Significado de ‘fósil’
La palabra fósil puede ser un adjetivo o un sustantivo. En términos generales, posee los siguientes significados:
Como sustantivo:
- Una huella o un remanente de un organismo que vivió en una era geológica del pasado, por ejemplo: un esqueleto, una hoja estampada, una pisada, etc., incrustados en la corteza terrestre.
- Alguien con antigüedad en el mismo empleo u ocupación. Un estudiante fósil es el que lleva años como alumno y no termina sus estudios en el tiempo preestablecido.
- Una palabra o morfema que se usa solo en ciertos contextos por ser un arcaísmo.
Como adjetivo:
- Tener la característica de ser un fósil.
- Que es o se asemeja a un fósil.
- Perteneciente al pasado, algo anticuado.
Etimología del término ‘fósil’
El vocablo fósil proviene del latín clásico fossĭlis, ‘algo que se extrae o se obtiene mediante excavación’, a su vez de fossus, participio pasado del verbo fodiō, fodere, ‘cavar’, ‘excavar’, ‘desenterrar’, ‘extraer algún mineral’, ‘remover al excavar’; también ‘pinchar’, ‘aguijonear’, ‘estimular’, ‘provocar’. De este verbo derivan vocablos como: fodico, fodicare, ‘escarbar’, ‘inquietar’; fŏdīna, ‘mina de metal’, ‘mineral’; fossa, ‘zanja’, ‘foso’, ‘hoyo’; fossio, onis, ‘acción de cavar’; fossor, oris, ‘el que cava, cavador’, ‘hombre rústico e inculto’; fossula, ‘pequeña zanja’; perfossŏr, ‘aquel que perfora y penetra las murallas para robar’, ‘un ladrón’, etc. Es útil entonces decir que etimológicamente fósil es “cualquier cosa que se saca de un hoyo o excavación”. En fossilis y fósil es destacable el sufijo hacedor de adjetivos -il, que vemos también en las palabras ‘febril’, ‘fabril’, ‘pueril’, ‘insectil’, percentil, etc.
Fechas de aparición de la palabra ‘fósil’
En francés el término fossile se documenta desde 1556, ‘cosa que se extrae de la tierra’, como un mineral; ‘un remanente geológico de plantas y animales’ en 1736; ‘viejo anticuado’, en 1827.
El diccionario español de Esteban de Terrero y Pando de 1787 dice:
“Fosil (sic), término de física, llámase así todo metal, o materia que se halla en la tierra, cavando hasta alguna profundidad. Francés fossile, latín fossilis, italiano fossil. Conchas fósiles, se llaman las que se hallan en la tierra petrificadas”.
Partes sexuales de la mujer
Como un comentario adicional, debo señalar que fossa, ae, además de significar ‘zanja’, ‘excavación’, ‘un hoyo o hueco’, ‘una tumba’, se utilizó con el significado literario de ‘partes sexuales de la mujer’ (por razones obvias), en los priapeos, poemas escritos tal vez entre los siglos I a. C.-I d. C., referidos al dios grecolatino o grecorromano Príapo, que se representaba con un enorme falo. Prĭăpus en latín, hijo de Baco y la diosa Venus. Πρίαπος (Príapos en griego), hijo de Hermes y Afrodita.
Relación indoeuropea de la palabra ‘fósil’
Fodere y todos sus derivados se asocian a la raíz indoeuropea *bhedh- (pinchar, cavar), que Pokorny incluye en la página 113, y que también se relaciona con bedu, besti (pinchar) en lituano; bosti (apuñalar) en antiguo eslavo eclesiástico; paddai (excavación) en hitita.
Información adicional
Fósil es un vestigio, impresión o rastro de un animal o planta de una edad geológica pasada, que ha sido preservado por procesos naturales en la corteza terrestre. La datación de fósiles es la fuente primaria de información acerca de la historia y evolución de la vida en la Tierra. Solamente una pequeña fracción (alrededor del 1% de las especies) de los organismos antiguos son preservados como fósiles, especialmente los que tienen un esqueleto sólido o también una concha o caparazón. Tales vestigios son relativamente comunes en rocas sedimentarias, que cubren alrededor del 75% del área continental y la mayoría de los fondos oceánicos.
Son raros, pero impresionantes, la incrustación de insectos en ámbar, así como la preservación de otros organismos en suelos saturados de aceite (como en Polonia), en depósitos de asfalto (Rancho la Brea, California), en cenizas volcánicas; también la conservación de mamuts del Pleistoceno tardío o superior en hielo del norte de Siberia. Huellas de organismos tales como pisadas y veredas, perforaciones, nidos, huevos, madrigueras, coprolitos (excremento petrificado), gastrolitos (piedras en el estómago que en el estricto sentido no son fósiles), etc., pueden también ser preservadas.
