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flora, las plantas propias de una región

Definición de «flora»

Flora es el conjunto de plantas de una región o época determinada. Por ejemplo: “flora de la región de los Tuxtlas, Veracruz, México” o “la flora del período Carbonífero estuvo formada por bosques abundantes en toda la Tierra”.

Aunque no pertenecen al reino vegetal, el conjunto de microorganismos (bacterias, hongos, algas, etc.) que viven en cierto órgano o medio, recibe también el nombre de flora o microflora. Microflora intestinal, vaginal, bucal, edáfica o la que habita en el suelo, de la rizosfera, oceánica.

Origen del término “flora”

La palabra “flora”, con el sentido biológico que ahora tiene, fue introducida y popularizada por el médico, taxónomo y naturalista sueco Carlos Linneo (Caroli Linæi, mayo de 1707-enero 1778), quien publicó FLORA LAPPONICA*. Amsterdam 1737, y después FLORA SVECICA (1745), Flora de Suecia.


*Laponia (L. finlandesa es el pueblo de Papá Noel) es una región histórica que se localiza al norte de Noruega, Suecia, Finlandia y el noroeste de Rusia. En inglés Lapland o tierra de los Lapp, un pueblo mongoloide que habita aquellas regiones heladas, donde las primeras nevadas se registran hacia finales de agosto.

Linneo también introdujo el vocablo “fauna” para denominar al conjunto de animales que habitan en una región determinada. Léase la entrada “fauna”.

¿De dónde sacó Linneo el nombre?

En la mitología romana, la diosa de las flores se llamaba Flōra y su nombre deriva del latín clásico flos, genitivo floris que significa “flor”, “el néctar de una flor”, “la parte más fina de las cosas o las personas”, “aceite de la mejor selección”, “el buqué del vino”, “la porción más apetitosa de una comida”, “la plenitud o flor de la juventud”, “el mejor tiempo de nuestra vida”. Asociado a la raíz indoeuropea *bhel³- (florecer). Pero invito al lector a que lea mi artículo “flor”, para una mejor comprensión del término.

El  mito romano de la diosa Flora

Flora era la diosa romana de las flores, la fertilidad, la vegetación y la primavera. Según cuentan las leyendas, Tito Tacio (murió hacia el 745 a. C., el rey sabino que gobernó con Rómulo) introdujo su culto en Roma; su templo estaba cerca del Circo Máximo o Circus Maximus.

Flora y Zephyros (1617), por Jan Brueghel el Viejo y Peter Paul Rubens. Schloss Mosigkau, Germany. Tomado de https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Jan_Brueghel_the_Elder_%26_Peter_Paul_Rubens_-_Flora_and_Zephyr,_1617.jpg 

Cuenta el mito que Flora era una cortesana —prostituta elegante— que con su actividad acumuló inmensas riquezas que luego repartió al populacho de Roma. Como agradecimiento, fue honrada con el festival Floralia, que se celebraba desde el año 238 a. C., entre el 28 de abril y el 1 de mayo, con un gran jolgorio y colmado de lascivia, aunque su adoración data de muchos años atrás, probablemente de origen etrusco o quién sabe. 

Con el transcurso de los años, Flora fue identificada con Χλωρις (Chloris o Khloris) una ninfa de la mitología griega diosa de las flores y esposa de Zephyros el dios del viento del oeste. El nombre de Chloris  viene de chlôros o khlôros = χλωρός, “brote verde”, la misma palabra que se tomó para acuñar el término “clorofila”.

Zephyros (Ζεφυρος, un hermoso joven alado) era uno de los cuatro dioses griegos estacionales del viento. Con Chloris engendró a la diosa Καρπω = Karpo de los frutos de la Tierra.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 12 de agosto de 2024.

Categoría: ciencia, cultismos

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan dispares. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías y ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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