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catasterismo, un lugar entre las estrellas

introducción

Catasterismo es un término poco común que significa “la transformación de un personaje de la mitología griega en una estrella, en un asterismo, una constelación”. Es decir, figuras de la mitología griega pasaron a formar parte de ciertos agrupamientos estelares, con una posición bien definida en el cielo.

A pesar de ser una palabra poco conocida, le dedico esta entrada, porque a mí me encanta escudriñar los cielos nocturnos y además, he dedicado varios artículos a algunas constelaciones. Así que conocer sobre el catasterismo, podrá ayudar a comprender mejor estos alucinantes temas.

Etimología de catasterismo

El término catasterismo proviene del griego antiguo καταστερισμός (katasterismós), que literalmente significa ‘un lugar entre las estrellas’, ‘un mito o ser mitológico que se lleva a las estrellas’, como en efecto sucedió en la Grecia de la Antigüedad, hace al menos 2800 años o más. 

A su vez, derivado de καταστερίζω (katasterízo), καταστερίζειν katasterízein, verbo que quiere decir ‘poner o colocar bajo o entre las estrellas’. Vocablo formado por: a) κατά (katá) que significa ‘abajo’, moverse hacia abajo, como en el vocablo ‘catabolismo’ y b) ἀστερίζειν (asterízein), ‘convertir en una estrella’; de ἀστήρ (astér), ‘estrella’, ‘astro’, como en las palabras ‘asterisco’, ‘asterismo’, ‘asteroide’. 

No hay que olvidar la terminación -ismo, el sufijo griego -ισμος que en este caso indica ‘acción’, por lo tanto, “catasterismo es la acción (-ismo) de colocar bajo (katá) las estrellas (astér)”. 

Se atribuye al astrónomo, matemático y filósofo griego Eratóstenes de Cirene (c. 276-194 a. C.) la autoría de la obra Καταστερισμοί (Katasterismoí)*, un tratado sobre las constelaciones y sus leyendas, que por aquel tiempo se tenían registradas, obviamente casi todas del cielo boreal, la región de la eclíptica (constelaciones del Zodiaco) y algunas del sur (pero no muy al sur, como La Liebre, que los griegos no podían ver), que era lo que los griegos, egipcios y pueblos mesopotámicos tenían a la vista.

*Καταστερισμοί (Katasterismoí) es el nombre que los griegos dieron a las constelaciones, de modo que se considera a Eratóstenes como el que acuñó el término en griego, que para los romanos era constellātĭo, -ōnis de cum (unión, asociación) y stella (estrella).

Lo que Eratóstenes explica

En esta obra, Eratóstenes nombra 44 constelaciones (Ptolomeo en su Almagesto del siglo II d. C. describe 48) y un catálogo de 675 estrellas, en donde comenta cómo es que los personajes mitológicos son trasladados al cielo, o ‘puestos bajo las estrellas’. Aunque no hay un acuerdo unánime, si primero fue el mito y luego las constelaciones o viceversa. A lo mejor algunas veces se dio primero el mito y otras veces no.

Entre las constelaciones que incluye Eratóstenes, podemos citar algunas a modo de ejemplo:

1- Andrómeda, hija de Cefeo y Casiopea, quien fue salvada por Perseo de morir encadenada a la orilla del mar.

2- Auriga, el Cochero.

3- Boötes, el Boyero.

4- Capricornio, era Amaltea, mitad cabra, mitad pez, la que alimentó a Zeus.

5- Casiopea, la madre orgullosa y altanera de Andrómeda y esposa del rey de Etiopía Cefeo.

6- Géminis o Dióscuros (hijos de Zeus), los Gemelos, Cástor y Polideuco (Pólux), que nacieron de Leda, esposa de Tíndaro, rey de Esparta.

7- Las Pléyades, siete hermanas hijas del titán Atlas. No son una constelación sino un cúmulo de estrellas o asterismo, que pertenece a Leo.

8- Sagitario. Aunque hay controversia entre los mitólogos, parece que se trata de un sátiro llamado Croto, muy hábil para disparar flechas.

9- La Osa Mayor (Ursa Major). También conocida como el Carro Mayor o el Cazo Mayor, compuesta por 7 estrellas principales. Según los antiguos, es la representación de la ninfa Calisto convertida en una osa, por haber tenido una aventura amorosa con Zeus. Una versión dice que fue Artemisa quien la convirtió, otras que Hera, la esposa de Zeus.

10- La Osa Menor (Ursa Minor). En la que se encuentra la Estrella Polar. Hay varias versiones sobre el mito, que por ahora no voy a relatar. Una de ellas dice que es el cazador Arcas, hijo de Calisto, quien fue transformado por Zeus en una osa (¿oso?) para prevenir que accidentalmente matara a su madre.

11- Orión, el Gran Cazador, una hermosa constelación ecuatorial. Está situada a medio camino entre las estrellas Aldebarán (Tauro) y Sirius (Can Mayor).

Como podemos ver, se trata de personajes de la mitología enviados al cielo. Unos como castigo, otros, tal vez como premio, y aun tratándose de animales, como las osas, no son más que seres con cualidades humanas, transformados en animal. Lo mismo sucedió con Piscis (los Peces); que según nos cuenta Higinio (escritor latino del siglo I a. C.), eran Venus y su hijo Cupido (Afrodita y Eros para los griegos) que, por escapar del enorme monstruo Tifón, se convirtieron en un par de peces unidos por una cuerda, y allá están en el cielo, por toda una eternidad.

Eratóstenes, Pseudo-Eratóstenes

Lo poco que se sabe de Eratóstenes proviene de los escritos de Cleómedes y Estrabón, historiadores griegos que vivieron entre los siglos I a. C.-I d. C.), que nos cuentan, se quedó ciego durante su vejez y se dejó morir de hambre. Decían además que era el personaje β (el Segundo), en filosofía, después de Platón y en astronomía, después de Tales de Mileto (ver este enlace).

Pero, como sucede con muchas cosas en Historia Antigua, no todos están de acuerdo o seguros que a Eratóstenes le debemos el Καταστερισμοί, por eso, mejor se lo atribuyen a un hipotético Pseudo-Eratóstenes. Pseudo-, del griego antiguo ψευδής, pseudés, ‘engaño’, ‘falso’, ‘irreal’; como en las palabras pseudociencia, pseudoepigrafía, pseudointelectual, Pseudomonas,  pseudorabia, pseudónimo, pseudópodo.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 22 de septiembre de 2022.

Categoría: ciencia, cultismos

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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