Mediterráneo, la cuna de la civilización occidental
Mediterráneo, un nombre puramente latino
“Mediterráneo” es, en origen, un adjetivo. Pero en geografía se toma como sustantivo masculino bajo la forma latina de Mĕdĭterrānĕum mare (“mar Mediterráneo”), un término de origen puramente latino. Se atribuye al gramático Julius Solinus (simpatizante y seguidor de Plinio el Viejo) de finales del siglo I d. C. —aunque otros dicen que a mediados del siglo III—, quien escribió un libro llamado Polyhistor (Lempriere’s Classical Dictionary. 1875. página 642. Edición impresa), como el primero en anotar el nombre “Mare Mediterraneum”, con el significado de “mar entre dos continentes».
Pero por primera vez lo escribió en latín alto medieval (Mediterraneum mare), el doctor de la iglesia y escritor Isidoro de Sevilla, latinizado Isidorus Hispalensis (¿560-636? d. C.).
El Mediterráneo es un gran mar interior del Viejo Mundo, rodeado o encerrado por Europa, África y una porción de Asia Occidental; que se comunica de manera natural con el océano Atlántico —del que forma parte— mediante el estrecho de Gibraltar y artificialmente con el océano Índico por el canal de Suez.

Extensión del Imperio romano hacia el año 117 d. C., rodeando el Mediterráneo. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:RomanEmpire_117_es.svg. Autor: ArdadN at English Wikipedia.
El adjetivo “mediterráneo”, así, con minúscula, es un término que actualmente y en esencia significa:
A- Perteneciente “al mar Mediterráneo o a las tierras que baña”.
B- “Que está rodeado de tierra”, “que está en el interior de un territorio o región”, por eso se puede decir, por ejemplo, “llanura mediterránea de Venezuela” (DLE 2025) o también “ciudad mediterránea”.
C- Un clima mediterráneo con inviernos moderados y lluviosos y con veranos secos y cálidos. Así denominado, porque es propio de las tierras —con sus excepciones— que rodean el mar Mediterráneo, pero en el mundo hay otras regiones que también poseen algunas variantes de este clima: Ensenada, B. C. México, Santiago de Chile, Vancouver, Los Ángeles, California, etc.
D- En medicina, existe la anemia mediterránea o talasemia, que en realidad son un grupo de anemias hereditarias típicas de gente de la región mediterránea. Y la fiebre mediterránea, una enfermedad hereditaria recesiva. Seguramente porque ahí fue donde se descubrieron y tipificaron estos padecimientos. Como dato adicional, talasemia (thalassemia) es un término formado por los elementos griegos θάλασσα = thalassa “mar”, más -αιμία = -aimía, terminación que significa “sangre”, como en las palabras “anemia”, “glucemia” e “hipervolemia”.
ETIMOLOGÍA DE “MEDITERRÁNEO”
“Mediterráneo” (Mĕdĭterrānĕum) es un término latino formado por los componentes “medio” (latín medius) más “tierra» (latín terra)
Ya desde la antigüedad romana el término “mediterráneo” se usó como adjetivo mĕdĭterrānĕus, a, um con el sufijo -eus, -aeus, -eius de pertenencia o relación, que forma adjetivos, casi todos tomados directamente del latín. El término mĕdĭterrānĕus significa en origen “que está en medio o rodeado por tierras”, “tierra adentro”, “alejado del mar”, “mediterráneo”, “las tierras de en medio”, precisamente opuesto a maritimus (Cicerón, Julio César, Plinio el Viejo, etc). Pero también como sustantivo masculino singular mĕdĭterrānĕum: “el interior de las tierras”, “tierra adentro”, “espacio en medio de una gran extensión de tierra” y luego “espacio casi o totalmente rodeado de tierras” y su plural mediterranea (Tito Livio, Plinio) que luego se aplicó al nombre Mĕdĭterrānĕum mare, “mar Mediterráneo”.
En los vocablos mĕdĭterrānĕus y mĕdĭterrānĕum, además del sufijo -eus, -eum, encontramos los componentes latínos mĕdĭus, a, um (medio) más terra (tierra). Mĕdĭus (y su neutro mĕdĭum) es un adjetivo que significa “intermedio”, “medio”, “central”, “localizado entre otras cosas” o también “que está entre dos opiniones”. Medius locus mundi (Cicerón) “el centro del mundo”. Medius omnium rex erat (Tito Livio) “el rey estaba en medio de todos”… del mismo modo, entonces, que “el mar Mediterráneo está en medio (mĕdĭus) de las tierras (terra) de Europa, de Asia Occidental y África”.
