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dinosaurio, lagarto terriblemente grande

¿Qué es un dinosaurio?

“Dinosaurio” es el nombre de varios tipos de reptiles extintos (los primeros vertebrados terrestres verdaderos), muchos de gran tamaño, que vivieron en la era Mesozoica entre 235-65 millones de años atrás, o sea, fueron los animales dominantes en la Tierra ¡durante unos 170 millones de años! Aparecieron entre el Triásico Medio y el Superior y desaparecieron al final del período Cretáceo. Por ser estos reptiles tan dominantes durante el Mesozoico o Secundario, a esta era también la llaman “Era de los dinosaurios”. 

El dinosaurio más antiguo que se conoce es el Mbiresaurus raathi, descubierto en África a fines del siglo XX. Su nombre hace honor a un antiguo imperio de Zimbabue, llamado Mbire y al paleontólogo sudafricano Michael Raath.

Hay evidencias de que muy probablemente cierto linaje de Dinosauria (los dinosaurios) comenzó a evolucionar hasta dar origen a las aves hace unos 150-160 millones de años, hacia finales del Jurásico. Las patas escamosas —que todos podemos ver— de los pájaros son una clara evidencia del origen reptiliano de las aves.

Esqueletos de Herrerasaurus y Eoraptor, más un cráneo de Plateosaurus. Museo de Norteamérica de Vida Antigua. Fuente Dino Origins. Autor Zach Tirrell de Plymouth, USA. File:Herrerasaurusskeleton.jpg – Wikimedia Commons

Los dinosaurios evolucionaron para dar distintas formas y tamaños. Desde el impresionante y terrible Spinosaurus o el lagarto espinoso, orden Saurischia —un feroz carnívoro del Cretáceo tardío de unos 105 millones de años atrás y que vivió en la actual región norte de África—, hasta el pequeño Microraptor emplumado de hace unos 120 millones de años, que tenía 4 alas, con el tamaño de un pollo y un kilogramo de peso. 

Richard Owen propone el término Dinosaurus, «dinosaurio» en español

El término «dinosaurio» fue propuesto en 1841 como un nombre zoológico —en latín científico Dinosaurus, singular y Dinosaura, plural, literalmente “lagarto terrible”— por el médico, anatomista y paleontólogo británico Sir Richard Owen (1804-1892), —amigo de la reina Victoria de Inglaterra— en referencia a unos huesos grandes fosilizados que habían sido desenterrados unos 20 años antes por otros paleontólogos en el sur de Inglaterra.

Texto de acuñación de “dinosaurio”

En el «Report on British fossil reptiles. Part II.«. Report of the Eleventh Meeting of the British Association for the Advancement of Science; Held at Plymouth in July 1841: 60–204.; see p. 103. From p. 103: «The combination of such characters … will, it is presumed, be deemed sufficient ground for establishing a distinct tribe or sub-order of Saurian Reptiles, for which I would propose the name of Dinosauria*. (*Gr. δεινός, fearfully great; σαύρος, a lizard. … )».

TRADUCCIÓN: (1841). «Informe sobre reptiles fósiles británicos. Parte II». Informe de la Undécima Reunión de la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia; Celebrada en Plymouth en julio de 1841: 60–204.; ver pág. 103. De la pág. 103: «Se presume que la combinación de tales caracteres… se considerará motivo suficiente para establecer una tribu o suborden distinto de reptiles saurios, para lo cual propondría el nombre de Dinosauria*. (*Gr. δεινός, terriblemente grande; σαύρος, un lagarto…)». Palabras escritas por Owen. 

*Dinosauria (plural Dinosaurios), Dinosaurus (singular Dinosaurio). Nótese además que δεινός (deinós) en griego antiguo significa “terrible”, pero Owen se refirió a animales extintos “terriblemente grandes”, ya que los huesos examinados por él pertenecían a reptiles de gran tamaño. Esto significa que Owen y los demás paleontólogos decimonónicos se fueron a la tumba pensando que todos los dinosaurios eran reptiles enormes, pero ahora —a la luz de nuevos descubrimientos paleontológicos— sabemos que no es así, como el caso del Microraptor recién citado.

