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náusea, nauseabundo

Generalidades sobre ‘náusea’, ‘nauseabundo’

Náusea es lo que se siente cuando uno está a punto de vomitar. Una sensación desagradable en la garganta, vagamente referida al epigastrio o a todo el abdomen, que puede o no terminar en vómito

Las causas que producen náusea son variadas:

Por supuesto que hay muchas posibles causas que hacen que se produzcan las náuseas, pero sólo por citar algunas, pueden mencionarse:

En ocasiones, el simple mareo, ciertos movimientos desagradables, como al viajar en barco, autobús, avión, subirse a los juegos mecánicos de las ferias o los parques de diversiones; así como tener un dolor intenso, estrés emocional, litiasis biliar, intoxicación alimentaria, intensa gastritis post alcohólica, una emoción muy fuerte, algunos enterovirus, embarazo temprano o nausea gravidarum (náusea de la gravidez), etc.

Nauseabundo es todo aquello capaz de provocar o causar náuseas. Por ejemplo, un olor fétido o hediondo, como el de un cadáver en estado avanzado de putrefacción.

ORIGEN DE LAS PALABRAS NÁUSEA Y NAUSEABUNDO

Estamos ante dos términos que realmente existían ya desde la antigüedad grecorromana. Mareo y náusea son palabras que hacen alusión al hecho de navegar por el mar y el efecto que produce en algunas personas (sufrir mareo y/o náusea). Sólo que ‘mareo’ deriva del latín mare (mar) y náusea del griego nautíā (náusea), de naus (barco, embarcación).

Náusea

El término ‘náusea’ permaneció durante todo el Medievo, y por fin aparece escrito en español en el siglo XV. Unos 70 años después, en la página iii de un “curiosísimo libro, tal vez el más raro, ahora”… llamado ‘Cancionero de obras de burlas provocantes a risa’, publicado en España el año 1519, se lee: …”que se disminuyen el horror, y la náusea causada por”… Aquí el enlace.

El sustantivo femenino ‘náusea’ —aunque de origen griego— llegó al español del latín clásico nausĕa, -æ con el significado de ‘mal de mar’ (Cicerón), ‘ganas de vomitar’, ‘náusea’ (Plinio el Viejo); a veces también ‘desazón’, ‘disgusto’, ‘hacer ascos ante algo’, ‘mostrar repugnancia’. En sentido figurado, ‘asco’, ‘aversión’, ‘desprecio’. 

Nausĕa, -æ procede del griego antiguo ναυτία nautíā, ‘mareo’ o ‘el malestar producido por un barco al navegar, documentado en Aristóteles y Galeno; a veces también significaba ‘disgusto’.  De ναῦς = naûs que significa ‘barco’, ‘embarcación’, ‘nave’, más el sufijo griego de cualidad -ια = -ia, como en los vocablos ‘agonía’, ‘anemia’, ‘distrofia’ y polifagia.

El término ναῦς es muy antiguo, pues se encuentra en la Ilíada de Homero, cuya antigüedad se estima en hace unos 2800 años. Luego usa la palabra Heródoto (siglo V a. C.), quien distingue barcos de guerra (ναῦς μακραί, naves longae en latín) alargados y ligeros y de los mercantes (ναῦς στρόγγυλαι) construidos de una manera más redondeada.

Nauseabundo 

Nauseabundo proviene del latín clásico nausĕābundus que en aquel tiempo primero significó ‘tener náuseas, tener ganas de vomitar’ (Cicerón), ‘’tener muchas náuseas cuando se navega’, del verbo nausĕo, -āre (tener el mal del mar), documentado en el agrónomo y quizá médico romano Aulo Cornelio Celso (25 a. C.-50 d. C.). En sentido figurado, nausĕābundus se usó con el significado de ‘ser, estar o encontrarse en una condición repugnante o despreciable, que causa náuseas’, el sentido que más bien tiene ahora.

La terminación -bundo

La terminación -bundo da la idea de duración, de algo que se extiende en el tiempo, por ejemplo en meditabundo, moribundo y vagabundo, del latín -bundus, como en pudibundus (vergonzoso, pudibundo de mucho pudor), del verbo pudeo, pudere (avergonzarse), tremebundus (tembloroso, amedrentado), que dio en español ‘tremebundo’ (que hace temblar, algo horrendo) y famulabundus (útil, servicial) de famulus (siervo, esclavo).

Relación indoeuropea

Estas palabras se han asociado a la raíz indoeuropea *nāus– o *nāu– (barco), vinculada también con los antiguos vocablos griegos ναύτης (naútes, marinero), ναυτιάω (nautiáo, sufrir de náusea por navegar), ναυστόλημα (naustólema, cualquier cosa que se transporta en barco), νήιος (néios, de o para un barco) y al latín navis (barco). 

Resumiendo: náusea < latín nausĕa < griego ναυτία < griego ναῦς < IE *nāus- (barco).

Muchas palabras de uso actual pertenecen al mismo grupo de *nāus- 

Aeronavegación (originalmente navegación se refería a viajes en mar, pero con la invención de los aviones, surgió el concepto de aeronavegación y luego navegación espacial a otros mundos), argonauta, astronauta, cosmonauta, Nautilus (de ναυτίλος, ‘un navegante’, pero también ya significaba para los griegos ‘cierto animal invertebrado marino’, quizá un molusco cefalópodo, tal vez un pulpo, del que escribe Aristóteles en el siglo IV a. C.), naval, nave, navegante, navegar.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 15 de diciembre de 2022.

Categoría: ciencia, cultismos

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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