Definición de mujer
Mujer es una persona adulta del sexo femenino. La que ha llegado a la plenitud de su desarrollo, con los rasgos anatómicos y fisiológicos propios de su sexo. También “la casada con relación al marido”, es decir, la esposa, cónyuge, consorte. La mujer de mi tío.
En sentido colectivo, “mujer” designa a todas las mujeres de una región, país, continente o el mundo entero. Por ejemplo, “la mujer veracruzana es alegre por naturaleza”, “la mujer mexicana es mayoritariamente mestiza”, “mujer europea”, “el cáncer de mama es mucho más común en la mujer que en el hombre”, “la menopausia en la mujer llega a una edad promedio que ronda entre los 50-52 años”.
Mujer y hembra
Ya se dijo que una mujer es una persona adulta del sexo femenino. Mientras que hembra es un término más inclinado a un sentido biológico. Así, por ejemplo, una hembra es un animal del sexo femenino. Hay hembras en los animales mamíferos: gatas, leonas, cerdas, elefantas, zorras, perras, lince hembra, pantera hembra; en las aves: gallinas, pavas, cotorras; en los reptiles: cocodrilo hembra, tortuga h., cobra h.; en los peces, salmón hembra, ballena hembra.
Pero “hembra” también se aplica a las plantas. Cuando tienen sexos separados (plantas dioicas), es la que da los frutos, en especies como palma datilera, marihuana, papaya, ginkgo, etc.
Asimismo, hembra es una concavidad o agujero que hay en una pieza, donde se introduce otra. Esto, por analogía a la cavidad vaginal de las hembras de los mamíferos. Por ejemplo, en fontanería, hay conectores hembra con rosca interna que reciben a conectores macho con rosca externa.
¿Y en la especie humana?
Bueno, biológicamente hablando, “mujer es la hembra de un ser humano o racional”, debido a que su anatomía y fisiología pertenecen al sexo femenino.
Sólo la hembra humana es mujer. Cerdas, jabalinas, camellas, elefantas, hipopótamas, palomas, pavas, gallinas y patas son hembras, pero jamás mujeres.
Diferencia etimológica entre mujer y hembra
Ambos términos provienen del latín, pero ‘mujer’ procede de mŭlĭĕr (mujer), un término de origen dudoso al que no se le han encontrado vínculos indoeuropeos claros. En cambio, ‘hembra’, que viene de fēmĭna, es un término patrimonial que, con muchas transformaciones, terminó por decirse y escribirse ‘hembra’ en castellano, femelle en francés, femmina en italiano y female en inglés. Puede verse que fēmĭna pasó al castellano “hembra” con más modificaciones que en francés, italiano e inglés. A fēmĭna, en cambio, si se le han encontrado vínculos indoeuropeos.
Por ahora sólo voy a explicar el origen del término “mujer”, en otra ocasión dedicaré una entrada para escribir sobre la etimología de “hembra”. Espero que sea en breve.
ORIGEN DE “MUJER”
La palabra “mujer” deriva del latín arcaico y clásico mŭlĭĕr, con el significado general de “mujer” (Cicerón); “mujer casada”, “un afeminado” (en la obra de Plauto Báquidas o Las Gemelas); también “hombre cobarde”.
Mŭlĭĕr probablemente procede por rotacismo del proto itálico *mulies (De Vaan), sin que se pueda establecer una relación indoeuropea segura. Por eso, este vocablo debe venir de alguna lengua mediterránea preindoeuropea no precisada. No olvidemos que antes de la llegada de los indoeuropeos —hacia los milenios IV-II antes de Cristo— a la región mediterránea, había lenguas como el etrusco, ibérico, lemnio, tartésico y otras.
Mulier es un término latino muy antiguo
En cuanto a la antigüedad del término, está documentado en Lex Duodecim Tabularum* o Ley de las Doce Tablas de la naciente República Romana que se considera data de mediados del siglo V a. C., y en escritos del poeta Livio Andrónico del siglo III a. C.
*En la Tabla X, 4 dice: Las mujeres no se rasgarán las mejillas ni lanzarán gritos de tristeza a causa del funeral.
Etimología popular sobre el origen de mŭlĭĕr
Los etimologistas de la antigüedad llegaron a creer que mŭlĭĕr tenía relación de origen con el adjetivo mollis (tierno, suave, blando, delicado, agradable, por analogía con los atributos femeninos), pero se trata solo de una etimología popular que carece de fundamento. Otros han sugerido alguna relación de mŭlĭĕr con melior que significa “mejor”, pero tampoco ha sido una hipótesis aceptada. De mollis derivan términos como muelle, mollera y molleja.
La edad mínima para que una niña romana se casara era 12 años, cuando ya eran vĭrĭpŏtens
Como uno de los significados de mŭlĭĕr era “m. casada”, si una joven noble, digamos de unos 12-13 años se casaba, ya la llamaban mulier. La edad mínima de las jóvenes romanas para casarse eran los 12 años, cuando regularmente tenían su primera menstruación (menarquia) y eran vĭrĭpŏtens, o sea, casaderas o núbiles, porque ya tenían la potencia para recibir el miembro viril en su vagina. Por ejemplo, Cornelia Cina (96 a. C.-69/68 a. C.) se casó en el año 83 a. C. con Julio César, cuando ella apenas tenía 13 años y él 17.
En cambio, a una m. o fémina soltera en edad de casarse, la llamaban virgo, virginis, esto es, «la virgen», “la que aún no ha tenido relaciones sexuales”, “hembra que no ha conocido macho” (en escritos de Virgilio) que ahora llamamos “señorita” (del latín senior, “señor”, “más viejo” + el diminutivo -ito, -ita). Pero, si por cualquier motivo, una joven de 20-25 años permanecía soltera, a menudo también la llamaban virgo, no obstante ser mucho mayor que la “mulier” de 12 años ya casada.
Derivados de mŭlĭĕr
- Mŭlĭĕbrlĭs. Relativo a la mujer, opuesto a viril. Partes sexuales de la mujer (Plauto).
- Mŭlĭercŭla. Diminutivo de mujer, mujer débil o frágil.
- Mŭlĭĕrārĭus. Propio de la mujer; el mujeriego.
- Mŭlĭĕrum portus (Plinio el Viejo 4, 64). Puerto Mujeres en el Bósforo de Tracia.
Frases con mŭlĭĕr
- Muliebris animus (Cicerón). Delicado, cobarde, afeminado.
- Muliebria jura (Livio). Los derechos de las mujeres.
- Muliebris sententia (Cicerón). Pensamiento carente de energía. Opinión apocada, timorata, pusilánime.
- Muliebria omnia (Plinio). Todos los objetos que pertenecen a una mujer.
Términos relacionados —no precisamente sinónimos— que alguna vez se usaron durante la antigüedad romana, más o menos referidos a la mujer
- Debilis. Débil, delicado.
- Femineus. Femenino, de mujer.
- Fractus. Débil, afeminado.
- Imbellis. Tímido, tranquilo, pacífico. Aunque claro que una mujer no es necesariamente apacible y sosegada. Imbellis se forma de in-, “carencia” + bellum, “guerra”, es decir, «el que no quiere hacer la guerra, quiere la paz«.
- Mollis. Tierno, agradable, delicado. Ya mencionado arriba.
Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 10 de marzo de 2025.