cultismos, varios
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déspota, el que gobierna sin límites

Definiciones

El término ‘déspota’ es usado generalmente con un sentido peyorativo, llevando la idea de tiranía, opresión y brutalidad. Debido a que el poder absoluto propende a que se cometan abusos, hablar de un déspota benevolente es una verdadera extravagancia o rareza.   

Un gobernante o jefe de Estado que se arroga y ejerce el poder de manera absoluta y arbitraria, según su propia voluntad y sin someterse a ley alguna.

Persona, que abusando de su autoridad, trata con dureza o intransigencia a sus subalternos, a su séquito o su familia. El dueño de la hacienda se comporta como un verdadero déspota con sus trabajadores.

En la historia: durante el Medievo, título dado de monarca independiente o dignidad de la Corte de Constantinopla, de δεσπότου (despótou) —despota en latín medieval— otorgado a un hijo, yerno o pariente cuando era nombrado gobernador de provincia; como el déspota de Epiro del Imperio bizantino, después de la cuarta cruzada (primera mitad del siglo XIII). 

Despotismo es la forma de gobierno en la que el que lo ejerce, lo hace de manera desenfrenada, sin límites constitucionales efectivos que lo restrinjan.

Origen de la palabra ‘déspota’

‘Déspota’ es un término que llegó al español del italiano dèspota, a su vez del latín medieval despota, “el nombre del título que otorgaban los emperadores bizantinos a los gobernadores de provincia”, que mencioné arriba. Pero este vocablo no está documentado en latín clásico, así que los escribanos medievales lo tomaron del antiguo griego δεσπότης (despótes) y su vocativo δέσπότᾰ (déspotā); luego entonces, se trata de un cultismo, porque el español lo tomó sin cambios, tal y como existía hace al menos unos 2500 años.

RAE 1791

El diccionario de la RAE de 1791 fue el primero que recogió el término ‘déspota’, y textualmente dice: s. m. “El Soberano absoluto que gobierna sin sujeción a las leyes. Monarcha plenam in subditos habens potestatem, non juri, non legibus subjectus”. Esta frase en latín se traduce más o menos como: “Un monarca que tiene pleno poder sobre sus súbditos, no sujeto a la ley”.

En francés (despot, despote) se documenta desde la segunda mitad del siglo XIII y en inglés (despot) la palabra se documenta desde 1585. 

El sentido del término ‘déspota’ no siempre fue despreciativo

Conviene mencionar que el término no siempre ha tenido un sentido despectivo. Por ejemplo, en la Iglesia Ortodoxa de Oriente, es un obispo o patriarca; en Italia renacentista, un príncipe o también un líder militar; un pequeño dirigente cristiano tributario de los turcos, después de la conquista de Constantinopla (el Despotado de Morea, en el Peloponeso).

 δεσπότης (despótes

Despotés (δεσπότης) en griego antiguo significa en origen “el Señor, con sentido nobiliario”, “el amo y Señor de una casa”, “el que manda y administra una casa o una familia”, “el Señor de señores”, que tiene a su cargo a los esclavos, siervos y vasallos, “una persona dotada de un inmenso poder y que lo ejerce sobre los demás”. “El Señor absoluto” en los sistemas de gobierno orientales, referidos al Oriente Próximo y Asia Menor (en escritos de Heródoto, Tucídides y Aristóteles). También llegó a llamársele así a los emepradores romanos, al que poseía armas, a ciertos dioses.

Estructura del vocablo δεσπότης 

Aunque estamos ante una palabra de origen no muy bien conocido, los lingüistas consideran que posiblemente deriva de la hipotética frase indoeuropea *déms pótis (el Señor poderoso de la casa), formada por: 

1- El componente δεσ- (des-), de origen incierto, tal vez de la raíz IE *dem- y sus derivados *dom-o‑, *dom-u‑ (casa, construir), vinculada además con las palabras actuales: belladona, doméstico, domicilio, domesticar, domar, domeñar, mayordomo, domo, dominio, duende, predominio, Madonna en italiano, La Madone en francés, “La Virgen María”. En latín, dominus y su femenino domina, tienen el mismo significado que δεσπότης en griego. Dámpati = दम्पति (señor, amo) también se asocia a estos términos.

2- Πότης (-pótēs), πόσις (-pósis), πότις (-pótis), en latín pŏtis (que puede, capaz de) pŏtens (poderoso, rico, influyente, con plena capacidad).

3- El sufijo -της (-tes), que significa ‘agente’, ‘que hace’, ‘que se dedica a’, como en los términos ‘diabetes’ y ‘terapeuta’. 

Entonces, ‘déspota’ es, en origen, el que tiene (-tes, -ta) el supremo poder (-pot, –pótēs) de la casa (des-)’.

Conclusión

El despotismo (con el sufijo de origen griego -ismo, -ισμος que indica proceso, ideología, sistema de gobierno, proceso patológico) es el gobierno ejercido por un líder absoluto sin moderación o limitación legal en sus poderes y acciones. En la antigua Grecia un déspota era el Señor de la casa y el jefe supremo de los esclavos. El título también fue aplicado a los dioses, y, por extensión, a los cuasi divinos gobernantes del Cercano Oriente. Durante el Imperio bizantino, ‘déspota’ fue un título de honor de los emperadores y sus familiares y de príncipes vasallos del estado tributario, así como de los dignatarios de la Iglesia Oriental. 

El imperio Otomano mantuvo el término y lo aplicó tanto a los príncipes como a los oficiales eclesiásticos. Durante el siglo XVIII, la doctrina de la Ilustración, influenció a gobernantes absolutistas, como Federico el Grande de Prusia (1712-1786), Catalina II de Rusia (1729-1796) y al emperador José II (1741-1790) del Sacro Imperio Romano Germánico. Sin embargo, la palabra ‘déspota’ es ahora un término oprobioso.  

 Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 12 de febrero de 2023.

Categoría: cultismos, varios

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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