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Evangelio, evangelista

Evangelio, evangelista, definiciones

El Evangelio es la historia de la vida, doctrina, enseñanza, sabiduría, milagros y muerte de Jesucristo. Está dividido en cuatro narraciones o libros, que por orden cronológico de escritura son: San Mateo, S. Marcos, S. Lucas y S. Juan, los Cuatro Evangelistas. Estos libros están al principio del Nuevo Testamento y constituyen alrededor de la mitad del mismo. Los primeros tres han sido reunidos y llamados desde finales del siglo XVIII, Evangelios Sinópticos —relacionados entre sí, simplificando su visión conjunta— debido a que presentan una narrativa similar de la vida y muerte de Jesús y si se ponen lado a lado, muestran un relato similar de la vida y muerte de Jesús.

Sinopsis significa literalmente “visión conjunta”, del griego σύνοψις, que pasó al latín tardío como synopsis.

También llaman Evangelio en la misa a cualquier capítulo tomado de uno de estos libros, que se dice después de la Epístola (parte de la misa antes del tracto o gradual*) y al final de la misa.

*Tracto o gradual es el pasaje que se canta en la misa o versículo que el cura o celebrante recita entre la Epístola y el Evangelio. Algunos dicen que se llama “gradual”, por la costumbre de cantar esta parte de la misa mientras el diácono subía unos escalones (gradus) que lo llevaban al coro alto, donde leía el Evangelio. Y tracto del latín tractus (espacio o lapso en el decurso o la trayectoria del tiempo), debido a que se hace entre la Epístola y el Evangelio.

Evangelista: a) “cada uno de los cuatro autores de los Evangelios” arriba citados; b) “Ya casi no se usa, pero también se refería a la persona que se encargaba de cantar el E. en las iglesias”; c) “El partidario del evangelismo”. “Evangelista” lleva el sufijo -ista que forma adjetivos que pueden sustantivarse e indica ‘partidario o simpatizante de’ (comunista, socialista, socorrista, anarquista, apartidista, evolucionista, creacionista). También indica ocupación (guitarrista, pianista, trapecista, columnista, periodista, electricista, evangelista); -ista procede del latín -ista (oficio, encargo), del griego -ιστής -istḗs.

¿Cuál es el origen de la palabra evangelio?

“Evangelio” procede del latín eclesiástico (años después de Cristo) euangēlĭum, “el evangelio”. Esta y todas las palabras derivadas pueden encontrarse en los diccionarios con la letra uve (v), pero con la ‘u’ es etimológicamente más correcta, por su origen griego y euangēlĭum se usó originalmente.. 

Euangĕlĭum es un préstamo del griego antiguo εὐαγγέλιον = euangelion, un término homérico que ya existía al menos 800 años antes de Cristo, pero sin la connotación religiosa de ahora, sino que significó “buena noticia”, “recompensa o gratificación que se daba al mensajero por las buenas nuevas”: por ejemplo, εὐαγγέλιον δέ μοι ἔστω (euangelion dé moi esto) “este será el regalo por mi buena nueva” escribió Homero en la Odisea 14, 152. También “coronar a uno por traer un buen mensaje”. En sentido cristiano, “El Evangelio”, naturalmente, ya en griego tardío.

Así mismo, εὐαγγέλιον proviene de εὐάγγελος = euangelos, que significa “mensajero de buenas noticias”, “el que trae buenas nuevas”. 

Componentes del vocablo εὐαγγέλιον, εὐάγγελος

1- εὖ-, εὒ(eu-) es un viejo adverbio griego que funciona como prefijo y que en general significa ‘bién’, ‘prosperidad’, ‘abundancia’, ‘grandeza’, ‘lo que fácilmente se hace’, ‘bien y con habilidad’, etc. Este prefijo lo llevan muchos términos, por ejemplo: eupnea, eugenesia, eutrófico, euforia, eutocia, eurritmia, eucariótico, eufemismo.

2- ἄγγελος = angelos: “un mensajero”, “un enviado” (desde Homero y Heródoto); “el que anuncia”, como los pájaros en un augurio”; siglos después, “un ángel”. El verbo ἀγγέλλειν = angellein significa “anunciar”. 

Por lo tanto, εὐάγγελος, ‘euangelos’ quiere decir “un buen (εὒ-) mensaje”, con ἄγγελος, ‘mensajero’ y ἀγγέλλειν = angellein, ‘anunciar’. Términos que tomaron los griegos del persa o iraní. La expresión εύαγγέλια θύειν (euangelia thuei) significa “hacer una ofrenda por las buenas nuevas recibidas”.

Algunos vocablos derivados

Εὐαγγελιζω, -ειν euangelizo, euangelizein: predicar el evangelio. En latín evangelizare.

Εὐαγγελικός euangelikós: relacionado con el evangelio. 

Εὐαγγελιστής eusngelistés: evangelista. Evangelista en latín.

COMENTARIOS ADICIONALES

Aunque no hay coincidencia absoluta entre los historiadores, de una manera general podemos decir que el orden cronológico en el que fueron escritos los evangelios canónicos (así considerados desde el siglo IV), fue el siguiente:

  • Mateo. Escrito en Jerusalén entre los años 40-50. Destaca la grandiosidad de Jesús.
  • Marcos. Años 52-63 (otros sostienen que entre 60-70), en Roma. Resalta o subraya la autoridad y poder de Jesús, quien realiza acciones poderosas. Algunos creen que Marcos era el joven que estaba con Cristo cuando fue arrestado. Marcos no fue uno de los 12 apóstoles.
  • Lucas. Años 63-70 (antes de la destrucción de Jerusalén), también escrito en Roma. Lucas, “el médico amado”, amigo y compañero de Pablo. Presenta la personalidad de Cristo con una concepción universalista y compasiva, haciendo gala de detalles técnicos sobre las curaciones milagrosas que realiza. Lucas es el único autor no judío del Nuevo Testamento. Algunos lo han llamado “el libro más hermoso jamás escrito”. Destacan las parábolas de el rico y Lázaro, el hijo pródigo y el buen samaritano.
  • Juan. Escrito en Éfeso, alrededor del 90-92. Se va hasta la eternidad, presentando a Jesús como representando a la divinidad y la eternidad, pero con naturaleza humana. “El discípulo a quien amaba Jesús que escribió estas cosas”, en realidad no da su nombre en esta narración. Los escritores que mencionan la autoría literaria de este Evangelio, dicen que se trata del apóstol Juan, que era hijo de Zebedeo y que cuando se le invitó a ser apóstol se dedicaba a la pesca.

Tampoco hay una concordancia unánime sobre el idioma en el que fueron escritos

Parece que la mayoría de los expertos en el tema creen que los evangelios fueron originalmente escritos en arameo, y que son una traducción al griego hecha más o menos hacia la segunda mitad del siglo II d. C. Así que lo más probable es que no hayan sido escritos (al menos no totalmente) por los cuatro evangelistas arriba citados, sino quizá son el producto de muchas plumas de aquella época, de escritores no necesariamente alumnos de Cristo. Un argumento a favor del origen arameo de los textos, es que en ellos se encuentran expresiones típicas de esa lengua, no propias del griego.

Asimismo, los cuatro autores citados en realidad no titularon cada evangelio como Según San Mateo, Según San Marcos… Sino que los títulos se pusieron posteriormente y representan el pensamiento de la vieja iglesia primitiva.

A modo de conclusión

Los Evangelios son los primeros cuatro libros del Nuevo Testamento y son la primera fuente de información sobre el nacimiento, vida, milagros, enseñanzas, traición, arresto, crucifixión, muerte y resurrección de Cristo. Son llamados por los que se dice escribieron cada libro: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Sin embargo, muchos eruditos dudan seriamente que estos personajes hayan sido realmente los autores. 

Ninguno de los cuatro libros nos da una historia completa de Jesús. En cada uno hay una colección de sus actos y palabras, escritas como una expresión de fe

Los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas, son tan similares, que al ponerse lado a lado en columnas paralelas, puede leerse esencialmente la misma narración. Tal arreglo o coordinación se llama “sinopsis”. La mayoría de los estudiosos se explican tal concordancia, por asumir que el de Marcos fue el primero en escribirse, y fue tomado como base para redactar el de Mateo y Lucas. También se ha sugerido que Mateo y Lucas utilizaron una segunda fuente que han llamado “Q”, pero no se ha encontrado testimonio escrito sobre ella. 

La letra “Q” viene del alemán Quelle que significa “fuente”, como en la expresión alemana “aus zuverlässiger Quelle” que significa “de una fuente confiable”.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 14 de marzo de 2024.

Categoría: cultismos

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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