varios
Dejar un comentario

maravilla, cosa o persona admirable

Significado del término ‘maravilla’

Maravilla es un sustantivo (nombre) femenino que significa:

Acontecimiento, cosa o persona que causa asombro por sus extraordinarias cualidades. Ejemplo: ¡Qué maravilla de caballo! Me recibieron de maravilla. Me fue de maravilla. De maravilla y a las mil maravillas son locuciones adverbiales de uso coloquial que significan ‘muy bien’, como: Sabe (de sabor) de maravilla.

‘Maravilla es también la acción o efecto de maravillar (causar la sensación de ser maravilloso) o maravillarse (quedar admirado ante algo o alguien.

Maravillar es un verbo pronominal que significa ‘ver algo con extrema admiración’. También un verbo transitivo que significa ‘causar admiración o extrañeza’. Ej: Nos maravillamos al verlo ejecutar la melodía. Ellos nos maravillaron con la destreza en el manejo de los números.

Origen de la palabra ‘maravilla’   

El término ‘maravilla’ proviene del latín vulgar mirabilia (también mirabilie), con el significado de ‘cosas sorprendentes, asombrosas, extraordinarias o admirables’, a veces usado con cierto sentido de exageración. Palabra utilizada durante la Edad Media como título de descripciones de los monumentos más sobresalientes de una ciudad, particularmente de Roma, por ejemplo, Mirabilia Romae, Mirabilia Urbis, Mirabilia Urbis Romae, que se traduce: Roma Maravillosa, Ciudad Maravillosa, Ciudad de Roma Maravillosa. 

Maravilla es maravilha en portugués, maraviglia en italiano, merveille (cosa que asombra, atestiguado desde el año 1050) en francés antiguo y actual y marvel en inglés.

El adjetivo mīrus, origen remoto del vocablo ‘maravilla’

Ya se mencionó que ‘maravilla’ proviene de mirabilia (sucesos o cosas asombrosas), vocablo que es el plural neutro del adjetivo mirabilis (admirable, maravilloso, sorprendente, extraordinario, algo muy poco o nunca antes visto); del verbo mīror, mirāri (maravillarse de, admirarse, asombrarse), como en la expresión mirari patrem, “mirar con gran admiración a su padre” en la pluma del poeta greco-romano del siglo I d. C. Publio Papinio Estacio.

El verbo mirāri

El verbo mirāri finalmente procede del adjetivo mīrus, (asombroso, portentoso, extraordinario, pasmoso, prodigioso, maravilloso). Por ejemplo en las frases: mirum desiderium urbis (Cicerón), ‘un deseo asombroso de volver al pueblo’; mirum in modum (Julio César), ‘de una manera sorprendente’ (Gaffiot p. 981).

Probable relación indoeuropea

Según el American Heritage Dictionary, mirāri, mīrus, se vinculan a la raíz indoeuropea *smei- (reírse, reír, sonreír), *(s)mei- según Pokorny. Raíz también relacionada con términos anglosajones como:

1- Comity (consideración, cortesía), smile (sonreír), mirror (espejo, superficie capaz de reflejar imágenes, un recurso para admirar nuestro rostro ¿Será? ¡Quién lo diría! que la palabra inglesa mirror está ligada, según los indoeuropeístas a nuestros términos ‘maravilla’, ‘maravilloso’, ‘maravillarse’, y hasta con la palabra ‘milagro’. 

2- El actual vocablo francés miroir, un objeto destinado a reflejar imágenes, un espejo < *miratorium (término hipotético) < verbo latino < mirāri (admirarse, asombrarse).

Por lo tanto, las palabras ‘milagro’, ‘milagroso’, ‘maravilla’, ‘maravilloso’, ‘admirable’, ‘admiración’, ‘mirar’, ‘mirador’, comparten un origen común.

El sufijo -bilis de mirabilis

En el adjetivo mirabilis se encuentra el sufijo latino -bilis (-ble en castellano) que indica ‘capaz de’, ‘que es posible’, o simplemente sufijo de posibilidad; como claramente podemos ver en las voces: 

Agitabilis (movible, que puede moverse), del verbo agito, agitare (mover algo con fuerza).