Sir Richard Owen‘s coining of the word dinosaur, in the 1842 revised version of his talk at an 1841 meeting of the British Association for the Advancement of Science. Tomado de Dinosaur coining of the word in 1841 – Dinosaur – Wikipedia.

Antes que Owen acuñara el término “dinosaurio”, otros paleontólogos habían dado nombre a tres géneros

Para acuñar el nombre “dinosaurio”, Owen —experto en anatomía comparada— analizó la anatomía de los restos fósiles de tres reptiles extintos que habían sido descubiertos y analizados unos años antes, encontrando algunas coincidencias importantes, por ejemplo, que se trataba de animales con las patas directamente abajo del cuerpo que lo soportaban mejor, en lugar de los reptiles actuales, que las tienen extendidas a los lados y que caminan arrastrando el cuerpo. 

Los géneros revisados por Owen

  • Megalosaurus. “Saurio o lagarto gigante”, del griego μεγαλο- de μέγας, megalo-, mégas, ‘gigante’, ‘enorme’, el primer dinosaurio que en el año 1822 fue científicamente descrito y denominado en latín moderno. Un depredador de unos 9 m de largo y una tonelada de peso. Sin embargo, el primer hueso de este animal fue descubierto el año 1676 en Inglaterra. Unos decían que era un elefante gigante que los romanos habían llevado (los romanos ocuparon Gran Bretaña entre los siglos I-IV); otros llegaron a creer que se trataba del hueso de un hombre gigante, pero en 1822 el médico y paleontólogo James Parkinson examinó un hueso de la misma criatura encontrado en Oxford, y concluyó que se trataba de un reptil gigante al que llamó Megalosaurus, que ahora se sabe vivió hace unos 136 millones de años. Tuvieron que pasar 19 años para que Owen inventara el nombre Dinosaurus.
  • Iguanodon, literalmente “diente iguana”. Fue el segundo dinosaurio en ser denominado. Descubierto por el geólogo Gideón Mantell (1790-1852) —algunas versiones dicen que con la ayuda de su esposa— en 1822. Se encontraron grandes dientes parecidos a los de una iguana actual, del griego ὀδούς/-ντος, odoús, genitivo odontos, “diente”. Después de estudios minuciosos, decidió llamar Iguanodon a estos restos. Ahora sabemos que este reptil era un enorme herbívoro que vivió hace unos 130 millones de años (inicios del Cretácico), medía unos 10 m de longitud y pesaba unas 5 toneladas.
  • Hylaeosaurus. “Saurio de los bosques”, del griego antiguo, ὑλαῖος, hylaios, hylaeus que significa ‘relacionado con los bosques’, porque fue encontrado en un terreno boscoso. Un reptil herbívoro que vivió 135-136 millones de años atrás. Descubierto en Sussex (año 1832) por el mismo Mantell, quien decidió darle este nombre en 1833.

Los dinosaurios se convierten en un tema de interés popular

“Desde el anuncio de Owen (1841-1842), muchos otros tipos de dinosaurios fueron hallados y nombrados en Inglaterra y Europa. El encanto popular por estos reptiles “terriblemente grandes” fue creciendo y se extendió por todo el mundo, alcanzando su clímax en los años 1850s, con los primeros intentos de reconstruir los tres animales en los que Owen se basó para crear el nombre Dinosaurus, Dinosauria. Esto es: Iguanodon, Megalosaurus e Hylaeosaurus, para, con ello, organizar la primera exposición mundial, la Gran Exposición de 1851 en el Palacio de Cristal de Londres. El escultor Waterhouse Hawkins bajo la supervisión de Owen, creó modelos de tamaño natural, y en 1854 se exhibieron junto con modelos de otros reptiles extintos y vivos, como plesiosaurios, ictiosaurios y cocodrilos”. www.britannica.com.

Si visitas un museo de dinosaurios

Por eso, si un día vamos a un museo de dinosaurios, podemos ver enormes ejemplares con su terrible apariencia, pero parte de su estructura está reconstruida por los paleontólogos. Aunque debe señalarse que el esqueleto del escelidosaurio encontrado en Inglaterra a mediados del siglo XIX, fue extraído casi intacto.

Cómo está constituido el neologismo Dinosaurus, dinosaurio en español

Como al principio lo mencioné, Owen propuso el término en latín moderno Dinosaurus, plural Dinosauria, Dinosaurs en inglés. Para ello, fusionó dos términos del griego antiguo: δεινός, deinós (terrible) más σαῦρος, sauros (lagarto). Pero voy a explicarlo con más detalle.

δεινός 

El antiguo término δεινός = deinós, masculino; δεινή = deiné, femenino; δεινόν = deinón, neutro, en griego homérico (hacia el siglo VIII a. C.) significa —tratándose de personas o cosas—: ‘terrible’, ‘asombroso’, ‘peligroso’, ‘increíblemente fuerte’, ‘maravillosamente poderoso’, ‘pavoroso’, ‘gritos de guerra’, ‘el terrible trueno de la tormenta’. Δεινός ιδέσθαι = deinós idésthai significa ‘mirar con terror’. Luego pasó a significar también ‘ingenioso’, ‘astuto’, ‘hábil’.

El término δεινός deriva a su vez de δέος 

El término δεινός deriva a su vez de δέος = déos, genitivo δείους = deíous (palabra encontrada en la Ilíada), que quiere decir: ‘presentimiento que provoca miedo y recelo’, ‘temor religioso’, etc. Procedente del hipotético *deu̯os, raíz que originó al verbo δείδω = deíno, ‘tener miedo’, ‘estar atemorizado o preocupado por’, asustarse por cosas físicas como las tormentas violentas, asustarse de que algo funesto suceda. Atemorizarse de la muerte, el inframundo, etc. Vocablo relacionado con la raíz indoeuropea *du̯ei– < *du̯e-Hi̯3– ‘dos’ (como δύο, “dos”), según otros “temer”; con la idea de ‘división’ similar a la de ‘duda’, que en estos casos genera temor, preocupación. También vinculada a  dīrus (funesto, terrible), diritas – atis (crueldad, fiereza, peligro, horror, desgracia, como en diritas diei “día funesto, terrible”) en latín (DGE en línea).

σαῦρος, sauros (lagarto)

La antigua palabra griega σαῦρος = sauros que es una modalidad más tardía y menos común que σαύρα = saúra, latín saurus, que significa ‘lagarto’, ‘salamandra’ (lacerta en latín es “lagarto” y “salamandra» viene del griego σαλαμάνδρα, salamándra). El término σαῦρος quizás esté vinculado al adjetivo σαῦλος, saulos, ‘el paso de la tortuga’, ‘trote saltarín del caballo’. Así mismo, σαῦρος también significa en antiguo griego cierto tipo de planta, tal vez el mastuerzo, y hasta significó ‘miembro viril’ especialmente el de un muchacho de poca edad. 

No se han encontrado relaciones indoeuropeas para la palabra σαῦρος. Probablemente estamos ante un término muy arcaico, acaso del fondo léxico mediterráneo, muy anterior a la llegada a Grecia de los pueblos indoeuropeos.