La paleontología y los fósiles
En el campo de la biología, la tendencia generalizada es considerar en la categoría de fósiles, sobre todo a los restos de organismos que vivieron antes del último período glaciar, es decir, con más de 10.000 años de antigüedad. O también, según otros criterios, «restos de organismos de más de 11 700 de antigüedad, que marca el límite entre el Pleistoceno y el Holoceno».
El estudio de los fósiles pertenece a la paleontología. Los fósiles más antiguos que se conocen son de bacterias, con una edad estimada en 3500-3800 millones de años. El tamaño de un fósil oscila desde una micra hasta varios metros como tallos de árboles y huesos de los grandes dinosaurios.
Los fósiles se han encontrado en todos los continentes, aunque no son distribuidos de forma uniforme en todas las rocas de la tierra, y proveen una de las evidencias más importantes en favor de la teoría de la evolución. Algunos estratos rocosos son muy abundantes en ellos, mientras que en otros no hay o son escasos. Igualmente, en un estrato puede haber una gran variación en los fósiles encontrados.
Un poco de historia (Antigüedad)
Los fósiles han sido seguramente observados por el hombre desde tiempos prehistóricos y a veces han inspirado ciertos mitos en diferentes culturas. Hay ejemplos de cuchillos de piedra en regiones europeas con equinodermos fosilizados en su empuñadura.
Hacia el año 450 a. C., el historiador griego Heródoto encontró fósiles de conchas marinas en el norte de África y concluyó que el Mediterráneo en algún remoto pasado cubrió esas tierras. Aristóteles también reconoció que los fósiles eran una evidencia de vida en el pasado, pero fantaseó que esos organismos se desarrollaban en las rocas.
Medievo (c. ss. V-XV d. C.)
En la alta Edad Media, los eruditos estaban inmersos en la doctrina cristiana que insistía en el dogma de la creación, según el cual, la Tierra fue creada en seis días, eliminando la posibilidad de que la vida pudiera haberse desarrollado gradualmente, o que las relaciones entre los océanos y continentes pudieran cambiar. Los fósiles eran a menudo interpretados como una ‘diversión de la naturaleza’, o bien ‘obra del demonio’, también ‘fuerzas moldeadoras’ dentro de las rocas, o producto del Diluvio narrado en el libro bíblico del Génesis, tradicionalmente atribuido a Moisés. Entre otros pasajes, Génesis 6:17 «Y he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá». El diluvio también se menciona en Génesis 7:10, 9:15. Salmos 29:10. Mateo 24:39-39, etc.
Edad Moderna
Ya en la Edad Moderna, el ingeniero y artista italiano Leonardo da Vinci (1452-1519), intentó dar una explicación racional a los fósiles, cuando se interesó por las conchas marinas fosilizadas que fueron extraídas durante la construcción de canales en el norte de Italia.
La explicación de da Vinci
El señor da Vinci dijo que, “cuando las inundaciones desde los ríos con aguas turbias o lodo fino, este material se depositó sobre las criaturas que vivían bajo el agua, cerca de las costas marinas, estos animales permanecieron presionados dentro del lodo… y con el paso del tiempo, el mar se hundió, y el lodo, ya drenado del agua salada, eventualmente se convirtió en roca». Sin duda, una explicación muy acorde con la realidad. Pero esta teoría (explicación) no fue ampliamente aceptada en aquellos días. Tuvieron que pasar unos 200 años para que se llegara al entendimiento completo de la fosilización.
Siglos XVIII-XIX
En la transición del siglo XVIII-XIX, la paleontología al fin fue considerada como ciencia. En 1799 el inglés William Smith reconoció el hecho de que algunos fósiles están limitados a ciertos estratos o capas de la corteza terrestre, estableciendo los fundamentos de la estratigrafía y la geología histórica, campos de estudio referentes a la sucesión de la vida a través de las edades, convirtiendo a la paleontología no sólo en el estudio de los organismos del pasado, sino también del desarrollo secuencial de todos los organismos a través del tiempo (Colbert H. Edwin).
- Lecturas recomendadas: Colbert H. Edwin. 2002. Fossil. Encyclopedia Americana. Vol 11. pp. 634-640. USA. Edición impresa.
- Sylvia S. Mader. 2006. Inquiry into Life. Eleventh Edition. pp. 546-549. USA. Edición impresa.
Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 4 de septiembre de 2020.