ciencia, cultismos
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bárbaro, bereber, barbarie, barbaridad

Definicion de ‘bárbaro’

1- Bárbaro (adjetivo) 

Inhumano cruel salvaje, que comete atrocidades y barbaridades. Gente de acciones bárbaras.

Que le falta educación, que es incivilizado, falto de refinamiento, grosero, vulgar, mal educado. Tu visitante es un bárbaro.

Bajo la perspectiva histórica, los pueblos que desde el siglo V invadieron el Imperio romano. Los visigodos saquearon a Roma en el 410, los vándalos en el 455. Las incursiones bárbaras.

Coloquialmente:

Grande, extraordinario, excesivo. Tuve una intervención bárbara. Le propinó una paliza bárbara.

Excelente, magnífico, grandioso. El gimnasta estuvo bárbaro en sus intervenciones.

Como expresión coloquial de admiración o asombro. ¡Qué bárbaro, organizaste una preciosa despedida! ¡A bárbaro!

2- Barbarie (sustantivo), del latín barbarĭēs

Falta de civilidad y de cultura.

Crueldad extrema, gran perversidad, inhumanidad llevada al extremo.

3- Barbaridad (sustantivo)

Condición o cualidad de bárbaro. 

Una acción exagerada. Acabas de hacer una auténtica barbaridad.

Una acción imprudente, temeraria o arriesgada. No cometas una barbaridad.

4- Barbarismo (sustantivo) del latín barbărismus 

Tiene varias acepciones, pero en lingüística: 

El empleo de una forma incorrecta de un término: ‘íbanos’ en lugar de ‘íbamos’ es un barbarismo. La expresión ‘sin en cambio’ en lugar de la forma correcta ‘sin embargo’ es también un barbarismo.

Extranjerismo no totalmente integrado a una lengua. La palabra francesa ‘boulevard’ es un barbarismo, porque la forma correcta, ya castellanizada es bulevar. Pero como el idioma evoluciona, estos ‘barbarismos’, si se siguen generalizando, casi seguro los aceptará la Academia de la Lengua dentro de algunos años.

¿De dónde proviene la palabra ‘bárbaro’?

El término ‘bárbaro’ deriva del latín preclásico (al menos desde el siglo III a. C.) y clásico bărbarus, a, um, que significa: a) los bárbaros, los extranjeros, todos los pueblos excepto Grecia y Roma; b) inculto, ignorante, grosero, tosco, rudo, salvaje, inhumano, cruel. 

Bărbarus lo tomó el latín del griego clásico βάρβαρος = bárbaros, con el mismo significado: ‘lo extraño o desconocido para los griegos en cuanto a costumbres y lenguas’, con un sentido despectivo. Después, sobre todo por lo vivido durante las guerras médicas del siglo —V contra los medos y los persas, el término se aplicó con el sentido de ‘salvaje’, ‘cruel’, ‘saqueador’, ‘inhumano’, ‘grosero’, ‘que mal pronuncian las palabras’.

Al parecer, el vocablo ‘bárbaro’ surgió por una onomatopeya (imitación de un sonido en una palabra que recuerda lo que esta designa, como ‘achis’, un estornudo, ‘quiquiriquí’, el canto del gallo). De tal modo que βάρβαρος, bărbarus, bárbaros, bárbaro derivan de ‘bar bar bar’, ya que los persas invasores, por su estructura lingüística, pronunciaban mucho la letra ‘a’, (por eso “bar bar bar”, como los griegos lo interpretaban). A lo que llamaron  β, φωνὴ (bárbaros phoné, en oposición a ῞Ελλην, ῞Ελληνος = Héllēn, Héllēnos, “el lenguaje griego”). Pero además, por los combates tan crueles y sanguinarios, βάρβαρος designó la crueldad, el salvajismo, la grosería, la rudeza, y como no articulaban bien las palabras —según lo que los griegos percibían—, entonces bárbaro tomó la connotación de ‘tartamudear’, ‘balbucear‘, ‘hablar de una manera ininteligible’.

Se atribuye concretamente el término ‘bárbaros’ (βάρβαρος) a los jonios, quienes así llamaron a los persas que no hablaban griego. 

¿Desde cuándo  βάρβαρος?

βάρβαρος es un exónimo que aparece en la Ilíada de Homero (Libro 2. 867), datada más o menos del siglo VIII a. C.: “Nastes estaba al frente de los carios* de bárbaro lenguaje” (véase). En el griego usado por Homero era βαρβαρόφωνοι (barbaróphonoi). Se refería a los carios de lenguaje indescifrable o bárbaro, un pueblo de mercenarios, en la costa occidental de Asia Menor, que, en efecto, los llamó Κᾷρες βαρβᾰρόϕωνος (“Kares barbarófonos”)” o “los Carios de habla incomprensible”, cuyo idioma ya se extinguió. 

*Lo que se sabe sobre los carios es a través de inscripciones que contienen una mezcla de alfabeto chipriota y griego occidental.

Βαρβᾰρόϕωνος = barbaróphonos, se compone de βαρβᾰρό- (barbaró-, ‘el que habla y no se le entiende’, ‘el balbuciente’) + ϕωνος (phonos), de φωνή (phōnḗ, voz, sonido), o sea “voz ininteligible”.

