ciencia
Dejar un comentario

serpiente

¿Qué es una serpiente?

Las serpientes (singular ‘serpiente’) son animales vertebrados de la clase Reptilia, depredadores, sin patas (todas las serpientes carecen de patas, pero hay algunos reptiles sin patas que no son serpientes), poiquilotermos o ectotérmicos, de cuerpo muy largo (entre 10 cm y casi 10 m) y cilíndrico, cabeza aplanada, boca dilatable; ojos siempre abiertos y cubiertos por escamas transparentes, sin párpados móviles, con una lengua angosta y bifurcada, que sacan repetidamente; piel escamosa y coloreada. Se reconocen unas 3400 especies vivientes, y junto con los lagartos, iguanas, camaleones, lagartijas, geckos, etc., se agrupan en el orden Squamata (Oppel, 1811) del latín squāmātus (cubierto de escamas), de squāma (escama).

Origen de la palabra “serpiente” 

El término serpiente proviene del latín serpens (plural serpentes), genitivo serpentis, que desde la antigüedad significa “serpiente”. Algunos escritores romanos (Ovidio, Higinio, Vitruvio) nombraron serpens a la constelación del Dragón, que se localiza entre la Osa Mayor y la Menor y también llegó a mencionarse a la Serpiente en las manos de Ofiuco o Serpentario. Dos constelaciones  incluidas en las 48 que enlistó Ptolomeo por aquellos mismos tiempos. Plinio el Viejo del siglo I d. C. también nombró así a las lombrices intestinales del hombre, y se refirió también a los piojos que se deslizan o se arrastran en la piel.

El médico romano Celso del siglo I escribió sobre las serpientes: Animalium aut serpentium (animal o serpiente). De Medicina 5. 27.

En el Antiguo Testamento, Números 21:6 también se menciona el término serpens, cuando dice que Jehová envió serpientes venenosas, porque “el pueblo habló contra Dios y Moisés” para que mordieran a la gente y causaron numerosas muertes.

Serpens, participio de serpere

Serpens es el participio presente del verbo serpo, serpĕre, “arrastrarse, trepar, reptar”; “deslizarse, avanzar lentamente”; “extenderse, acercarse”. Refiriéndose a cosas: “moverse con lentitud y de forma imperceptible”; “avanzar poco a poco”.

Alia animalia gradiendo, alia serpendo (Cicerón): “Unos animales andando, otros arrastrándose.

Términos derivados de serpens, serpere

Serpentĭformis ‘en forma de serpiente’.

Serpentĭgĕna ‘que nace de una serpiente’, de serpens y geno, genere, forma arcaica del verbo gigno, gingere (engendrar, crear, originar).

Serpŭla ‘una serpiente pequeña’.

Serpentīna ‘nombre de mujer’.

Posible origen indoeuropeo de serpens, serpere

Se ha propuesto la raíz indoeuropea *serp- (arrastrarse, reptar) como el probable origen de serpens, serpere. Raíz también asociada a palabras como gjarpër, en albanés; *serpena (voz hipotética) en proto albanés (hablado hacia los siglos X-VI a. C.); ἑρπετόν (herpetón) en antiguo griego, de donde provienen términos como herpetología y herpetólogo); sarpá (सर्प) en sánscrito; todas con el significado de “serpiente o animal que repta o se arrastra”. Asimismo, se relacionan con esta raíz IE los vocablos griegos: ἕρπης, -τος = herpes, herpetos (que se arrastra, de donde el nombre de la enfermedad herpes zóster y el adjetivo médico ‘herpético’), ἕρπυλλον = erpyllon (la planta del tomillo porque sus tallos tienden a arrastrarse).

LA CONSTELACIÓN SERPIENTE

Esta constelación (en latín Serpens, genitivo serpentis), conocida como La Serpiente sostenida por Ofiuco o el Serpentario (otra constelación). Según la mitología griega, Ophiuchus (Ὀφιοῦχος (Ophiouchos en antiguo griego) es el dios Esculapio, el fundador de la medicina y el que la hizo de doctor en el barco de los Argonautas, quienes navegaron en la nave Argos con Jasón en busca del vellocino de oro. 

