Definición de orgasmo
- También se llama clímax. ‘Es una intensa sensación física y emocional que se experimenta en el acmé o punto culminante de la excitación sexual, que va seguido de una relajación de las tensiones sexuales y de los músculos del cuerpo’. Usualmente sucede como resultado de la estimulación de los órganos genitales, y casi invariablemente acompañada en el hombre por la eyaculación. Va seguido de una relajación de las tensiones sexuales y de los músculos del cuerpo.
- Por lo general sucede durante el coito, pero también puede producirse mediante el sexo oral, la masturbación, o a veces, mientras una persona duerme y está soñando contenidos eróticos.
- ‘Cualquier excitación emocional intensa e incontenible’. ‘Inmoderada y violenta agitación, sensación o emoción’.
- Significado ya en desuso, ‘estado de turgencia y excitación fisiológica de una parte del cuerpo, o la exaltación de la vitalidad de un órgano’.
Origen de la palabra ‘orgasmo’
Orgasmo es un término que se encuentra documentado desde los escritos hipocráticos (siglo V a. C.), ὀργασμός (orgasmós), pero según la información de los diccionarios clásicos, significa algo así como ‘amasadura o amasijo’ (harina amasada, heñir o sobar la masa con los puños); quizá ‘ablandamiento de la masa para el pan’; de manera que no nos queda claro el significado. Tal vez encierra la idea de ‘algo que se hincha’, una condición que pudiera relacionarse con lo que ahora entendemos por orgasmo, que presupone cierta tumefacción fisiológica de los órganos sexuales.
La vieja palabra ὀργασμός es excepcionalmente rara (casi un hápax) en los escritos de la antigüedad y no está registrado en latín clásico ni tardío. Y parece que permaneció sin uso por muchos siglos.
El término durante el Renacimiento en latín, español, francés e inglés
En latín y español
Se documenta en latín renacentista (orgamus) durante la última década del siglo XV.
En 1486 fue publicada en Speyer, Alemania un libro escrito por dos religiosos dominicos, el francés Heinrich Kramer y el suizo Jacob Sprenger, inquisidores por la bula papal de 1484 Sumis Desiderantes Affectibus de Inocencio VIII (1432-1492), dedicados a combatir la brujería en el norte de Alemania. Dicha obra se llama Malleus Malleficarum, “El Martillo de las Brujas”, un texto misógino que describe, entre otras cosas, la posesión sexual de las mujeres por el demonio.
Malleus Malleficarum sirvió como guía e inspiración en las investigaciones de los delitos de brujería en la Europa de aquellos años, provocando una atroz tortura y quema de miles de mujeres durante más de 300 años (sobre todo entre 1560-1630, pero se prolongó hasta el siglo XVIII) acusadas de practicar la brujería. En una traducción al español de Floreal Maza, puede leerse en la página 22 un pasaje que muestra con claridad meridiana el uso de la palabra orgasmo con un significado abiertamente sexual:
“Pero en relación con cualquier observador, a menudo se ha visto a las brujas mismas echadas de espaldas en los campos de los bosques, desnudas hasta el ombligo, y resultaba evidente, por la disposición de los miembros que corresponden al acto y orgasmo venéreos, y además por la agitación de sus piernas y muslos… habían estado copulando con demonios íncubos”.
Al respecto, creo que se trataba de una masturbación femenina, ya que los demonios íncubos deben haber sido imaginarios.
En francés
Se documenta esta palabra en francés el año 1611 como orgasme con los siguientes significados: ‘un vivo o extremo acceso de cólera’; en 1623: ‘el grado más elevado de una excitación fisiológica’ en una obra llamada De la maladie de l’amour (De la enfermedad del amor); en 1777, ‘el punto más alto de la excitación sexual’.
Orgasmus en inglés
1- Desde el siglo XVII se usó orgasmus (el inglés aún conserva la palabra en latín) con el significado de ‘inmoderada y violenta excitación o emoción’; ‘cólera o furia’; ‘un paroxismo de deseo intenso’, pero más bien refiriéndose a temas no sexuales.
2- En el campo de la fisiología: ‘excitación violenta en un órgano acompañada de turgencia, especialmente en el punto más alto de la actividad sexual durante el coito’. En 1684: ‘cuando aparece un orgasmo de los humores’. En 1771: ‘un tipo de orgasmo nervioso o espasmo de los órganos sexuales’.
3- En este diccionario publicado en Londres en enero de 1782 (pero ya la palabra está incluida en esta misma obra en su edición 1727) del lexicógrafo británico Nathan Bailey (quien murió en 1742), podemos ver los siguientes significados: “violencia, fuerza, ataque”. En medicina: “un movimiento rápido de la sangre o del espíritu animal donde los músculos se convulsionan o se mueven con una fuerza no común».