Amabilis (amable, algo digno de ser amado o querido), de amo, amare (querer, amar).

Aspectabilis (aquello que es visible, digno de verse) del verbo aspectare (mirar con insistencia y atención).

Possibilis (posible), de posse (ser hábil), de potis, (hábil, que puede), origen del adjetivo ‘potente’.

Luego entonces, mirabilis se interpreta como “que puede (-bilis) causar sorpresa y admiración (mīrus, admirable, sorprendente)”.

Las Siete Maravillas del Mundo Antiguo

Las Siete Maravillas de la Antigüedad fueron el producto de los logros en arquitectura y escultura y espiritualidad del Antiguo Mediterráneo y el Medio Oriente. Los griegos llamaban θαυμαστόϛ (thaumastós) a lo asombroso, maravilloso, extraordinario y no es coincidencia que todas se encuentren alrededor del Mediterráneo. Algunos han llegado a pensar que eran siete, porque simbolizaban a los astros en aquel tiempo ya observados: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, el Sol y la Luna, justamente siete. Según el poeta griego del siglo II d. C. Antípatro de Sidón, eran:

Las pirámides de Giza

de la Cuarta Dinastía egipcia (c. 2675-2465 a. C.), cerca de Menfis (a unos 30 km), son los monumentos más célebres de la antigüedad y reflejan el gran poderío y riqueza del Imperio Antiguo de Egipto (c. 2700-2200 a. C.), entre la Tercera y Sexta Dinastía. Las pirámides se construyeron como un acto de fidelidad a su rey-dios, de quien dependía la seguridad y prosperidad de Egipto. Seguridad y prosperidad que comenzaron a declinar al final de la Sexta Dinastía, hacia el año ―2200, cuando la autoridad de los faraones de ese periodo comenzó a debilitarse.

El grupo o complejo de Giza está formado por diez pirámides, incluyendo las tres más grandes y mejor preservadas: a) la de Jufu del rey Khufu (Cheops para los griegos), es la más grande, más vieja y situada más al norte; b) la de Jafra del rey Kefrén o Khafre (c. 2600-2551 a. C., el cuarto de los 8 reyes de la Cuarta Dinastía), en griego Χεφρήν = Chephren, la segunda en tamaño y c) Menkaura, del quinto rey Menkaure (Mycerinus, que Heródoto llamó Μυκερίνος = Mykerínos), la más pequeña y ubicada más al sur.

File:Pirâmides Quéops, Quéfren e Miquerinos.jpg

Las tres Pirámides principales del complejo de Giza: Khufu, Kefrén, Menkaura. La única maravilla de la Antigüedad que sobrevive. Autor Celio Maielo. 21 de octubre de 2006. Fuente https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Pir%C3%A2mides_Qu%C3%A9ops,_Qu%C3%A9fren_e_Miquerinos.jpg

Los Jardines Colgantes de Babilonia

Fueron construidos en el siglo ―V durante el reinado de Nabuconodosor, Algunos dicen que fueron creados por la reina legendaria Semíramis y transformados por este rey.

La Estatua de Zeus en Olimpia

Chapada de oro y marfil, de unos 12 m de alto, colocada en su Gran Templo, costa occidental de Peloponeso. Obra del escultor Fidias (siglo ―V, hacia el año ―430) de la Antigua Grecia. Destruida unos mil años después.

Templo de Artemisa en Éfeso (ahora al oeste de Turquía)

Fue construido hacia el año 550 a. C., por el rey lidio Creso (Kroisos en griego), quien nació a los inicios del siglo VI. El templo fue reconstruido unos 200 años después, pues fue incendiado hacia el año ―356 por un loco llamado Heróstrato. Finalmente fue de nuevo devastado  por una invasión de los godos alrededor del año 262 d. C. Y nunca más se reconstruyó. Aunque se conservan remanentes en el Museo Británico.

