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capricho, cabrón

Significado de la palabra ‘capricho’

Capricho es un sustantivo masculino que significa:

1- Un capricho es una decisión o determinación arbitraria, motivada por un antojo, por el estado de ánimo, o simplemente por el placer de mostrarse ‘extravagante y original’. O bien, una deseo o exigencia repentina e irracional. Una aventura amorosa pasajera.

2- Un súbito e inesperado cambio de la mente o del humor, sin motivo aparente alguno. Y digo aparente (que parece no tener motivo, pero que lo tiene), porque los caprichos, como todo proceso psicológico, deben tener una causa.

3- Cualquier cambio repentino o serie de cambios, difíciles de predecir.

Origen del término ‘capricho’

La palabra capricho procede del italiano capriccio, término que desde el siglo XIII significó, ‘un estremecimiento’, ‘una emoción’ ‘un deseo irracional y ardiente, a menudo pasajero’. Del italiano pasó al francés, hacia el año 1558 como caprice (‘un deseo o exigencia que surge de forma repentina e irracional, locura, antojo’) y al inglés, en 1667, ‘caprice‘, con igual significado. La palabra aparece en un diccionario español, en el año 1604.

Su significado en la música

En música, capriccio es una composición libre y variada, usualmente vivaz y apresurada en tiempo, así como brillante en su estilo o arreglo. Un buen ejemplo de esta clase de composiciones musicales es El Capricho Español, una hermosa composición del año 1887, cuyo autor es el ruso Nikolay Rimski Korsakov (1844-1908). Tengo la fortuna de poseer esta melodía grabada en un disco de vinilo LP, que guardo celosamente.

Etimología de capricho

En general, se acepta que el vocablo capricho, proviene, como acabo de mencionar, del italiano capriccio (originalmente, ‘estremecimiento, emoción intensa, deseo ardiente e irracional’, etc.), 

Capriccio está formado por: a) capo, ‘el hombre que está a cargo del timón’, ‘el que decide’, ‘el jefe’, ‘la cabeza o parte principal’, de donde procede en español ‘capo’, el jefe o figura principal de una mafia. Asimismo, capo (jefe, líder), en italiano deriva del latín caput (cabeza). Más b), riccio, con el significado de ‘con los pelos de punta o parados’, del latín ērīcīus, que significaba ‘erizo’, un animal mamífero insectívoro cuyo dorso (lomo) y costados están cubiertos de púas. Aunque también hay erizos de mar, con el cuerpo cubierto de púas; animales equinodermos, del mismo grupo que las estrellas de mar.

Por lo tanto, capriccio nos conduce a la idea básica y original de ‘tener la cabeza con los pelos parados o de punta’, ‘con horripilación, estremecimiento, espanto’. Tal vez manifestado por el que muestra su actitud de capricho, o a lo mejor para quien o quienes tienen que soportarlo.

Probables nexos con capra (cabra)

Alguno etimólogos, no todos, creen que en algún tiempo, pudo haber influencia de la palabra cabra (capra en italiano) en el vocablo capricho, de la voz latina en femenino capra, ‘la cabra’, el mamífero rumiante que todos conocemos; a su vez, de caper, capri, término al que llaman de género epiceno, que lo mismo designaba a hembras y machos, como en las palabras: bebé, el bebé o la bebé; mar, el mar, la mar; joven, el joven, la joven, etc. Pero luego caper se refirió al macho cabrío emasculado o castrado, del indoeuropeo *kapro- (cabra macho), de donde salen las palabras ‘cabrón*’ (véase un comentario más abajo), ‘Capricornio’, ‘caprino’, ‘caprinocultura’ o la cría y cuidado de las cabras’, etc.

Esta probable relación entre capricho y capra (cabra), según los lingüistas, pudo quizá deberse a que estos animales suelen dar brincos erráticos y en dirección impredecible, del mismo modo que un capricho sucede de manera inesperada.

Asimismo, capriccio, también podría asumirse como capra, capri (cabra, macho cabrío) + riccio (con los pelos de punta). Por lo tanto, se puede interpretar como ‘tener los pelos rígidos o hirsutos como los de una cabra’. Pero esto es una conjetura muy personal que en ninguna parte he leído.

*Capro

*Si consultamos el DLE (Diccionario de la Lengua Española), vemos que la palabra cabrón es el aumentativo de ‘cabro‘, que es como se llama al macho de la cabra, de *capro vocablo no atestiguado del latín tardío (hacia los siglos IV-VI d. C.). Cabrón (también aplicable a una mujer, como cabrona), es un adjetivo que, según el DLE, designa o se refiere a:

  • Una persona, animal o cualquier cosa, que hace malas pasadas, resulta molesto, y tratándose particularmente de alguien que es abusivo y ventajoso.
  • Un hombre cuya mujer lo engaña, especialmente, si la consiente. Por eso se dice «poner los cuernos» a la infidelidad. El macho de la cabra o cabro, se caracteriza por sus cuernos prominentes.
  • Una persona experimentada y astuta. Por ejemplo, «Pedro es cabrón para bailar».
  • Alguien que se caracteriza por su mal carácter. «Martín es un cabrón, por todo se molesta (o se encabrona).
  • El macho de la cabra.

Encabritarse

No debemos olvidar además el término encabritar, formado por en- más cabrito (pararse sobre las patas traseras, como los caballos o cuando las cabras comen o ramonean en el monte, que pisan con las patas posteriores). A veces usamos la palabra encabritarse en sentido figurado como ‘alguien encolerizado, enojado’, del mismo modo que ‘alguien con un capricho no concedido’.

Caprichoso

Caprichoso es palabra que indica a alguien o algo, que con frecuencia se comporta haciendo caprichos, lleva el sufijo -oso (del latín -osus), que nos indica ‘abundancia’, ‘exceso’, o ‘que tiene la cualidad de’ como en: sabroso (muy agradable al paladar), tembloroso (que tiembla, o que tiembla mucho), musculoso (que muestra mucha musculatura), grandioso (dotado de abundante grandeza), vanidoso (que muestra mucha vanidad, arrogancia o presunción), nuboso (con muchas nubes, a veces también, ‘amenazador’).

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 17 de febrero de 2021.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

2 Comentarios

  1. Oriana dice

    Estimado Jesús, mi nombre es Oriana. Soy una apasionada de las palabras y afortunadamente hoy me crucé con tu comentario sobre la palabra «capricho». Hasta ahora sos el único que menciona la influencia de cuestiones psicológicas como telón de fondo de lo que parece no tener razones. Coincido con tu aclaración!
    Saludos!

    • Muchas gracias Oriana por tu comentario. Te lo agradezco mucho y me siento complacido que hayas leído mi artículo ‘capricho’. Ojalá y de cuando en cuando te asomes a mi sitio y busques en el índice algún escrito sobre temas que te interesen.

      Te envío un saludo muy cordial y respetuoso desde el occidente de México. Si decides contestar mi mensaje, con gusto lo recibiré. Y recuerda que tus datos personales siempre estarán celosamente resguardados. Un abrazo del profe Treviño.

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