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arteria, arteriola

Arteria, arteriola y sus definiciones

Una arteria es cualquiera de los vasos sanguíneos que conducen sangre del corazón a todos los tejidos del cuerpo. Hay dos divisiones: las arterias pulmonares que llevan sangre carboxilada desde el ventrículo derecho a los pulmones, y las arterias sistémicas que llevan sangre oxigenada desde el ventrículo izquierdo al resto del cuerpo. Con la excepción de las arterias pulmonares y las dos umbilicales (que llevan la sangre a la placenta), el resto transportan sangre oxigenada.

“Arteriola” es un neologismo del latín científico artēriōla, documentado desde mediados del siglo XVI, pero su uso se generalizó hasta el siglo XIX (artériole en francés desde el siglo XVII). Término derivado de artēriā en latín, del griego antiguo ἀρτηρία (artería), “tubo conductor” “arteria”, que más adelante explico con más detalles; más el sufijo diminutivo -ola, -olam, que forma parte  de palabras como viruela, vacuola, corola y areola.

Las arteriolas son los vasos arteriales más pequeños, que suplen a los capilares donde se realiza el intercambio de gases y nutrientes. Hablando de humanos adultos, la arteria más gruesa del cuerpo es la aorta, que mide unos 2,5 cm de diámetro, mientras que las arteriolas tienen un diámetro de unas 300-500 micras (0,3-0,5 mm) o algo menor. Cuando la sangre fluye por las arteriolas, la presión ya ha bajado considerablemente, por ello, tienen una estructura más sencilla que las arterias.

Vasoconstricción, vasodilatación

En el punto donde una arteriola se une a un capilar, existe un músculo liso llamado esfínter precapilar. La contracción de esos músculos se llama “vasoconstricción” y lo contrario es la vasodilatación. Por ejemplo, si uno sale a la calle en tiempo muy frío, los dedos se vuelven pálidos, ya que se produce una vasoconstricción para disminuir la pérdida de calor corporal, pero si hace calor, se produce vasodilatación y se enrojece la piel. Otros factores, como las emociones intensas y la excitación sexual determinan cambios parecidos.

En la retina (la membrana más posterior del ojo y que es sensible a la luz) hay varias arteriolas de importancia clínica: macularis inferior y superior, medialis retinae, temporalis retinae inferior, etc.

ETIMOLOGÍA DE “ARTERIA”

Es bastante curioso, pero el origen de “arteria” se entreteje con el de “tráquea”, ya que desde la Antigüedad Clásica y todavía durante el Medievo, se creía que las arterias eran una ramificación de la tráquea (que sirve como paso del aire entre la laringe y los bronquios), ya que en un cadáver, las arterias se vacían. Lo que llevaba a la creencia de que las arterias eran los ductos por donde fluían los espíritus. 

El escritor romano Cicerón (siglo I a. C.) escribió en su Natura Deorum “sanguis per venas in omne corpus diffunditur, et spiritus per arterias”. TRADUCCIÓN: “La sangre se distribuye en todo el cuerpo por las venas y los espíritus por las arterias”. 

Este vaciado arterial sucede entre 30-240 minutos después de la muerte y produce lo que se llama el livor mortis “coloración violácea de la piel en las partes declives de un muerto, por la acumulación de la sangre en los capilares y la formación de las manchas hipostáticas”,  “palidez cadavérica”. Del latín livor (lividez, palidez extrema) de liveo, livere (estar pálido, estar exangüe, cadavérico) y mortis, genitivo de mors (muerte).

El término “arteria” es un cultismo que viene del latín clásico artērĭa, que significa “tráquea  arteria” o aspera arteria, debido a que τραχεία = tracheía en antiguo griego significa “rugoso”, “áspero”, “tráquea” o “el tubo por donde pasa el aire entre la base de la lengua y los bronquios”. Según Cicerón, arriba citado “la arteria es el conducto de los espíritus que dan la vida al cuerpo con la sangre más sutil”.

Antiguos términos derivados de artērĭa

Artēĭăcus, del griego ἀρτηριακος (arteriakos) es lo referente a la arteria o traquearteria (Isidoro de Sevilla). Lo que confirma el entrelazamiento de las voces “arteria” y “tráquea”.

Artērĭăcē, del griego ἀρτηριακή (arteriaké) es un remedio para la traquearteria (Celso, Plinio), y  ἡ ἀρτηριακή (e arteriaké) era un medicamento para las afecciones de la tráquea y vías respiratorias.

Artērĭăsis significaba “la extinción de la voz”. Otra prueba de que se entremezclaban la idea de arteria como conducto sanguíneo o de los espíritus y la tráquea como el tubo rugoso que conducía aire, ya que la voz necesita del flujo aéreo para producirse. 

Artērĭa es un término tomado del griego antiguo ἀρτηρία

La palabra latina artērĭa deriva del griego ἀρτηρία (artería). Según Hipócrates, era la “tráquea”, pero también una “arteria”, y en algunos escritos ya se consideraba a la ἀρτηρία como algo diferente a las venas, a las que llamaban φλέβες = phlébes (de donde los neologismos médicos flebotomía, flebitis y tromboflebitis). 