Con terra y sus derivados existen muchos vocablos, entre otros: terrateniente, terraplén, territorio, terráqueo, terreno, Terranova (Tierra Nueva), terrestre, terrario, terracota, etc.
Los significados de “terra”
La palabra tierra procede del latín terra, que significa ‘la tierra’, ‘el globo terrestre’, ‘la tierra como materia elemental’, ‘la superficie de la tierra o el suelo’, ‘el continente en oposición al cielo y al mar’. Ejemplos de expresiones latinas de la antigüedad: terra motus (terremoto, temblor o sacudida de la tierra, de motus, ‘movimiento’, ‘agitación’); iter terra petere (‘hacer la ruta por tierra’, de peto, petere, ‘tomar un camino’ e iter, ‘trayecto’, ‘camino’); orbis terrarum (‘el globo terrestre’, de orbis, ‘globo terráqueo’; también por extensión “círculo”, “disco del Sol o de la Luna”. Véase la entrada “Tierra”.
‘Tierra’, una palabra con vínculos indoeuropeos
Terra probablemente proviene de la hipotética raíz proto itálica *tersa- (tierra), *terso- (área), a su vez derivado del protoindoeuropeo *ters- (seco, sediento, secar, que Pokorny tiene en la página 708).
Mare Nostrum en la época romana antigua
Antes que el Mĕdĭterrānĕum mare de Solinus y de Isidoro de Sevilla del siglo VII d. C., el Mediterráneo fue llamado —en plena época clásica, allá por los tiempos de Augusto, el primer emperador romano— nostrum mare o Mare Nostrum, es decir, Nuestro Mar, por ejemplo, en escritos de Julio César. De noster, nostra, nostrum, “nuestros”. Pero, contrario a lo que podría pensarse, no era con un sentido de poder, superioridad o dominio por parte de los romanos, sino más bien con la idea de “nuestro mar”, porque “era el que conocían, el consabido, el que era familiar, a diferencia de otros océanos o mares lejanos”.
El Imperio romano —que duró alrededor de 500 años, desde el 27 a. C. hasta el 476 d. C.— se encontraba focalizado en el Mediterráneo, que se convirtió en una región de comercio naval. “Una flotilla de 270 barcos bajo el mando del militar Pompeyo el Grande despejó de merodeadores el mar en el año 67 a. C. César Augusto (63 a. C.-14 d. C.) creó una fuerza naval que patrullaba las aguas y que mantuvo su eficacia por unos 250 años. Sin embargo, durante el siglo III la piratería resurgió de nuevo y fue ganando fuerza en la medida que el Imperio se desvanecía”.
Es innegable que el Imperio Romano se extendió por todas las costas europeas, asiáticas y africanas de este mar. Entre los años 31 a. C.-235 d. C., ocupó regiones o provincias como Britania, Lusitania, Lugdunum o Lugdunensis, Illyricum, Cappadocia, Judaea, Aegyptus, Cyrenaica, Mauretania o Mauritania, solo por citar algunas ¿Quieres investigar más?
Otros nombres que durante la antigüedad clásica recibió el mar Mediterráneo
Si tomamos en consideración que el Mediterráneo es un mar rodeado de muchos pueblos costeros, de distintas culturas, es razonable entender que a lo largo de la historia, con el desarrollo de muchas civilizaciones, debe haber recibido decenas de nombres, aunque no necesariamente hay registros históricos concretos y confiables.
- Rufus Efestos Avienus o Rufo Festo Avieno, poeta latino que floreció en el siglo IV d. C., en su obra Ora Maritima (¿margen, región, borde, extremo marítimo?), refiriéndose al mar Mediterráneo, lo llamó Internum æquor, que se traduce como “Mar Interior”, ya que æquor significa “la llanura del mar”, “el mar”; pero también “llanura del campo”, de æquus, “llano”, “igual”). Rufo Festo dice: 45. “Retrocediendo desde su litoral hacia el llano del mar Interno, por donde dije antes que el mar, al que llaman Sardo (también así fue llamado alguna vez), se adentraba en las tierras, se emplean siete días de marcha a pie. Aquí lo pueden leer completo.
