Monstruo, monstruoso, monstruosidad, sus definiciones
Monstruo
- Ser fabuloso que causa horror. El monstruo de la laguna negra.
En numerosas regiones montañosas del mundo vive gente que cuenta historias de una extraña criatura semejante a un humano, con los pies más grandes que los de un hombre normal; un monstruo temible con distintos nombres. En las remotas regiones del Himalaya los llaman Yeti.
Las harpías o arpías del latín clásico Harpȳia, plural harpyiæ, “Harpías”, del griego ῞Αρπυια Hárpuia, citadas por el poeta romano Virgilio del siglo I a. C., eran un grupo (dos o tres) de seres monstruosos de la mitología clásica, representadas por autores tardíos como mujeres rapaces. Mujeres aladas espantosas y sucias, con la cabeza y el tronco de mujer, y las patas y la cola de un ave de rapiña.
- Persona o cosas muy feas. Abyecto, grotesco, deforme, raro, repugnante. Anoche soñé que un monstruo quería devorarme.
- Ser que presenta irregularidades respecto a los de su especie. Aunque es raro o infrecuente, pueden nacer monstruos como ovejas con cinco patas o niños con dos cabezas.
- Persona de horrible e inhumana crueldad, extremadamente cruel y malévola. Solo un monstruo es capaz de cometer esa atrocidad.
- En el buen sentido: Persona que sobresale en una actividad por sus cualidades excepcionales. Los grandes genios como Isaac Newton y Alberto Einstein fueron monstruos en el campo de las ciencias físico-matemáticas.
- Cosa muy grande. El dinosaurio Patagotitan mayorum Carballido et al., 2027 era un verdadero monstruo por su descomunal tamaño, que vagaba por la Patagonia hace unos 100 millones de años. Medía entre 37-42 m de largo y 20 de alto. Considerado el animal más grande que ha existido sobre la Tierra.

Leto con Artemisa y Apolo escapando de Pitón, siglos IV-III a. C. Autor: Gary Todd. De https://commons.wikimedia.org/wiki/File
Monstruoso
Monstruoso, del latín clásico monstrŭōsus, adjetivo que significa monstruoso, horrible, extraordinario, salido del orden natural. Con el sufijo -oso del latín -osus que indica condición o abundancia en algo, en este caso, algo que tiene excesivamente los rasgos de un monstruo.
En la Ilíada (probablemente escrita durante el siglo VIII a. C.) se menciona a un ser mitológico, monstruoso y feroz al que los griegos llamaban Τῡϕῶν (Typhṓn), del que se decía, era hijo de la diosa Hera.
Monstruosidad
La palabra monstruosidad se forma del adjetivo “monstruoso” más el sufijo -idad; del latín tardío monstrōsĭtās, ātis de monstrŭōsus recién mencionado, más el sufijo -idad de -tas, -ātis que forma sustantivos abstractos a partir de adjetivos y que indica “cualidad”. Este sufijo lo vemos, con algunas variantes, en palabras como barbaridad, debilidad, liviandad, etc. Entonces monstruosidad (sustantivo femenino) es “la cualidad o condición de ser monstruoso”. Monstrōsĭtās se documenta en De civitate Dei o La Ciudad de Dios de Aurelius Augustinus Hipponensis; (354 – 430 d. C.) Agustín de Hipona.
Monstruosidad es:
- Trastorno o desorden grave en la proporción que deben tener las cosas, según lo natural o regular.
- Algo o alguien sumamente feo o que es desproporcionado. También aplicado a cuestiones de conducta o de índole moral. Y se cometió la monstruosidad.
- Una cosa monstruosa. El huracán, con su incontenible fuerza, fue una auténtica monstruosidad que todo lo arrasó.
- Enorme fealdad, fealdad sin límites o desproporción en lo físico (deformación, deformidad, aberración) o en lo moral (atrocidad, barbaridad, bestialidad, brutalidad, salvajada).
Los términos ‘monstruo’, ‘monstruosidad’, que se usaban para designar a las anomalías congénitas ya han sido derogados del vocabulario médico actual, pero todavía recuerdo que en mis estudios de primaria y secundaria nos hablaban de “monstruos biológicos”.
ETIMOLOGÍA DE LA PALABRA “MONSTRUO”
La palabra monstruo, deriva del latín preclásico y clásico monstrum que significa : ‘una advertencia de los dioses’; ‘un presagio divino que indica desgracia, infortunio’; ‘un mal augurio’; ‘un prodigio o cosa sumamente extraña’; ‘una señal divina’; ‘un portento, que por su extrañeza, puede causar admiración o espanto’; un ser vivo o inanimado monstruoso’; ‘cosa extraordinaria que se sale del orden regular’; cosa increíble’. También —ya desde la antigüedad romana— ‘hombre que por sus acciones monstruosas es maligno, perjuicioso, pernicioso’.
El término monstrum está cargado de un sentido supersticioso. Según la religión politeísta romana, se creía que los dioses podían mandar una señal —manifestada en la aparición o nacimiento de criaturas sumamente deformes— que llevaba advertencias o presagios a menudo ominosos.
Por eso monstrum se asociaba a prodigios o sucesos muy raros que salían del orden natural, por ejemplo, al nacimiento de niños bicéfalos (nacidos con dos cabezas) o de plano anencéfalos (sin encéfalo) una condición incompatible con la vida.
Sinónimos de monstrum
Los vocablos latinos ostentum (prodigio, monstruo), portentum (fábula, presagio, prodigio) y prodigium (fenómeno extraordinario, mal presagio, monstruo) son sinónimos de monstrum que se usaban desde la antigüedad.