La Serpiente es la única constelación de las 88 reconocidas, dividida en dos partes a los lados de Ofiuco: La cabeza (Serpens Caput, del latín caput, capitis ‘cabeza’), la que tiene mayor extensión, se encuentra al oeste y la cola (Serpens Cauda, de cauda, caudae, ‘la cola de los animales’), más reducida, está al este, y en medio, Ofiuco sosteniéndola, con su mano izquierda la cabeza, y su mano derecha, la cola; de tal modo que el centro de la serpiente está enroscado en su cintura, según El Espejo de Urania de 1824. Otros la describen simplemente como entre las piernas de Ofiuco, pero no enredada en su cintura.

El escritor griego Arato del siglo III a. C., en su obra Φαινόμενα = Phainómena  (Fenómenos) también dice que la serpiente está enrollada en la cintura de Ofiuco.

Constelación Ophiucus y Serpens del Globo Celestial de Gerardus Mercator (1512-1594). Imagen: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Ophiucus_et_Serpens_-_Mercator.jpeg

La Serpiente, constelación dividida en dos partes

El mito manifiesta que a Ofiuco lo enseñó una serpiente a curar con hierbas. Por eso, ambas constelaciones son inseparables. La Serpiente (y también Ofiuco) es una constelación boreal de verano. Aunque debe mencionarse que, como está dividida en dos partes, con Ofiuco en medio, la cabeza (Serpens Caput) tiene su mayor área al norte del ecuador celeste, en cambio la cola (Serpens Cauda) la tiene al sur del ecuador.

Su cabeza se ve a las 9 de la noche, en el meridiano de cada lugar, el 30 de junio (porque está más al oeste), mientras que su ola, el 5 de agosto, porque está al este. El área que ocupa en el cielo la cabeza es más o menos el doble que la cola. Obviamente, Ofiuco, como está en medio, se ve en el mismo meridiano (a las 9 de la noche) el 25 de julio, entre junio y agosto. 

En su Almagesto (siglo II d. C.), Ptolomeo anota la constelación como  Ὄφις Ὀφιούχου =  Ophis Ophiouchou (la serpiente que carga el Serpentario u Ofiuco). Tal vez para no confundirse con otras serpientes del cielo, como el Dragón y la Hidra.

Tanto la cola como la cabeza de la Serpiente son atravesadas por el ecuador celeste, así que no son muy nórdicas: a la cabeza (Caput) en su porción sur y a la cola (Cauda) en su sección norte. 

Esta constelación ya era conocida entre los hebreos, árabes, griegos y romanos de la antigüedad. 

DATOS INCONEXOS SOBRE LAS SERPIENTES

Anoto algunos datos dispersos y un tanto desordenados sobre las serpientes. Pero debo advertir que es un campo del conocimiento muy amplio, así que lo hago nada más como un intento de que el lector se motive y busque más información sobre tan atrayente campo de la zoología, asignatura que enseñé durante muchos años. 

Ofiología, ofidiología

La rama de la herpetología (la ciencia de los reptiles) que estudia a las serpientes se llama ofiología u ofidiología, término atestiguado desde los años 1810’s, (del griego antiguo ὄφις,  óphis ‘serpiente’ y su diminutivo ὀφίδιον ophídion, ‘serpiente pequeña’.

Son animales poiquilotermos (de sangre fría), porque carecen de mecanismos internos para mantener la temperatura corporal constante, como las aves y mamíferos que somos homeotermos. Por ejemplo, si una serpiente necesita subir su temperatura, se expone al sol; si necesita bajarla, se arrastra a un lugar sombreado.

Unas 3400 especies alrededor del mundo

De las aproximadamente 3400 especies vivientes, sólo unas 300 (un 9%) producen mordeduras venenosas. Se estima que anualmente mueren en todo el mundo por esta causa entre 80 000-140 000 (unas 300 diarias) personas. La mayoría de estas muertes sucede en el sureste asiático, por la abundancia de especies venenosas de aquellas regiones y los escasos recursos para su tratamiento. 

Las serpientes han invadido todos los medios, excepto el aire. Viven en el medio terrestre, en agua dulce y en el mar (con pocas especies). Su espacio va desde el círculo polar ártico hasta la Patagonia. Solamente algunas islas en la inmensidad del océano (por ejemplo en Polinesia), Nueva Zelanda, Irlanda e Islandia son lugares donde no hay serpientes. Por tratarse de organismos poiquilotermos, la mayoría de las especies son tropicales, pero las regiones templadas también tienen una gran cantidad de estos reptiles.

Orden Squamata

Las serpientes pertenecen al orden Squamata (el 95% de especies reptilianas pertenecen a este grupo), suborden Serpentes, mientras que las lagartijas pertenecen al suborden Lacertilia o Sauria. Lacertilia viene del latín lacerta, “lagarto” y Sauria del antiguo griego σαῦρος (sauros), “lagarto”, como en la palabra “dinosaurio”.

Los fósiles más antiguos de serpientes datan de hace unos 130-100 millones de años, en pleno o tardío período Cretáceo de la era Mesozoica, lo que significa que convivieron con los dinosaurios por muchos muchos años. Las serpientes derivan de los lagartos (Lacertilia), cuyos fósiles más antiguos tienen unos 200 millones de años, durante el Triásico tardío e inicios del Jurásico.

La cobra india (Naja naja) o cobra de anteojos. https://www.flickr.com/photos/gregor_y/31335390/https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Snake_in_basket.jpg

Diferencias entre Serpentes y Lacertilla

Entre las diferencias entre ambos grupos de reptiles: los lagartos tienen oídos que se abren al exterior, las serpientes carecen de ellos. La mayoría de los lagartos tienen patas (algunos no, como el género Ophisaurus, literalmente “saurio-serpiente») y cuerpo relativamente corto, mientras que las serpientes son ápodas (y de cuerpo muy alargado), es decir, no tienen patas o si las tienen son pélvicas y muy rudimentarias. Los lagartos tienen párpados móviles, las serpientes no. Así mismo, hay serpientes totalmente ciegas como las de la familia Typhlopidae (del griego antiguo τυφλός (thphlós, ‘ciego’ más ὤψ (ops, ‘ojo’), que agrupa más de 200 especies. 

Las serpientes tienen entre 150-450 vértebras

El esqueleto de las serpientes consta del cráneo y sus mandíbulas con su dentición. Con un largo y flexible espinazo, formado por una hilera de vértebras (más o menos entre 150 hasta algo más de 450, con una media de unas 300) con sus respectivas costillas, sin cintura pectoral ni esternón, lo que permite al animal engullir presas enteras (aves, ranas, ratas, etc.), más grandes que el ancho de su cuerpo o su cabeza. Cada vez que engullen, las costillas y el estómago se expanden notablemente.

Lo que resalta en el sistema respiratorio es que casi siempre tienen un solo pulmón, el derecho, mientras que el izquierdo está ausente. Sin embargo, algunas de las serpientes más primitivas, como boas y pitones, también tienen el derecho, pero mucho más pequeño. La glotis se encuentra a la entrada del aparato respiratorio, en el piso de la boca. 

Las serpientes no tienen órganos de visión y audición muy agudos. Sí ven y oyen, pero dependen principalmente de un órgano especial que les provee más información sobre su entorno.

Órgano de Jacobson

Tienen un ojo a cada lado de la cabeza que dan un amplio campo de visión. Pueden ver con facilidad movimientos (una rana que salta, una rata que corre), pero su visión se limita a distancias cortas. Carecen de oídos externos, pero poseen internos que les permite detectar algunos sonidos que se propagan en el aire. La lengua posee pocas papilas sensibles a los sabores. Pero tienen el Órgano de Jacobson, que junto con los orificios nasales provee a estos animales de un agudo sentido del olfato. Aquí un interesante artículo sobre esta estructura.

El órgano de Jacobson o vomeronasal (por el anatomista danés, Ludwig Levin Jacobson, 1783-1843) entre la nariz y la boca, lo usan las serpientes para detectar olores, pero para ello deben sacar su lengua bífida o bifurcada y así percibir  sustancias químicas que emanan sus presas y que flotan en el aire. Este órgano también es funcional en muchos mamíferos.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 17 de diciembre de 2023.

Categoría: ciencia

por

Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *