Ogro y su definición
Ogro —y su femenino ogresa— es un sustantivo que significa «ser irreal y espantoso, que se describe en cuentos cargados de fantasía como un terrible devorador de personas» y de manera especial, de niños; «un monstruo». También «una persona difícil de tratar que provoca temor y difícil de lidiar, una persona gruñona, un cascarrabias».
El femenino es “ogresa”, del francés “ogresse”, y el masculino «ogro», “ogre”. Ogresa realmente se usa nada más en un lenguaje culto, con un alto nivel de formalidad. Sin embargo, siguiendo la regla de que los sustantivos masculinos terminados en -o, se vuelven femeninos con la terminación -a, suele usarse “ogra” en vez de “ogresa”, del mismo modo que perro-perra, oso-osa, león-leona, etc. Y cuando se refiere a gente gruñona, de mal talante, malhumorada, displicente, se usa más la variante masculina (ogro) tanto para hombres como mujeres. No puedo hablar con este señor porque es un ogro. Mi cuñada es un ogro cuando le comento cosas de su hermana ¡ajá!
Origen del término “ogro”
La palabra española “ogro” es un préstamo del francés “ogre” y su femenino “ogresse”. Sobre cómo llegó al francés el vocablo ogre, no hay un acuerdo unánime entre los lingüistas.
Sin embargo, la explicación más aceptada dice que»ogre» quizá deriva del griego medieval o bizantino Ogōr, a su vez del latín Orcus, el nombre de “una divinidad infernal»; Orcus también se refería a Plūto, -tōn, el dios de los infiernos, que entre los romanos era hijo de Saturno; o el Πλούτων = Plouton de los griegos, dios de los infiernos y de la muerte. No debe confundirse con Plūtus (del griego Πλουτος, Ploutos), el dios de la riqueza, que dio la palabra «plutocracia» o el gobierno de los ricos. Mientras que de Plūto, -tōn recibió el planeta enano Plutón su nombre.
La expresión Orcum morari (Horacio) significa “tardar la muerte”.
El cambio de Ogōr por ogre se explica por una posible metátesis (cambio de lugar) de la letra erre, ‘r’ y otros procesos fonéticos que aquí no se van a discutir.
Ogōr y los húngaros de la época medieval
Ogōr llegó a referirse a “un húngaro o magiar”, porque entre los siglos IX-X (en plena Edad Media), los húngaros realizaron invasiones y saqueos, sembrando el pavor en gran parte de Europa, incluida la península Ibérica, la Francia y partes del Imperio Bizantino.
Hay que señalar que en aquel tiempo los húngaros también se conocían como los Ogur y por metátesis de la‘r’ debe haber quedado primero Ogru*)
Algunos dicen que la relación Ogōr con los húngaros carece de fundamento histórico
Sin embargo, esta fuente dice que la versión de Ogōr–húngaro como probable origen del término ogre (ogro) carece de sustento histórico, ya que a los húngaros los confunden con los hunos, un pueblo más antiguo que verdaderamente asolaba con su brutalidad al Imperio Romano entre los siglo IV-VI, cuyas despiadadas acciones contribuyeron en gran medida con la caída definitiva del Imperio, en el año 476.
Registro de “ogre” en la lengua francesa
- Al finalizar el siglo XII: “un pagano (aún no convertido al cristianismo) despiadado y muy temido”. En Le Conte du Graal o El Cuento del Grial del poeta y novelista francés Chrétien de Troyes (1130-1183).
- En 1697: Ogresse “la hija del ogro”. En el escritor francés Charles Perrault (1628-1703), en sus “Histoires ou countes du temps passé” (Historias o cuentos de tiempos pasados), donde se incluye la Caperucita Roja, la Cenicienta, el Gato con Botas y la Bella Durmiente.
De todo este análisis, podemos colegir que “ogro” es una voz que llegó al castellano, del francés “ogre, ogresse”. El problema aparece cuando se trata de explicar de manera convincente, cómo fue que este vocablo surgió en francés.
El diccionario de Esteban de Terreros y Pando de 1787 dice que “ogro es un hombre silvestre que decían comerse los muchachos, coco. En latín Ogrus Sylvestris.
La hipótesis de que «ogro» tiene raíces escandinava
También ha existido la opinión de que “ogro” es una palabra de raíces escandinavas. La RAE de 1884, por ejemplo, decía que “ogro” viene del escandinavo Oegir, un gigante de la mitología de Europa del norte que se alimentaba de carne humana. Del viejo término islandés œgir, “aterrador”, ᚢᚴᛁᚱ o ᚯᚵᛁᚱ en caracteres rúnicos medievales. Oegir quizá deriva del proto germánico *ōgijaną (espantar), protoindoeuropeo *h₂egʰ- (tener miedo).
El Diccionario de la Lengua Española actual ya no dice lo mismo, sino que procede del francés ogre y su femenino ogresse ¿Ven cómo cambian las explicaciones etimológicas?
Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 26 de marzo de 2024.