varios
Dejar un comentario

candidato, alba, candidiasis

Introducción

Un candidato es una persona que se presenta, o es presentada por otros, aunque no lo solicite, como apto o adecuado, para aspirar a un alto cargo, un premio o distinción. También una persona o animal que está expuesta a padecer o a que le suceda algo. Por ejemplo: un automovilista que maneja ebrio, o bajo el efecto de otras drogas, es candidato a sufrir un accidente; una vaca que se ordeña con poca higiene, es candidata a enfermar de mastitis; cierta ciudad es candidata a ser la sede de los juegos olímpicos.

El diccionario de la RAE (Real Academia Española) de 1721, textualmente dice: Candidato “el que pretende y aspira o solicita conseguir alguna dignidad, cargo, o empleo público honorífico. Es voz puramente latina y de rarísimo uso”. Y en 1780 agregaba: “…que se presentaban con vestiduras blancas al pueblo congregado para la elección”.

Etimología del término candidato

Candidato proviene del latín clásico candĭdātus (diccionario Gaffiot latín-francés, página 252), literalmente, ‘vestido de blanco’, ‘un candidato’. Debido a que en la Roma antigua, los que buscaban un cargo importante, vestían una reluciente toga blanca. Candĭdātus, es el participio de candĭdus, que significa ‘blanco brillante’, ‘pureza’, pero también, ‘sencillo’, ‘ingenuo’, ‘benévolo’, ‘sin malicia ni doblez’; del verbo candĕo, candēre, que quiere decir ‘tener una blancura luminosa y brillante’, ‘tener el color del fuego’; en sentido figurado, ‘estar encendido en cólera’.

En candĭdātus podemos identificar dos componentes léxicos: candĭdus, arriba mencionado, más el sufijo latino que forma adjetivos, ātus y su femenino -āta. Los adjetivos son términos que expresan cualidad, como ‘flaco’, ‘rápido’, ‘inteligente’, ‘conspicuo, ‘superfluo‘. Otro ejemplo con este sufijo es reticulatus (como una red, reticulado), dulcatus (endulzado) y geminatus (duplicado, repetido). Por lo tanto, candĭdātus era en el mundo romano de hace unos veinte siglos, la persona cuya cualidad (ātus) consistía en vestir con una toga blanca (candĭdus) ¡Cómo cambia el sentido de las palabras a través del tiempo! Porque los candidatos de nuestros días, ni visten habitualmente de blanco, ni son ingenuos y puros… a lo mejor hay casos excepcionales ¿Será?

Relación indoeuropea de la voz candidato

Estos términos se vinculan a la raíz indoeuropea *kand- que implica la idea de ‘brillar’, ‘alumbrar’; también relacionada con los términos latinos: accendere (encender); accendium (incendio); candor (blancura resplandeciente, también, franqueza); candelabrum (candelabro); candela (mecha, vela); cicindela (un tipo de linterna). Asimismo, en sánscrito, candanah (sándalo, un árbol de India que se quema como el incienso). 

El sánscrito es una lengua indoeuropea, que ya casi no se usa, pero que originó muchos idiomas (sindhi, urdu, bihari, bengalí, guyaratí, punjabi, etc). que se hablan sobre todo, en el subcontinente Indio (Asia). Algo parecido a lo que sucedió con el latín vulgar, que dio origen a las lenguas romances (español, francés, portugués, rumano, italiano, catalán, gallego, siciliano, lombardo, occitano, sardo y otras).

Expresiones latinas

Algunas expresiones latinas sirven de ejemplo para mostrar estos significados: a) cándida lingua (palabra franca, ingenua, sincera); candidum dicendi genus (estilo terso y puro de hablar o decir cosas); candidus pectore (de corazón ingenuo); nigrum in candida vertere (volver blanco lo negro, alabar lo que merece vituperio o execración).

Hongos del género Candida

En micología (ciencia que estudia los hongos), existe el género de hongos unicelulares Candida, así llamado, debido a que forma colonias blancas cuando se cultiva en el laboratorio, pero también produce una micosis, la candidiasis, caracterizada en algunos casos, por ejemplo, cuando afecta la boca y la lengua, por lesiones blanquecinas. En realidad las especies de Candida son parte de la flora normal del cuerpo, pero a veces se hacen patógenas. Puede afectar además la vulva, la vagina (especialmente durante el embarazo, en donde produce descargas espesas color queso), los genitales masculinos, uñas, regiones de la piel donde hay pliegues, formando lesiones rojizas etc.

Albus también significa «blanco», pero sin brillo

Debo señalar que en latín existe la palabra albus, que también significa blanco, pero en un tono mate, sin brillo, mientras que candĭdus se refiere al blanco brillante, resplandeciente. De albus derivan palabras como alba (el amanecer), alborada (el tiempo del amanecer, cuando despunta el alba), cuatralbo (animal con las cuatro patas blancas), dosalbo (caballo con dos patas blancas).

Otros derivados de albus

La palabra álbum, viene del latín album, que significaba: ‘la blancura’, ‘una pared o muro blanco en donde se anotaban cosas de interés público’. Por eso se llama álbum, a un libro bien encuadernado, con hojas en blanco (albus), que se llenan con fotos, escritos, versos, memorias, etc. Si cortamos transversalmente el tronco de un árbol o sus ramas viejas, podemos ver una zona clara externa llamada albura (de albŏr, ‘blancura’) inmediatamente debajo de la corteza, formada por el «leño vivo» y una región central más oscura, constituida por tejidos muertos que ya no transportan agua ni minerales disueltos, y que por su dureza, se llaman duramen, del latín durāmen, ‘endurecido’.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 1 de marzo de 2021.

Categoría: varios

por

Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan dispares. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías y ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *