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sátrapa, satrapía, palabras griegas

Definiciones

Sátrapa

1-Sátrapa era el gobernador de una demarcación territorial o provincia de la antigua Persia. También, el que tenía un poder soberano en su comarca.

2- En lenguaje coloquial y con sentido despectivo, una persona  que gobierna de forma despótica y arbitraria; que no obedece ninguna ley, trata con dureza a sus subordinados y además hace alarde de su poder.

Satrapía

Sapatría era el territorio que controlaba el sátrapa, también el cargo o dignidad del sátrapa

La división del Imperio Aqueménida en provincias o satrapías, iniciada por Ciro el Grande (c. 530 a. C.), fue completada por Darío I quien gobernó entre 522-486 a. C. Tuvo 20 satrapías que pagaban su tributo anual al rey soberano.

Etimología de ‘sátrapa’ y ‘satrapía’

Sátrapa procede del latín clásico sătrăpa o sătrăpēs (un sátrapa, gobernador de una provincia persa) y satrapía, de sătrăpēa, sătrăpīa (gobierno del sátrapa, provincia o territorio gobernado por él). Ambos términos proceden del antiguo griego σατπάρης = satrápes y σατραπεία = satrapeía.

La palabra σατπάρης (sátrapa, gobernador de una provincia persa) está documentado en la obra Ciropedia del historiador griego Jenofonte, escrita entre 380-365 a. C., mientras que σατραπεία (satrapía) se documenta en Helénica, obra del mismo autor, en la que se narran los eventos de Grecia entre 411-362, la continuación de la Guerra de Peloponeso contada por Tucídides. El vocablo σατπάρης también significó, en términos coloquiales, ‘un hombre muy rico y poderoso’.

Origen persa de estas palabras

Debido a que los persas hablaban una lengua indoeuropea de la rama irania, σατπάρης proviene del persa antiguo xshathrapāvan, literalmente, “protector de un dominio” (exactamente el mismo significado grecolatino), cuyo primer constituyente se relaciona con el sánscrito kṣatra, “poder”, “fuerza”, “dominio”, kṣayati, “él gobierna” y pāti, “él protege”. El Imperio persa, por su enorme tamaño, era multiétnico y multilingual, por ejemplo, el arameo era la lengua franca, pues muchos escribas de la corte eran arameos (Pelle Axelsson, 2019). 

Sátrapa tiene vínculos con la raíz indoeuropea *pa- (alimentar, proteger), Raíz también vinculada a las palabras latinas pasco, pascere (pastar, alimentar); pastor (pastor, ‘el que cuida los rebaños’, de donde el apellido francés Pasteur y el término pasteurización). La raíz IE *pa- se asocia a palabras como: compañero, compañía, forraje, pan, pasto, pastura, patio y otras.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS   

Los sátrapas, nombrados por el rey, normalmente eran miembros de la familia real de la nobleza persa, que mantenían su encargo indefinidamente. Como cabeza de la administración de su provincia, los sátrapas colectaban los tributos y al mismo tiempo eran la autoridad judicial suprema, los responsables de la seguridad interna y el mantenimiento de las fuerzas militares. 

Para evitar el abuso del poder, Darío I el Grande (rey de Persia entre 521-486) ideó un sistema de controles sobre los sátrapas.

Bajo este modelo, los oficiales, inspectores reales representantes del Gran Rey, del Rey de Reyes de la satrapía y los altos mandos militares, estacionados en la provincia, eran los responsables (los Ojos y Oídos del Rey) directos de vigilar la actuación de los sátrapas y evitar transgresiones de poder mediante inspecciones periódicas. Pero con el debilitamiento de la autoridad central durante la segunda mitad del siglo —V, los sátrapas con frecuencia comenzaron a disfrutar de cierta independencia, lo que propició un incremento de excesos y abusos. Esto es lo que luego dio origen a que un sátrapa comenzara a considerarse como un personaje arbitrario, despótico y cruel. 

Además, la palabra “sátrapa”, σατπάρης en griego y sătrăpa, sătrăpēs en latín, fue tomando una connotación negativa, probablemente porque los persas —lengua de donde finalmente procede— fueron algún tiempo enemigos acérrimos de Grecia y continuos hostigadores  —sobre todo durante el siglo III del Imperio romano. 

Las satrapías fueron conservadas por Alejandro III el Grande (356-323 a. C., quien conquistó a los persas el año —331), pero él nombraba sátrapas macedonios. Durante la época helenística seléucida (312-63 a. C.), las satrapías eran más pequeñas y numerosas.

Algo sobre los persas

Los persas fueron un pueblo que hablaba persa antiguo —una lengua indoeuropea emparentada con el sánscrito y el avéstico—, que vivieron en el suroeste de Irán. Nómadas que llegaron hacia el año 1000 a. C., procedentes de la región del mar Caspio y que se fueron organizando en tribus, hasta llegar a la dinastía Aqueménida (550-331 a. C.). Ciro el Grande lideró la creación del Estado Persa que transformó la geografía política del occidente de Asia. 

En el año —550 Ciro extendió el control sobre los medas, haciendo a Media (una antigua región del suroeste de Asia, ahora el noroeste de Irán) la primera satrapía persa. Tres años después, derrotó al reino de Lidia, convirtiéndose en la siguiente satrapía. Era tan vasto el Imperio, que hacia el año 500 a. C., se extendía desde Macedonia hasta el noroeste de India, incluyendo la vertiente del Nilo, la costa oeste y sur del mar Caspio, los montes Cáucasos, Babilonia, Persia y Pakistán.

File:Map of the Achaemenid Empire.jpg
Extensión del Imperio Persa hacia el año 500 a. C., con los límites entre las satrapías durante el reinado de Darío el Grande. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Map_of_the_Achaemenid_Empire.jpg

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 29 de enero de 2023.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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