de los andrógenos. La testosterona se forma en las células intersticiales de Leydig de los tubos seminíferos. Dichas células son casi inexistentes durante la niñez, cuando casi nos hay secreción de esta hormona virilizante, pero son numerosas en el niño recién nacido, durante sus primeros meses de vida, luego casi desaparecen y reaparecen a partir de la pubertad, permaneciendo en el varón adulto.

Como una de las funciones de la testosterona es determinar la aparición de los caracteres sexuales masculinos, desde el inicio de la pubertad provoca la hipertrofia de la mucosa laríngea, y el alargamiento y engrosamiento de la laringe y las cuerdas vocales. Este efecto causa primero en el púber una especie de ‘voz quebradiza’, pero gradualmente cambia a la voz grave típica de un hombre adulto. Esto lo sabían los antiguos, por eso decidían castrar a los niños, que por su buena voz, eran destinados a formar parte de los coros eclesiásticos. La castración se practicaba entonces entre los 8-10 años de edad.

Ahora se canta a una infinidad de cosas y situaciones

Los castrati fueron especialmente populares en las iglesias y óperas en Europa durante los  siglos XVII y XVIII. El más sobresaliente castrato de todos los tiempos fue Carlos Maria Michelangelo Nicola Broschi 1705-1782), llamado Farinelli. Sin embargo, la música vocal seglar (no sacra) empezó gradualmente a florecer y el sentido del canto como arte comenzó a tomar rasgos no religiosos, llegando hasta el estado actual, en el que pervive la música sacra ¡Pero ahora se canta a tantas cosas!

Al amor (Amor Eterno), la pasión (Pasión y Vida) , la alegría (Alegría, Alegría), la tristeza (Esta Tristeza Mía), la patria (Himno a la Patria), la naturaleza (Sonidos de la Naturaleza), el desengaño (Desengaño), el gusto (El Gusto), las aves (Cucurrucucu Paloma), el mar (Cerca del Mar), los insectos (El Piojo y la Pulga), los borrachos (Ando Borracho), las nubes (Nube Gris), los sueños (Sueño Contigo), los árboles (Dos Arbolitos), el odio (Ódiame), el dolor (Dolor de ya no Verte), la soledad (Soledad), la revancha (Revancha), el sortilegio (Sortilegio de Arrabal), el talismán (Talismán), las fuentes (Hermosas Fuentes), el campo (Grítenme Piedras del Campo), las flores (Flor sin Retoño), el mundo (El Mundo)…

También hay investigaciones muy serias sobre lo que pudiera parecer el canto en primates, como en el caso de los gibones (Hylobates spp). Si algún lector se interesa en el tema, puede empezar por leer este artículo.

Artículos consultados:

  • Bowen Jean. Music Division. New York Public Library. Voice. 2022. Encyclopedia Americana Vl. 28. p 212-215. U. S. A. Edición impresa.
  • John Koopman. 1999. A BRIEF HISTORY OF SINGING and UNSUNG SONGS (UNA BREVE HISTORIA DEL CANTO Y LOS CANTOS OLVIDADOS). Lawrence University, Appleton, WI. (U.S.A) 54912-0599. Online. Algunos pasajes (no todos), con ciertas modificaciones y agregados de este artículo me sirvieron como guía para redactar parte de esta entrada.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 23 de marzo de 2022.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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