Nexo indoeuropeo de ‘bárbaro’

Según los lingüistas, la raíz indoeuropea *baba-, que contiene la idea de “lenguaje cerrero, inentendible, incomprensible”, o también “la onomatopeya del ruido que hace la boca al hablar», se vincula a los términos griegos βάρβαρος, `βαρβαρόφωνος, arriba citados. Así como en latín barbarĭēs, barbărĭa (crueldad, el mundo extranjero, incultura, pronunciación defectuosa); barbări (grosero, bárbaro, inculto, ignorante, salvaje, tosco, rudo); barbare (adverbio: a la manera extranjera, con crueldad); barbărĭcus (extranjero, grosero); barbărīsmus (pronunciación inadecuada, barbarismo, el uso de un término contra las reglas del lenguaje); bărbarus (inculto, extranjero, rudo). 

Otros vocablos ligados a la misma raíz son: ‘bebé’ en español, del francés ‘bébé’, a su vez del inglés ‘baby-babe’; puesto que un bebé es un niño de muy corta edad que balbucea. Así como ‘balbucear’, balbuceante’, ‘baba’, ‘bobo’, ‘baboso’, babosada, babear, bravo, bravucón, bravuconería y otras pertenecen al mismo grupo

Un proceso que se ha dado en otras latitudes

Que los griegos hayan generado este término, no es algo único. Alrededor del mundo existen casos semejantes. 

En Mesoamérica, los nahuas llamaban popoloca (de pópóloca) el ‘hablar entre dientes’, ‘hablar mal’, ‘que habla de otra manera’ —¡Exactamente lo mismo!— Actualmente el término ‘popoluca’, es usado especialmente en Guatemala con el mismo sentido. A veces también así denominan al dialecto que hablan algunas tribus indígenas de ascendencia nahoa, que aún viven al sur de Veracruz, México.

Los egipcios también tenían un nombre para los extranjeros. “Los términos más comunes, en su sentido de adjetivaciones relativas a ellos, eran: ḫrw y ḫfty, ‘enemigo‛, sbỉ‚ ‘rebelde’, y ẖsy‚ ‘cobarde‛. Otros vocablos eran ḫryw-šˁy, ‘beduinos‛, ḫȝstyw, ‘extranjeros’, ‘habitantes del desierto‛ y, por último, ỉˁȝ, «el que habla una lengua extranjera” (Héctor Horacio Garván. Introducción e integración de extranjeros en el Egipto del Reino Nuevo: una aproximación cuantitativa a los Anales de Tuthmosis III Anuario de la Escuela de Historia Virtual – Año 5 – N°5 – 2014: pp. 1-22. ISSN 1853-7049) 

Los hebreos llamaban Gôyim a cierto país o nación extraña o no bien precisada, tal vez en la alta Mesopotamia. En fin, abundan los ejemplos en Europa, Asia, el norte de África y América.

BEREBER, BERÉBER, BEREBERE

Bereber es un adjetivo que significa: ‘de la región de África llamada Berbería, en África septentrional. Como sustantivo ‘familia de lenguas habladas del grupo camito semita, por los bereberes o individuos pre árabes (según algunos, de origen caucásico) que viven en dicha región, probablemente desde hace 10 000-12 000 años. Aunque ellos se autodenominan imazighen (pueblos libres). Este término deriva también del griego, y surgió por los mismos motivos. Bereber proviene del árabe marroquí berber, este del ár. clásico barbar, finalmente del griego βάρβαρος ‘bárbaros’ ‘extranjero’, a partir del sonido bar bar bar.

Los romanos (bărbarus)

Ya se mencionó que el latín tomó la palabra del griego como bărbarus. Los romanos se autonombraron ‘Bárbaros’ hasta que el lenguaje griego fue naturalizado en Roma. Sin embargo, para la época de Augusto (inicio del Imperio), el nombre adquirió un sentido despectivo, para denominar a “todas las tribus que no tenían el mérito de ser griegos o romanos”. Y en la medida que el nombre se esparció, se confinó a los pueblos germánicos o teutónicos ¿Por qué?

Sencillamente porque desde la muerte del emperador L. A. Cómodo (año 192, el fin de la Paz Romana), comenzó un periodo de desorden que culminaría en 476 con la caída de Rómulo Augusto, en una acción conducida por el germano Odoacro, lo que marcó la caída definitiva del Imperio romano de Occidente, hecho que fue informado a Constantinopla.

Fueron casi 300 años de constantes asedios por vándalos (de Escandinavia), hunos (pueblo mongoloide), ostrogodos (godos de oriente que conquistan Italia en el siglo V), visigodos (godos de occidente que invaden Roma desde los inicios del s. IV), francos (germano occidentales que entraron al Imperio desde el año 253), anglos y sajones (que se apoderan de Britania durante el reinado de Honorio), suevos, que invadieron las Galias y una parte de Hispania en e siglo V, etc. Pueblos hostiles al Imperio, en general de origen germánico, que por tal motivo los romanos los llamaban ‘bárbaros’, por su lenguaje inentendible y por la violencia y rudeza de sus incursiones.

De manera que los romanos trasladaron el nombre que los griegos dieron a los persas y medos a los pueblos germanos guerreros que terminaron con el Imperio. Sin duda, todos los Imperios caen, unos más pronto que otros, el romano de occidente permaneció durante 503 años, el otomano, 623. En fin…

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 1 de mayo de 2023.

Categoría: ciencia, cultismos

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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