4- En 1802 una publicación inglesa menciona ‘animales vivíparos que experimentan orgasmo.
5- Año 1899, ‘el estado de turgencia vascular que se observa en los órganos sexuales’. Supongo que tal vez se refiere al pene, el clítoris y los labios vulvares.
6- Entre 1822-1834, aparece la expresión ‘estado orgásmico de los órganos genitales’.
Orgasmo es una palabra que lleva en su significado la noción de algo repentino y profundamente excitante.
Como primera conclusión, podemos decir que el término ‘orgasmo’ conlleva la connotación de: ‘intenso’, ‘repentino’ y ‘violento’. Esto se debe a que tiene en su estructura el sufijo formador de sustantivos, que suele dar la idea de algo ‘abrupto y violento’, -σμο- (-smo-), -ασμός (-asmós), -εσμός (-esmós) como en las palabras: espasmo (contracción involuntaria de músculos), tenesmo (ganas violentas de defecar), marasmo (paralización mental o física), sarcasmo (burla, ironía mordaz), pleonasmo (redundancia de palabras, añadir expresividad a cierta oración con algunas palabras) y otras.
Origen de ‘ὀργασμός’ (orgasmós)
La antigua palabra griega ὀργασμός proviene de ὀργάω (orgáo), literalmente, ‘estar lleno de vitalidad o fuerza’; ‘estar deseoso, listo o dispuesto para algo’; ‘tener muchas ganas’, ‘ser muy currante o trabajador’. Con respecto a las plantas, ‘agrandarse los frutos por la madurez’, ‘estar llenas de savia’, ‘turgentes’, ‘con fecundidad’ (Heródoto). Tratándose de hombres, ‘tener los humores o la sangre en agitación o movimiento’; ‘bullir’, ‘agitarse de deseo o de ardor’, ‘enardecerse los sentimientos y pasiones’; ‘estar colmado de deseo, de lujuria o lascivia’. En animales, ‘estar en celo o en brama’, ‘estar en edad para la cópula’ (Aristóteles). Tratándose del suelo, ‘estar bien húmedo y listo para la siembra’.
El término ὀργάω (orgáo) deriva a su vez de όργή (orgḗ), que literalmente significa ‘agitación interior que enciende el alma o los sentimientos’, de donde:
‘Sentimientos intensos’; ‘ardor por unirse sexualmente’. En sentido negativo, ‘sentimientos o pasiones violentas’, ‘cólera’, ‘estar irritado contra alguien’, ‘dejase llevar por la cólera’, ‘ser irascible’, ‘estar disgustado’.
ὀργάς, -άδος
La palabra ὀργάς, -άδος (orgás, -ádos) se relaciona con los términos ya explicados y quiere decir: ‘cualquier porción de terreno fértil y bien humedecido’; ‘’una pradera cubierta por bosque con o sin campos cultivados’; ‘una extensión de terreno consagrada a los dioses’; y ¡una mujer casadera!
Origen indoeuropeo del término orgasmo
La palabra ὀργασμός se vincula a la raíz indoeuropea u̯erĝ-3, u̯orĝ- (abundar, estar lleno de fortaleza, cólera). Probablemente también relacionada con ferc, ferg (ira, intenso enojo), en irlandés antiguo; ūrj, ūrjā en sánscrito (alimento, fuerza, savia)
Si consideramos los significados que se esconden en el origen de ὀργασμός, es fácil ver que están todos los elementos que se relacionan con lo que ahora entendemos por orgasmo: la intensidad con que se presentan las sensaciones, su violencia, en el sentido de ser un fenómeno paroxístico, la turgencia del pene, del clítoris y la región vulvar y vaginal de la mujer, el humedecimiento vaginal, la secreciones lubrificantes del pene, la eyaculación, la sangre que bulle y se agita por la taquicardia característica de este fenómeno, la inmensa sensación de plenitud. Lo único que está ausente en un orgasmo normal es la cólera y el enfado.
Consideraciones fisiológicas sobre el orgasmo
El orgasmo se caracteriza por una sensación de placer intenso y repentino, un aumento brusco del pulso (taquicardia) y la presión sanguínea, taquipnea y espasmos de los músculos pélvicos que provocan contracciones de la parte inferior de la vagina en la mujer y contracciones de la uretra y eyaculación en el hombre. Los niños y las niñas en la etapa prepuberal, son fisiológicamente capaces de experimentar el orgasmo a través de la masturbación o de los juegos sexuales.