Frases con monstrum
- En monstrum mulieris (Plauto): “He ahí una mujer monstruosa”.
- Monstrum fatale (Horacio): “Monstruo fatal, funesto”.
- ¿Mene huic confidere monstro?: Refiriéndose al mar ¿yo fiarme de ese pérfido elemento?
- Monstra narrare (Cicerón): “Narración sobre prodigios o casos increíbles”.
- In vita, sua fecit monstra: Él hizo cosas maravillosas”.
Monstrum deriva del verbo mŏnĕo, monēre
Monstrum es un derivado del verbo latino mŏnĕo, monēre que significa ‘advertir’ (por eso monstrum es una advertencia o presagio de los dioses), ‘hacer saber’, ‘aconsejar’, ‘enseñar’, ‘instruir’, ‘informar’, ‘recordar’, ‘amonestar, ‘exhortar’, ‘predecir’, ‘anunciar’.
Monēre también ‘castigar o reprender’, pero sólo en la pluma en de Tácito: puerili verbere moneri “ser azotado como un niño” en los Annales (Una Historia del Imperio Romano; de annus, ‘año’) 5, 9; donde cuenta sobre los niños del militar y político Sejano (Sejanus, 20 a. C.-31 d. C.), que fueron estrangulados (a la hija primero la violó el verdugo y luego la estranguló) y luego arrojados a las gemonías (Gĕmōnĭæ scalæ), un derrumbadero escalonado del monte Aventino en Roma que conduce al Tíber, hasta donde los cuerpos desnudos de los criminales ejecutados eran arrastrados con ganchos para echarlos al río. La bestialidad humana siempre ha existido. Véase aquí.
Natura monet festinare (Plinio) ‘la naturaleza advierte que es preciso darse prisa’; res ipsa monebat (Cicerón) ‘las circunstancias lo exigían’.
Vínculos indoeuropeos de monstrum
Monstrum, monēre son vocablos asociados a la raíz indoeuropea *men 3- o según otra fuente *men 1- (pensar, mente, actividad espiritual, con derivados que se refieren a estados mentales y del pensamiento. Raíz IE también asociada a voces latinas como mens, mentis (mente); dementer (locamente); mention, onis (mención, conmemoración); monstro, monstrare (mostrar, indicar); mentior, mentiri (engañar, mentir); amentia (locura); mŏnŭmentum: (derivado de mŏnĕo, monēre), que quiere decir “todo aquello que recuerda a alguien”.
Relacionada además con las palabras griegas: μένος, ‘ménos’, que significa ‘mente’, ‘disposición’, ‘estado de ánimo’, aunque también se usó desde tiempos homéricos con el significado de ‘fiereza’, ‘poderío’, ‘fuerza’, ‘coraje’, ‘pasión’; Μέντωρ, Méntōr, ‘un amigo de Odiseo’ con los atributos de guía y tutor; Μοῦσα, Moûsa, ‘las musas’, diosas que inspiran el arte, la literatura y la ciencia; μανθάνω, manthánō, ‘yo entiendo, yo sé, conozco, pregunto’; μνάομαι, mnáomai, ‘ser consciente’, ‘buscar’, ‘pretender’.
Para más explicaciones sobre esta raíz, sugiero al lector que consulte esta fuente o lea mis artículos “mente, mentalmente”, «moneda«, “mantra”, monumento, etc.
Monstruos y bestias fabulosas
Es indudable que la imaginación y la inventiva no tiene límites. En todas las culturas del Viejo y el Nuevo Mundo se han creado una enorme cantidad de seres míticos monstruosos. Elefantes alados en India, toros con alas en Babilonia, el perro griego Cerbero con tres cabezas custodio del inframundo.
La antigüedad grecorromana está colmada de criaturas y personajes deformes, monstruos que desafían nuestras fantasías. Los mitos nos describen monstruos de muchas formas. A veces espantosos, a veces con una cautivadora belleza. Los monstruos generalmente simbolizan la inmensa oscuridad y las misteriosas fuerzas naturales de la condición humana.
No todos los monstruos eran crueles. Algunos como Ládon (Λάδων) guardaba tesoros preciosos como el Jardín de las Hespérides, mientras que la Esfinge griega en Tebas (Σφίγξ en griego, en latín Sphinx) guardaba el paso a la ciudad. Los grifos (γρύψ, γρυπός = grýps, grypós ‘grifo’) eran animales fabulosos, de medio cuerpo arriba águila y de medio para abajo león, que cuidaban minas de oro. El unicornio o monoceronte de Europa Medieval simboliza la castidad y el poder del amor. En fín…
Otros causaban la ruina, como Hydra (Ὑδρα Λερναια = Hydra Lernaia con un número variable de cabezas) y Quimera (Χίμαιρα = Chímaira con cuerpo de cabra, cabeza de león y cola de lagarto). Shylla (Σκύλλα) era un monstruo del mar con seis cabezas que devoraba a los hombres. Las Sirenas, tres monstruos marinos que atraían a los hombres con su canto seductor. Python (Πυθων) era una horrorosa serpiente hija de Gaia, que fue muerta por la flecha de Apolo. El dios Pan (Πάν) era un monstruo que sembraba el pánico en los campos de las montañas de Arcadia, Peloponeso.
Bestias salvajes como Sátiros y Centauros, parte humana, parte animal, simbolizan la rebelde e instintiva naturaleza humana. Aunque menos impresionantes, que los demonios, ellos acosaban y cazaban humanos.
Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 25 de enero de 2025.