PARA SABER MÁS SOBRE LOS DINOSAURIOS

Hay 1000 o más especies de dinosaurios hasta ahora conocidas

En el siglo XIX se aplicó el término Dinosauria (dinosaurios) a un reducido grupo de especímenes fosilizados incompletos. Pero ahora comprende más de 800 géneros (Allosaurus, “lagarto diferente”; Baryonyx, “uña robusta”; Deinonuchus, “uña terrible”; Euoplocephalus, “cabeza bien acorazada”; Kentrosaurus, “lagarto espinoso”, etc.) y unas 1000 especies conocidas, tal vez sólo el 10-20% de las que realmente existieron. 

No obstante, no todos los nombres son taxones con validez, ya que muchos de ellos están sustentados en restos incompletos o fragmentados (un pedazo de mandíbula, parte del húmero o de la pelvis, una uña). Incluso muchas veces los huesos pueden pertenecer a especímenes diferentes, o pueden ser restos que no pertenecían a un dinosaurio. Sin embargo, los dinos fosilizados están dispersos por toda la Tierra, ya que cuando estos reptiles comenzaron a existir, los continentes formaban una sola pieza llamada Pangea y podían vagar libremente por todas las tierras emergidas. 

Algo más sobre el tamaño de los dinosaurios

Ya mencioné el contraste en tamaño entre el Spinosaurus y el Microraptor, Pero más recientemente se han descubierto ejemplares pequeñísimos, como el Oculudentavis khaungraae Xing et al., 2020, que vivió en el Cretáceo (último período del Mesozoico), cuya calavera, encontrada en ámbar (en Birmania) mide sólo 1,4-1,7 cm, el dino más pequeño que se conoce, aunque hay cierta controversia a este respecto (léase). 

Por otro lado, el fósil de dinosaurio más grande conocido por la ciencia es el herbívoro Patagotitan mayorum, descrito en 2017 y publicado en la revista científica Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences. Según la publicación, se estima que los Patagotitan* deambulaban por la Patagonia argentina hace unos 100 millones de años, esto es, durante el Cretácico o último período del Mesozoico. Sus fósiles se encontraron en el año 2012. Se trata quizás del animal más grande que ha existido en la Tierra, pues se estima que su peso llegaba a las 77 toneladas, su altura era de unos 8 metros y medía casi 40 m de largo, desde la cabeza a la punta de la cola.

Lo que deja corto al famoso depredador Tyrannosaurus rex (literalmente “el lagarto rey de los tiranos”) del período Cretácico, que tan solo medía unos 12 m de largo y pesaba alrededor de 8 toneladas.

*Patagotitan se forma de ‘patagonia’ más ‘titán’ que significa “grande”. National Geographic en línea. 23 de enero de 2023).

Si contrastamos, por ejemplo, a un dinosaurio de 77 000 kg con uno pequeño de unos 4 kg, podemos ver que ¡el primero era 19 250 veces más pesado que el segundo!

¿Qué evento pudo extinguir a los dinosaurios?

Las investigaciones que buscan dilucidar las principales causas del del final de los dinosaurios aún continúan, pero de una manera general, los paleontólogos creen que los cambios geográficos y climáticos, los desastres naturales o astronómicos y probablemente las enfermedades contribuyeron de alguna manera a la desaparición de estos reptiles.

Probables causas

  • La explosión de una supernova pudo haber liberado intensas radiaciones mortales para los dinosaurios y otras formas de vida.
  • En 1980, Luis Álvarez y Walter Álvarez propusieron la hipótesis de que un enorme asteroide cayó desde el espacio en la península de Yucatán, México hace unos 66 millones de años y el impacto fue tan descomunal, que llenó la atmósfera de gases, polvo y otros desechos, provocando un terrible oscurecimiento global —que pudo haber durado meses o años—, lo que hizo casi imposible la vida en la Tierra, y que produjo la extinción de al menos el 75%, de las especies vivientes, entre ellas, a los dinosaurios. Este mismo acontecimiento también debe haber producido una inmensa cantidad de energía, capaz de producir un calor infernal, con muchos incendios a nivel planetario. Asimismo, enormes tsunamis —provocados por el asteroide— de seguro provocaron una devastación masiva e impactaron sobre millones de animales y plantas, incluyendo a los dinosaurios, que pudieron quedar enterrados vivos. Sencillamente tiempos extremadamente espantosos.