Mausoleo de Halicarnaso 

La mayoría de las tumbas griegas eran más bien simples, pero en las colonias de Asia Menor eran más elaboradas. La más famosa fue la de Mausolo (Mausolus en latín clásico), rey de Caria, muerto hacia el año 353 a. C. Algunos escritores griegos contaban que su hermana y esposa Artemisia II (de Caria) lo quiso tanto, que cuando murió, bebió sus cenizas después que su cuerpo fue incinerado, y erigió como tributo a su memoria una tumba (vacía) monumental, que por su grandeza y magnificencia fue considerado una de las siete maravillas del mundo. En latín Mausōlēum, es una palabra que el escritor romano Suetonio cita con el significado de ‘tumba magnificente’ (Gaffiot p. 956). Por eso ahora se llama mausoleo a un sepulcro suntuoso.

Sobre la destrucción de este mausoleo, no se tienen fechas precisas. Los historiadores creen que fue demolido por un sismo, pero dan fechas tan variadas, que van desde el siglo XI-XV d. C., lo que constituye una evidente prueba de la imprecisión cronológica.

Coloso de Rodas 

Era una estatua colosal (enorme) del dios Apollo Helios o el dios Sol Helios (Ἥλιος, Hếlios en griego antiguo); construida en unos 12 años, entre 294-282 a. C. Se erigía en la antigua ciudad griega de Rodas. El escultor Cares de Lindos fue quien la creó para conmemorar el levantamiento del largo asedio de Demetrio I Poliorcetes (305-304 a. C.) a Rodas. Estaba hecha de bronce y hierro y lastrada con piedras. No se conoce con precisión su altura. Según los historiadores, medía unos 32 m de altura; esta fuente dice que unos 70 codos, más o menos 35 m. Estaba ubicada junto al puerto de Mandraki (isla de Rodas). 

Fue derribada por un terremoto hacia los años 226-225 a. C. El Coloso caído se dejó en su lugar hasta el año 654 de la era cristiana, pero unos 880 años después, cuando las fuerzas árabes asaltaron Rodas, hicieron romper la estatua, y vender el bronce como chatarra.

Faro de Alejandría

Sin duda, el faro más famoso de la antigüedad. Es el arquetipo (modelo original) de todos los faros desde entonces. Construido hacia el año  ―280 por el arquitecto griego Sostrato de Cnido (siglo III a. C.), quizá para Ptolomeo I Soter. Se terminó durante el reinado del hijo de Soter, Ptolomeo II de Egipto.

El faro se encontraba en la isla de Faros (Pharos), en el puerto de Alejandría, y se dice que tenía más de 110 metros de altura; las únicas estructuras artificiales más altas de la época eran las pirámides de Giza. Gran parte de lo que se sabe sobre la estructura del faro procede de una obra de 1909 de Hermann Thiersch, Pharos, antike, Islam und Occident. Según las fuentes antiguas consultadas por Thiersch, el faro estaba construido en tres etapas, todas ellas ligeramente inclinadas hacia el interior; la más baja era cuadrada, la siguiente octogonal y la superior cilíndrica. Una amplia rampa en espiral conducía a la cima, donde ardía un fuego por la noche.

Según algunas descripciones, el faro estaba coronado por una enorme estatua, que posiblemente representaba a Alejandro Magno o a Ptolomeo I Soter en la forma del dios del sol Helios. Aunque ya era conocido, el faro no aparece en ninguna lista de maravillas hasta el siglo VI de nuestra era (la primera lista menciona las murallas de Babilonia). 

La destrucción del faro fue causada por una larga serie de terremotos desde mediados del siglo X, pero todavía en el siglo XII seguía en pie. Sin embargo, el más destructivo, fue un sismo de 1303. En 1477-1480 el sultán mameluco Qāʾit Bāy pudo construir un fuerte con sus ruinas.

File:Lighthouse - Thiersch.png
El Faro de Alejandría dibujado por el arqueólogo alemán Prof. Hermann Thiersch (1874–1939) en 1909. Fuente: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Lighthouse_-_Thiersch.png

Fuente:

Britannica, The Editors of Encyclopaedia. «Seven Wonders of the World». Encyclopedia Britannica, 1 Oct. 2021, https://www.britannica.com/topic/Seven-Wonders-of-the-World. Consulta del 15 de enero de 2022.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 15 de enero de 2022.

Categoría: varios

por

Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan dispares. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías y ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *