¿Qué es la cirrosis?
La cirrosis es una enfermedad crónica, patológicamente caracterizada por cicatrizaciones del hígado y la pérdida de su estructura normal, así como áreas de regeneración no funcionales. Los síntomas clínicos de la enfermedad resultan de la pérdida del funcionamiento de las células hepáticas (hepatocitos), y la resistencia incrementada al flujo sanguíneo a través del hígado (hipertensión portal).
Origen del término cirrosis
Se trata de un neologismo, porque la palabra no existió en la Antigüedad clásica, sino que fue acuñada en 1805 por el médico francés del Hôpital Necker de Paris (fundado en 1778), René Téophile Hyacinthe Laënnec (1781-1826), quien además inventó y dio nombre al estetoscopio y creó el término melanoma (melanose en francés). En su memoria, a la cirrosis alcohólica se la llama “c. de Laënnec”.
Para acuñar este neologismo (cirrhosis en latín científico) Laënec tomó del antiguo griego la palabra κίρρος = kírros (color naranja tostado, bronceado, atezado, rubio oscuro), un color entre πυρρός (purrós, pyrrós) y ξανθός (xanthós), según los escritos del médico Hipócrates ¿Por qué?
Se debe a que purrós o pyrrós (de πῦρ = pyr, ‘fuego’, de donde las palabras pirosis y pirotecnia) significaba “el color de la flama”, “rojo amarillento”, “leonado”, “tostado”, “parecido al color de la yema de un huevo”, “cierto sedimento de la orina”, “rojo bronceado” (equivalente al latín fulvus, ‘rojo’, ‘rojizo’, ‘amarillo dorado, a veces también ‘verde oscuro’). Y xanthós designaba al “color amarillo con diferentes tonos o matices”, “café castaño”, “pelo rubio o dorado”, color como de un “caballo alazán”, con un color parecido al de la canela. Luego entonces, el color kírros era para los griegos un tono variable, pero con el predominio del amarillo y el anaranjado.
El sufijo -ωσις (-ō-sis)
En cirrhosis vemos el sufijo griego hacedor de sustantivos -ωσις (-ō-sis), de -ō- (una vocal intermedia o de unión derivada de ciertos verbos, más -sis) que indica una acción, proceso o condición, como en ‘hipnosis’, o bien una condición enfermiza o anormal, por ejemplo, en los términos tuberculosis, lordosis, leucosis, asbestosis y muchos más.
Detalles sobre la acuñación de ‘cirrosis’
Laënnec dio entonces este nombre a “una enfermedad del hígado” que ocurría con más frecuencia en los alcohólicos (por eso le llaman c. de Laënnec a la causada por beber en exceso por largo tiempo); que consiste en una hepatitis intersticial crónica, con atrofia celular y el incremento de tejido conectivo. Después el término pasó a designar la inflamación intersticial de riñones, pulmones, el útero y otros órganos, pero definitivamente cirrosis se utiliza sobre todo para referirse al hígado.
El nombre cirrosis (cirrhosis) se refiere a un hígado con “el tamaño reducido hasta una tercera parte de su tamaño normal (véase este enlace del dicciomed.usal.es), con la presencia de gránulos amarillentos, leonados, amarillo rojizos, con tintes verdosos en algunas partes (kirrós)«, los cuales supuso Laënnec eran depósitos de materia nueva; pero luego se demostró eran acinos hepáticos con pigmentos biliares, que les daban esa coloración. En la cirrosis de otros órganos, por supuesto no hay esa coloración.
Ahora sabemos que el alcoholismo no es la única causa de la cirrosis, sino que, entre otras, destacan los virus que producen hepatitis crónica. Quién sabe que pensó Laënnec cuando veía enfermos cirróticos abstemios, pues en su tiempo no se sabía nada de los virus y de otras patologías causantes de este mal.
Cirrhose-squirrhe
También señala Laënnec que no debe confundirse cirrhose con el término squirrhe (escirro) o ‘tumor duro’ de σκίρρωσις = skírrhosis, que era como los médicos Erasístrato (304-250 a. C.) y después Sorano de Éfeso (98-138 d. C.) llamaron a la induración del hígado (casi seguro era una cirrosis, pero dieron este nombre por el endurecimiento de esta víscera, y no por su color amarillento anaranjado).
El término σκίρρωσις deriva de σκιρράς = skirrhás, que quiere decir ‘cualquier cubierta dura’, ‘una inflamación o tumor duro’; que pasó al latín, scirrhŏs, scirrŏs, un tipo de tumor mencionado por Plinio el Viejo (s. I d. C.) y que ahora el DLE tiene como escirro con igual significado; y su derivado scirrōsis o schirrhōsis (formación de un tumor), que el médico latino Celio Aureliano (¿siglo V d. C.?) menciona en su Chronicae Passiones. Pero, vuelvo a mencionar, cirrosis es una palabra cuyo nombre se debe al color que toma el hígado afectado por esta enfermedad.
La palabra cirrosis en otras lenguas
Como prueba del origen común de este neologismo, escribo la traducción en otras lenguas:
Alemán, Zirrhose; francés, cirrhose; holandés, levercirrose; inglés, cirrhosis; italiano, cirrosi; portugués, cirrose; rumano, cirroză; sueco, cirros.
No pretendo ahondar en detalles sobre la patología y sintomatología de la cirrosis. Sólo me limitaré a ciertos comentarios que considero relevantes:
Como ya se dijo, la cirrosis del hígado es una desorganización difusa de la estructura hepática normal, por nódulos regenerativos que son rodeados por tejido fibroso. Estos cambios generalmente involucran al hígado entero, y son permanentes e irreversibles y por lo tanto, incurables. El trasplante de hígado es una alternativa de curación, pero el problema es la escasez de donadores. Por lo general, el enfermo se trata con el fin de mitigar la enfermedad y alargar lo más posible su sobrevivencia
Etiología (causa)
En el mundo occidental es la tercera causa de muerte en pacientes de entre 45-65 años, solo superada por cardiopatías y el cáncer. Aunque las estadísticas arrojan algunas variaciones, la mayoría de los casos son consecuencia del abuso prolongado del alcohol, seguido por las hepatitis crónicas virales B y C, que en algunas regiones de Asia y África son la causa principal. Otras causas, no necesariamente en orden de importancia, son:
Respuesta inmune alterada, obstrucción biliar, alteraciones vasculares, hemocromatosis, enfermedad de Wilson, galactosemia, tirosinosis congénita, falla del lado derecho del corazón, exceso de vitamina A, síndrome de Budd-Chiari, malnutrición, diabetes, etc. Así que si vemos un enfermo cirrótico, no debemos pensar que forzosamente se trata de un alcohólico empedernido. Hay otras posibles causas.
Síntomas y signos
Muchos enfermos cirróticos son asintomáticos durante años. Otros muestran debilidad generalizada, anorexia, un vago malestar y pérdida de peso. La desnutrición es común debido a la anorexia con escasa ingesta de alimentos, una mala absorción de las grasas y una deficiencia de vitaminas liposolubles (A, D, E), causada por los efectos de una reducida excreción de sales biliares. Una manifestación más dramática es el sangrado masivo del tubo digestivo alto, desde várices esofágicas secundarias a una hipertensión portal. Por el mismo motivo, y la obstrucción del flujo sanguíneo a través del hígado, la ascitis (acumulación de líquido abdominal) y dilatación de venas abdominales, pueden producirse. Un hígado palpable firme y con un borde romo es típico; aunque a veces es pequeño y difícil de palpar; los nódulos de regeneración pueden palparse ocasionalmente.
Otros signos que sugieren esta enfermedad, particularmente en alcohólicos, pueden ser: consunción muscular, eritema palmar, contracturas de Dupuytren, arañas vasculares, ginecomastia (agrandamiento mamario en los varones), crecimiento de la glándula parótida, pérdida de vello axilar y del pecho, sangrado de nariz o de encías, expansión limitada del tórax por la ascitis, atrofia testicular, neuropatía periférica, alteraciones mentales diversas (encefalopatía hepática), ictericia.
Lectura recomendada:
The Merck Manual of Diagnosis and Therapy. 1999. pp. 368-376. U.S.A. Edición impresa.
Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 6 de julio de 2021.