El vulcanismo

  • Algunos pueden pensar que la hipótesis del impacto no es suficiente, por eso consideran además que las enormes fuerzas del interior de la propia Tierra, pudieron ser otra causa de esta masiva extinción. Se sabe de la existencia de flujos de lava muy antiguos que se ha calculado se remontan al final de Cretácico, precisamente en aquel lejanísimo tiempo en que sucedió este cataclismo. “Actualmente, capas de roca volcánica de más de 1800 m de espesor cubren más de 518 000 km² de tierra. Estas capas indican un vasto y catastrófico evento eruptivo que podría haber cambiado el clima y la biodiversidad de la Tierra hace unos 60 y 65 millones de años”. Shawn Harris. March 3, 2022. 10 Starting Factors that Cause the extinction of Dinosaurs.

Esta imagen en relieve sombreada de la península de Yucatán en México muestra una indicación sutil, pero inconfundible, del cráter de impacto de Chicxulub. La mayoría de los científicos ahora están de acuerdo en que este impacto fue la causa de la extinción del Cretáceo-Terciario, el evento de hace aproximadamente 66 millones de años que marcó la extinción repentina de los dinosaurios, así como la mayoría de la vida entonces en la Tierra. File:Chicxulub radar topography.jpg – Wikimedia Commons.

DATOS HISTÓRICOS Y LEYENDAS PROBABLEMENTE REFERIDAS A LOS DINOSAURIOS 

Algunos creen que ciertas tradiciones griegas que datan de al menos el siglo VII a. C., sobre grifos —del griego γρύψ, γρυπός grýps, genitivo grypós ‘criatura fabulosa’ mencionada en el siglo VI a. C., por el poeta y escritor Aristeas de Proconeso— o animales monstruosos, tal vez fueron tomadas del Mediterráneo Oriental y del Medio Oriente, que a su vez probablemente llegaron de relatos sobre hallazgos de ciertos huesos enormes y muy extraños fosilizados en Mongolia y Asia Centro Oriental, que acaso no eran otra cosa que restos fósiles antiquísimos de dinosaurios.

Los Isedones, un pueblo de Asia Central

Es posible que los Isedones, un pueblo nómada de Asia Central que los griegos conocieron, hayan sido los que llevaron a Grecia la idea de los grifos, que, asimismo, quizás pensaron que esos huesos tan raros que ellos desenterraban eran restos de animales que vivieron en un muy remoto pasado.

los dragones de los chinos

Además se supone que los chinos fueron los primeros en escribir sobre estos enormes reptiles del Mesozoico aunque, por supuesto, no sabían absolutamente nada sobre paleontología y ni remotamente existía en aquellos tiempos el término “dinosaurio”. Allá por el siglo III d. C., Chang Qu (291-361), un escritor chino, mencionó que habían sido encontrados “huesos de dragón” en Wucheng, al oriente de China. Tal vez sí se trataba de huesos de dinosaurio, puesto que aquellas regiones son especialmente abundantes en fósiles reptilianos del Mesozoico.

La primera descripción de huesos fósiles de dinosaurios encontrados en Norteamérica

En American Journal of Science and Arts (Revista Americana de Ciencias y Artes), apareció un artículo donde se narra sobre un hallazgo de huesos de un dinosaurio herbívoro encontrados en 1818 por Solomon Ellswort Jr (1762-1841) en el noreste de Estados Unidos. Esta fue la primera descripción científica de huesos de dinosaurio encontrados en Norteamérica. A estos huesos los llamaron “The Bones from the Well”, ‘Los Huesos del Pozo’. Aquí pueden deleitarse con este artículo.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 3 de marzo de 2025.

Categoría: ciencia

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan dispares. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías y ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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