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karma

Significado de ‘karma’

En el hinduismo, budismo, sijismo y jainismo, el karma es la suma de las acciones de una persona y sus consecuencias durante las sucesivas fases de su existencia, y es considerado como determinante de su destino en el siguiente estado, después de su reencarnación o metempsícosis cuando muere.

Según la religión y filosofía hindú, es la ley causal universal que dice: buenas o malas acciones determinan los modos futuros de una existencia individual, y representan la dimensión ética del proceso de renacimiento (samsara), creencia generalmente compartida en las tradiciones religiosas de India.

El origen de la idea del karma es incierto, pero la raíz bien pudiera ser no védica, aunque sí originada en religiones hinduistas. En el hinduismo aparece primero la palabra en el Ṛg Veda (Rig Veda), cuya antigüedad es incierta, pero se estima entre los siglos XX-XV antes de Cristo.

Concretamente en el Bṛhadāraṇyaka Upaniṣad (c. IX-VI a. C.) 4, 4, 5 dice: «como un hombre actúa, como se comporta, así le irá. Quienes hacen buenas acciones, obtendrán el bien; quienes cometen malos actos recibirán el mal».

Actualmente el karma se ha entendido con el significado de ‘acción predestinada‘, es decir, que fatal o inevitablemente tiene que acabar de una manera determinada, debido a experiencias y elecciones en una vida previa. Por lo tanto, la teoría o creencia en el karma, requiere necesariamente admitir la existencia de reencarnaciones, o sea, renacer en nuevos cuerpos o formas de vida, especialmente, el renacer del alma en un nuevo cuerpo humano, una nueva personificación.

Etimología de ‘karma’

La palabra karma (कर्म), es un sustantivo masculino, que proviene del idioma sánscrito (hoy casi extinto y hablado muy poco), karman (raíz *kar-) y su nominativo karma que significa ‘acto’, ‘acción’, ‘tarea’, del verbo karoti, ‘él hace’. Término asociado según algunos lingüistas a la raíz indoeuropea *kwer-1 (hacer), a la que también están vinculadas palabras del grie.go antiguo  como τέρας = téras que significa ‘extraño’, ‘monstruoso’, ‘señal de los dioses’, ‘sobrenatural’, que vemos en el término teratología ; así como  πελωρ = pelor, ‘monstruo’, ‘peloria’ que en botánica es una anormal y hereditaria regularidad en la estructura que ocurre en flores normalmente irregulares.

La palabra ‘karma’ en distintas lenguas:

Árabe (karam), panyabí o panjabi (karamu), chino (yin-yuan), japonés (innen), coreano (inyon).

Creencias en las que se fundamenta la idea del karma

Los seguidores de las religiones ya citadas, creen que la existencia es un ciclo continuo de muerte y reencarnación. Ellos enseñan que las condiciones de vida de una persona resultan de su karma en vidas anteriores. Del mismo modo, las acciones presentes de las personas determinan su futuro o destino en este mundo; así como en el cielo o en el infierno, después de fenecer. El karma influye de forma decisiva la forma en la que una persona podrá reencarnar.

Pero el karma no es en sí mismo «recompensa y castigo», sino una ley estricta que produce consecuencias.

Buenas acciones, llevarán a renacer en un estado superior, tal vez como persona con riqueza espiritual y material. Pero las malas acciones llevan a renacer como esclavo o tal vez como animal. Entonces los creyentes en el karma incitan o animan a conductas moralmente buenas y explican lo que son condiciones desagradables en la sociedad. Aceptan, además, que la meta más alta, o propósito religioso, es terminar con el afecto o apego a las cosas mundanas, y por tanto, liberarse uno mismo de los efectos perniciosos del karma.

Según el principio del karma, el alma se traslada a alguno de los cuatro estados, dependiendo de nuestras acciones antes de morir. Shree Diwakar Prakashan (Owner Mr. Sanjay Surana) (Website:http://www.jainbooks.in) – From Book Pacchis Bol published by Shree Diwakar Prakashan. Imagen tomada de https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Gati_or_existences.jpg

El nivel superior

La persona entonces logra un nivel superior de experiencia llamado moksha o moksa (‘liberación’ en sánscrito, el último objetivo espiritual o el supremo propósito de nuestra vida), según los hinduistas y jainistas; y nirvana (en sánscrito nirvāna), ‘extinción de la existencia individual’, nombre derivado de nirvā (‘ser extinguido’, con el sentido del alma que escapa y se libera), de acuerdo a los budistas.

El karma es entonces el agregado o la suma de méritos y deméritos de un ser consciente en una de sus sucesivas existencias. En concreto, el resultado de nuestras acciones buenas o malas en asuntos en los que uno puede ejercer su elección o voluntad.

Miles de renacimientos

La sociedad de India mantiene la creencia que dentro de nuestro cuerpo está un alma eterna (atman), y que renace miles de veces y en muchas formas, entre los cielos y el infierno, según ley moral que prevalece en el universo a la que llaman karma. El karma no es en sí mismo gratificante o punitivo, es más bien una ley impersonal. Pero la liberación o moksha a través de los renacimientos es posible. Y el hinduismo es una coalición de caminos que hacen posible que esto se alcance. El alma permanece atrapada en una sucesión de renacimientos (samsara o el ciclo eterno de nacimiento, sufrimiento, muerte y renacer, del sánscrito sāmsara, ‘pasar a través de’) hasta que alcanza su perfección o iluminación que le permite por fin liberarse.

En el siglo XX el karma ha sido ampliamente entendido con el significado de “acción predestinada o determinada por experiencias y elecciones en una vida previa». En este sentido la teoría del karma requiere, como ya lo mencioné, la aceptación de la creencia en la reencarnación. Por lo tanto, el sufrimiento humano es producto de elecciones con inevitables determinaciones éticas, de manera que el karma puede ser definido como “ley moral de causa y efecto”. Si realizas buenas acciones adquieres una buena vida y un renacimiento favorable; acciones malas tendrán el efecto opuesto.

Lecturas sugeridas:

  • Reynolds E. Frank. Karma. The World Book. Vol II. p. 247. USA.
  • Wilkinson Philip. 1999. DK Illustrated Dictionary of Religions.pp. 38, 47, 51, 66. USA.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 28 de mayo de 2020.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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