Definición de la palabra ‘volcán’
Un volcán (de manera un tanto elegante, monte ignívoro o montaña , del latín ignĭvŏmus, adjetivo que significa “que vomita fuego”) es «una abertura (caldera) en la corteza terrestre continental o del fondo marino, que está comunicada a una cámara de magma, es decir, roca fundida, gases y otros líquidos o material piroclástico, desde polvo o ceniza hasta rocas de varias toneladas, a una temperatura entre 800-1300 °C». La cámara de magma se encuentra en la corteza terrestre bajo el volcán, con material ígneo en fusión, de más al interior del planeta, que asciende por procesos convectivos.
Etimología de ‘volcán’
El término ‘volcán’ es netamente latino. Existen algunos registros de esta palabra en español desde el siglo XIII. Deriva del latín Vulcānus ‘Vulcano’, el dios romano del fuego destructor, hijo de la diosa Jūno’ sola o de ella y Júpiter. Vulcānus vivía bajo el monte Etna en la isla de Sicilia. El término Vulcānus también se aplicaba en sentido figurado para referirse al fuego y los incendios.
Según el mito romano, Vulcānus se dedicaba a hacerle los rayos al dios Júpiter (el Zeus griego), y era el esposo de la diosa Venus (Afrodita griega), quien le era infiel, por ejemplo, con Marte. Su templo se encontraba fuera del pōmērĭum (literalmente fuera del muro que rodeaba a Roma, de post ‘después’, ‘detrás’ más murus, ‘muro’, ‘defensa’). Vulcānus tenía su flamen o el ayudante que soplaba al fuego.
Los mitos romanos sobre Vulcānus suelen relacionarlo con Vesta, la diosa que mantenía encendido el fuego del hogar y con Māia, otra diosa cuyo nombre derivó en Maius mēnsis o ‘el mes de mayo’.
Representación artística de Vulcānus
Era representado por los romanos de manera semejante al dios griego Hefesto (con el que luego se identificó): con barba, una túnica corta, un gorro de fieltro o pileus y en sus manos, las herramientas propias de un herrero.
El mito de Vulcānus
Pero Vulcānus nació con algunas deformidades en su cuerpo, lo que motivó a su madre a echarlo al mar en cuanto nació, donde permaneció durante 9 años.
Fue educado en los cielos con el resto de los dioses, pero su padre lo pateó para expulsarlo del Olimpo y duró nueve días en llegar a la tierra y cayó en la isla de Lemnos (Λῆμνος en griego antiguo, donde construyó su propio palacio), quebrándose una pierna y quedando cojo para toda la vida.
El mito es complejo, pero también se dice que los cíclopes de Sicilia fueron sus ayudantes, y juntos, no sólo hacían los rayos de Júpiter, sino también armas para los dioses y otros héroes famosos. Como ya lo mencioné, sus forjas las hacía bajo el Etna en la isla de Sicilia, o en otro lugar de la tierra (conocida en aquel entonces) donde había volcanes.
Según el Lempriere’s Classical Dictionary (año 1875), a Vulcānus (y, por lo tanto, también a Hefesto) se le conocía bajo los nombres latinos Mulcĭbĕr y Pamphanes (brillante). Pero por la helenización del mito, existieron también varios nombres griegos como epítetos de Vulcānus:
- Clytotergós = κλυτοτεργός era el dios Hefesto (según Homero), análogo de Vulcanus; de Clytotechnes κλῠτοτέχνης, ‘alguien reconocido por su arte’.
- Pandamátor = πανδᾰμάτωρ, ‘el que todo lo vence o lo somete’.
