ciencia, cultismos
Dejar un comentario

médico, medicina

Significados de las palabras médico y medicina

Un médico es cualquier persona legalmente autorizada (licenciada) para practicar la medicina.

Y la medicina es la ciencia y el arte de diagnosticar, tratar, curar y prevenir enfermedades, mitigar el dolor y preservar la salud. Una medicina también es cualquier fármaco o sustancia usada en el tratamiento de las enfermedades y para atenuar el dolor y la sensación de malestar.

Origen de los vocablos médico y medicina  

La palabra médico proviene del latín arcaico, mĕdĭcus, que significa: “apto (que tiene la capacidad) para sanar o restituir a alguien la salud”, “la persona quien cura” o “médico”. El medĭcus pecŏrum era el ‘médico veterinario’ o ‘el albéitar’ (palabra medieval de origen árabe).

El término mēdĭcus (médico) proviene del verbo mĕdĕor, medērī, “curar”, “tratar una enfermedad”, «tratar una cuestión con mucho raciocinio y cuidado», “dar medicinas”, “cuidar” y su iterativo o frecuentativo meditāri = “meditar”. Algunas expresiones latinas: ars medendi “la medicina”, el “arte o habilidad de curar” ; medentes, “los médicos”; aegrescit medendo, “se pone más enfermo (empeora) con la medicina”. 

No debe confundirse con Mēdĭcus, que era lo relacionado con Media o el Imperio meda (las Guerras Médicas eran contra los medas y no tenían nada que ver con la medicina), que se extendía desde el mar Caspio hasta Mesopotamia. Luego fue conquistado por los persas.

Del verbo medērī derivan, además de ‘médico’ y ‘medicina’, otros términos, por ejemplo, ‘remedio’, ‘meditar’, ‘medicar’, ‘el verbo pronominal medicarse’, irremediable, etc.

En cambio, Medicina deriva directamente del sustantivo femenino mĕdĭcīna (femenino de mĕdĭcīnus, ‘lo relacionado con el médico o a la cirugía‘, de mĕdĭcus) con el significado de “el arte de curar las enfermedades” o medicina ars, (también ars medendi) “el arte, el saber o la técnica del médico”, “la ciencia de la medicina”, “la cirugía”; también “remedio” y hasta “poción”, “alivio”, “veneno”, “ponzoña”. Algunas expresiones de la Antigüedad relacionadas: medicinam excolere (estudiar el arte de la medicina); medicinam adhibere desperatis (dar medicinas a los enfermos incurables o deshauciados); ejercer la medicina (medicinam excercere); medicina jumentorum (la medicina veterinaria, atestiguado en escritos de San Isidoro de Sevilla 556-636, polímata español).

Nexos indoeuropeos

La raíz indoeuropea *med-1- (medir, con el sentido de moderar las acciones y las palabras, tomar determinaciones acertadas, dar consejos, remediar, curar) está relacionada con los términos latinos mĕdĭcus y mĕdĭcīna. También con voces como: mĕdĭca (la partera); mĕdĭcābĭlis (lo que es curable); mĕdĭbĭlis (lo mismo, es decir, ‘remediable’); mĕdĭcāmen, -ĭnis (remedio, medicamento, ingrediente); medicamentum (con igual significado), de donde procede nuestro vocablo actual ‘medicamento’; el verbo mĕdĭco (yo curo), medicare (curar, medicinar); mŏdēstus (moderado, comedido, desinteresado, honrado, sin vanidad, de donde la palabra ‘modesto’); mŏdĭus (modio, una medida para áridos de unos 8,75 l, como la fanega o hanega, pero menor), rĕmĕdĭum que significa: una cura o medicación, medicina, remedio, un preventivo mágico, amuleto, hechizo, etc.