Los griegos también tenían algunos nombres o expresiones que denotaban “tierras que se encuentran en medio” o que hacían alusión al Mediterráneo
Los antiguos griegos, que también compartían las aguas del Mediterráneo, tenían expresiónes o nombres que hacían alusión a este mar, aunque parece que no un nombre concreto. La palabra μεσόγαιος = mesógaios tiene el significado de “tierra adentro”, “en el corazón de un país o territorio” (en Heródoto); μεσόγάία = mesógaia eran los “territorios interiores”, “el interior” (Heródoto) o loca mediterranea en latín, ya que locus significa “lugar”, “comarca”. A la isla de Lesbos la llamaban Μεσόγειον = Mesógeion. Y μεσόγειος = mesógeios, con el sentido de “central”, “mediterráneo”, “tierras ubicadas en el centro y a veces alejadas del mar”. Pero parece que no tenían una toponimia concreta para llamar al Mediterráneo.
En μεσόγαιος, μεσόγειος y términos derivados, están dos componentes griegos: 1) μεσο- (meso-) de μέσος que significa “medio”, “intermedio”, como en las palabras mesozoico y Mesopotamia, y 2) γεω- (geō-), de la raíz de γῆ (ge-) “tierra”, como en γεωγραφία “geōgraphía”, “geografía” en español. Por lo tanto, μεσόγαιος, μεσόγειος (mesógaios, mesógeios) se interpretan como “tierras o territorios situados en medio” y no precisamente mediterráneo con el sentido de mar.
Heródoto 484 a. C.-425 a. C.): ἥδε ἡ θαλασσα = ede e thalassa, que más o menos coincide o se relaciona con nostrum mare en latín, refiriéndose al Mediterráneo.
Y 100 años después Aristóteles (384 a. C.-322 a. C.) escribió ἡ ἐντός θαλασσα = e entós talassa que se traduce “el mar interior”, ya que ἐντός (entós) significa “interno”, “adentro” como en la palabra entomología.
Aristóteles también llamó —pero en otro contexto— ἡ ἔξω θαλασσα = e exo thalassa o “el mar exterior”, referido también al Mediterráneo.
Un poca más sobre el Mediterráneo
El Mediterráneo es un mar intercontinental que se formó hace unos 5,9 millones de años y que forma parte del océano Atlántico, situado entre África al sur, Europa al norte y Asia al oriente. Comprende un área —incluyendo al mar de Mármara (con 11.350 km²), pero excluyendo al mar Negro (436 400 km²), que muchos lo consideran parte del Mediterráneo— de unos 2 512 000 km², algo menor que Argentina o que el mar Caribe. Al oeste, el Mediterráneo se conecta con el océano Atlántico por medio del estrecho de Gibraltar —que separa a España de África—, en el que el punto más estrecho es de 13 a 14 km de ancho.
Al noreste, el estrecho de los Dardanelos, el mar de Mármara y el estrecho del Bósforo o de Estambul, conectan al Mediterráneo con el mar Negro. Mientras que el canal de Suez —construido en el siglo XIX— lo conecta en el sureste al mar Rojo del océano Índico. De manera que mediante este canal, las aguas del Atlántico se mezclan con las del Índico.
Las islas del Mediterráneo están colmadas de hermosos mitos y leyendas
La máxima profundidad del Mediterráneo está al sur de Grecia, en la fosa o abismo de Calipso y alcanza los 5121 m. El Mediterráneo tiene brazos que, por su tamaño, suelen considerarse mares: Alborán, Liguria, Tirreno, Adriático, Jónico, Egeo, etc. Este último es famoso por sus leyendas y mitos, ya que contiene numerosas islas célebres desde la Antigüedad, por ejemplo, Lesbos, Samos, Quíos, Ceos, Esciros, Icaria, Tenos, el archipiélago del Dodecaneso con 136 islas como Rodas, Cos, Kálimos, Jalki, Patmos y bueno…
Más al sur está la isla de Creta, la más grande de Grecia y la quinta de todo el Mediterráneo, cuna de la civilización minoica que existió más o menos desde el año 2000 hasta el 1200 a. C., así llamada por el legendario rey Minos de Creta. Luego surgió la civilización micénica, pero ya en Grecia Continental.
La máxima longitud del Mediterráneo es de 3540 km, extendiéndose desde el estrecho de Gibraltar hasta Iskenderun (Alejandreta), Turquía; y su parte más ancha es de unos 1600 km, desde Libia a Croacia, frente al mar Adriático.
El mar Mediterráneo ha sido una de las principales rutas comerciales del mundo desde los tiempos de la Antigüedad. Muchas civilizaciones del pasado lejano, incluyendo griegos, egipcios, romanos, fenicios, etc., se desarrollaron a lo largo de sus costas. Actualmente sus costas se extienden por 24 países, lo que hace que sea uno de los mares más estratégicos del planeta. Por esto y otras cosas, a este mar se lo considera como la cuna de la civilización occidental.
Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 31 de agosto de 2025.