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réquiem, plural réquiems

Réquiem, concepto y definición

Réquiem (sustantivo masculino) es una composición musical que se canta con el texto litúrgico de la misa de difuntos. También se denomina réquiem o misa de réquiem (requiem missa) a la misa de difuntos, sin aludir a dicha composición musical. Se celebrará una misa de réquiem por el eterno descanso de…

Asimismo, se llama réquiem al “himno dedicado a un muerto”; “una composición musical fúnebre”, como los Réquiems de Wolfgang Amadeus Mozart (1791). Pero la época más productiva de estas obras fue el siglo XIX. Destacan músicos de ese tiempo como Berlioz, Bruckner, Cherubinii, Dvorak, Gabriel Fouré, Verdi, etc.

¿Por qué se llama réquiem? 

Se llama réquiem porque son las palabras iniciales, la antífona de entrada o el introito de la misa de difuntos: Missa pro defunctis, “Misa por los difuntos” o también Missa defunctorum, Misa de difuntos, que acostumbra celebrarse por el reposo eterno de una o más almas que han partido de esta mundo y que se canta durante un funeral o el Día de Todos los Santos.

Réquiem proviene del latín requiem (primera palabra del introito…), el acusativo singular de rĕquĭēs (re + quĭēs*), plural requiētēs. Rĕquĭēs originalmente significa “descanso después de un trabajo”; por lo tanto también: reposo, quietud, sosiego, calma, tranquilidad. Del verbo rĕquiēsco, rĕquĭescēre, “reposar, dormir, descansar, yacer en el sepulcro, llegar al reposo tan deseado después de la fatiga espiritual, sosegarse, tranquilizarse. Un término muy utilizado por escritores romanos como Cicerón, Ovidio, Virgilio y otros. 

*Qĭēs significa: el sueño, quietud, descanso, calma, reposo, serenidad. Así que rĕquĭēs y su acusativo requiem es lo mismo que quĭēs, nada más que con un sentido de intensidad que le da el prefijo re-. Y en la muerte se supone que se alcanza el estado más intenso de quietud y descanso posible. Pero por si las dudas, en una misa de réquiem, se ruega a Dios por el eterno descanso de un muerto. Se ha propuesto la raíz indoeuropea *k w eiə- también *k w yeə- (descanso, quietud) como el hipotético origen de *qĭēs, quiescĕre, rĕquĭescēre.  

El verbo rĕquiēsco, y su infinitivo rĕquĭescēre está formado por:

A- El prefijo inseparable re- que sólo se halla en composición, y que puede indicar a) ‘hacia atrás’, como en el verbo recurrere, “volver corriendo” o “volver de nuevo”; b) ‘de nuevo’, como en restituere, “volver a colocar”, “restaurar”. Pero en este caso tiene una función intensificadora o vigorizadora, y puede también indicar “en seguimiento de”, “lo que sucede después”, “posteridad”.  

B- El verbo quiēsco, quiescĕre: descansar, reposar, estar tranquilo, al margen de asuntos políticos, militares y públicos; dormir, estar en calma, sosegado, yacer, descansar en la muerte, cesar toda actividad. La expresión de Virgilio (Eneida 1. 249): Placida compostus pace quiescit se traduce “enterrado ya, descansa en paz”. Claro que las palabras «quietud», «quiescencia» y «quiescente» se relacionan con el verbo quiēsco, quiescĕre recién citado.

Las palabras iniciales del introito de una misa de réquiem

Requiem aeternam dona eis, Domine, et lux perpetua luceat eis. TRADUCCIÓN: “dales, oh  Señor, descanso eterno y que brille para ellos la luz perpetua”, son palabras iniciales del introito* de la misa de difuntos.

*Introito es la entrada o principio, especialmente de un escrito o discurso; del latín introitus, (“acción de entrar”, “comienzo”).

Hay registro de la palabra requiem en latín con el sentido de plegaria por el eterno descanso de los difuntos desde la segunda mitad del siglo XIII, y misa de réquiem (requiem missa)  unos cien años después.

Algo de historia

En realidad, desde los albores del cristianismo se han celebrado liturgias, para rogar por el descanso de los muertos. Algunos escritos del siglo II y posteriores nos cuentan sobre estas cosas. Por ejemplo, Tertuliano (160-240 d. C.) menciona varias veces la celebración de la eucaristía o misa en los aniversarios de los decesos. Las misas fúnebres se generalizaron en el cristianismo de occidente durante la Edad Media. Es probable que ya desde el siglo VI se haya adoptado cierto formulario para estas misas. Invito al lector interesado en este tema a que lea este muy completo artículo. 

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 26 de febrero de 2024.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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