cultismos, varios
Dejar un comentario

invadir, invasión, evasión, vado

principales significados de la palabra ‘invadir…

Invadir

Invadir es penetrar o entrar en algún lugar, o un territorio por la fuerza. Rusia invadió a Ucrania. Los Estados Unidos invadieron a México durante la guerra del siglo XIX.

Ocupar alguien o algo cierto lugar de manera irregular. El auto que causó el accidente invadió el carril contrario. El río se desbordó y sus aguas invadieron algunas comunidades.

Asumir de manera injustificada funciones ajenas. El ejecutivo invade algunas funciones del colegio electoral.

Apoderarse de alguien cierto sentimiento, emoción o estado de ánimo. Al saber de sus éxitos, me invadió la alegría. Me invade la tristeza cuando me entero de una nueva guerra.

En el campo médico-biológico, cierto organismo que penetra a un órgano y produce enfermedad o interfiere con otras cosas. En la amebiasis hepática, el protozoo Entamoeba histolytica invade al hígado. La maleza invadió el plantío de fresa. Los roedores han invadido el granero.

Invasión

Invasión es la acción y efecto de invadir. 

La invasión de 1945 del Reino Unido a Tailandia.

Etimología de ‘invadir’

El verbo “invadir” viene del latín invādo, invadĕre que significa ‘invadir’, ‘penetrar’, ‘apoderarse de’, ‘marchar hacia’, ‘cundir’, ‘establecerse sobre’, ‘. Algunos ejemplos: pestis in vitam hominum invadit (Cicerón) “una calamidad invade a los humanos”; invadere cum ferro in aliquem (Cic.) “arrojarse alguien a uno espada en mano”; invadere dictaturam (Suetonio) “apoderarse de la dictadura”.

El término invadĕre está formado por: a) el prefijo in- que puede dar muchos sentidos a lo que se dice, pero en este caso es ‘entrar’, ‘penetrar’, como en la palabra ‘incursión’ o acción de adentrarse. Más b) el verbo vādo, vadĕre, ‘marchar’, ‘dirigirse’, ‘andar’. Luego entonces, invadir,  invadĕre es “dirigirse, avanzar (vadĕre) para penetrar (in-) a cierto lugar o territorio.

invasión-evasión

Invasión o la acción de invadir, procede de invāsĭo, ōnis (invasión, irrupción, acometimiento con violencia y uso de fuerza, usurpación) de invādo, invadĕre ya mencionado. En cambio, evasión (hecho de evadir, eludir, evitar, como la “evasión fiscal”), proviene de ēvsāĭo, ōnis (huída, evasión) del verbo ēvādo, evadĕre (evitar, librarse, salir de, escaparse o ‘salvarse de’): evadere necem (Fedro) “escapar de la muerte”; evadere grave casum (Tácito) “evitar una grave desgracia”. 

El médico romano del siglo V Celio Aureliano, escribe la palabra invāsŭs (caso ablativo) con el significado de “ataque o invasión de una enfermedad”.

El prefijo e-, ex-

En ēvsāĭo, ēvādo, evadĕre, en lugar de in-, se encuentra el prefijo latino e-, ex– (preposición de ablativo) que expresa ‘separación’, ‘punto de partida’, ‘de’, ‘desde’. Por ejemplo en: exprimo, exprimere (hacer salir, exprimir); extergeo, ere (despojar, saquear); excubo, excubare (dormir fuera de la casa, vigilar, hacer guardia).

Ēvsāĭo (librarse) en la Biblia Vulgata

El término ēvsāĭo, ōnis se encuentra en la Biblia Vulgata de San Jerónimo: Judit (latinizado Ioudeith) 13:20 Dios permita que esto sea para gloria eterna tuya y te colme de bienes, porque con su ayuda expusiste tu vida para salvar a nuestro pueblo de la opresión y librarnos de la catástrofe, llevando a buen término tus planes”. Donde dice “librarnos”, o la acción de liberar, en latín equivale a ēvsāĭo.

Vado, vadear, vadeablo

La palabra vado es un sustantivo que significa ‘trecho o espacio de un río o arroyo con fondo firme y de poca profundidad, que permite el paso (vadear) a pie, a caballo o en carro. ‘Vado’ deriva del latín clásico vădus una variante (atestiguada en escritores como Varrón y el historiador romano Salustio) de vădum (vado, con poca profundidad, que es vadeable, que permite vadear o pasar). Vădum y vadĕre son términos que comparten la raíz indoeuropea, *u̯ādh-, *u̯ǝdh- (marchar, andar), de la que no se han encontrado muchas relaciones en otras lenguas.

Las invasiones a través de la historia

Sin duda, desde que surgieron los primeros asentamientos humanos han existido las invasiones (o el deseo insaciable e intenso por el dominio) entre los pueblos. Sólo hago algunos breves comentarios y a guisa de ejemplo, tomo dos de las más antiguas civilizaciones  que conocemos… porque las invasiones registradas en la historia (y de seguro desde la prehistoria) a través de los siglos, pueden contarse por miles, o al menos, centenares:

Mesopotamia y Egipto

“Entre las civilizaciones más antiguas, las mesopotámicas estaban sujetas a constantes invasiones. En cambio, Egipto gozaba de barreras naturales que, en cierto modo,  lo protegían de pueblos invasores, lo que les daba cierto sentido de seguridad. Las barreras más importantes eran vastos desiertos al este y al oeste, cataratas en la región sur del Nilo y el Mediterráneo al norte, aunque estas barreras no impidieron del todo el comercio con Mesopotamia”.

“Sin embargo, se dieron invasiones importantes por “los pueblos del mar” en el siglo XIX a. C. de modo que finalmente llegó la decadencia del Nuevo Reino* hacia los años —1070-1050. Durante los 1000 años siguientes, los egipcios sufrieron la dominación de Libia, Nubia, Persia y al final los invadió Macedonia, tras la conquista de Alejandro Magno, y en el siglo I a. C., se convirtió en una provincia del poderoso Imperio romano” (Duiker & Spielvogel).

*El Nuevo Reino de Egipto comprendió las dinastías 18, 19 y 20 y se extendió entre los siglos XVI-XI a. C.

Una lectura

Jackson J. Spieldvogel & William J. Duicker. 2007. World History. Vol. I pp. 17, 22. USA. Edición impresa.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 12 de octubre de 2023.

Categoría: cultismos, varios

por

Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan dispares. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías y ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *