patrimoniales, varios
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prisión, prisionero, del latín *pre(n)siō

Definición

Prisión es una cárcel o lugar donde se encierra y asegura a los presos.

Cualquier lugar de confinamiento o detención involuntaria.

Sinónimos: presidio, penal, penitenciaría, cárcel.

Etimología del término ‘prisión’

La palabra ‘prisión’ deriva del latín *pre(n)siō, contracción de prĕhensĭo, ōnis, “acción de asir, coger, capturar o prender a alguien o algo” y su acusativo, prehensionem,  pre(n)siōnem, como en las expresiones prensionem habere (tener el derecho de parar o detener); tribuni plebis prensionem habent (el derecho de arrestar a cualquiera).

A su vez derivado de prehēnsus (también praehēnsus), el participio pasivo de prĕhendo (indicativo), prĕhendere (asir o agarrar).

El verbo prĕhendere está formado por pre-, latín prae-, ‘antes’, ‘ante’, ‘enfrente’, ‘delante’, como en las palabras: predestinado, precursor y preparar. Más el verbo nunca atestiguado sin prefijos, *hendo, *hendere (agarrar), como en los vocablos ‘comprender’, ‘sorprender’, ‘emprender’, ‘prender’, ‘aprender’ y ‘aprehender’.

Este verbo se relaciona con la raíz indoeuropea *ghend- (agarrar, asir), vinculada también con χανδάνω (khandánō, quizá de *ghend- que significa “agarrar” en griego antiguo; el adjetivo castellano depredador; el actual verbo inglés get (“conseguir, obtener, adquirir, recibir, traer”), etc

Hacia el año 1100 aparece en francés el vocablo derivado prisun que quiere decir ‘presa’, ‘lo capturado’; en 1140, prisun se documenta con el significado de ‘encarcelamiento’, ‘cárcel’, ‘cautiverio’; hacia el 1100 significa ‘llevar cautivo’. En 1155, ya aparece la voz francesa actual ‘prison’: “tenir en prison”, o sea, ‘tener en prisión o cautiverio’, etc.

En el siglo XII también se documenta en inglés la palabra prison (tomada del francés). El diccionario español de Nebrija de 1495 ya incluye los términos de prisión y prisionero, lo que nos permite concluir que esta voz también existía ya en nuestra lengua más o menos por el mismo tiempo. Por lo tanto, «prisión es el lugar donde encierran (cárcel) a las personas que han sido capturadas» (*pre(n)siō, prĕhensĭo, ōnis). En italiano, ‘prigione’, provenzal, ‘preiso’, portugés, ‘prisão’.

Prisionero

Prisionero, con el sufijo -ero, del latín -arium, en este caso da la idea de ocupación, oficio, como en las palabras carpintero, obrero, carcelero, torero, y abarrotero, se refiere más que nada a un “prisionero de guerra, que en campaña cae en poder del enemigo”; “alguien que está encarcelado especialmente por faltas que no son delito”; o “el que está dominado por una intensa pasión”, como ‘el incauto prisionero de un amor apasionado’.

Isla y prisión de Alcatraz en la bahía de San Francisco, Estados Unidos, que estuvo en funciones desde el año 1934 hasta el 21 de marzo de 1963. Foto de Jon Sullivan (10 de julio de 2005) https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Alcatraz11.JPEG

Una breve reseña sobre las cárceles desde el Milenio III a. C.

Con el surgimiento de las ciudades estado, casi todas las civilizaciones antiguas adoptaron el concepto de las prisiones como una forma de detener a las personas. Las cárceles se usaban con frecuencia, como un medio temporal antes de condenar a muerte o a la esclavitud a los detenidos, ya fueran criminales convictos o sospechosos, o también enemigos del Estado, presos políticos o prisioneros de guerra

Los antecedentes más antiguos de edificios usados como cárceles o prisiones datan del primer milenio a. C., sobre todo, en Egipto y Mesopotamia. Consistían en mazmorras donde los detenidos esperaban por mucho tiempo (acaso hasta el fin de sus días) la pena de muerte o la esclavitud. En cambio, durante la Antigüedad ateniense, los encarcelados podrían con frecuencia recibir la visita de amigos y familiares, así como “andar libremente dentro de sus muros”. 

Durante la época del Imperio romano, las cárceles eran más despiadadas, pues las celdas eran por lo general subterráneas, con pasillos sombríos, donde los reos permanecían por mucho tiempo en espera de la ejecución o la esclavitud en trabajos forzados o como gladiadores que luchaban contra otros o contra fieras en la arena. Los libertos también los usaban para servir en las casas de entrenamiento de gladiadores, a cargo de los lănistae, es decir, ‘los provocadores’, ‘los maestros de gladiadores’.

Tullianum (Tuliano)

La prisión del Estado Romano, cerca del foro (Forum Romanum), al pie de la Colina Capitolina, fue construida durante el tiempo de la Monarquía por Ancus Marcus (677-617 a. C.), el legendario cuarto rey de Roma, quien gobernó por 25 años.

Luego fue ampliada en forma subterránea, por Servio Tulio (Servius Tullius), el sexto rey de Roma; razón por la que a esa parte de la cárcel o prisión se la llamó Tullianum (Tuliano). El Tuliano fue descrito en el siglo I a. C. por el historiador romano Salustio (Sallustius Crispus, 86-35 a. C.) en su obra De conjuratione Catilinae. (algunos datos tomados del sitio Prison History 2021).

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 2 de septiembre de 2021.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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