Médico es palabra que se documenta en castellano medieval desde el año 1275, y medicina desde 1228. El vocablo ‘médico’ lleva el sufijo latino de relación o pertenencia -ico (-icus), más el verbo medērī* (curar) o sea, “lo perteneciente o relacionado con la persona que cura”. En ‘medicina’  encontramos el sufijo -ina (-inus), también de relación, pertenencia, semejanza o que indica ‘caracterizado por’. En 1505 se publicó un libro en español donde aparece la palabra ‘medicina‘. Y en 1556 salió a la luz pública otro libro en castellano donde se atestigua el vocablo ‘médico’

*En la Grecia antigua había divinidades relacionadas con la salud como Mēdos (Μηδος), Mēdē y Agamēdē (Ἀγαμήδη), lo que muestra su vínculo con la raíz IE *med-1- ya citada.

El arcaísmo melezina

Es interesante mencionar que en la Edad Media había un vulgarismo o palabra patrimonial del castellano derivada de una corrupción del latín mĕdĭcīna. Este vulgarismo era melezina está documentado en la obra Lapidario (del latín lapidarius, lo «relacionado con las piedras», de lapis, «piedra») de Alfonso X (1221-1284) El Sabio o también llamado El Astrónomo. Este escrito es una combinación de la medicina griega y la árabe. En él se explican las propiedades medicinales de las piedras, en combinación con las influencias astrológicas. En estos dos pasajes vemos esta palabra:

Et los fiſicos meté deſta piedra una poca en las melezinas que fazé por eſtácar las grádes malazones. TRADUCCIÓN: «Entonces los médicos ponen alguna de estas piedras en las medicinas, para aligerar la grave enfermedad».

Et eſta es melezina muy bona pora las llagas. ca las faz madurar ayna ¬ uenir a uenino ¬ come la carne mala que se faze en ellas: «Y esta es muy buena medicina para heridas, ya que hace que sanen pronto y se vuelvan benignas, además, se come la carne muerta que rodea las lesiones».

Es además interesante decir que el diccionario de Richard Percival de 1591 dice que melezina es «una medicina». El de César Oudín de las lenguas francesa y española de 1607: melezina, «clistere», ahora en español «clister«, o la operación de introducir un enema (lavado) por el ano para limpiar el intestino. Por eso ahora el DLE (2021) recoge el vulgarismo melecina (en lugar del anticuado melezina) con los significados de «medicina» y «enema», pero aclara que ya es palabra en desuso. Melezina fue vocablo que comenzó a desaparecer desde el siglo XVI, y fue reemplazado gradualmente por ‘medicina’.

Sobre el origen de clister

Ahora bien, clister (enema) es palabra que procede del latín clystēr, palabra que ya significa desde la Antigüedad «enema», «lavativa», atestiguada en textos del escritor y médico romano Aulus Cornelius Celso (s. I d. C.), quien compiló una enciclopedia sobre medicina, retórica, historia, filosofía y agricultura.

Clystēr a su vez fue término tomado del griego κλυστήρklystḗr (una especia de jeringa, un tubo para enema) de κλύζειν klýzein, klúzein, ‘lavar’, ‘lavarse con cierto desgaste’. Término que fue tomado para acuñar el neologismo ‘venoclisis‘ (del latín vēna, ‘vena’, ‘filón de un mineral’, ‘talento o vena poética’), porque originalmente se creó (en el siglo XIX) la técnica de introducir agua en las venas para «lavar o purificar la sangre», y ahora significa inyectar grandes o pequeñas cantidades de líquido en una vena, también llamada a veces fleboclisis (del griego φλέψ / φλέβός = phlébs, phlébos, «vena», como en los términos flebitis y flebotomía).

Cataclismo también lleva el componente klúsein o klýsein

En cambio, la palabra ‘cataclismo‘, que también contiene el elemento griego klúzein, no es un neologismo, sino derivado de la antigua palabra griega κατακλυσμός = kataclysmós (que pasó al latín cătăclysmŏs), «inundación», de kataklyzein (inundar), y ahora significa «un acaecimiento incontenible y demoledor». Bueno, pero ya me alejé mucho del tema ‘médico’, ‘medicina’, que por ahora trato de explicar.

