CASIOPEA, LA CONSTELACIÓN Y EL MITO
El término ‘Casiopea’ puede referirse al nombre de una constelación del hemisferio norte o de un personaje mitológico femenino de la antigüedad griega.
Casiopea es una constelación boreal situada entre Cefeo (su esposo), la Jirafa, Perseo (su yerno), Andrómeda (su hija) y el Lagarto. Es el único caso en el que dos constelaciones representan una pareja de esposos en la que se encuentran juntos. Los Gemelos y Peces son parejas, pero no esposos. Casiopea aparece en el catálogo de constelaciones del siglo II d. C. del Almagesto de Ptolomeo.
El mito de Casiopea dice que era la reina de la antigua Etiopía, esposa de Cefeo y madre de Andrómeda. Etiopía en este caso no se refiere al actual país africano, sino a un antiguo reino cuyos límites no pueden ser bien definidos, pero que los griegos ubicaban más o menos entre el sur de Egipto y norte de Sudán, frente al mar Rojo. Pero otros dicen que se extendía desde la costa sureste del Mediterráneo hacia el sur hasta el Mar Rojo, un territorio que contiene algo del actual Israel, Jordania y Egipto.
En griego antiguo se escribe Αἰθιοπία (Aithiopía), en latín, Plinio y Tertuliano citan Æthĭŏpĭa, la lejana región africana donde vive la gente de la piel tostada, Æthĭops, ŏps.
Origen del término Casiopea
Se sabe que el nombre proviene del latín Cassĭŏpē (Ovidio), Casĭĕpeīa (Cicerón), “Casiopea, madre de Andrómeda transformada en constelación”. Los astrónomos adoptaron Cassiopeia y la abrevian Cas.
Cassĭŏpē, Casĭĕpeīa lo tomó el latín del griego Κασσιέπεια (Kassiépeia) Κασσιόπη (Kassiópe), que era el nombre que daban a esta constelación, al menos desde los siglos IV-III a. C. Pero el problema es que no hay nada seguro sobre el origen de estos términos griegos. Los lingüistas han emitido varias hipótesis, pero como tales, están a la espera de su resolución.
El primer componente Κασσ- (Kass-) es un enigma, pues se ha pensado en distintos posibles orígenes: a) tal vez un radical de origen acadio, una lengua semítica (no indoeuropea) hablada en Acad (Mesopotamia), desde el segundo milenio a. C.; algo probable, ya que se han encontrado sellos del milenio —II en el valle del Éufrates, donde se ve la figura de la constelación; b) quizá derivado de alguna lengua anatolia (Asia Menor) indoeuropea o no; c) o tal vez el nombre tuvo su origen en la región de Macedonia al norte de Grecia, habitada por epirotas, molosos y dólopes (c. ss. VII-V a. C.), donde se hablaba algún dialecto griego.
Nombres griegos de la antigüedad con el componente kass-
Al respecto, se documentan antiguos nombres como Κασσάνδρα (Kassándra, “hija de Príamo y de Hécuba», citada en la Ilíada; Κασσανδάνη (Kassandáne), “esposa del rey persa Ciro el Grande y madre de Cambises II del Imperio aqueménida; Κασσιτερίδες (Kassiterídes), una isla o a lo mejor algún otro lugar, donde se extraía estaño para diversas aleaciones, metal que ya los fenicios comerciaban hace algo más de 3000 años. De manera que los griegos de la antigüedad ya tenían palabras con el elemento Kass- que algunos dicen pudo a veces tener el significado de ‘brillo’, ‘brillar’. El segundo elemento, -ep, -op, -ops (de Kassiépeia, Kassiópe) puede que signifique ‘mirar’. Entonces, a lo mejor Κασσιέπεια, Κασσιόπη quiere decir “que se ve brillante”, —y en efecto, es una constelación boreal muy inconfundible y conspicua por su brillo— pero no se tiene la certeza.
Sin embargo, el griego de aquella época así llamó a la constelación y, lo más interesante, es cómo fue que elaboraron ese ingenioso mito de Casiopea, la madre, Cefeo, el padre, Andrómeda, la hija y su salvador Perseo, todos, personajes mitológicos que se ganaron un lugar eterno en el cielo, lo que se llama “catasterismo”, cuando un personaje o animal con cualidades humanoides se gana un sitio entre las estrellas (véase mi artículo ‘catasterismo’).
El mito de Casiopea
En la mitología griega, Casiopea fue una mortal, esposa del rey Cefeo de Etiopía y madre de Andrómeda. Cuando Casiopea presumió que ella (algunas versiones dicen que se refería a su hija) era más hermosa que las nereidas (50 hermosas ninfas del mar hijas de Nereo y de Doris, una de ellas, Anfitrite era la esposa de Poseidón), las que se enojaron mucho, y acudieron con Poseidón (Neptuno romano), dios de los mares, para pedirle que se vengara de tan grande ofensa. Entonces Poseidón hizo caer una devastadora inundación en el reino y envió un monstruo marino (Cetus) para que lo arruinara totalmente. Cuando un oráculo declaró que el país se podría salvar solamente con el sacrificio de Andrómeda, Cefeo lo aceptó y la amarró de una roca frente al mar, de manera que el monstruo pudiera devorarla.
