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uña

Uña, garra, pezuña, casco

Uña es la cubierta dura y córnea de la epidermis, que cubre la porción terminal superior de cada dedo de las manos y los pies, de los humanos y la mayoría de los primates.

En los ungulados, el extremo de sus patas termina en una estructura córnea de origen epidérmico, llamada pezuña o casco. Única, como en los perisodáctilos (caballo, burro, cebra, tapir, rinoceronte), o estar hendida en los artiodáctilos (cerdo, hipopótamo, ciervo, gacela, camello, jirafa, bovinos, ovicaprinos).

Además, las garras son uñas afiladas y corvas de muchos animales como reptiles, aves, felinos, osos, etc. Casco, garra y pezuña son palabras de las que luego me voy a ocupar. 

Etimología de la palabra ‘uña’

“Uña” es un término que proviene del latín ungŭla, el diminutivo de unguis (uña). Aunque también está documentado el diminutivo unguĭcŭlus (‘uñita’, desde Plauto del siglo II a. C.). De donde deriva la palabra ‘unguiculado’, ‘con dedos terminados en uñas o garras’, que Linneo llamó Unguiculata, ahora en desuso.

unguen, ungŭere, unguentum

No deben confundirse estos términos con unguen (esencia o aceite para untar). Del verbo ungo, ungŭere (untar, frotar alguna esencia, ungir), de donde la palabra unguentum, ungüento).

unguis

En primer lugar, Unguis significa en latín: ‘uña de la mano o del pie del hombre y los animales’; ‘garra’, ‘pezuña’, ‘casco’. También ‘La nube del ojo’, que los griegos llamaron πτερύγιον = pterýgion, pterygium (pterigio en español), ‘alita’ πτέρον en griego, por su forma. Además, cierto tipo de molusco. Juvenal escribió: cum medium ostenderet unguem: “mostró el mayor desprecio o burla”. Esta expresión se debe a que el dedo medio de la mano (medium unguem) se consideraba indecente. Tradición que quizá los romanos tomaron de los griegos. Todavía alzar la mano con el dedo medio elevado se considera algo grosero.

ungŭla

Finalmente, la palabra ungŭla o unguĭcŭlus de unguis, en latín preclásico y clásico significó lo mismo, pero con sentido diminutivo. También ‘cierto instrumento de tortura que consistía en garfios de hierro’, que se utilizaba para martirizar a los seguidores del cristianismo. Con este sentido aparece en el Código Justiniano o Corpus Juris Civilis del siglo VI d. C. De ungŭla derivó también el adjetivo ungūlātus, que quiere decir ‘tener pezuñas en lugar de garras’, de donde la palabra “ungulado” o mamíferos con pezuña. Ungulata, en la taxonomía de Carlos Linneo. 

ὄνυξ/-χος (ónyx / onikhos) ‘uña’, ‘garra’

Asimismo, los griegos llamaban ὄνυξ/-χος (onyx / onikhos) a las uñas o a las garras de las bestias. Con onyx se han acuñado muchos neologismos. Por ejemplo, onicomicosis, onicofagia, onicocriptosis, eponiquio, onicodinia, onicógrafo, onicogriposis, onicoheterotipia, onicóforo, Deinonychus (dinosaurio con una terrible garra en sus patas posteriores), onicomancia y otros.

Relación indoeuropea de unguis, ungŭla, unguĭcŭlus

«Unguis«, se asocian a la raíz indoeuropea *onogh- / *nogh- (uña, garra). Raíz relacionada también con:

a) onyx / onikhos (uña) en antiguo griego.

b) nage (pie) en antiguo prusiano.

c) nãgas, nagà (pezuña) en lituano.

d) áṅghri- (pie); en sánscrito.

e) noga, nogŭtĭ, (uña, pezuña), en antiguo eslavo eclesiástico.

f) nail, en inglés actual, que significa, uña, clavo, punta, tachuela y como verbo, clavar, fijar con clavos).

Nail, sustantivo y verbo inglés

Asimismo, el término Nail (sustantivo y verbo) en inglés está emparentado con “uña” en español. Procede del inglés medio nail. A su vez del inglés antiguo, nægl, naegl; finalmente del radical protogermánico *naglaz-(uña, garra, pezuña), que dio además numerosos términos en lenguas germano occidentales. Pero muy probablemente su último origen fue el latín unguis. Por esta razón, y aunque no lo parezca, ‘uña’ y ‘nail‘ conservan una remota relación.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 3 de septiembre de 2023.

Categoría: ciencia, varios

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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