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¿Qué significa el término palabra?

En lingüística, “palabra es el elemento del lenguaje formado de uno o varios fonemas (sonidos) y que puede transcribirse o representarse por escrito de forma gráfica autónoma”. El DLE (2020) dice que “palabra es la unidad lingüística dotada generalmente de significado, que se separa de las demás mediante pausas potenciales en la pronunciación y blancos (espacios) en la escritura”. Por ejemplo en “mañana espero la respuesta”, son palabras plenamente distinguibles: ‘mañana’ ‘espero’ ‘la’ ‘respuesta’.

Palabra es un vocablo que proviene del español medieval parabla (atestiguado hacia el siglo XII o antes), a su vez derivado del romance occitano (hablado en la Edad Media al sur de Francia y sus alrededores) paraula, de paraulla, del latín părăbŏla, más común parabolē, que en origen significó ‘una comparación’, ‘una similitud’, ‘un proverbio’, como se atestigua en la biblia Vulgata latina redactada entre los siglos IV-V d. C. Éxodo 4:10, Jeremías 7:27, Hechos 19:10.

Parabolé (παραβολή)

Parabolē fue vocablo tomado del griego antiguo παραβολή = parabolé, que significó: ‘sitio, lugar o posición que se encuentra aparte o a un lado’; ‘comparación’, ‘una analogía’, que presupone «yuxtaponer o poner algo junto a otra cosa»

En el Nuevo Testamento de la Biblia, παραβολή también significa: ‘una narración ficticia, por medio de la cual alguna lección religiosa o moral es transmitida; ‘un proverbio, un refrán o algún vaticinio’. Como en la Biblia griega o Septuaginta (LXX), en Ezequiel 18:2 y en Lucas 4:23.

Asimismo, en griego antiguo parabolé se usó con el significado de ‘movimiento de lado a lado’ como en ciertas danzas complicadas; y con sentido geométrico o matemático, ‘división, como opuesto a la multiplicación’, así como ‘la sección cónica que lleva el nombre de parábola’.

La voz griega παραβολή deriva del verbo παραβάλλω = parabállo, que significa ‘yo coloco o pongo lado a lado’. El sentido de las parábolas bíblicas se entiende porque en ellas se ponen dos situaciones que luego se comparan y se obtiene una lección o un ejemplo, como en la parábola del sembrador en Mateo 13:1-9.

De parabolē (comparación, alegoría) a palabra (vocablo)

Durante la Edad Media, cuando comienza a gestarse el español a partir del latín vulgar (hacia los siglos VIII-X), el término parabolē, comenzó a significar ‘palabra’, ‘frase’, ‘vocablo’, desplazando al significado original de ‘comparación’ o ‘alegoría’.

Componentes lingüísticos del vocablo parabolé

En parabolé se distinguen dos elementos griegos: παρά = pará- con el significado de ‘a un lado’, ‘al lado de’, etc. Por ejemplo, en palabras como parásito, parapsicología, paramédico, parablasto, paradoja, paracentesis, paradigma, parabiosis y muchas otras. Y la palabra βολή = bolé, que significa ‘algo que ha sido lanzado’, del verbo βάλλειν (bállein), ‘arrojar algo con fuerza’, que vemos en vocablos como: símbolo, embolia e hipérbola; término asociado a la raíz indoeuropea *gwelə- (lanzar, arrojar). Parabolē en latín tuvo luego el significado de ‘narración’, ‘cuento’, ‘relato’, dando después origen al verbo ‘paraulare’ y en castellano, ‘palabra’.

Sinónimos del sustantivo ‘palabra’

Los principales sinónimos en latín de parabolē, ‘palabra’ son: ‘vocablo’, del latín vocabulum (nombre de una cosa, denominación, de voco, vocare, ‘citar’, ‘llamar’, ‘convocar’); ‘voz’, de vox (voz, todas las inflexiones o cambios de sonido de una voz humana); ‘término’, de terminus (límite, porque una palabra, como elemento lingüístico tiene sus propios límites), dicción de dictio, -ōnis (elocución, dicción, testimonio, conversación, del verbo dico, dicere, ‘hablar’, ‘decir’) y ‘verbo’ de verbum, ‘palabra’, ‘expresión hablada’, ‘discurso’, como en la palabra ‘verborrea’, cuando nos referimos al que habla y habla sin cesar. Aunque ‘verbo’ más bien se aplica para denominar sonidos o sonido que expresa una acción como bailar, jugar, trabajar, iniciar, etc.

Expresiones con el término ‘palabra’

Se pueden dar muchos ejemplos de frases o expresiones muy típicas donde aparece el vocablo ‘palabra’. Aquí algunos:

  • Palabra de Dios o palabra divina: el Evangelio.
  • Palabra de rey: que indica la certidumbre de la palabra que se da o el ofrecimiento que se otorga.
  • A la primera palabra: da a entender la rapidez de la inteligencia de lo que se niega o afirma, sin la necesidad de seguir escuchando a una persona.
  • Medir las palabras: hablar con la precaución suficiente para decir solo lo conveniente.
  • Dirigir la palabra: hablar precisamente con una persona en particular.
  • Bajo su palabra o a la palabra: Con la sola seguridad de las palabras que alguien pronuncia prometiendo algo. 
  • Tomar la palabra: utilizar lo dicho por alguien para obligarlo a su cumplimiento.
  • Torcer las palabras: darles un sentido distinto al que tienen.
  • Cruzar la palabra: tener intercambio verbal con otro.
  • De pocas palabras: referido a las personas parcas o sobrias para hablar, o que hablan poco.

Existen otros sentidos o significados del término ‘palabra’, por ejemplo: ‘promesa’, ‘tener la facultad de hablar’, como en una asamblea donde un asistente logra que lo dejen expresar verbalmente algo; también, ‘deseo sincero o vehemente’ que se expresa como prueba de cumplir algo prometido.

Como arriba se ha comentado, en el Medievo tardío (circa siglos XI-XIV d. C.), ‘palabra’ significaba sobre todo parábola, sentencia, razón, dicho, pero gradualmente, con el avance de las ciencias del lenguaje, tomó de manera preponderante el significado actual que arriba señalé.

¿Cuántas palabras usamos?

Se considera que un niño de dos años ya posee un vocabulario de unas 100 palabras. Según algunos expertos, una persona tiene unas 20.000 palabras ‘activas’, que usa regularmente, más unas 40.000 de reserva, que no utiliza con frecuencia. Por ejemplo, en mi caso, mis palabras activas son: jardín, agua, casa, perro, gato, gallo, trabajo, lectura, difícil, fácil, esfuerzo, hierba, árbol, piedra, calle, comida, risa, madera, alambre, cemento, pintura, camino, automóvil, luz, luna, sol, estrella, cielo, nube, amanecer, montaña, tormenta, aguacero, viento, mar, playa, hotel, ferretería, insecto, araña, alacrán, etc.

En cambio, como palabras de reserva (que varían mucho de persona a persona según su experiencia, lo que lee, su ocupación) tengo: fotosíntesis, superfluo, ion, covalencia, neártico, paleártico, Mesozoico, ectoparásito, Eoceno, Holoceno, edafología, pedología, isóptero, ortóptero, lixiviación, micología, patología, patogénesis, etiología, sinergia, eólico, vermicida, equinoccio, eclíptica, solsticio, simbiosis, lisosoma, parénquima, himenóptero, Oligoceno, Pleistoceno, prosénquima, biosíntesis, anabolismo, seísmo, patognomónico, pedagogía, didáctica, docente, ósmosis, elápido, toxemia, úrsido, lampírido, curculiónido, anisóptero, homóptero, isóptero, isópodo, hebefrenia, viroide, leptón, mitosis, meyosis, y muchas más.

¿Cuántas palabras tiene la lengua castellana?

Según esta fuente, la UNESCO estima que nuestra lengua española cuenta con un acervo de unas 93 000 palabras.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 5 de junio de 2020.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan dispares. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías y ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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