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mantra, Om, Japa

¿Qué es un mantra?

Mantra es una palabra derivada del sánscrito mantra. En esta lengua hay infinidad de palabras, por ejemplo: artha (bienes, riqueza), dharma (los principios establecidos, religión, ley), gurú (venerable, respetado), Kama (el dios del amor), karma (sino, hado, destino), moksha (liberación, lograr el último propósito espiritual), samsara (correr alrededor, el concepto central de la metempsicosis) yoga (disciplina, unión), etc.

En el hinduismo y el budismo, un mantra esencialmente es una fórmula o expresión sagrada dotada de un poder espiritual, repetida en plegarias y súplicas, así como meditaciones y encantamientos, tales como la invocación a un dios. Puede ser una palabra mágica, una sílaba o porción de escritura, con potencialidades místicas o misteriosas. Lo característico de cualquier mantra en las escrituras hindúes, es que consiste en un rezo que contiene tanto una deprecación o un agradecimiento a cierta esencia divina.

Etimología de ‘mantra’

Mantra es un antiguo término religioso védico, tal vez de hace 3500-3000 años, que procede del sánscrito मन्त्र (mantra), ‘pensamiento’, ‘texto sagrado’, ‘himno’, ‘expresión’, ‘discurso’, derivado de मन्यते (manyate), ‘pensar’, ‘creer’, ‘imaginar’, a su vez de la raíz proto-irania *mányatay, del protoindoeuropeo (PIE) *men-3 (pensar, mente, actividad espiritual, con derivados que se refieren a estados mentales y del pensamiento. ).

En la voz mantra se encuentra el elemento compositivo sánscrito man- (mente) y el sufijo instrumental -tra. O sea, mantra es algo así como «el uso de la mente como medio para alcanzar altos niveles de espiritualidad». 

Otros términos antiguos vinculados con *men-3

La misma raíz IE se asocia a términos latinos como: dementer (locamente); mens, mentis (mente); moneo, monere (recordar, advertir, informar); mention, onis (mención, conmemoración); monstro, monstrare (mostrar, indicar); monstrum (prodigio, señal, aviso de los dioses), de donde deriva la palabra ‘monstruo’; mentior, mentiri (engañar, mentir); amentia (locura). 

Relacionada además con las palabras griegas: μένος, ‘ménos’, que significa ‘mente’, ‘disposición’, ‘estado de ánimo’, aunque también se usó desde tiempos homéricos con el significado de ‘fiereza’, ‘poderío’, ‘fuerza’, ‘coraje’, ‘pasión’; Μέντωρ, Méntōr, ‘un amigo de Odiseo’ con los atributos de guía y tutor; Μοῦσα, Moûsa, ‘las musas’, diosas que inspiraban el arte, la literatura y la ciencia; μανθάνω, manthánō, ‘yo entiendo, yo sé, conozco, pregunto’; μνάομαι, mnáomai, ‘ser consciente’, ‘buscar’, ‘pretender’.

Vocablos de uso actual emparentadas con *men-3

Amnesia, amonestación, anamnesis, demente, mantis, mantra, mandarín, mandarina, manía, manicomio, mentalidad, mentalmente, mentor, monstruo, monumento, premonición, rememorar, reminiscencia, etc.

COMENTARIOS ADICIONALES

Los mantras pueden pronunciarse en voz alta o sólo mentalmente; y pueden decirse una vez o repetirse de manera continua por cierto tiempo. Algunos parecen no tener significado verbal, pero se considera que tienen un alcance profundo y son, en efecto, fuentes de sabiduría espiritual. De tal modo que la repetición de un determinado mantra, puede inducir una especie de trance o unión mística en el participante, y conducirlo a un alto nivel de espiritualidad.

La iniciación en muchas sectas hindúes incluye el susurro de un mantra secreto al oído del iniciado por el gurú. En realidad se supone que un mantra es verdaderamente eficaz, cuando se recibe de palabra de un gurú u otro maestro espiritual. 

Componentes del mantra

Los primeros mantras fueron compuestos en India, en sánscrito védico, tan simples como ‘am’, ‘om’, que, según las tradiciones, fueron los primeros sonidos que se produjeron en la Tierra. Cuando son producidos, ayudan a la persona a encontrar la calma y el sosiego espiritual.

Las fórmulas usadas en los mantras constan de una o más ‘palabras’, que, como ya se mencionó pueden o no tener un significado patente o claro.

Uno de los más poderosos (hay más) y ampliamente utilizado en el hinduismo es: “Om mani padme hūm” (en sánscrito, ॐ मणिपद्मे हूँ), seis sílabas cuyo significado puede interpretarse como: om (cuerpo-mente-habla), mani (joya; amor, compasión, fulgor de la mente), padme (el loto, un símbolo de sapiencia), hum (indivisibilidad, unión absoluta y poderosa; la unidad de la mente con el método). Al final, se logra llevar mente-cuerpo-alma, de su forma impura a su forma pura.

Om 

En el hinduismo y otras religiones, Om es una sílaba sagrada que se compone de tres sonidos, a-u-m (en sánscrito las vocales ‘a’ y ‘u’ se unen y se transforman en ‘o’). Estas tres vocales simbolizan ciertas tríadas importantes: a) los tres mundos, ‘tierra’, ‘atmósfera’ y ‘cielo’; b) los tres dioses hindúes más grandes, Brahma, Vishnu y Shiva; c) las tres sagradas escrituras védicas, Ṛg, Yajus y Sāma. Om es pronunciada al comienzo y al final de las plegarias, cantos y meditaciones hindúes, y es usada en rituales del jainismo y budismo. Desde el siglo VI d. C., este símbolo se usa para marcar el inicio de un texto o inscripción. También se emplea en la práctica del yoga.

Japa 

Es además muy común la repetición ‘japa’ (जप माला, en escritura sánscrita devanagari, del verbo jap (‘murmurar’, ‘hablar en voz muy baja’), un mantra que no necesita el ritual de la iniciación.

Lectura sugerida

  • Merriam-Webster’s Encyclopedia of World Religions. 1999. Pp. 691, 826. U. S. A. Edición impresa.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 7 de mayo de 2022.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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