La historia de la medicina

Es indudable que la noción de enfermedad y la forma de curarla, es tan antigua como la humanidad. Hacer frente al dolor y la discapacidad han sido retos en cada cultura desde tiempos prehistóricos, incitando el desarrollo de explicaciones sobre estos desafortunados eventos, para dar significado a la vida, el sufrimiento y a la muerte. Naturalmente que existe un océano de información hipotética y confirmada sobre este apasionante tema. Aquí nada más citaré algunos hitos o hechos clave sobre el origen de la práctica médica.

Resulta difícil interpretar los hechos de la prehistoria por la ausencia de registros escritos. Aunque mucho se puede aprender con el análisis de los dibujos, restos óseos y herramientas quirúrgicas del hombre primitivo, es muy complicado reconstruir su actitud mental frente a las enfermedades y la muerte. Probablemente el hombre, en cuanto tuvo la capacidad de razonar, descubrió, por el proceso de ensayo y error, cuáles plantas podían ser usadas como alimento, cuáles eran venenosas y cuáles tenían propiedades medicinales.

Los problemas de salud fueron gradualmente aumentando con el inicio de los asentamientos humanos (y la cría de animales), que favorecieron la concentraciones cada vez mayores de personas en las primeras ciudades (ciudades-estado), hacia el milenio IV a. C., en la región baja de Mesopotamia (Sumerios, Semitas).

Algunos hechos relevantes 

  • Los hombres prehistóricos (antes de la aparición de la escritura) practicaban la trepanación, como el primer tratamiento quirúrgico conocido, desde el milenio IX a. C.
  • En Egipto, los médicos crearon el primer método sistemático para tratar enfermedades (hacia el año 2500 a. C.).
  • El médico griego Hipócrates de Cos (― 460-370) mostró que las enfermedades tienen causas naturales y no divinas.
  • Claudius Galeno (siglo II d. C.), quien practicó la medicina en Roma, formuló las primeras teorías médicas sustentadas en la experimentación. Sus enseñanzas prevalecieron hasta los siglos XIV-XVI. Por eso, a los médicos a menudo se les dice ‘galenos’.
  • En el siglo XII, las primeras escuelas universitarias de medicina se desarrollaron en Europa.
  • El médico belga Andrés Vesalio (1514-1564) publicó en 1543 el primer estudio científico de anatomía humana.
  • A mediados del siglo XVI, Ambroise Paré (1510-1590), médico francés, considerado el ‘padre de la cirugía’, introduce técnicas quirúrgicas avanzadas.
  • En 1628 el médico inglés William Harvey (1578-1657), fundó la fisiología moderna con su libro sobre la circulación sanguínea (Excercitatio Anatomica de Motu Cordis et Sanguinis in Animalibus).
  • El año 1670, Antoni van Leeuwenhoek (1632-1723) descubrió protozoos en el agua (1674), las bacterias en el sarro de los dientes (1676), así como capilares y corpúsculos sanguíneos. Sus hallazgos ayudaron a la formulación de la teoría sobre el origen infeccioso de muchas enfermedades… y la historia sigue y sigue.

Fuentes

  • Merriam Webster’s Collegiate Dictionary. 2003. Eleventh Edition. U.S.A. Edición impresa.
  • Morato Nicolás. 24 de junio de 2021. Estudiante de Medicina. Universidad Complutense de Madrid, por su contribución en el apartado de los estudios diacrónicos de «médico y medicina».
  • Webster James. 1998. Medicine. The World Book Encyclopedia. Vol 13 pp 363-378. U.S.A. Edición impresa.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. Revisiones de 27 de junio de 2021 y 6 de julio de 2023.

Categoría: ciencia, cultismos

por

Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan dispares. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías y ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *