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urna, cremación

Significados de la palabra ‘urna’

A- Una urna es una caja con tapa para depositar las papeletas de una votación secreta o de un sorteo. A las 6 de la tarde del próximo domingo se cerrarán las urnas. Pocos maestros acudieron a las urnas electorales.

B- caja de cristal destinada para exhibir y resguardar del polvo imágenes (efigies) o cualquier otro tipo de objetos valiosos. El manuscrito está a la vista en una urna del recinto legislativo.

C- Arca o caja metálica o de piedra a la que se le dan usos diversos: resguardar dinero, joyas, documentos de mucho valor, etc

D- Recipiente de madera, mármol u otro material en el que se guardan las cenizas de los finados. La urna con las cenizas de su madre está depositada en un nicho de la iglesia.

¿Cuál es el origen de la palabra ‘urna’?

La palabra ‘urna’ proviene del latín urna, un término tal vez no indoeuropeo, del mismo modo que urceus que significa ‘aguamanil’, ‘un jarro para echar agua a la palangana donde uno se lava las manos’, también ‘orza o vasija de barro’. Así como en griego antiguo ὔρχᾑ (hyrchē): “un jarro para guardar vinos o pescado salado (Bailly p. 2041), equivalente en latín a orca (tinaja) y urceus recién mencionado.

Massimo Pittau (p. 212) propone que estos tres vocablos derivan o tienen alguna relación con el etrusco, lengua preindoeuropea de un pueblo que floreció en Italia entre los siglos —VIII-VI, que tuvo contacto con los griegos, pero finalmente fue dominado por los romanos. En resumen, todos estos términos llevan como significado principal de ‘recipiente’ para depositar o contener bebidas o alimentos.

La palabra latina ‘urna’ designaba a un recipiente o cubo de cuerpo abombado y cuello estrecho, utilizado para diversos propósitos: un cántaro grande para sacar agua (en Plauto siglos III-II a. C.); urna para guardar las cenizas de un muerto, sepulcral, para depositar los votos, para echar la suerte, medida antigua de líquidos equivalente a 24 sextarios (sextārĭus) o sea, unos 13,12 litros. Los romanos tenían un sistema de pesos y medidas muy completo.

Algunos términos derivados de ‘urna’

Urnālis: vasija que tiene la capacidad de una urna (13, 12 l).

Urnārĭum: mesa de piedra donde se dejaban las ollas, cántaros y otras vasijas para el agua.

Urnĭgĕr: el que lleva una urna.

Urnŭla: urna pequeña, urna para guardar cenizas.

La palabra española urna aparece en el diccionario español-inglés-latín de Richard Percival (año 1591): «Urna, a pitcher, a pot (un cántaro, una jarra, una olla). Vrna«. Hay que tomar en cuenta que durante la antigüedad romana, la letra ‘u’ se escribía como ‘V’..

Orígenes de la cremación y las urnas

Cremación

La cremación consiste en incinerar algo, especialmente un cadáver, es decir, reducirlo a cenizas por la acción del fuego.

“Es imposible determinar el momento y el lugar exactos en que se originó la cremación*. Sin embargo, los historiadores y arqueólogos modernos coinciden en que las primeras ceremonias formales de cremación parecen haber comenzado durante la Edad de Piedra, en algún momento entre el 7000 y el 3000 a. C. Se cree que las civilizaciones pioneras en esta práctica fueron las de Europa central y oriental, así como las del Próximo y Lejano Oriente.”

“La evidencia más antigua de urnas de cerámica con restos humanos fue desenterrada en China, y data aproximadamente del 7000 a. C., en donde se descubrieron un total de 32 urnas funerarias en un yacimiento temprano de Jiahu, un asentamiento neolítico situado en la llanura central de la antigua China, cerca del río Amarillo. Por razones desconocidas, la mayoría de las urnas funerarias sólo se utilizaban para incinerar los restos de niños. Las urnas de cremación descubiertas de esta época no eran demasiado ornamentadas ni especialmente sofisticadas, sino sencillas y sin adornos debido a las herramientas primitivas y básicas de la época” Nicholas Collender. The History of Cremation and Urns for Ashes. (La Historia de la Cremación y de las Urnas para las Cenizas).

Etimología del término ‘cremación’

La palabra ‘cremación’ deriva del latín crematio, -ōnis que significa “acción de quemar”; del verbo cremāre: “quemar”, “destruir mediante el fuego”, “quemar un muerto sobre la pira”; “someter a alguien a un suplicio o tortura”. Estos términos están relacionados con la raíz indoeuropea ker 3- (quemar, fuego), en Pokorny *ker(ə)‑ 571. Palabras como carbón, carbonato, carbonizar, κέραμος = kéramos (cerámica) en griego antiguo y otras, también tienen nexos con esta misma raíz.

La cremación en el mundo grecorromano

Los griegos comenzaron a cremar sus muertos desde la Edad de Bronce, probablemente durante el milenio II antes de nuestra era.

En cambio, los romanos comenzaron a practicar la cremación de manera regular —pero no exclusiva— durante todo el periodo de la República que inició a finales del siglo —VI. Sin embargo, con la llegada del cristianismo, comenzó a ponerse de moda la inhumación, sobre todo desde el siglo II d. C., en pleno período imperial. Debe aclararse que la cremación llegó a ser práctica común en el mundo grecorromano de la antigüedad, aunque nunca desapareció de manera total la inhumación (del latín inhumāre, ‘enterrar un muerto’) acompañada de ritos y ceremonias muy especiales.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 16 de octubre de 2023. 

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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