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tartufo, hombre hipócrita y falso

Significado y sinónimos de ‘tartufo’

Tartufo significa ‘un hombre hipócrita y falso’, especialmente ‘uno que finge o aparenta una devoción o veneración religiosa, ocultando sus verdaderas intenciones’; ‘santurrón’, ‘gazmoño’. Este sustantivo procede del francés tartufo —que desde antes era un personaje italiano de comedia—, el apodo de un protagonista de la obra Le Tartuffe = El Tartufo (año 1669) del francés Molière, cuyo verdadero nombre era Jean Baptiste Poquelin (1622-1673), un escritor teatral nacido en París. 

Sinónimos de tartufo: hipócrita, santurrón, mojigato, falso, falso devoto, puritano, farsante, impostor, farisaico.

Origen de la palabra ‘tartufo’

Tartufo es un sustantivo que precisamente viene del nombre de la comedia —con un final feliz— de Molière recién citada, cuyo principal personaje era Tartufe o Tartuffe, que representaba a un religioso hipócrita y farsante que ocultaba su verdadera ambición de quedarse con la fortuna del burgués parisino Ogrón, al casarse con su hija Mariana. Cuando Orgón pregunta por Tartufo a Dorina —aya de Mariana— lo describe como “gordo y saludable como siempre, de buen color, sano y la boca fresca”, y Orgón contesta ¡El pobre hombre!

Pasajes de la obra que revelan la hipocresía de Tartufo

Como prueba fehaciente de la hipocresía y mojigatería de Tartufo, leamos el inicio de la escena VI del Acto Tercero: Orgón, Damis (hijo de Orgón) y Tartufo:

Tartufo le dice a Orgón “Sí, hermano mío, soy culpable, soy un miserable pecador, un malvado; toda mi vida está llena de pecado, y comprendo que el cielo quiere castigarme ahora como merezco. Sería soberbia tratar de defenderme, cualquiera que sea la culpa que se me quiera atribuir. Puede creer lo que le han dicho, insultarme y arrojarme de su casa como un criminal”. 

Pero Tartufo no sólo quería la herencia de Ogrón, sino para colmo, también pretendía arrebatarle a su segunda esposa Edelmira, la madrastra de Mariana:

En un pasaje de la obra le dice a Mariana …”Sé que lo que he dicho no es propio de mí, pero no soy un ángel, y si usted condena la confesión que le hago, sepa que no puedo resistir sus encantos. Desde que la vi, usted fue la soberana de mi corazón. La inefable dulzura de sus miradas venció toda resistencia… Mis suspiros se lo han dicho mil veces en silencio, y ahora por fin se lo digo en palabras.” (fragmentos tomados de la Biblioteca Virtual Universal

El propósito de Molière

La obra pretendía hacer una crítica a los religiosos del siglo XVII. Fue puesta en escena el 12 de mayo de 1664, pero ante la ira del clero, tuvo que prohibirla pocos días después el rey Luis XIV. Después de casi cinco años, volvió a presentarse el 5 de febrero de 1669, pero con el nombre de Le Tartuffe ou l’Imposteur (El Tartufo o el Impostor). Con esta comedia, Molière quiso divertir y hacer reír al público, pero, asimismo, hacer una seria denuncia de la hipocresía e intolerancia religiosa de su época, así como halagar a su protector el rey Luis XIV. 

¿De dónde sacó Moliere el nombre Tartuffe?

Molière no inventó la palabra Tartuffe. Ya en 1609 Antoine Fuzy, en su obra “Le Mastigophore ou precurseur du Zodiaque” usó el término en la página 62 con el significado de “hombre grosero y estúpido”. Tartuffe en francés tuvo su origen en el italiano tartufo, en un sentido peyorativo, quizá con el significado de ‘embustero’, ‘impostor’, ‘el que engaña con apariencia de verdad’, nombre dado en obras a personajes que se consideraban bueyes, burros (hombre bruto y burro). A su vez, tartufo probablemente es una adaptación del latín tuber terrae (‘trufa de tierra’, ya escrito en el siglo I d. C. por el romano Petronio), de terra (tierra) + tūber (hinchazón, bulto). 

Las trufas

Las trufas son hongos ascomicetos oriundos del centro y el sur de Europa, del género Tuber, que se desarrollan debajo de la superficie del suelo (hipogeos), y forman unas estructuras carnosas comestibles, consideradas como una delicia culinaria. Eran detectadas con la ayuda de cerdos y perros, que se guiaban por el olor del hongo.

Se cree que tartufo, con el significado de ‘hombre hipócrita’ que trama algo de manera subrepticia, se debe a que, del mismo modo que las trufas se desarrollan ocultas bajo el suelo, el tartufo realiza sus propósitos a escondidas. O a lo mejor porque algunos creían que estos hongos eran algo así como un producto enfermizo de la tierra. Aunque ya desde la antigüedad romana, tūber también tuvo el significado de ‘grave imperfección’ o ‘vicio’.

Trufa deriva del latín tūfera,

La palabra trufa viene de tūfera, un término tardío y medieval que precisamente denomina al hongo comestible muy apreciado desde la antigüedad; una variante de tūber , ĕri, que significa ‘hinchazón’, ‘protuberancia de los animales’, natural o causada por alguna enfermedad, ‘la corcova’, ‘la criadilla de la tierra’, ‘un tubérculo’; pero también ‘vicio’, ‘imperfección’. Procedente, o al menos relacionado con el verbo tumeo, tumere, ‘hincharse’, ‘llenarse’, ‘sentirse muy indignado’, ‘estar a punto de estallar en cólera’; así como ‘envanecerse’, ‘engreírse’. 

Relación indoeuropea

Estos términos están asociados a la raíz indoeuropea *teu-, forma arcaica *teuh2 (‘hincharse’, con derivados que llevan la idea de ‘multitud’, ‘pueblo’, ‘gordo’, ‘absceso’), de la que muchas palabras actuales parecen provenir: cromosoma, tumba, tumescente, tuberoso, tuberculosis, túmulo, torunda, somático y, por derivación, ‘tartufo’. 

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 21 de marzo de 2023.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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