cultismos, varios
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vulva, “Pudendum femininum”, “P. muliebre”.

Introducción

La vulva es la región de los órganos genitales femeninos externos, que incluye labios mayores, labios menores, monte de Venus (mons pubis), clítoris, bulbos vestibulares (ambos lados de la abertura vaginal), vestíbulo de la vagina, meato uretral o urinario, glándulas vestibulares mayores o de Bartholin y menores o de Skene y el orificio vaginal. 

A esta región anatómica (vulva, región vulvar) se le llama (desde el siglo XIV) de forma latinizada “Pudendum femininum” o “Pudendum muliebre” (de femininus, a, um, ‘femenino’, ‘propio de la mujer’ y de muliebre, forma neutra de mulier, mulieris, ‘mujer’). De pudendum, plural pudenda (lo que debe avergonzar y por ello, debe cubrirse, el gerundivo del verbo latino pudeo, pudere (avergonzarse, rechazar algo por pena o vergüenza), ‘los genitales externos humanos, especialmente los femeninos.

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/d7/Vulva_and_Clitoris_1.png
Vulva humana con las partes visibles y las que se encuentran debajo de la piel. Autor
Sciencia58. Imagen tomada de: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Vulva_and_Clitoris_1.png

Etimología de ‘vulva’

La palabra vulva es un cultismo que deriva del latín vulva (forma anterior volva), que significa ‘vulva’, también ‘matriz donde la madre concibe al feto’, porque vulva conlleva la idea de ‘algo que envuelve y protege’, ‘integumento’, ‘envoltorio’, ‘parte exterior que envuelve una cosa’, como la matriz, que nos envuelve y protege durante nuestra vida embrionaria durante unos 280 días. 

Vulva también aparece en escritos del latín clásico con el significado de “vientre de cerda”, un platillo muy estimado entre los romanos. Citado por el poeta Horacio (65-8 a. C.) en sus Epístolas (Gaffiot p. 1698).

Pero con el transcurso del tiempo la palabra dejó ese significado, para ahora referirse solamente a los genitales externos de la mujer y del resto de las hembras mamíferas: asnas, cebras, cerdas, conejas, coyotas, elefantas, gatas, jabalinas, jirafas, leonas, lobas, osas, perras, tigresas, vacas, yeguas, etc.

Relación indoeuropea

La palabra vulva (vulva) está relacionada con la raíz indoeuropea *wel-2 (dar vueltas, girar, enrollarse), que también se asocia a los vocablos latinos: valva, plural valvae (batiente de las puertas); vallis (valle, hondonada, lugar rodeado de montañas); volvo, volvere (lanzar un objeto haciendo que de vueltas, echar a rodar). 

Y a los términos griegos: εἰλέων, eiléōn, participio presente activo de εἰλεῖν, eileîn ‘retorcerse’, con el sentido de ‘girar’, ‘serpentear’; ἔλμινς, helminis, ‘gusano’ porque se retuerce; ἕλξ, helix, ‘espiral’, de donde derivan las palabras ‘hélice’, ‘helicoidal’, helicóptero. Muchas palabras de uso diario se vinculan a esta raíz: adulación, circunvolución, devolver, envolver, élitro, evolución, hélice, helicoidal, helminto, involucrar, involucro, evolución, revolución, válvula, volumen, voluble, volver, vulva, etc.

‘Vulva’ en los diccionarios españoles

‘Vulva’ es una palabra que se siguió usando en latín medieval, y en el siglo XV ya se documenta en el español de aquellos tiempos. Como ya lo mencioné, el sentido original era de vientre, matriz, lo que envuelve al feto. 

La RAE de 1739 dice claramente: “vulva, la matriz de la mujer”. El de Terreros en su edición 1788: “vulva, orificio exterior de la matriz”. Pero la RAE de 1817 al fin anota: “vulva, lo mismo que matriz”. “También se toma alguna vez por la parte pudenda de la mujer”, y así continúa hasta 1837. Sin embargo, la edición de 1843 ya solo dice: “vulva, la parte pudenda de la mujer”.

Entendiéndose por “pudenda(s)”, del latín pudendus (vergonzoso, que causa vergüenza y por eso debe cubrirse), las partes nobles, pudendas o vergonzosas.

Ioni

El ioni = योिन en sánscrito significa ‘fuente’, ‘vulva’, ‘vientre’, ‘útero’, en alusión al poder divino de la fuerza vital, la energía femenina y la reproducción, un simbolismo bajo el cual es adorada en el hinduismo a la diosa Shakti, consorte de Shiva. El ioni y el lingam (falo) se representan juntos con cierta frecuencia. Ambos símbolos juntos, representan el eterno proceso de creación y regeneración.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 20 de noviembre de 2022.

Categoría: cultismos, varios

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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