Cuando se quería más precisión, se usaba  ἀρτηρία τραχεῖα o artēríā trākheîa para señalar específicamente a la tráquea, lo que los romanos escribían aspera arteria, o sea, una “arteria rugosa”. En cambio, ἀρτηρία λειαι (aretería leiai) era una arteria lisa, referida a un vaso sanguíneo. Era cuestión de agregar un adjetivo diferente — τραχεῖα o λειαι— a  ἀρτηρία.

El origen del vocablo ἀρτηρία

En cuanto al origen de ἀρτηρία, los etimologistas creen que es un derivado del verbo αἴρω, ἀείρω (airo, aeíro) documentado desde los poemas homéricos y que, entre otras cosas, significa: elevarse, flotar en el aire, levantar, izar, transportar, poner en alto. Y parece que al final su origen nos lleva al término ἀήρ = aḗr que significa “aire”, aer en latín. Lo que concuerda con la función de la tráquea y la antigua creencia de que las arterias eran los ductos por los que fluían espíritus etéreos, sutiles e impalpables.

Asimismo, αἴρω, ἀήρ están asociados a términos griegos como ἀορτή aorté (aorta, la arteria mayor del cuerpo); μετέωρον metéoron (un meteoro, una cosa que sucede o se ve en el cielo); μετέωρα metéora (cosas en el aire). Por lo tanto, arteria estaría relacionada con palabras como aorta, aire, meteorito, meteoro, meteorología, meteorismo (exceso de aire en el intestino). La raíz indoeuropea h₂wortéh₂ de *h₂wer– (elevar) ha sido asociada a todos estos términos, pero es una cuestión muy controvertida. Pokorny en cambio, propone la raíz *u̯er‑ 1150 (elevar, atar, amarrar, colgar en la balanza). Aristóteles usó el término ἀρτηρία en plural para referirse a los tubos bronquiales

ALGUNOS DATOS DE INTERÉS SOBRE LAS ARTERIAS

Naturalmente que no pretendo hacer una descripción exhaustiva sobre la histología, fisiología y patología de las arterias, pero algo de información no nos viene nada mal.

El corazón y los vasos sanguíneos forman en conjunto el sistema cardiovascular. El corazón provee la fuerza para mover la sangre, y el sistema vascular está formado por una compleja red de conductos que se ramifican y conducen la sangre a cada región del cuerpo, para asegurar el mantenimiento de la vida. Esta red arteriovenosa es tan extensa, que si nuestros vasos sanguíneos se colocaran alineados, podrían alcanzar unos 97 000 km; 2,4 vueltas alrededor de la Tierra; el 25% la distancia de la Tierra a la Luna.

Cuando la sangre abandona el corazón (en cada sístole, unas 4500 por hora), es impulsada a través de las arterias, con paredes más gruesas que las venas, las cuales la retornan al corazón. Las arterias mayores tienen la pared muscular más gruesa, porque deben soportar la alta presión generada por el corazón.

Arterias, arteriolas, capilares, vénulas, venas

El sistema vascular está dividido en cinco segmentos, comenzando por las arterias y seguidas por las arteriolas, capilares, vénulas y venas. Cuya presión sanguínea sistólica media en una persona sana es de 120, 80-40, 40-30, 30-10 y 10-2 respectivamente. Los valores están expresados en milímetros de mercurio (mm Hg). El primero, que corresponde a las arterias principales, es el que se toma con el esfigmomanómetro y tiene valor diagnóstico. 

Las arterias poseen tres capas 

La pared arterial posee tres capas: a) la interna o túnica íntima, es el endotelio, la continuación del revestimiento de las cámaras del corazón y que hace contacto con la sangre circulante; b) la capa o túnica  media de músculo liso, con fibras de y tejido conectivo elástico entrelazadas, casi siempre es la capa más gruesa y c) la túnica o capa externa es un tejido resistente de tejido conectivo, principalmente colágeno. Esta robusta cubierta sujeta o fija los vasos a los  tejidos circundantes, y protege contra ciertos daños. Las venas poseen una estructura semejante, pero con las capas más delgadas, ya que no tienen que soportar la presión ejercida por el bombeo cardiaco.

Vasa vasorum

Puesto que la delicada estructura de las paredes arteriales y venosas requiere ser nutrida, de eso se encarga una red de diminutos vasos sanguíneos, que en su conjunto se les llama vasa vasorum, forma latinizada que se traduce como “vasos de los vasos”; del latín vāsa, plural de vās “vaso”, más vāsōrum, genitivo plural de vās.

Sección transversal de una arteria. Autor Kelvinsong https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Arteria.svg

Algunos términos médicos con la palabra “arteria y arteriola”

Arterial. Lo relacionado con las arterias, como la presión arterial.

Arteriactia. Reducción del calibre de una arteria porque se contrae.

Arterioclasia. Relajación o atonía de las paredes arteriales.

Arteriogénesis. Formación de las arterias.

Arteriolito. Acumulación o concreción calcárea en una arteria.

Arteriomalacia. Ablandamiento anómalo de las arterias. 

Arteriosclerosis. Endurecimiento y aumento de grosor de una arteria causado por inflamación crónica, con tendencia a la obstrucción.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 17 de abril de 2024.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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