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tinieblas, tenebroso, Oficio de las Tinieblas

Tinieblas, tenebroso

Tiniebla, tinieblas

Tiniebla (sustantivo singular femenino), se utiliza más en plural ‘tinieblas’ con igual sentido  que el singular. Sus significados son:

A- Oscuridad, sombras, tenebrosidad. Oscuridad profunda y pavorosa. Las tinieblas del sepulcro. Las tinieblas abisales del océano. El ángel o príncipe de las tinieblas es el Diablo. Caminábamos por el bosque cuando cayeron totalmente las tinieblas. Avanzamos aterrorizados y en tinieblas por los lados del camino. 

“La Negra Noche” es una canción que dice: “Dentro de mi alma / ya no hay tinieblas / ya no hay tinieblas / ya salió el sol”. 

«La Negra Noche» es un triste bolero con arreglos de ranchera compuesto en 1926 por el mexicano Lauro Donato Uranga (1881-1956).

B- Extrema ignorancia y confusión por carencia de conocimientos. Si me hablas de física cuántica, estoy en tinieblas, nada sé de eso. 

Tenebroso

Tenebroso es un adjetivo que deriva del latín tenebrōsus, que significa: sombrío, oscuro, cubierto de tinieblas, lóbrego, oculto. Noche tenebrosa y fría. Bosque tenebroso e impenetrable. Tenebroso también significa «lo que se hace a escondidas con propósitos perversos». Están tramando un plan tenebroso para dañarme.

“Tinieblas” es un término patrimonial, puesto que se formó por una transformación del latín tĕnĕbrae (tinieblas, la noche), mientras que “tenebroso” es un cultismo que llegó al español prácticamente sin cambios del latín culto tenebrōsus: oculto, escondido en la oscuridad, derivado de tĕnĕbrae, con el sufijo -oso, del latín -osus formador de adjetivos, que indican abundancia, como en tedioso, tormentoso, libidinoso, oneroso y vergonzoso.

Etimología del vocablo “tiniebla”, más usado como “tinieblas”

La palabra “tiniebla” se documenta en castellano desde los inicios del siglo XIV y viene de la forma antigua tenebra —ligada al adjetivo “tenebroso”— que designa a la oscuridad, la noche, que con su manto todo ensombrece. 

“Tinieblas” viene del latín tenebrās, sustantivo femenino, el acusativo plural del nominativo (también plural) tĕnĕbræ o tĕnĕbrae, que significa esencialmente: obscuridad (especialmente de la noche), tinieblas (tetrae tenebrae, “negras tinieblas”), la noche, nublamiento de la vista durante un desmayo; nube o catarata de los ojos, oscuridad de la mente, del olvido, del espíritu, situación confusa y difícil; las tinieblas o sombras de la muerte, ya que tradicionalmente, la muerte evoca la oscuridad por la que un muerto tiene que pasar hasta el inframundo ¿Será? También la ceguera, las tinieblas de la prisión, el calabozo. En latín eclesiástico: regiones infernales, situación del alma cuando la privan de Dios, la nada, etc.

Según Niermeyer y Du Cange

Según Niermeyer en su Mediae Latinitatis Lexicon (página 1017) y Du Cange, tenebrae en latín medieval, era un término litúrgico que designaba a las t. que acompañaron el sufrimiento y la muerte de Cristo. Y que se recordaban durante los maitines (en los días 4, 5 y 6 de la Semana Mayor o en los tres días precedentes a la pascua), en el Oficio de las Tinieblas, mediante la gradual extinción de velas encendidas, una al terminar cada Salmo, que daban a entender «que la gloria de Dios que se desvanecía poco a poco hasta la muerte del mesías”. Marcos 15:33 “Cuando vino la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena”.

Cómo la palabra tĕnĕbrae se transformó a “tinieblas”

Si comparamos “tinieblas” con “tĕnĕbrae”, vemos que la erre (r) cambió a ele (l), quedando la terminación -bla en vez de -bra; ésto, por el cruce o la influencia del término “niebla”, una condición que genera tinieblas o visibilidad limitada. Este cambio en lingüística se llama disimilación, de disímil, “diferente”. Asimismo, la e breve tónica (segunda ĕ) se diptongó a -ie-. 

Algunas frases relacionadas con tĕnĕbræ

  • Tenebrae reipublicae (Cicerón): “Turbación de la República”.
  • Tenebras resolvere (Virgilio): “Disipar las t”.
  • Somnus qui faciat breves tenebras ( (Marcial): “Sueño que acorte las noches”.
  • Tenebras persequi (Plauto): “Buscar la muerte”, “quitarse la vida”.
  • Aetatem, vitem in tenebris agere (Plinio): “Pasar toda la vida en la oscuridad”.

Vínculos indoeuropeos de tenebrās, tĕnĕbræ…

Los términos  tenebrās, tĕnĕbræ están asociados a la raíz indoeuropea *tem(ǝ)- (oscuro, noche), también vinculada a palabras latinas como temerarius, “temerario, imprudente, con el sentido implícito del que obra a oscuras, sin calcular riesgos”; temere (adverbio) “sin reflexión, confusamente”; temeritas, “azar, acaso”; temeritates, “ligeresas, locuras, hacer cosas así, nomás”; el verbo temero, y su infinitivo temerare tratar de hacer algo sin considerar nada más; tenebrarius oscuro;  tenebratio “oscurecimiento”, tenebrescere “cubrirse de tinieblas”; tĕnĕbrĭcōsĭtas (en escritos del médico Celio Aureliano) “oscurecimiento de la vista”; tenebrare, “oscurecerse”; tēmētum, “bebida que embriaga, y oscurece la mente”; tēmŭlentus (borracho, embriagado). Véase la entrada “abstinencia, abstener”. 

Asimismo, la raíz *tem(ǝ)- también parece relacionada con Τέμμῑκες (Temmikes, pueblo mitológico griego que vivió en Beocia antes de Cadmo, y con ‘тёмный’ (oscuro, sombreado) en ruso. En sánscrito tamisra, “oscuro” y támah “tinieblas”; en védico tamisrâh, “noche negra, muy oscura”, “sombría, impenetrable». Así como con Thim (antiguo sajón o bajo alemán antiguo), “oscuro, anochecer”; demar (alto alemán antiguo) “oscuridad”, dinstar (nórdico antiguo) “oscuro”; temel (antiguo irlandés) “oscuridad” (Merriam Webster’ Dictionary. 1971. Edición impresa).

Insectos tenebriónidos

En zoología, el entomólogo francés Latreille acuñó en 1802 el término Tenebrionidae (castellanizado tenebriónidos), literalmente “familia de insectos amantes de la oscuridad”, para denominar a la familia de insectos coleópteros que viven en lugares sombreados como en madera podrida, bajo la corteza de tallos caídos, en el suelo, entre los hongos, o en los nidos de termitas y hormigas. Algunos atacan a plantas vivas, otros comen semillas o granos almacenados. Para ello, tomó el nombre del latín tenebrae (sombras, oscuridad) arriba explicado. En 1758, Carlos Linneo ya había denominado Tenebrio a un género de insectos que se alimentan de granos almacenados y harina.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 30 de enero de 2025.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan dispares. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías y ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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