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Vaticano

El Vaticano (Vātĭcānus) era (todavía) una elevación o colina localizada en la margen occidental o derecha del río Tíber, precisamente del lado opuesto donde están las famosas Siete Colinas de Roma. Y en los tiempos de la Roma Antigua había allí un barrio o vecindario (vīcus*) donde se encontraba un oráculo** etrusco muy antiguo.  Por ser ese oráculo etrusco, Ernest Klein (página 1693) dice que Vātĭcānus es un término cuyas raíces más remotas deben encontrarse en Etruria o la tierra de los etruscos. 

Esta circunstancia hizo que la gente conociera ese barrio o arrabal como Vaticum que se interpreta como “el barrio del vate». Porque a la persona que se encargaba de consultar el oráculo, los romanos lo llamaban vātēs, término atestiguado desde los tiempos de Plauto (siglos III-II a. C.), es decir, el vate (ya en español) era adivino, profeta, vidente, arúspice, poeta inspirado por los dioses, maestro de un arte, persona que interpretaba los oráculos.

*vīcus en latín significa ‘barrio de una ciudad‘, ‘aldea’, ‘pueblo con pocos habitantes’, ‘propiedad rural‘.

**Oráculo viene del latín ōrācŭlum, “un lugar sagrado donde se consulta a un dios”. De ōro, orāre “decir”, “hablar” y este de os, oris “la boca”, “embocadura de un río”.

Vaticum-vaticanus

Vaticum pasó a Vaticanus por la adición del sufijo de relación o pertenencia -anus (del latín -anum, el acusativo del masculino -anus) formador de adjetivos. Por eso el adjetivo Vaticano significa: a) relativo al monte Vaticano de Roma, b) perteneciente a la Ciudad del Vaticano, Estado europeo, c) que pertenece al palacio Vaticano, donde regularmente vive el papa. Con la terminación -ano (-anus) hay muchas palabras, por ejemplo, republicano, aldeano, paduano, mexicano, romano.

Vātĭcānus era, en la antigua religión romana, el genio (gĕnĭius) que presidía el inicio del lenguaje en los niños. Además era la deidad del monte Vaticano o Vaticanus mons. De vātēs (adivino, profeta…) derivan los términos vātĭcĭnātĭo, -ōnis, “acción de predecir o vaticinar”, “profesía”, “oráculo”, a su vez de vātĭcĭnāri “hablar en nombre de un dios, vaticinar”.

ALGO MÁS SOBRE VATICANO

Plano de la Ciudad del Vaticano.

Own work, translation and correction. Derived from File:Citta del Vaticano.svg (original work from Francesco PIRANEO G.)
Author: Star
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Cit%C3%A9_du_Vatican.svg

Ciudad del Vaticano

La Ciudad del Vaticano es un Estado soberano europeo (en italiano Stato della Città del Vaticano; en latín Status Civitatis Vaticanæ) independiente desde 1929. Ocupa una superficie de 44 hectáreas y se  encuentra totalmente dentro de la ciudad de Roma. Tiene una población estimada de unos 765 habitantes, de los que sólo 30 son mujeres. Sirve como centro espiritual y de gobierno de la Iglesia Católica Romana. Su gobernante absoluto es el papa, e influye sobre millones de católicos en todo el planeta. Según el “Anuario Estadístico”, al 31 de diciembre de 2021 había 1375.852.000 católicos en el mundo. El Vaticano ha sido un Estado independiente desde 1929.

La Ciudad del Vaticano se localiza sobre la Colina Vaticana en la parte noroeste de Roma, justo al oeste o el margen derecho del río Tíber. Su área tiene forma irregular, y está circundada por altos muros de piedra, excepto en su porción sureste. En su interior hay varios edificios suntuosos con estilos arquitectónicos diversos, con grandes patios, hermosos jardines y calles apacibles.

Entre otras, destacan por su majestuosidad: La gran Basílica de San Pedro —que mide 187 m de largo por 135 de ancho y 43 de alto—,  con su cúpula gigante domina la vista de toda la ciudad. La Plaza de San Pedro. El Palacio Vaticano, con algo más de 1000 piezas. Los Jardines Vaticanos que ocupan unas 23 hectáreas. Museo, biblioteca, archivo, etc. Asimismo, fuera del área hay otras posesiones del Vaticano en Roma que gozan del estatus de extraterritorialidad.

Un poco de historia

La colina Vaticana fue alguna vez el sitio donde se encontraban los jardines públicos y el circo del emperador Nerón (c. 38-68 d. C.). Se sabe que muchos cristianos de los primeros siglos fueron martirizados allí. Cuenta la tradición que San Pedro fue también crucificado, y sepultado en este mismo sitio. Su tumba está en la Basílica de San Pedro. 

Los primeros papas creyeron que un santuario construido en el siglo I marcaba el sitio de la sepultura, y por esa creencia fue que comenzó a erigirse lo que hoy es la Ciudad del Vaticano, pero sucedieron muchas cosas a través de los 20 siglos siguientes.

Constantino el Grande

El emperador Constantino el Grande construyó en el siglo IV el Vaticano sobre esta colina. Al principio, era sólo una basílica (sobre la tumba de San Pedro) a la que luego siguió gradualmente un palacio y otras estructuras. Posteriormente fueron destruidos, pero el papa Eugenio III se preocupó por reconstruirlos en el siglo XII.

La residencia principal de los papas durante la Edad Media era el palacio de Letrán en Roma, a un costado de la basílica del mismo nombre, que luego fue trasladada al Vaticano después del papado de Aviñón (1309 y 1377), pues cuando retornaron a Roma, encontraron el palacio de Letrán incendiado. 

Siglos XV-XVI y la reconstrucción de la basílica de San Pedro

En el siglo XV, la basílica que construyó Constantino estaba en ruinas —fue necesaria su demolición total—, así que el papa Nicolás V decidió reconstruirla, pero fue hasta el año 1506 (inicios del siglo XVI) cuando el papa Julio II colocó la primera piedra de la actual basílica de San Pedro.

A través del tiempo, los papas fueron ganando el control sobre un área de Italia Central llamada los Estados Pontificios. En 1870, después de una serie de derrotas políticas, el papa Pío IX perdió su poder sobre estos Estados Pontificios. Como una manera de protestar, él y sus sucesores se aislaron en el Vaticano y acordaron no hacer ningún acuerdo con el gobierno italiano. Hasta que en 1929 fue firmado el Tratado de Letrán, que da todo el poder a los Estados Pontificios, en el que Italia reconoció la independencia del Estado de la Ciudad del Vaticano.

En 1939, el papa Pío XII realizó una serie de excavaciones debajo de la basílica, en las que se desenterró una tumba que se consideró como el auténtico sepulcro de San Pedro. La historia es mucho más larga y compleja, pero por ahora aquí la dejo.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 26 de abril de 2025.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan dispares. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías y ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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