De manera muy oportuna llegó Perseo y dio muerte al monstruo, salvando a la bella Andrómeda, pero antes pidió a sus padres casarse con ella, y ellos, a regañadientes aceptaron, porque ya estaba comprometida con un tío Fineo (Φινεύς / Phineús), hermano de Cefeo. Fineo llegó a la boda con otras personas para reclamar que era él quien estaba ya comprometido con Andrómeda, y quiso atacar al novio (Perseo), pero él puso ante ellos la cabeza de la Gorgona Medusa, ante cuya mirada quedaron petrificados.
Poseidón mandó como castigo a Casiopea a las estrellas
Después de la muerte de Cassiopea, Poseidón, como castigo la envió al cielo, convirtiéndola en una constelación, cuyas cinco estrellas más visibles forman un asterismo que, a veces toma la forma de una ‘M’, a la que llaman “la dama de la silla” (Al Dhāt al Kursiyy en árabe), porque se describe como sentada en su trono, a veces con los brazos atados a la silla, como pago al suplicio que vivió su hija amarrada a una roca; a veces levantados; también en ocasiones peinando su cabellera.
Pero el problema es que, como es una constelación circumpolar (que da vueltas alrededor del Polo Norte) en las altas latitude nórdicas, por el deslizamiento propio de las estrellas, la ‘M’ queda invertida por un tiempo formando entonces una ‘W’, y la pobre de Casiopea —como castigo por su soberbia y vanidad— queda con la cabeza hacia abajo y atada a la silla, con el suplicio y la vergüenza de sentir que puede caer del cielo al mar, donde, de seguro, las Nereidas deben estar esperándola.
Dicho de otra forma: El asterismo se orienta en forma de W (con Casiopea de cabeza) cuando está por debajo de Polaris durante las noches de primavera y verano boreales. En el invierno boreal, y visto desde latitudes meridionales, está «por encima» de Polaris (es decir, más cerca del cenit), y la W aparece invertida (como una M) y la dama muy dignamente sentada en su trono. Las formas W y M también cambian según la hora de la noche.
La interpretación de Arato
Los mitólogos interpretaron la indignidad de este paseo celestial como parte de su castigo por parte de los dioses, que la convirtieron en una figura de diversión. El escritor griego Arato (siglo —III) escribió en su obra Phaenomena que se zambullía de cabeza en el mar como un buzo, en una especie de «voltereta», con los pies agitándose en el aire, porque vista desde las latitudes griegas —no muy nórdicas, más o menos entre 35°-42° norte— habría recibido una zambullida en el punto más bajo de cada circuito. Junto a ella, su pobre esposo Cefeo corrió la misma suerte, y permanece junto a ella por siempre. Para más detalles sugiero al lector que lea mi artículo ‘Andrómeda’.
La constelación Casiopea
Esta constelación pertenece al grupo de la Leyenda de Perseo: Casiopea, Cefeo, Andrómeda, Perseo, Pegaso y Ballena. Casiopea tiene su mejor visibilidad en el otoño boreal. El 20 de noviembre puede verse en el meridiano de cada lugar a las 9 de la noche. En latitudes mayores de unos 45° N es una constelación circumpolar, es decir, todo el año gira día y noche en torno a la estrella polar. Se localiza en el lado opuesto de la Osa Mayor, quedando en medio la O. Menor, y está dentro de la Vía Láctea.
Ocupa el lugar 25 en tamaño, con 598,4 grados cuadrados. Puede verse completamente entre los 12° S y los 90° N. Parcialmente visible entre 12°-43° S. Nunca visible entre 45°-90° S.
Casiopea puede ser circumpolar o estacional según la latitud desde donde se observe
Por lo tanto, Casiopea es circumpolar en Alaska y Estocolmo; estacional en México (anoche 9 de febrero 2023 la ví desde una latitud 20° N, al suroeste de la estrella polar). Un habitante de Puerto Deseado, Argentina nunca podrá verla. Del mismo modo que no puedo ver desde el lugar donde vivo el Camaleón (Chamaeleon) o el Ave del Paraíso (Apus) por ser constelaciones muy australes.
Aunque Casiopea tiene unas 160 estrellas, sólo algunas 30 pueden verse a simple vista en condiciones de óptima visibilidad. Sin embargo, es fácilmente reconocible por cinco de sus estrellas que forman un asterismo con la imagen inconfundible de una ‘W’, o una ‘M’ muy abierta, según la época del año. El único problema para verla, es que está rodeada de un gran número de estrellas pequeñas (la Vía Láctea es la que en realidad se ve al fondo del cielo), lo que hace que destaque menos que la Osa Mayor.
Las cinco estrellas más prominentes de la ‘W’ o la ‘M’ de Casiopea
Si vemos la ‘W’, (si se trata de la ‘M’, el orden se invierte) podemos identificar, de izquierda a derecha, a las estrellas: ε o Épsilon Cassiopea o Segin (el pie de C.) una estrella B3IV a unos 430-500 años luz de distancia; δ, Delta C. o Ruchbah (rukbah “la rodilla” en árabe), a una distancia aproximada de 90-100 años luz; γ, Gamma C., el centro de la W o la M, también llamada Tsih (el látigo en chino) a unos 200 años luz de distancia; α Alfa C. o Shedar (şadr, en árabe “el pecho”), la estrella más brillante de Casiopea, a unos 110-140 años luz de nosotros; β, Beta C. o Caph (en árabe, kaf, “mano, palma de la mano”), a unos 45 años luz del Sol.
Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 11 de febrero de 2023