- Cyllopodes o Cyllopodion = κυλλοποδίων, ‘tullido’, ‘con la pata chueca’, epíteto de Hefesto
La adoración a Vulcānus
Este dios era adorado en Egipto, Atenas y Roma. Vulcānālĭa o la Vulcanales, era la fiesta en honor de este dios, que se celebraba en Roma el 23 de agosto de cada año, precisamente a medio verano, cuando era más probable que se incendiaran las cosechas. Becerros y cerdos eran quemados en su honor y también se sacrificaban peces del río Tíber (que pasa por Roma), los que arojaban al fuego, con el deseo de que este dios los protegiera de los incendios.
Después Vulcānus se identificó con el dios griego Hefesto
Al principio Vulcānus era una divinidad romana independiente, tan antigua, que el rey sabino Titus Tatius o Tito Tacio (s. VIII a. C.) le rendía culto. Sin embargo, con el paso de los siglos, terminó identificándose —sobre todo durante el período helenístico— con el dios griego Hefesto, Ἤφαιστος (Hêphaistos, latinizado Hephaestos), del fuego, los herreros, artesanos, canteros y escultores; cuyos símbolos eran el mazo y las tenazas.
Isidoro de Sevilla cita Hēphaestĭăs, ‘una de las islas Eolias en Sicilia, con gran actividad volcánica.
Hefesto era hijo de Zeus y Hera (según Homero). Otros creen que Hera lo tuvo sola por despecho hacia Zeus. Algunas versiones del mito dicen que su padre lo lanzó a la Tierra (lo mismo que dice el mito romano), por haber ayudado a su madre; otras, que Hera lo expulsó por la vergüenza de haber tenido un hijo deforme y cojo. La perenne juventud de Efesto (como en los mitos védicos), se relaciona con el hecho de que el fuego nunca pierde su fuerza y poder quemante. Naturalmente que los lugares en los que se veneraba, eran los cercanos a los volcanes. Su esposa era Afrodita, aunque en otras leyendas se menciona a Cárite, Aglaé (la esplendorosa) y otras más.
Vulcānus y Hêphaistos, coincidencias
El hecho de que exista una coincidencia entre estos dioses, y que sean igualmente muy antiguos (Homero cita a Hefesto en la Ilíada y la Odisea), nos permite suponer que se trata de dos mitos que muy probablemente tuvieron un origen común todavía más antiguo. Los expertos en estos temas creen que quizá provengan de Asia Menor. Además, debe también mencionarse que todos los pueblos del mundo que se desarrollaron en regiones volcánicas, tuvieron sus propios mitos para explicar estos fenómenos geológicos, a veces tan impresionantes y letales.
El término ‘Vulcano’ lo diseminaron los portugueses y los españoles
Desde la Antigüedad tardía y el Medievo se aplicó el nombre vulcano en Italia, para nombrar sobre todo a sus tres principales volcanes: Etna, Vesubio y Stromboli. Sin embargo, a partir del siglo XV, comenzaron las exploraciones y conquistas de españoles y portugueses, ocupando algunos lugares (América, África, sureste asiático) donde abundaban los volcanes, de manera que pasaron el término a otras lenguas. Volcán en español probablemente adquirió la terminación -can del árabe burkán, que ya se usaba en la isla de Sicilia hacia el siglo X.
Como muestra de ello, la palabra ‘volcán’ es volcão en portugués; volcano en inglés; volcan (francés); vulcano (italiano); Vulkan (alemán); vulkaan (neerlandés); vulkan (sueco); вулка́н (ruso).
Vulcanizar parchar neumáticos
En México, Cuba y Nicaragua, vulcanizar es reparar neumáticos, porque requiere el uso de altas temperaturas, y una vulcanizadora es el lugar donde se dedican a vulcanizar. Bueno, a parchar neumáticos.
CONSIDERACIONES ADICIONALES
¿De dónde sale el material piroclástico (del antiguo griego griegos πῦρ pyr “fuego” y κλαστός klastós “fracturado”, “roto”) arrojado por los volcanes?
Estructura de la Tierra
Nada más para tener una idea sobre el origen del magma volcánico, debemos considerar, en cifras aproximadas lo siguiente:
La Tierra tiene un diámetro medio de unos 12 753 km, lo que significa que a nivel del mar, la distancia al centro (radio) es de unos 6367 km.
