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masacre, masacrar

¿Qué es una masacre?

Una masacre es la acción o efecto de matar (masacrar) a un gran número de personas o de animales de manera indiscriminada y cruel. Un sacrificio colectivo de víctimas indefensas. El asesinato en masa realizado con saña y de forma salvaje, de personas indefensas. Un exterminio. 

Una masacre puede perpetrarse en tan solo unos segundos o en varios años.

De manera informal, una masacre es una derrota aplastante, por ejemplo, en un evento deportivo.

Tres cosas caracterizan a una masacre: a) asesinar de manera impía, salvaje o brutal; b) matar a varias víctimas (más de cinco, decenas, centenares, miles, millones) de forma indiscriminada; c) la indefensión de los masacrados.

Etimología del término masacre

Como sucede con muchas palabras, ‘masacre’ y ‘masacrar’ tienen un origen no conocido con precisión.

‘Masacre’ deriva del francés

‘Masacre’ procede del sustantivo francés massacre (desde finales del siglo XVI, ‘matadero y carnicería’) y del verbo massacrer; a su vez de maçacre (desde el siglo XII, ‘asesinato de muchas personas’,  ‘brutalidad’, ‘matanza’, ‘carnicería’, ‘desastre’, ‘atrocidad’), del latín vulgar *matteuculare (voz no atestiguada), un derivado verbal de matteūca, matte, matta, matia (mazo) o de mateola (‘una herramienta semejante a un martillo, garrote con una bola de fierro en un extremo, usado como arma’), tal vez relacionado con la raíz protogermánica *mattukaz (garrote). 

Otra posibilidad es que *matteuculare proceda del latín măcēllum (‘mercado de carnes’ o carnicería, ‘mercado de abastos’), atestiguado desde Plauto, siglos III-II a. C. (Gaffiot p. 933). Tal vez relacionado con el verbo macto, mactare (‘honrar a los dioses mediante sacrificios de víctimas’, ‘arruinar’, ‘inmolar’); del adjetivo mactus, a, um (víctima de sacrificio, herido, maltratado) de origen incierto. Términos de procedencia religiosa, relacionados con los sacrificios ofrendados a los dioses.

Marco Porcio Catón (234-149 a. C.) escribió en su De Agri Cultura: “macte hoc porco piaculo immolando esto” (aceptar el sacrificio expiatorio de este cerdo), Gaffiot p. 935.

Massacre (en francés) es una palabra medieval

El término massacre lo tomó el francés del latín medieval (*metteuculare), pero este hipotético vocablo pudo haber tenido alguna influencia germánica (mateola) o quizá derive del latín preclásico o clásico (mactus, mactare, măcēllum). 

Comentarios adicionales 

Causas

Existen muchas causas que propician la consecución de masacres: conflictos bélicos, motivos religiosos, fines de exterminio, fanatismo, venganzas. Rivalidades entre: bandas delincuenciales, familias, filiaciones políticas, comunidades rurales. Enfrentamientos entre pandillas; la lucha por el poder. En fin, puedo enumerar muchas más.

Las masacres son tan antiguas como la humanidad 

Aunque la palabra masacre apenas tiene unos 900 años, lo cierto es que estos hechos atroces son tan antiguos como la humanidad. Han sucedido con toda seguridad desde la prehistoria.

Algunos ejemplos notables 

  • Entre las motivadas por cuestiones bélicas, parece que la primera que se tiene bien documentada sucedió hacia el año 260 a. C., en la batalla de Changping, China, durante el Período de los Reinos Combatientes, cuando el Estado de Quin derrotó al de Zhao. Se estima que unos 400 000 combatientes fueron masacrados y que muchos fueron incluso sepultados vivos. 
  • Durante el período diciembre de 755 y febrero de 763 d. C., el general An Lushan (703-757) se enfrentó a la dinastía Tang (China). En esos años murieron entre 35-37 millones de personas, lo que representó más o menos el  50-55% de la población China de aquellos años y el 15% de la población mundial. 
  • El 22 de mayo del año 1520 se consumó la masacre del Gran Templo de Tenochtitlán, cuando las tropas españolas y los tlaxcaltecas, liderados por Pedro de Alvarado asesinaron en el Templo Mayor a miles de Aztecas por motivaciones no bien conocidas ¿Venganza? ¿Odio? ¿Intimidación? Creo que todo a la vez.
La Masacre de Quíos. Una pintura de 1824, por Eugène Delacroix que describe la matanza de unos 20 000 griegos perpetrada por las tropas otomanas, durante la guerra de independencia griega del año 1822. Museo de Louvre, París. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Eug%C3%A8ne_Delacroix_-_Le_Massacre_de_Scio.jpg
  • Pero el siglo XX  supera infortunadamente el número de personas masacradas a lo largo de la historia. Nada más durante el Holocausto Nazi fueron brutalmente masacradas ¡entre 11-14 millones de personas! Una lamentable abyección. 

Siempre he pensado que en el mundo existen, de manera excepcional, personas infinitamente bondadosas, pero también, por desventura, personas infinitamente malas y crueles.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 22 de abril de 2022.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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