En la mujer y en el hombre
El orgasmo femenino puede interrumpirse o más bien contenerse a voluntad con más facilidad que la respuesta masculina (ya comenzando, es imparable). Tanto el hombre como la mujer experimentan contracciones musculares repentinas y transitorias durante el orgasmo, pero en la mujer suelen ser de mayor duración. Debido a que el orgasmo masculino suele inducirse más rápido, el varón probablemente los alcanza con más constancia durante el coito que la mujer. Sin embargo, una vez que lo logra, se mantiene excitada sexualmente durante más tiempo y puede conseguir varios sucesivos, mientras que el varón habitualmente no puede tener un segundo orgasmo si no es después de un período variable de espera.
La mayoría de los varones experimentan orgasmos durante la adolescencia o incluso antes, como ya lo mencioné. En cambio, esto lo viven sólo el 50% de las muchachas; y no lo alcanzan con el máximo de plenitud, sino hasta después de los 30-35 años de edad. Tanto hombres como mujeres pueden experimentar el clímax hasta una edad avanzada; hay reportes de personas que a los 90 años lo han experimentado. Aunque, por supuesto, muchas enfermedades degenerativas o trastornos emocionales de la senescencia pueden ser un obstáculo.
Cambios fisiológicos durante el orgasmo
Los procesos fisiológicos comprenden la súbita congestión de los vasos sanguíneos; un aumento en la tensión muscular en la región genital, motivada por la estimulación sexual. En la mujer, el orgasmo cursa por contracciones involuntarias del tercio inferior de la vagina, el útero y los oviductos. En el varón el clímax es precedido por una vaga sensación de impedimento para eyacular, seguida por contracciones uretrales y una fuerte emisión de líquido seminal, es decir la eyaculación. Naturalmente que estas sensaciones no son idénticas en cada persona, ni en cada ocasión. Otras respuestas corporales incluyen movimientos voluntarios e involuntarios de grandes grupos musculares, un incremento en la presión sanguínea, taquicardia, taquipnea, sudoración. La duración del orgasmo es ligeramente mayor en las mujeres (7-15 segundos, promedio 11) que en los hombres (3-15 segundos, promedio 9).
Anorgasmia
Definición y etimología
La anorgasmia es una disfunción sexual que consiste en la imposibilidad de llegar al orgasmo, aun cuando la persona haya sido sexualmente estimulada. El término es un neologismo que se documenta desde 1972, formado a partir del vocablo ‘orgasmo’ (orgasmus en latín científico). Está formado por an- + -orgasm- + -ia.
A- An- es un prefijo griego que procede de ἀ-, ἀν (a-, an-) que significa ‘carencia’, ‘negación’, ‘falta de’, como en analgésico y anemia.
B- -Orgasm- es el término principal cuya etimología ha sido ampliamente explicada arriba.
C- El sufijo de cualidad -ίᾱ (-ia), como en las voces ‘tetania’, ‘porfiria’ y ‘alopecia’.
Entonces “la anorgasmia es la condición (-ia) que consiste en no (an-) poder lograr el orgasmo (-orgasm-) a pesar de ser debidamente estimulado(a)”.
Causas frecuentes de la anorgasmia
Son muchas. Unas orgánicas, otras culturales, psicológicas o psiquiátricas. Aquí algunas anotadas de manera desorganizada:
- El alcoholismo, el tabaquismo y el consumo de otras drogas, depresión, fobias.
- Enfermedades como diabetes, trastornos hormonales diversos, traumatismos.
- El uso de medicamentos como ciertos antihipertensivos, antidiabéticos, antidepresivos, antipsicóticos, antihistamínicos.
- Falta de experiencia sexual, prejuicios (opiniones mal fundamentadas), influencias religiosas, conflictos existenciales, traumas o choques emocionales.
- En el hombre la anorgasmia también puede deberse a la eyaculación precoz (que presupone un orgasmo para él, pero obstaculiza el de su compañera) que sucede de manera recurrente antes, durante o recién consumada la penetración. Así como a trastornos como prostatitis, daño neurológico, etc.
- Dispareunia (dyspareunia) o coito doloroso en el hombre o la mujer.
- Conflictos intrapersonales, enojo, sentimientos de culpa, ansiedad, miedos racionales o irracionales.
- En la mujer. Se estima que alrededor del 10% de las mujeres nunca alcanzan el orgasmo, a pesar de ser debidamente estimuladas. Muchas pueden lograrlo, pero en realidad sólo un 30-50% tiene orgasmos regulares durante el coito. Cuando una mujer llega al clímax con estimulación clitórica, pero no con penetración, debe ser debidamente examinada y a veces requiere psicoterapia. En fin, es un tema muy complejo que no pretendo tratar a profundidad.
Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 1 de abril de 2022.