1- El núcleo interno tiene un grosor de 1285 km y temperatura de 5500 °C, formado por níquel y hierro (nife), que no se funden por la extraordinaria presión a la que están sometidos.
2- Núcleo externo: 2250 km de grueso y unos 5000 °C con algo de níquel y hierro líquido. Es muy probable que sus corrientes originen el campo magnético terrestre.
3- El manto. Es la capa más gruesa, de unos 2900 km. Los materiales sólidos que lo forman son silicio, aluminio, oxígeno, hierro y magnesio. En sus partes más profundas alcanza los 4400 °C, mientras que en las más superficiales (debajo de la corteza) su temperatura es de 800-1200 grados.
A una profundidad entre 80-160 km o algo menor (25-50) la roca del manto se funde y forma el magma.
La cámara magmática
El gas que se infiltra en el magma hace que ascienda por su menor densidad y por la gran presión a la que está sometido, formándose un gran hueco o cámara magmática —a unos 3-4 km de la superficie terrestre o el lecho oceánico— rodeada por las rocas de la corteza*, justo debajo del volcán, de donde, de vez en cuando, por períodos de diversa amplitud, el material emerge durante las erupciones.
*La corteza terrestre mide unos 7-8 km en el fondo del mar, en cambio, en los continentes llega a tener un grosor de entre 25-70 km.
Luego entonces, el magma que sale por un volcán proviene del manto externo terrestre (a unos 25-50 km), que luego asciende y se acumula en la cámara magmática de la corteza a tan sólo 3-4 km de hondo. Esto reemplaza a la hipótesis anterior de que el material volcánico provenía de profundidades mucho mayores.
Cuando un volcán entra en erupción, el magma que asciende sale por un conducto o chimenea central y se acumula alrededor de la abertura o grieta que se encuentra rodeado por un cráter volcánico, desde donde es expulsado (ahora con el nombre de lava) a veces con suma violencia.
No todos los volcanes muestran la imagen típica del Fuji o del Citlaltépetl
Aunque muchos volcanes no tienen el típico aspecto que evocamos (depende del tipo de lava) cuando nos referimos a ellos, algunos son cónicos, majestuosos y cubiertos de nieve, como es el caso del monte Fuji, isla Honshu, Japón o el Citlaltépetl (pico de Orizaba) en México. Son también abundantes los volcanes de los fondos marinos, sobre todo en los océanos Pacífico, Atlántico e Índico.
Volcanes en otros astros
No sólo en nuestro planeta hay volcanes. En el Sistema Solar hay también astros con actividad volcánica
- El monte Olimpo de Marte (Olympus mons) es el volcán más grande del Sistema Solar, se eleva 22-23 km sobre la llanura marciana, con un diámetro en su base de 600 km, que supera con mucho al más alto de la Tierra, Mauna Kea en Hawái, que desde el fondo marino, se eleva algo más de 10 km, de los cuales, 4204 m sobresalen del nivel del mar. El 60 % de la superficie de Marte está cubierto de rocas volcánicas, derivadas de al menos 20 volcanes.
- Nuestra Luna tuvo actividad volcánica hace millones de años, que dejaron al menos ¼ de su superficie cubierta con flujos basálticos de baja viscosidad, que ahora llamamos Mares (marie en plural). Los satélites Encélado de Saturno y Europa de Júpiter también muestran señales de vulcanismo.
- La luna jupiteriana Ío, es el astro con mayor violencia volcánica en nuestro Sistema Solar. Venus y Plutón también han tenido procesos de este tipo.
- Tritón (con 2700 km de diámetro) es la luna mayor de Neptuno y tiene volcanes de “hielo” que eruptan nitrógeno líquido, polvo y compuestos de metano.
Los volcanes y la prehistoria
Es indudable que los volcanes han existido en nuestro planeta desde hace miles de millones de años, desde antes del origen de la vida. Cuando apareció el hombre, de seguro eran admirados y temidos desde la prehistoria. Quizá la representación más vieja de ellos se encuentra en la cueva de Chauvet-Pont d’Arc al sur de Francia, con una antigüedad estimada de unos 36 000 años, durante el Paleolítico Superior. El filósofo griego Aristóteles creía que los volcanes se originan por vientos subterráneos, que vencían la corteza terrestre y brotaban con una fuerza descomunal.
Clasificación de los volcanes según su actividad
A- Un volcán es activo cuando está en erupción o ha tenido alguna en más o menos los últimos 200 años. El Popocatépetl en México es un buen ejemplo, ya que desde 1993 inició una actividad con emisión de fumarolas y ciertos movimientos sísmicos. Hay 14 volcanes activos en México, entre ellos el Ceboruco (Nayarit) y el de Fuego de Colima (límites con Jalisco). Vivo relativamente cerca de los dos.
Los volcanes activos se encuentran en casi todo el mundo
“Los volcanes activos pueden encontrarse en casi todo el mundo (menos en Australia) y en el fondo de casi todas las mayores cuencas oceánicas. Indonesia con 76 activos, Japón 60 y Estados Unidos 53 (considerando Alaska y Hawai), son las naciones con mayor actividad volcánica” (Chernicoff & Whitney).
B- Los que no han erupcionado en el pasado reciente (dentro de unos cuantos miles de años anteriores), pero muestran ciertos signos de actividad (aguas termales, fumarolas, por ejemplo) y se cree probable que lo hagan en el futuro, se llaman durmientes.
C- Un volcán se considera extinto, cuando no ha estado activo por decenas o cientos de miles de años, y se estima muy remoto que lo haga en el futuro. Pero de cualquier manera, existe una muy baja probabilidad de que despierte. En todo el planeta debe haber, sin duda, miles de volcanes extintos. Un ejemplo excelente es el monte Kilimanjaro en Tanzania, África, del que se considera, permanece inactivo desde hace al menos unos 300 000 años, más o menos el tiempo que lleva el hombre en la Tierra. También el Shiprock Peak, en Nuevo México, con una altura de 515 metros sobre el suelo, se calcula que tuvo su última erupción hace unos 27 millones de años.
La verdad es que resulta difícil asegurar si un volcán que no muestra signos de actividad por cientos de años es extinto o durmiente.
¿Cuántos volcanes hay en la tierra?
Sin duda, es una pregunta sin respuesta exacta
Con la advertencia de que las cifras son aproximadas y varían de acuerdo a la fuente consultada, se puede afirmar que hay unos 430 volcanes en el planeta que han erupcionado en continentes e islas (sin contar los del fondo marino), en tiempos considerados como históricos, hace unos 6000 años. De estos, el 64 % (275) son del hemisferio norte y el resto (175) en el sur, en gran parte, debido a que hay más tierras emergidas al norte del ecuador. Con un registro de unas 2500 erupciones (una media de casi 6 por volcán), de las cuáles, alrededor del 65-70 % sucedieron en el océano Pacífico, donde hay unos 330 activos.
¿Por qué predomina el océano Pacifico en vulcanismo? Se debe a que allí se localiza el anillo o cinturón de fuego, desde la Patagonia hasta Nueva Zelanda, donde las placas tectónicas interactúan (zonas de subducción) y provocan también el mayor número de sismos en el mundo, ya que las fuerzas que generan un terremoto son las mismas que originan una erupción volcánica. Así que vulcanismo y sismicidad se asocian de manera evidente, aunque también hay volcanes en regiones llamadas “puntos calientes”, alejados de zonas sísmicas, la mayoría en el fondo oceánico, pero también en Hawái, Yellowstone (USA), Islandia, Etiopía y Chad en África, etc.
Algunos ejemplos de erupciones volcánicas
Yellowstone
Muchos volcanes ni siquiera sobresalen del suelo, como el caso de Yellowstone, Wyoming, Estados Unidos, un super volcán que permanece quieto desde hace unos 640 mil años. Si llegara a estallar (¿mañana? ¿dentro de 100 mil años?), produciría una terrible erupción equivalente a mil veces la del monte Santa Helena, Washington, Estados Unidos, y sumiría a nuestro planeta bajo un “invierno volcánico”… He visitado el Yellowstone dos veces. La verdad que es una experiencia inolvidable.
Vesubio
La primera narración (por Plinio el Joven) sobre una erupción volcánica fue la del Vesubio en Italia (agosto del año 79), en la que murió Plinio el Viejo, y las ciudades de Pompeya, Herculano y otras quedaron sepultadas bajo el material violentamente arrojado. El Vesubio es el único volcán activo de Europa continental, cuya última actividad fué el año 1944. Plinio el Joven más o menos escribió: “Como a eso de las 7 de la mañana del 24 de agosto del año 79 (d. C.), surgió una nube sobre la cumbre de la montaña, que fue tomando la forma de pino… produciéndose destellos de fuego tan intensos como los relámpagos y una oscuridad más profunda que la noche”. Agrego enfáticamente ¡Hace nada menos que 23 327 meses! Tiempos ya distantes. Pero un triste suspiro si los comparamos con la edad de la Tierra.
Krakatoa
Según Cyril Aydon, “…En Sundra, Indonesia, el 27 de agosto de 1883, se registró en la isla de Krakatoa una explosión (del volcán Anak Krakatau) que expulsó 20 km³ (un km³ es igual a mil millones de m³) de roca y cenizas al cielo, con un estruendo que se escuchó en Australia, a 3000 km al sureste (unas 2 horas 27 minutos después) y en la isla Rodrígues a 5000 km al suroeste (después de unas 4 horas); creando un tsunami de 40 m de alto sobre las costas de las islas vecinas de Java y Sumatra, que cegó la vida de al menos 36 000 personas”.
“Pero Krakatoa no se compara con la erupción a 1200 km al este, en la isla de Sumbawa, el 11 de abril de 1815, día en que el volcán Tambora explotó, en la más grande erupción de al menos 20 000 años, expulsando con enorme violencia unos 120 km³ (seis veces más) de piedra pómez y ceniza, y la montaña entera, que se encontraba a 4000 m sobre el nivel del mar, cayó dentro de la cámara magmática que arrojó el material. Unas 10 000 personas murieron durante la erupción (hay que considerar que hace 108 años había mucho menos habitantes que ahora) y otras 90 000 murieron de hambre y enfermedades, producto de la catástrofe. Una nube de polvo y cenizas se esparció alrededor del planeta, oscureciendo el Sol…”
Mucho más que saber
Todo lo escrito es casi nada si consideramos lo que se sabe sobre los volcanes. Quedan aún muchos temas que me gustaría abordar. Sólo por mencionar algunas:
Tipos de materiales arrojados por un volcán.
Tipos de volcán: de escudo (Mauna Loa), cono de ceniza (Paricutín, Michoacán, México), compuestos (Monte Fuji, Japón y Mayon en Filipinas).
Clasificación de las erupciones volcánicas: hawaiana, estromboliana, peleana, pliniana, krakatoana, vulcaniana. Obviamente los nombres obedecen a modelos eruptivos tomados de distintos volcanes.
Predicción de las erupciones volcánicas.
Beneficios de la actividad volcánica.
Textos consultados:
- Aydon Cyril. 2010. The Science Book pp. 215-217. London.
- Chernicoff & Whitney. 2002. Geology pp. 100-141. USA.
- Lempriere’s classical Dictionary. 1875 pp. 724-725. New York.
- Pocock Maggie Aderin. 2015. Planetas. México. Todas son ediciones impresas.
Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 21 de julio de 2023.
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