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ciclón tropical

Definición de ciclón tropical

La palabra ciclón designa a una gran tormenta, con fuertes vientos y lluvias torrenciales, concretamente, un gran sistema atmosférico que se caracteriza por tener en su centro una baja presión y por un movimiento circular del viento, precisamente el origen de su nombre “ciclón”.

Ciclón tropical, huracán y tifón  

Cuando estos meteoros (no astronómicos) se desarrollan alrededor de los trópicos, se llaman “ciclones tropicales”. Si se forman en el océano Atlántico occidental o el golfo de México y el mar Caribe o el Pacífico nororiental, frente a las costas de Centroamérica y sur de México, se denominan“huracanes”; mientras que los que se forman sobre el Pacífico occidental (frente a las costas de China, Vietnam, Filipinas, etc.) se llaman “tifones”. Entonces, ciclón tropical, tifón y huracán son la misma cosa. La única diferencia es la ubicación geográfica de su desarrollo.

Nada más que los términos más antiguos son ‘huracán’ y ‘tifón’ (c. siglo XVI) y ciclón tropical se documenta hasta el siglo XIX. Recomiendo al lector consultar mis artículos “huracán” y «tifón» para mayores detalles.

Etimología de ‘ciclón’

Aunque la palabra ciclón se utiliza a menudo para referirse a una gran tormenta, técnicamente se trata de un sistema atmosférico de viento y presión a gran escala caracterizado por una baja presión en su centro y por un movimiento circular del viento. Como suelen producir nubes y precipitaciones, con frecuencia se denominan simplemente tormentas.

La palabra ciclón nace por observacion de tifones en la bahía de Bengala

La etimología del término ‘ciclón’ —con el sentido meteorológico — fue acuñada el año 1848 en inglés (cyclone), por el meteorólogo y funcionario de la Compañía Británica de las Islas Orientales (que inició su dominio en India desde 1757) , el inglés Henry Piddington (1797-1858), para describir una «tormenta extensa caracterizada por la revolución del aire alrededor de un centro tranquilo (el ojo del huracán o centro de calma que él mismo describió) en el que el viento sopla en espiral a su alrededor». Esto se dio cuando Piddington describió las huellas de ruina y destrucción de unas tormentas devastadoras sucedidas en 1789 y en 1839 en Coringa, India. Aquí pueden leerse sus interesantes descripciones.

Por lo tanto, la palabra ciclón (cyclone) nació en la Bahía de Bengala, India, con la descripción de “tifones” devastadores formados en el Océano Índico.

Cyclone (ciclón) fue tomada del antiguo griego

La palabra cyclome*, cyclone (‘ciclón’ en español) fue tomada del antiguo griego κυκλῶν = kyklôn (arremolinado, giro alrededor de), participio presente activo del verbo κυκλοῦν = kykloûn, κυκλόειν, kuklóein  ‘remolinar’, ‘ir alrededor’, ‘dar vueltas’, como el viento o el agua cuando se mueven en círculo, un deverbal (derivado verbal) de Κύκλος kýklos (rueda, aro, círculo, como el círculo del zodíaco o ζ. Κύκλος; asamblea en círculo, todo objeto circular como el sol y la luna; también la Vía Láctea). La palabra κύκλωμα = kýklōma significa ‘rueda’, ‘objeto de forma circular’, ‘enroscamiento’ como el rollo de una serpiente enroscada. Κύκλωμα. Βυρσότονον = k. bursótonon era en griego ‘tambor’, literalmente, ‘cuero circular tensado’’. Sin duda, Piddington seleccionó muy bien el nombre.

*Es probable que Piddington se haya basado inicialmente en κύκλωμα, ya que la variante en inglés más antiguas fue cyclome.

Vínculos indoeuropeos de la palabra ‘ciclón’

Según los lingüistas, la palabra griega  Κύκλος está vinculada a la raíz indoeuropea  kwel-1, con el significado de: “estadía, mover, mover alrededor, rueda, residir», etc. Vinculada a palabras como: bicicleta,  colonia, culto, enciclopedia, talismán, teleología, ciclo, tortícolis, palimpsesto y bucólico, Véase este enlace.

INFORMACIÓN DE INTERÉS SOBRE LOS CICLONES TROPICALES

El nacimiento de un ciclón tropical

“Un ciclón tropical se origina sobre aguas tropicales o subtropicales, con convección profunda y una circulación cerrada de vientos en superficie en torno a un centro (ojo del huracán) bien definido. Una vez formado, se mantiene gracias a la extracción de energía térmica del océano a alta temperatura y a la exportación de calor a las bajas temperaturas de la troposfera superior. En esto se diferencian de los ciclones extratropicales, que obtienen su energía de contrastes horizontales de temperatura en la atmósfera (efectos baroclínicos)” (https://www.nhc.noaa.gov/aboutgloss.shtml#t).

Los ciclones extratropicales o de latitudes medias ( 30 ° y 60 ° norte o sur), tienen un diámetro mayor (1000-4000 km) que los tropicales. En cuanto a la velocidad de los vientos, los extratropicales por lo regular sólo alcanzan un máximo de unos 100 km/h o algo más.

Ciertos huracanes que llegan al golfo de México recorren miles de kilómetros desde las costas africanas

Algunos huracanes que llegan al golfo de México —sobre todo en agosto y septiembre— e impactan en costas mexicanas o estadounidenses, se generan frente a las costas tropicales de África occidental, se van robusteciendo y se desplazan unos 7500 km al oeste a través del Atlántico, a una velocidad de 8-25 k/h, de modo que su travesía dura en promedio unos 20-25 días. Luego que se degradan (al internarse en el continente o llegar a aguas oceánicas más frías), sus remanentes pueden alcanzar hasta latitudes tan nórdicas como 45-60 ° en el Atlántico Norte.

¿Qué se necesita para que se genere un ciclón tropical?

El océano es una enorme superficie de agua (unos 361 millones km ²). Sin embargo, sólo algunas regiones del mar reúne los requerimientos para que nazca un huracán. He aquí las más importantes:

A- Un ciclón tropical puede gestarse donde la latitud sea significativamente alta (5-6 ° norte o sur, jamás en el ecuador), para que la fuerza de Coriolis (proporcional a la latitud y a la velocidad de rotación terrestre) sea apreciable, para que pueda hacer girar a los vientos.

B- Una temperatura del agua de al menos 27 °C, en un área suficiente para suministrar al aire una gran cantidad de vapor; aunque a veces puede formarse un huracán sobre aguas menos cálidas (23-24 °C) si hay grandes cantidades de aire frío a grandes altitudes.

C- Una inestabilidad pronunciada en la columna de aire, o relativamente baja presión en la superficie y con frecuencia una situación anticiclónica arriba.

D- Que no se de o sea muy poca la interrupción del ascenso del aire.

Estas condiciones sólo pueden ocurrir en áreas oceánicas donde la zona de  convergencia intertropical se mueve 10 ° lejos del ecuador. Por eso es improbable que un huracán nazca frente a las costas de Gabón, en plena línea ecuatorial, pero sí frente a Sierra Leona, con una latitud de unos 8° N. 

Un largo camino en mar abierto 

Lo importante es que, para que un ciclón tropical logre su pleno desarrollo, necesita desplazarse muchos kilómetros en mar abierto, para acumular energía térmica y una inmensa nubosidad capaz de provocar lluvias muy intensas, pero ya adentrándose a tierra firme o llegando a regiones marinas más frías, se debilita y desaparece. Los ciclones tropicales usualmente se mueven hacia el oeste (influidos por los vientos alisios) durante su etapa de formación, y luego se curvan hacia los polos, alrededor de los anticiclones subtropicales.

Ciclones tropicales, 1945-2006. Datos de Joint Typhoon Warning Center and the U.S. National Oceanographic and Atmospheric Administration. Marzo de 2008. Autor Citynoise (Talk). Tropical cyclones 1945 2006 wikicolor.png. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Tropical_cyclones_1945_2006.png. Nótese que la región con más tifones es el Pacífico occidental. Además, se muestra claramente a la costa occidental africana como un importante origen de los ciclones que llegan al Golfo de México y la costa atlántica estadounidense.

Depresión, tormenta y ciclón tropical  

Los ciclones comienzan en aguas cálidas del mar, como una depresión tropical (vientos máximos de 62 km/h), luego evolucionan a tormenta tropical (63-118 km/hy se les pone nombre) y finalmente, a  huracán o tifón, con vientos de 118 a 250 o más km/h o entre 32-70 o más metros por segundo. En las tres etapas se generan vientos, lluvia y relámpagos. Las ráfagas de viento más veloces, en los alrededores del ojo del huracán se aproximan a los 260 km/h, pero se han registrado hasta los 320. No obstante los fuertes vientos del sistema ciclónico, su desplazamiento es lento, entre 8-25 km/h, es decir, un avance entre 190-600 km/día.

Datos muy conservadores

Sólo para tener una idea: Supongamos que un huracán toca tierra en Michoacán, México y al entrar descarga en promedio unos 300 mm de lluvia es decir 300 litros o 0,3 m³ /m² de terreno. Y que cubre una extensión territorial de unos 300 000 km²; más o menos el área de Michoacán, Jalisco, Nayarit, Sinaloa, Zacatecas y Colima juntos. Si hacemos un simple cálculo aritmético, determinamos que el ciclón descargó 300 000 m³ / km², en total, 90 000 000 000 ¡Noventa mil millones de metros cúbicos de agua o 90 000 000 000 000 ¡Noventa billones de litros!, o 90 km³. Cada km³ contiene mil millones de m³.  

Pero quizá lo más impresionante es que toda esa agua pesa noventa mil millones de toneladas que las nubes sostienen en el aire… y toda la energía la proporciona el sol.

Ah pero en el océano hay unos ¡1 335 millones de km³ de agua! Como que las cifras marean.

El sentido del giro de un ciclón

Como el viento de un ciclón es giratorio debido al efecto Coriolis, su desplazamiento es en el sentido contrario de las manecillas del reloj en el hemisferio norte, y en el sentido de las agujas del reloj en el h. sur. Más o menos un 70% de los ciclones tropicales en el mundo (entre 30-100 por año) ocurren en el h. norte.

Mis vivencias sobre los huracanes

Nací y he pasado la mayor parte de mi vida en regiones azotadas por ciclones tropicales, he presenciado muchas veces sus impresionantes efectos.

Como es un gigantesco remolino, el viento sopla desde todos los puntos del horizonte en dirección cambiante, a veces viene del norte, a veces del sur; de pronto del este. Los pobres árboles doblan sus ramas hasta el suelo o de plano salen sus raíces de cuajo y sucumben; los pajaritos se refugian donde pueden; los perros corren asustados; la copiosa lluvia golpea los ventanales, diversos objetos vuelan por los aires, tierras inundadas, animales y personas ahogadas, viviendas destruidas, líneas eléctricas colapsadas, ríos con un cauce impetuoso. El caos, la confusión.

Naturalmente que un chileno, un ecuatoriano o un egipcio nunca ha presenciado un huracán en su tierra, pero si van de vacaciones en septiembre a Acapulco, Cancún o a Puerto Vallarta, México, puede ser que ¡vivan la experiencia!

El ojo del huracán

Debido a que el sistema está formado por bandas nubosas que giran alrededor de su centro (ojo), en plena tormenta hay alternancia de lluvia muy intensa y momentos en los que casi cesa, pero el viento no deja de azotar. Si el ojo del ciclón (el centro geométrico, que puede medir entre 25-60 km o más, que se caracteriza por su baja presión, relativa calma y escasa nubosidad) atraviesa el lugar donde uno se encuentra, de pronto llega algo así como un «descanso», como si ya todo hubiese pasado, si es de día, a veces puede verse el sol, y si es de noche, las estrellas. La gente sale a ver los destrosos causados. Pero ¡Cuidado! porque eso sólo dura poco tiempo.

Por ejemplo, si el ‘ojo’ mide unos 40 km y pasa exactamente donde estamos, puede que dure la calma unas dos horas, si su desplazamiento es de unos 20 km/h. Y después vuelven los enfurecidos vientos y las intensas lluvias, hasta que al fín se aleja verdaderamente de nosotros. Pero va perdiendo fuerza si continúa en tierra firme, sobre todo si se trata de una región montañosa, y además pierde el suministro de agua y energía que le daba el mar, durante su largo viaje oceánico. Sin embargo, a veces retorna al mar y se vuelve a robustecer.

Sudamérica y África casi completamente libres de huracanes

En general, Sudamérica está libre de huracanes. Muy rara vez se forman frente a las costas del sur de Brasil. Igual sucede con África, que sólo recibe estos meteoros, principalmente en Madagascar y Mozambique. Claro que en Groenlandia, Rusia, Finlandia, Alaska, Canadá, casi la totalidad de Arabia, Marruecos, etc, nunca sucede un ciclón tropical, pero tienen otros fenómenos meteorológicos a menudo también catastróficos.  

Los tornados

Un tornado es también un fenómeno ciclónico, con vientos aún mayores a un ciclón tropical, pero con un diámetro muy reducido, entre 90-2400 m, mientras que el diámetro de los huracanes es en promedio entre 320-480 km. La velocidad del viento en un tornado puede alcanzar hasta más de 420 km/h o 117 m/s. Son muy comunes en Estados Unidos, Australia y a veces también se producen en Nueva Zelanda, Canadá y el Reino Unido.

La temporada de huracanes

En México, por ejemplo, la temporada de ciclones (huracanes) inicia en el Pacífico el 15 de mayo y en el Atlántico, el 1 de junio ambas terminan el 30 de noviembre. Para 2023 se esperan unos 16-22 para las costas del Pacífico y entre 10-16 en el Atlántico (Golfo de México y el Caribe). 

Por estar en el hemisferio sur, Australia y Madagascar tienen su temporada de ciclones tropicales entre diciembre y mayo.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 21 de mayo de 2023.

Categoría: ciencia

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan dispares. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías y ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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